Capítulo 7: Noticias.
Tras lo ocurrido el día anterior, la relación entre Furuya y Sawamura estaba un poco tensa, por lo cual el pelinegro había tomado una decisión, se le declararía al castaño. Espero a encontrar el valor para poder hacerlo, el cual no llego, pero de alguna manera la situación entre ambos se relajó mientras el tiempo pasaba, de pronto llegó una noticia Miyuki se casaría con Mei en tres meses.
Muchas personas ya veían venir la boda, pero esta noticia tomo por sorpresa a Itsuki cuando se las comentó uno de sus ex-compañeros de Inashiro, por alguna razón se les olvidaba o querían disfrutar del placer de restregarle en la cara que Mei no estaba con él, aunque eso no era necesario pues resultaba obvio sabiendo que estaba esperando un hijo de Miyuki.
A veces las personas podían ser tan crueles.
Olvidarte de alguien importante puede ser difícil, — mencionó Itsuki tras separase de sus ex-compañeros. — pero no imposible. — sentenció el ex-Catcher de Inashiro.
Itsuki-senpai. — se escuchaba una voz a lo lejos. — ¿Nos vamos? — pregunto Akamatsu Shinji, quien últimamente compartía más tiempo con su antigua batería.
Espero seas feliz, Mei-san. Ya que lo elegiste a él. — pensó para sí Itsuki. — Vámonos.—
No había forma alguna de que la relación entre Miyuki y Sawamura fuera retomada, algo que causó tristeza a los allegados del par, Kuramochi quería matar a Miyuki, iba a hacerlo si es que no lo hubiera detenido su amado esposo. Aunque claro eso no significaba de que se libraría de unas cuantas llaves cuando llegara el momento.
Sawamura trató de recobrar los ánimos de cualquier manera posible y aunque no lo pidió sus amigos estuvieron a su lado.
Olvidar a Miyuki Kazuya no sería fácil, pero lo haría de cualquier manera.
Los meses pasaron, los preparativos para la boda ya estaban listos.
Mei y Miyuki se casarían en una semana. Para esos días a Mei se le podía apreciar su estado, una hermosa pancita se había formado y su amado retoño en breve vendría al mundo, había sorprendido a Miyuki y a sus padres cuando les dijo lo que sería, una bella niña, hasta el nombre ya lo había decidido, Miyuki no dijo nada apoyaba en todo a Mei, se había jurado hacer feliz a su hija y a su futuro esposo.
Los días pasaron y el gran día llegó. Los amigos más cercanos de ambos contrayentes estaban ahí, los padrinos de esa unión eran Kuramochi Youichi y Shirakawa Katsuyuki, amigos de ambos jóvenes. Kuramochi de mala manera aceptó ser el padrino de Miyuki, el tan solo pensar que había engañado a Eijun hacía que le den ganas de matarlo, pero ya se había desquitado con el ex-capitán de Seido hace varias semanas.
La ceremonia se llevó a cabo en estricto privado, solo allegados más cercanos a los contrayentes iban a acudir ese día.
Por alguna extraña razón, Mei volteaba para ver si lo que tanto esperaba pasaba, pero nunca se dio, al final Miyuki y él se casaron, todos los invitados aplaudieron por la reciente unión y se retiraron a la pequeña reunión que iban a tener.
Kuramochi termino felicitando y deseándole a su amigo que sea feliz, mientras que Mei se encontraba con algunos de sus compañeros de Inashiro, todos ya querían ver a la pequeña, pero sabían que faltaban unos dos meses para poder verla.
Los recién casados tenían planeado partir de inmediato, afortunadamente contaban con la autorización del doctor que veía el embarazo de Mei para el viaje, ellos viajarían a Estados Unidos para que Miyuki evaluará las propuestas de trabajo que tenía.
Terminada la reunión, Miyuki y Mei se retiraron juntos rumbo al aeropuerto, su vuelo los esperaba, y una nueva vida juntos aguardaba por ellos.
Los días pasaron y dos corazones rotos se recuperaban de poco a poco, por alguna extraña razón en los últimos días Sawamura empezaba a sentir algunas molestias, a las cuales trataba de no prestar atención.
Mareos frecuentes se empezaban a presentar en el castaño, un voraz apetito, y extrañas ganas de vomitar algunas veces provocadas por ver la comida y otras sin razón alguna.
Furuya se empezó a preocupar por eso, prácticamente todo el día paraba así, algo estaba mal con él, eso era seguro.
Eijun, vamos a que te revisen al hospital. — era raro que lo llamara por su nombre pero desde que lo ayudó no dejaba de llamarlo de otra manera.
No, no me pasa nada, esto es... — una vez más iba al baño a devolver lo que tenía en su estómago.
Iremos mañana temprano, así tenga que llevarte a rastras al lugar. — sentenció Furuya.
Sawamura no guardaba buenos recuerdos de los hospitales, así que de alguna manera se escaparía o ... eso era lo que pensaba.
A la mañana siguiente de alguna manera Furuya se había encargado de llevarlo al hospital, ya en el lugar ingresaron a uno de los consultorios.
El doctor pidió que Eijun se hiciera algunos exámenes, los síntomas que presentaba el castaño eran obvios pero era mejor asegurarnos.
Pasaron unos días, Furuya acompañó a Eijun al hospital y al ingresar al consultorio, el doctor los observaba tiernamente por alguna razón, su mirada era gentil y llevaba una sonrisa en el rostro.
Los resultados están listos. — mencionó.— Muchas felicidades, van a tener un bebé. — por alguna razón, el doctor pensaba que Furuya y Eijun eran pareja, cuando les dio la noticia el rostro de ambos chicos era de absoluta sorpresa, ninguno de los dos podía creer lo que estaba diciendo el doctor.
Eso no puede ser... — La sorpresa aún se notaba en el rostro del castaño.
Doctor. ¿Cuántas semanas tiene?— pregunto Furuya, quería asegurarse de algo.
Once semanas. — dijo el doctor.
Eso lo confirmó, Furuya era el único que había visto a Miyuki y a Sawamura juntos, y afortunadamente esos tipos no lograron ponerle ningún dedo encima al castaño, así que, solo había una persona que podía ser el padre de esa criatura, ese era Miyuki Kazuya.
Sawamura también lo comprendió al instante, de alguna manera estaba esperando un hijo de Miyuki, algo que le alegró y lo entristeció a la vez.
El doctor le había dado algunas recomendaciones al castaño para que cuidara su estado, Furuya presto mucha atención a ellas ya que cuando escucho que Eijun iba a tener un hijo lo decidió, protegería y cuidaría de ellos a costa de todo.
Los días pasaron y el único que sabía del actual estado de Sawamura era Furuya, aunque bueno iba a tener que revelar que tendría un hijo pronto, ya que esto sería evidente en unos meses, aunque lo que Eijun quería evitar era que le preguntaran sobre el padre.
Mientras pasaban las semanas, la relación de Sawamura y Furuya creció, el pelinegro estaba pendiente a todo lo que necesitaba Sawamura y más a sus antojos, los cuales habían obligado al anterior pitcher de Seido a desvelarse en varias noches.
El embarazo de Sawamura procedía de forma normal, regularmente era acompañado por el pelinegro a las consultas médicas, debido a esto el castaño no pudo aclararle al doctor que Furuya no era el padre de su bebé, pero aunque eso era cierto de alguna manera desde que ambos recibieron la noticia, Furuya había empezado a ayudarlo, protegerlo y atenderlo en casi todo. Algo a lo que ya se había acostumbrado.
Su embarazo iba muy bien, el bebé se estaba desarrollando perfectamente, claro, cuando hacían los ultrasonidos, Eijun pedía encarecidamente que el sexo del bebé se mantuviera en Secreto, quería que todo fuera una sorpresa para cuando llegara ese momento.
Continuará...
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