Camino decidida con una sonrisa en
mi rostro, todos parecen verme pero no me importaba, piso fuerte marcando mi presencia, los tacos resuenan en la vereda y muevo mis caderas mas de lo común. Yo no era de hacer esto pero ¿a que mujer no le divierte?, alguna vez iba a pasar, no voy a preocuparme ahora. Llego al bar que esperaba e intento mover mi minifalda lo mas posible mientras camino, varios hombres parecen notarme pero solo paso directo a la barra.

— Que te sirvo? — dirijo mis ojos al frente y veo al joven cantinero.

— ¿Qué tienes?.

— Pues, varias cosas — intenta coquetearme.

— Sorpréndeme — muerdo mi labio inferior con delicadeza y el rie mientras toma una copa.

Quito mi mirada de lo que esta haciendo y busco algo interesante a mi alrededor, en ese preciso momento se escucha una canción de Sean Paul, tarareo y chasqueo mis dedos al compás.

— Aquí tienes — dejo al alcance mi vaso.

— ¿Que tiene? — pregunte después de tomar mi primer sorbo.

— Lo suficiente como para que no pidas mas — frunció el ceño honesto — con tan solo dos sorbos mas ya estarás de cabeza.

— Es justo lo que necesito — Digo al terminar y limpiar mi boca. el chico abre los ojos un poco sorprendido, sonrió para si mismo y me pare sin dificultad, doy mi primer paso y al segundo todo da vueltas, rio y tapo mi boca como idiota, doy la vuelta y el cantinero niega con la cabeza divertido, no tenía idea que esto hiciera tanto efecto tan rápido.

Me acerco a una de las mesas y creo escuchar la voz, pero mi cabeza de muchas vueltas y es como si se entrecortara o me hablaran de lejos.

Una mano me hace salir de si, me di la vuelta y un tipo me sube a la mesa...dos chicas mas están ahí y no entiendo nada, de pronto las cosas cambian de lugar y me tambaleo un poco, a los segundo escucho los ruidos de los chicos pidiendo que baile como las demás, la música es de cabaret e intento tomar conciencia de lo que estoy haciendo. Miro a hacia la puerta y un chico alto con varios tatuajes en sus brazos pasa directo balbuceando algunos insultos, se sienta en las sillas con las piernas abiertas, yo solo me detengo a verlo embobada, dos chicas se adelantan y se sientan sobre el tocándole el pecho, parece dejarse llevar pero no es mucho el tiempo que pasa cuando toca la espalda de una y se levanta quitandoselas de encima amablemente, ellas se van en busca de otro tipo y el tatuado mira la puerta como si aun no estuviera seguro de irse o no. fue cuando entendí que debía reaccionar... mire al suelo unas cuantas veces con un poco de dificultad, logre tomarlo del hombro antes de que se diera la vuelta por completo, su mirada recorrió mi cuerpo y casi tan pronto como llegue le di la espalda mientras comenzaba a bailar al son de la música, voltee y roce su comisura, reí y mire su boca de cerca, el tomo mi mano guiando a su auto.

— No lo hagas — Escuche en mi cabeza y sonreí. Por fin se dignaba a aparecer, sonreí victoriosa y segui con mi plan, empezando con subir al auto de aquel joven...