08
Son las 11, no fui a la universidad, no quería verlo, o correr riesgo alguno, se burlaría de mi, por ser tan frágil e ilusa. Me miro al espejo y ya estoy lista con la ropa que dejo, si, no sabia si hacia las cosas bien, yo creo que no y es que en las películas de terror yo soy la primera en decir "tonta, no entres ahí. sal, sal". Me imagino que los demás deben decir lo mismo de mi, por ser tan tonta y seguir, pero ¿cual es el límite?
Escucho el timbre y bajo, supongo que era mi cita de esta noche. Bajo lentamente, intentando hacer que sea quien fuese espera unos minutos. Tenía miedo y era porque estaba segura de quien se trataba, ¿acaso podría ser mas obvio?. Hace varias horas que no lo veo y estoy nerviosa.
Llego y abro la puerta como si algo super intrigante estuviera del otro lado. Y ahí esta, con su sonrisa, viste unos jeans sueltos y una camisa negra desarreglada.
- Lindo vestido, ¿quien fue él del buen gusto que te lo dió?.
- ¿No crees que había formas mejores de invitarme?.
- Original no lo crees?-rio como si de verdad fuera algo divertido.
- ¿Asustarme así?¿Por que?
- Se me había hecho tarde y debía entregarte la caja antes de que llegaras, pero cuando vine ya estabas adentro, así que forme una leve distracción para que no me vieras.
- ¿Leve distracción? ¿Estas demente?.
- No... Tu lo estas - volvió a burlarse.
- Se te hizo tarde? - cambie de tema - creí que solo vivías para atormentar a mi.
- Pues celebra porque no es así.... Aunque - me miro de arriba hacia abajo - me gustaría.
- Cállate.
- No te alteres - dijo tranquilo - debemos ir a la fiesta.
- ¿Como?.
- Piensa que estas en la fiesta.
- ¿Que?.
- Solo imagina, música, gente, alcohol y a mi besando tu cuello.
- Idiota.
- Hazlo linda.
Suspire y cerré los ojos,siento como Jefnier tomaba mis mano, escuche su respiración y su boca rozar mi oido - Concentrate - dijo al último y cerré los ojos con presión tratando de obedecer, imagine música y los murmuros de la gente, la noche clara, tal como se posaba sobre nosotros. De pronto los ruidos fueron mas fuertes y cercanos apoderándose de mi imaginación.
Abrí los ojos y ahí estábamos, frente a la fiesta, todos los conocidos y alumnos pasaron a nuestro lado como si nada subnormal pasase pero yo, yo estaba en verdad aterrada ¿que había hecho y como?
- ¿Que hice?.
- No creas que tomo un taxi cada vez que debo ir de lugar en lugar.
- No me dijiste que podía hacer algo así.
- No me lo preguntaste.
- No me lo hubieras dicho.
- Cierto - sonrió y tomo mi mano despreocupado guiandome a la entrada.
Todos nos miraban, sera que fui tan rara siempre que era la primera vez que me veía tan pegada a alguien
- Me siento incomoda.
- Tranquila, no estaremos mucho tiempo.
- ¿Y a donde iremos?.
- Hay un cuarto arriba - dijo agarrándome por la cintura.
- Eres desagradable.
- Ambos sabemos que tu mas que yo quiere terminar lo que comenzaste aquel día en el bar.
- Yo solo se que te aborrezco.
- Claro que no - mordió su labio y Dios.
- Asi es, lo mas probable es que este con cualquier chico de la fiesta menos contigo.
- Pues vete - dijo tranquilo - emborrachate y veremos a quien buscas luego - guiño de ojo y se perdió entre la gente.
Respire ondo y camine hacia la barra, no iba a desafiarme, claro que debería pero iba a demostrar en la cara que no lo necesito.
Luego de aquellos tragos conte mis pasos, la cabeza me dolia pero aun asi eran incontrolables las ganas de bailar, veia a los chicos pasar, y Dios, no era buenos pensamientos, no para esta noche, no ahora que estaba Jefnier. Aunque siga pensando que esos tragos eran insignificantes y no me harian daño, era gracioso como ahora todo me daba vuelta pero yo solo trataba de que no se notara en mi caminar y poder seguir con la fiesta como si nada pasara, como si fuera la persona mas sobria del mundo, despues de todo esa era la imagen que tenian de mi. Mire hacia ambos lados pero Jefnier no estaba allí, trate de que no me importe demasiado y camine hacia el centro, donde todos bailan en parejas, quede quieta cuando llegue casi como un estorbo, pero alguien me tomo de la cintura y me acerco a el, respiraba en mi cuello y no se me hacia peculiar, era otro chico, otro, alguno muy encantador. Seguí el juego y moví mis caderas como la música lo impone, bajamos algo demasiado pegados y pegue aun mas mi anatomía a la suya
- "que bien te mueves muñeca" - dijo y no era la voz de Jefnier aunque sonó casi igual a el.
- ¿Como te llamas? - me pregunto al darme vuelta quedando frente a el.
- _____, ¿ Y tu?.
- Raúl Alejandro - sonrió mostrando su perfecta dentadura y me derreti ahí mismo. Le sonreí y la canción cambio, era otra un poco mas lenta, tomo mi cintura y yo su cuello. Me apretó mas a él y solo sonreí en mis adentros, tenía mi nariz en su cuello y mis labios rozan su piel, acaricie su nuca y tome su mano, el sonrió y me siguió, mordió mi labio una vez que le di la espalda y seguí caminando. Dude un poco a cual entrar pero doble hacia el de damas. Raúl me freno de inmediato y me guiño un ojo al mismo tiempo en que me llevaba ahora a en dirección diferente. Íbamos al de hombres.
Da igual pensé y lo seguí, una vez que cerro la puerta con seguro, me avalance sobre el y lo bese salvajemente como si me hubiera retenido horas para hacerlo, el hizo lo mismo y con la misma desesperacion que mi boca imploraba, puse mi manos bajo su camisa bese su cuello dejando una que otra marca, el giro y salte dejando mis piernas envueltas en su cadera, me movi un poco encima de el y mis caderas hicieron un movimiento circular, el mordio mis labios y yo gemi al mismo tiempo que el ahora besaba mi cuello. Saco mi vestido, dejandome solo en ropa interior y acariciar mis muslos como si estubiera deseoso de ello, despeine su cabello y volvi a capturar sus labios, iba a segir por mas, por mucho mas, cuando la puerta se abrio y los dos quedamos al descubierto.
- Te presto mi auto y la llevas ya mismo a un hotel - dijo serio acercandose a él con furia.
- ¿De verdad? - se esperanzo Raúl con confianza.
- Idiota - lo empujo hacia la pared y lo tomo de los hombros - te vas ya mismo y lejos de ella.
- Pero... - fue cuando Jefnier levanto su puño y Raúl no dijo nada mas. Tomo su camisa y me miro sin entender, sin esperar un segundo salio de alli acomodandose su camisa y un poco su cabello.
- ¿Que haces? - dije exaltada.
- ¿Que hago?, mirate borracha en ropa interior y con el labial corrido, pareces una puta.
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