05
todo es silencio y parezco descansar profundamente, entrecierro los ojos e intento buscarle forma al cuarto... si, cuarto, mi cuarto. estoy en mi casa ¿como llegue aqui? Me incorporo y toco mi cabeza, todo da vueltas y supongo que se debe a lo que muchos llaman "resaca". Mi celular suena una y otra vez insistente sobre la mesa de luz de mi derecha, le miro unos cuantos segundos y opto por responder.
— ¿Si?.
— ¿Hija? ¿Estas durmiendo?.
— Estaba — suspiro — ¿Que pasa mamá?.
— Es la una de la tarde y aun estas en la cama? ¿Que has echo anoche?.
Anoche. cometí lo que podia ser el peor error de mi vida, pensé, en verdad creí que estaba soñando pero aún tengo la ropa exactamente igual y el olor a alcohol es impresionante, como si se hubiera impregnado en mi ropa por decir así. ¿Que hacia él ayer?, ¿Que hacia yo deseándolo de esa manera ? casi tengo sexo con mi peor pesadilla y no comprendo como es que esta aqui y es jodidamente real. Pense que solo era una voz pero ahora muestra su presencia y yo... Yo no me explico como hace para meterse en mi... Anoche, anoche fue la mejor de las peores noches que pase en mi vida.
— Me quede hasta tarde estudiando con las chicas porque tenemos un examen — mentí fácilmente.
— Me elegro que asi sea, sabes que estoy orgullosa de ti ¿No es asi? — la voz de mi madre comienza a quedarse, esto no era normal. aunque nada es normal en mi vida.
— Claro que lo se, ¿Que esta pasando mamá?.
— ¿Que esta pasando contigo?, hace semanas que no llamas, debo saber de ti me preocupas.
— No pasa nada, solo estoy concentrada en pasar las materias, nada mas que eso.
— Si es un chico — pauso — yo lo entendere pero no quiero que me mientas.
— Claro que no — ojala fuera eso pense — solo es la universidad, no hay nada de lo que debas preocuparte enserio.
— Esta bien — se resigno — estoy de viaje ahora y pasare por tu departamento a verte.
— ¿Te quedaras?.
— Lo siento mi amor, pero solo ire una horas, nesecito salir un poco, descansar.
— ¿Descansar de que?.
— Eel trabajo — ella nunca se quejaba de su trabajo.
— Ok, te espero — acepte si interrogar.
— Te amo, nos vemos.
— Adios mamá.
Dejo el celular en su lugar y me estiro un poco antes de empezar todo de vuelta, camino directo al baño para darme una ducha caliente, al salir me cambio lo mas normal posible. limpio mi habitacion, tomo unos cuantos libros y la desparramo por el escritorio junto a unas hojas de la universidad... si quería mentir, debia aparentar bien.
Agarro unos mas y bajos hacia la cocina, lo dejo abierto en la mesa y preparo mi desayuno, eso sera suficiente para que mi madre no desconfie. Como una tostada y tomo un sorbo al vaso de leche tibia, salgo deprisa y antes de cruzar la puerta retiro mi vaso que esta colgado a la derecha, la cierro y camino con algo de apuro, sabia muy bien a donde iba, no podia quedarme con la duda y era lo unico que conocia que podia ayudarme en cierta forma claro.
Recorro el mismo camino por segunda vez, ahora que es de dia puedo notar bian las malezas y el pasto alto con una que otra planta sin vida,veo la casa y golpeó levemente, no tardó tanto en contestar y invitarme a pasar.
— Malditos policias, no se que estan pensando — la noto nerviosa.
— ¿Que sucede?.
— Un oficial me visito ayer, podia leer sus pensamientos, sentir su intriga, notar la curiosidad de su rostro y oler el miedo quería buscar algo, miraba y controlaba todo, se creen que soy imbecil pero nunca van a atrarparme
— ¿Crees que quieren culparte de algo?.
— No, solo esta buscando algo raro para así quemarme viva.
— Estamos en el siglo XXI, ya no le hacen eso a las brujas, dudo que la gente siga creyendo en su existencia.
— Las brujas siempre estamos, solo que nos vamos renovando, antes se alimentaban de niños solo por diversión y es que ellos eran los mas curiosos y siempre las encontraban, nos gustaba jugar con ellos pero luego el placer nos poseia y deberíamos beber, toda persona que estudie o practique magia negra es bruja, quizá tenga hijos, un marido, trabaje y no haya nada subnormal en ella pero tan solo con practicar hechizos ya es parte de la familia — rio — curioso no lo crees?.
— Creí que eras la única.
— Niña — carcajea — el mundo esta lleno de cosas raras, pero la soberbia no les deja ver mas allá de lo que ellos creen.
— Yo era así.
— ¿No creias en nada que no vieras?.
— Exacto.
— Pero llego la voz y ahora eres una fiel creyente ¿no es así? — se burlo.
— La voz — pense en voz alta recordando a lo que vine — debes ayudarme.
— Si vienes por lo mismo ya te explique — le interrumpí.
— Esta aqui, aparecio...aparecio ayer — repetí aterrada.
— Niña tonta — chillo — te dije que no debías pensar en él, lo has creado, ¿Entiendes lo que es eso?.
— Perdon, yo...yo — buscaba un justificativo pero no encontraba uno bueno.
— Le has dado vida... ahora él tiene vida propia.
— ¿Que tan malo puede ser eso?.
— Que tambien tiene la tuya.. una parte de ti esta en él y una parte de él esta en ti, por eso puede meterse en tu mente.
— Pero. — pause — si hay un aparte de mi esta en él, eso quiere decir que yo también podría meterme en su mente.
— No posees la capacidad — nego — pero si...
— Enseñame, te lo suplico.
— Te volverás igual que él ¿Quieres tambien alimentarte de mentes débiles?.
— No.
— Entonces no pienses idioteces.
— Hoy no me ha hablado...ni siquiera una palabra.
— Es que ahora esta aun mas cerca de ti, mucho más de lo que crees.
— No entiendo como puede ser posible.
— Lo deseas, no importa que intentes negarlo, querias llegar a él y lo conseguiste.
— ¿Que debo hacer?.
— Nada, no puedes hacer nada. ahora solo vete y reza porque su intenciones para contigo no sean peor de las que yo pienso.
— ¿Que quiere hacer conmigo?.
— No lo se, pero puede hacer lo que quiera si lo desea. te tiene dominada
Trague saliva y la mire a los ojos incrédula, di vuelta con dureza y sali de alli de inmediato, corri hasta llegar a la ruta, esto no podia estar pasando, estas cosas no existen, yo no soy normal.. no merezco esto.
Mi móvil suena y trato de conservar la respiración tranquila antes de atender.
— ¿Hola?.
— Hija, ¿Donde estas?.
— A unas cuadras del departamento, ya casi llego.
— ¿En donde estas?
— En la ruta número 5.
— Espera ahi.
colgué y me senté a esperar.. trataba de ordenar mis pensamientos, puedes hacer conmigo lo que quiera, ¿Cual es el riesgo que corro?,¿Acaso iba a matarme?,¿Hacerme daño? nada de eso me importaba, solo quería que esto terminara de una vez.
Escuché una bocina y mi madre aparco el coche frente a mi, sonreí de verla y me senté al lado del copiloto, ella arranco, yo solo rogaba que no me pregunte que hacia ahí.
— Te extrañe, no puedo creer que estes aqui.
— Yo tambien — tomo mi mano — ¿Como has estado?.
— Muy bien, ¿Y tu?.
— Bien — fruncí el ceño.
— ¿A donde vamos?.
— A almorzar a un lugar.
— ¿Segura estas bien?.
— Claro que si, acaso ¿No puedo pasear con mi hija?
— Si, solo que... olvídalo — sentencie — ¿A donde vas de viaje?.
— Aun no estoy segura.
— ¿Y papá?.
— No lo se — su voz volvio a quebrarse y la mire de inmediato captando la lágrima que rodaba por su mejilla, la misma que limpio rápidamente
— Dime que sucede mamá, te conozco.
— Ay ____ — alargo tocando mi mejilla sin dejar de mirar el camino — conoces la relación con tu padre.
— Pelearon de nuevo ¿No es así?, por eso te vas de viaje — asintió —¿hasta cuando mamá?.
— Amo a tu padre como nunca ame a nadie, pero las relaciones se gastan hija. Cuando seas grande entenderas.
— ¿Crees que no soy lo suficiente mayor?, como es que dos personas que se aman pelean tanto? sabes que no quiero que se divorcien pero no puedo verlos distanciados cada dos meses.
— Tu sabes cuánto me daño que te vinieras a estudiar aqui, tan lejos de mi.
— No quiero hablar de ese tema, te lo explique antes.
— Tienes razon — estaciono el auto — pasemos un buen dia ¿Si? — beso mi frente y yo asenti — te amo hija.
— Yo tambien — sonrei de lado.
— Vamos — dijo y bajamos directo al restaurante.
Abro los ojos y apago el despertador, de vuelta a la universidad, mierda!, maldeci en voz alta y me dirigí al baño para prepararme, mi madre se habia ido en la noche no hablamos mas del tema pero por lo menos ahora sabia lo que pasaba, odiaba esto, no quiero que sucediera de nuevo, tome mi bolso con los libros y sali, no quedaba a muchas cuadras y el camino ya era parte de mi rutina.
Busque mi clase y me sente en el lugar de siempre, la profesora entro y detras de ella el director, casi nunca lo veiamos porque no era de andar por los pasillos y mucho menos en los salones de clase. Todos se paran para saludar cordiales, yo solo mire la escena y mi vista se poso en el chico de tatuajes de atras. Abri mis ojos como platos y mi corazon salio de lugar.. pasión y miedo fue lo que recorrió mi cuerpo entero
— Jefnier — pense en voz alta.
— Él es Jefnier, Jefnier Osorio — lo presento el director, nuestras miradas se cruzaron y el me sonrió la misma sonrisa de anoche, era él.
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