Hola.
Mil años han pasado...
Dije en el capítulo anterior que pasarían meses... Pues no será así.
En el tiempo que el fic ha estado pausado he podido pulir algunas ideas así que...
Gracias por esperar.

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Las luces del día comenzaban a asomar la vista a la residencia de Sawamura Eijun, ese día el menor de esa familia recordaría algo que se había empeñado a olvidar durante esos 10 años.

Sawamura Eijun ya se había recuperado por completo y a pesar de que progresivamente estaba perdiendo la vista, podía realizar cualquier actividad cotidiana, algo que le alegraba demasiado.

Miyuki Kazuya, tras 17 años de haberlo dejado atrás y de querer olvidar a esa persona... Su corazón no mentía... No lo había logrado, el amargo sabor de ese engaño aún estaba grabado en su memoria.

Tras varias semanas de haber vuelto a ver a Eijun, Miyuki Kazuya no encontraba palabras para disculparse con el castaño, sabía que había dicho una estupidez, sus celos y la rabia habían hablado ese día, pero aún así no encontraba las encontraba. Era su día libre y estaba en la ciudad, un largo paseo sin rumbo aparente era lo que estaba tomando en ese momento, sus pensamientos yacían en otro lado, hasta que un duro golpe lo hizo regresar a la realidad. Sin querer se había tropezado y estaba encima de una persona... Sus lentes estaban en el suelo así que no podía ver claramente el rostro del desafortunado. Rápidamente ubico sus lentes, se los puso y se dió con la sorpresa de tener en el suelo a nada más ni nada menos que al dueño de sus pensamientos.

Miyuki Kazuya, ya podrías quitarte. - dijo incómodo el castaño.

Lo siento, estaba distraído y sin querer tropecé. - dijo un poco apenado.

No hay problema. - se escuchó decir a Eijun. - Nos vemos. - se despidió.

Espera un momento...- sostuvo su brazo para impedir que se alejara. - Necesito hablar contigo. - dijo con una gran seguridad.

Está bien, pero podrías dejar de sostener mi brazo. -

Lo siento. Te parece si hablamos en el... café de la esquina. - comentó.

Si, no tengo problema.

Mientras tanto...

Mimi, apresúrate. Tus amigos te están esperando. - se escuchó decir a Mei.

Ya voy Mamá. Estoy terminando algo que encantará a todos. - sonrió para sí la chica. - Listo. Ahora sí puedo ir. - coloco lo que había preparado en su mochila y se retiró de su cuarto.

Nos vemos, Mamá. Llegaré tarde. - sonrió y salió de su casa.

¿Y Kai? - se escuchó a la rubio cenizo preguntar.

Se fue a comprar algo mientras te esperábamos. - contestó Subaru.

Lo siento. Es mi culpa que estemos retrasados. - se disculpó la rubio cenizo.

No te preocupes, llegaremos a tiempo. - sonrió. - Conozco un atajo.

¿A quien esperan? - preguntó alguien desde una esquina.

Kai, deja las bromas.- palabras que hicieron que el castaño chasqueara la lengua ya que quería asustar a Mimi.

Bueno, ya estoy aqui, así que...

Esperen un momento. - saco algunas bandas de su mochila y se las entrego a los muchachos. - Tomen.

Agarro su banda y se la coloco en la cabeza.

Con ellas animaremos a Shuichi.- se pudo apreciar a una Mimi muy animada.

Ante esta acción, Subaru sonrió e hizo lo que Mimi pidió, sumándose a ello Kai también.

Bueno, que esperamos, debemos de ir y animar a Shuichi en su torneo. - se le escuchó decir a Kai.

Subaru los guío hasta un lugar y luego tomaron un atajo para poder llegar a tiempo al estadio, aunque eso no llegaría a pasar.

El sonido de la ambulancia se podía escuchar, un bullicioso estruendo alarmó a los transeúntes minutos antes de llegar a su paradero

Mimi y Kai yacían en el suelo, la primera estaba inconsciente, pero el segundo yacía en el suelo aferrándose fuertemente al cuerpo de la chica.

Rápidamente el castaño recobro la compostura, tan solo la había perdido unos minutos, pero aún así era algo que no podía creer. Ya había llamado a la ambulancia y afortunadamente está llegó rápido, sus amigos fueron auxiliados y antes de que se los llevarán él intervino.

Llevenlos al Hospital Central. - se escuchó decir del castaño. - Mi padre trabaja ahí.

No te preocupes muchacho, eso haremos. - dijo uno de los enfermeros.

Si tan solo...

Minutos antes de que esto pasará Mimi había observado que a un niño se le había caído un objeto de su bolsillo en el cruce peatonal, afortunadamente para ella la luz se puso en verde y paso a recogerlo para poder entregárselo, pero de pronto se un carro salio de la nada y con la marcha a toda velocidad iba por Mimi.
Kai se dió cuenta de esto y sin pensarlo fue a ayudarla, solo tuvo tiempo para sostenerla fuertemente entre sus brazos y el golpe se dió.

Kai la había protegido, su consciencia estaba presente en todo instante, observó en el suelo a una Mimi inconsciente... Dolorosos recuerdos aparecieron de repente y perdió el sentido.

Miyuki y Eijun aún seguían en el café sin enterarse de lo ocurrido con sus hijos, el día era ameno para ellos.

Miyuki pudo disculparse con el castaño, la terrible idea de volver en el tiempo se le apareció en la mente y mientras estaba ido... Dos personas ingresaron al café.

Senpai, nos encontramos nuevamente. - dijo el rubio.

Miyuki-senpai. - se le escuchó a Furuya. - veo que regresaste.

Nos podemos sentar sino te molesta. - consulto el rubio.

Si, adelante. - respondió.

Quiero aclarar unas cosas contigo. - su mirada se volvió fría hasta que cierto castaño volvió de los servicios.

Koushuu, Satoru. ¿Que hacen aquí? - preguntó.

Eijun. - respondieron los dos al unísono.

Solo pasábamos por casualidad. - respondió Furuya.

Eijun, siéntate. - interrumpió el de gafas.

Escuchar eso de Miyuki y ver cómo se acomodaba para que Eijun se sentará a su lado hiso que de inmediato dos auras aparecieran, las cuales fueras percibidas por todos.

No es necesario. Ya hablamos y veo que estarás ocupado. - sonrió.- yo paso a retirarme.

Su invitación había Sido rechazada, algo que alegro a esos dos hombres que se encontraban frente a Miyuki Kazuya, acto que sin querer saco una sonrisa de ellos.

Eijun paso a retirarse, sin antes despedirse de ellos hasta que una llamada lo dejo más frío que el hielo.

Tío... Tío... Tío... - se podía escuchar desde el celular, el cual había caído de manera abrupta al suelo y había hecho que el castaño perdiera el equilibrio.

Eijun. - se levantaron de inmediato los dos hombres que siempre lo habían acompañado.

Okumura se colocó a su lado y le pregunto qué le pasaba, pero Eijun no respondía, mientras tanto Furuya había optado por coger el celular y al ver que la llamada continuaba decidió saber que era lo que había casado esto.

Tío. - escuchó Furuya, quien de inmediato reconoció la voz de la persona que le hablaba.

Tío Furuya. - dijo con más calma el pequeño castaño. - ¿Mi tío está bien? - preguntó.

Eso creo.
Dime lo que pasa. - sabía que algo pasaba, no por nada Eijun casi Perdia el conocimiento frente a ellos.

Kai tuvo un accidente. - se escuchó decir a Subaru.

¿Qué?- la sorpresa se pudo observar en su rostro.

Nuevamente no estuvo ahí...

Furuya Satoru trato de calmarse de inmediato debía ser fuerte y no caer, pero aún así su hijo, su hijo...

¿Cómo está Kai? - optó por preguntar  de inmediato.

No sabría decirte, tío... - respondió.

En qué hospital están, vamos para allá en este momento.

Hice que la ambulancia lo trajera al hospital donde trabaja mi padre. - le comunico.

No te separes de Kai en ningún momento. Por favor. - le pidió.

Lo siento. No solo Kai sufrió el accidentó, Kai y una amiga están mal, debe ir a avisarle a sus familiares... No  tengo el número de sus padres, pero está cerca...

No, tu te quedas cuidando a ambos. Dime el nombre de ella, yo me encargo de comunicárselo a sus padres. -

Si, tío. Cuando lleguen al hospital les doy los detalles. Ella es... - cuando escucho ese nombre no podía creer lo complicado que era el destino... La chica no era nada más ni nada menos que la hija de Miyuki Kazuya.

No te preocupes, se lo haré saber. Su padre está conmigo justo en este momento. - colgó.

Miyuki-senpai. - se escuchó decir a un Furuya decaído. - Tienes que venir con nosotros. - fue lo primero que salió de sus labios.

Una mueca que expresaba un porque debo ir contigo se pudo apreciar en el de gafas.

Mimi, tu hija... Tuvo un accidente.

Fue como si un balde de agua gélida cayera sobre Miyuki... No quería creer lo que estaba escuchando.

Koushuu, Eijun... Kai nos está esperando. -

El escuchar el nombre de Kai hiso que el castaño recobrará el sentido.

¿Cómo está mi hijo? - fue lo primero que preguntó.

Estará bien, Subaru está con él. - dijo mientras abrazaba al amor de su vida. En momentos como este realmente quería ser su fuerza, pero sabía que no debía presionarlo, si ya había esperado 17 años... No era nada esperar unos cuantos meses o años más.

Koushuu, te cuento en el camino, vamos al hospital.
Miyuki-senpai... ¿Vienes con nosotros?

Si...

Continuará...

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Después de mucho por fin actualizó este fic.

Ahora si puedo decir que el Hiatus ha acabado.

Les cuento algo... Lo que acaban de leer no iba a ser escrito, el borrador que aún conservo de este cap trataba del campamento de Verano...
Pero luego recordé que Kai nunca afrontó su trauma y eso no se cura de la noche a la mañana así que este cap nació.

Disculpen la demora y sigan disfrutando de este fic...
Psdta: El drama me gobierna en los fics largos que llegó a escribir xD

Este capítulo llega gracias a ...
Por fin Rising Beat me dejó en paz xD y No sabemos si los chicos de Daiya están a dieta xD

Psdta2: Ya salió la primera imagen del Act II...
Soy yo o... Veo dieta(?)