Capítulo 18: Nuevos Horizontes.

Los gemelos Kominato eran de temer en Seido y eso lo sabían muy bien todos, especialmente Kai, quien los veía como si fueran sus hermanos.

Las clases dieron fin y los miembros del club de béisbol se reunían, el entrenador había accedido a tener un encuentro de practica pronto, para eso probaría algunos cambios.

La práctica de la tarde fue dura y difícil, los de primer año seguían corriendo por todo el patio, mientras que los otros miembros practicaban sin parar.

Kai. Subaru. Al bullpen. - ordeno el entrenador.

Sí, señor. - respondieron al unísono, mientras se veía como Kai esbozaba una gran sonrisa, por fin había llegado el momento para demostrar sus habilidades como Pitcher.

Honda. Teshima. Son suyos. - les dijo el entrenador.

Era bien sabido en el equipo que tanto Kai como Subaru empezaron a jugar seriamente béisbol desde hace un año, lo cual se hacía notorio si jugaban por separado, pero si los colocabas como batería cubrían todas las fallas que podían llegar a tener, pero el entrenador no podía permitir eso, debían demostrar sus habilidades sin importar con quien hagan batería, además ambos poseían cualidades tanto para Pitcher como para Catcher.

Sawamura. Lanza a tu gusto. - le dijo Honda, el catcher titular de tercer año.

Sí, señor. - contesto un sonriente Kai, quien sostenían el balón con la mano derecha.

Los lanzamientos de Kai, fueron aplastantes..., dejando asombrados a muchos de los miembros del club. El estruendoso sonido que se escuchaba al hacer impacto con el guante de Honda dejaba a todos helados.

Que no se te suba a la cabeza. - susurro Subaru, quien hizo gala de sus lanzamientos, Teshima no tuvo problema alguno con ellos, todos acababan en su guante.

Mientras tanto se veía como el entrenador esbozaba una gran sonrisa de triunfo.

Ryo-san... ¿A qué se debe esa sonrisa? - pregunto Kuramochi, Co-entrenador de Seido.

A nada en particular. - sonrió peligrosamente.

Eso espero... - susurro, mientras desviaba su mirada hacia los de primer año.

Ya me canse de correr. - comento Haru, mientras se detenía a recuperar fuerzas. - Descansaré.... - no término de hablar ya que su hermano menor le sujeto el cuello de su uniforme y lo llevo a rastras.

No lo creo. - comentó Yuma, mientras jalaba a su hermano mayor.

Las risas se empezaron a escuchar, la relación de ese par era muy peculiar, ya que a pesar de ser Haru era el mayor, no lo parecía, el más centrado de los trillizos era Yuma.

Un fuerte impacto fue escuchado hasta el lugar donde se encontraban los de primero, lo cual los inquieto e hizo que uno saliera rápidamente de ahí, sabía que era ese sonido y quien lo hacía.

Una competencia de lanzamientos se estaba llevando a cabo, Kai y Subaru lanzaban sin parar, sin disminuir la potencia, no se dejaban opacar por el otro.

¿Por qué nadie me aviso? - pregunto Haru.

Hermano, ¿Qué haces aquí? - Obvio su pregunta e hizo la suya.

No es obvio, vengo a ver como Kai lanza. - respondió el mayor.

Mejor regresa a entrenar. - comentó la menor.

Kazu, no me digas que hacer. - ordenó el mayor. - Ese entrenamiento ya me aburrió así que disfrutare del espectáculo.

Así que te aburrió, Kominato Haru. - una sonrisa amenazante se podía apreciar detrás de él.

Ma... Diré Entrenador. - su voz tembló.

50 vueltas al campo. Ahora. - ordeno.

¿Eh? - se sorprendió, era una enorme cantidad de vueltas.

He dicho ahora. - a lo cual Haru se dispuso a cumplir su castigo.

Kazumi, controla sus vueltas. Por favor. - pidió a la menor.

Si. - sonrió mientras repetía en su mente un te lo dije.

Kai, Subaru. - se dirigió a ambos el entrenador. - Alístense, se prepararan para recepcionar los lanzamientos en unos momentos. -

Mikami. Haz diez lanzamientos con cada uno. Ven con todo. - le dijo.

Si, entrenador. - respondió, iba a lanzar y demostrar su potencial, no permitiría que nadie le quitara el dorsal de la estrella que tanto le costó conseguir, no cedería ante sus dos rivales.

Ya había pasado más de un año desde que ambos se habían unido al club de béisbol, Kai lo había hecho por su madre y Subaru lo siguió sin rodeos, no por nada los padres de ambos los habían entrenado desde pequeños, y aunque era extraño de ver ambos se complementaban.

Complemento que armonizaba perfectamente en el campo, algo que sabía a la perfección Mikami sin duda, si no se esforzaba pronto uno de ellos le quitaría su posición, algo que el aun no permitiría aun.

Una sonrisa salió del rostro de Mikami, les haría saber con sus lanzamientos el lugar que ellos tenían en estos momentos, la posición de estrella no le pertenecía a nadie más que él. Los lanzamientos que hizo a continuación asombraron al mismo Ryo-san, Mikami brillo como nunca, por alguna razón la adrenalina que sentía en ese momento hizo que su desempeño fuera el mejor de todos, dejando anodados a todos los que estaban alrededor y poniendo al descubierto lo mucho que les faltaba a Subaru y a Kai como Pitchers, aunque como Catchers ambos respondieron a todos los lanzamientos, no perdieron ninguno.

-----***--_--***------

La llamada que tanto esperaba llego, Miyuki Kazuya volvería oficialmente al béisbol profesional, solo debía de hablar con su nuevo entrenador, coordinar su rutina y firmar su contrato.

Ya se veía en la cancha nuevamente.

Ante tal hecho decidió darle la buena nueva a su más grande fan en este mundo, su hija, así que decidió ir a esperarla.

Un grito fuerte y claro se escuchaba a lo lejos.

Ahhhh ~~~~ Se me hizo tarde. - decía Kai mientras corría rápidamente.

Kai, presta atención por donde vas. - grito Subaru, pero era demasiado tarde, ya había chocado con la persona que tenía frente a él.

Un fuerte golpe se escuchó y ambas personas estaban en el suelo, Subaru se apresuró para ayudar a Kai, mientras que a lo lejos una rubia se dirigía al lugar donde ellos se encontraban.

Lo siento. - Kai se disculpó de inmediato, había sido su error el haber chocado con esa persona.

No te preo...cupes... - le respondió Miyuki, estaba desconcertado, ese parecido, no era posible, a menos que...

Papá, Kai... ¿Qué paso aquí? - preguntó Mimi.

No es nada, no te preocupes...Mimi. - le respondió Kai., mientras se estiraba. - Ah, Disculpen, me retiro. Subaru, apurate. - dijo Kai ansioso.

Y ahora es mi culpa. - comentó el castaño. - Nos retiramos, disculpen al despistado de Kai.

Mimi, ¿Quiénes eran ellos? - le pregunto Miyuki.

Mis compañeros de clase. Subaru y Kai. - respondió con una sonrisa en los labios. - y mis amigos.

Ya veo, así que Subaru y Kai... Los tendré bien vigilados a ambos. - comentó para sí.

Papá. - se exalto Mimi. - Con esa actitud tuya, creo que quieres que nunca tenga novio. - dijo mientras hacia un puchero.

¿Y si fuera así? - le respondió. - Nunca permitiré que ninguna mosca se te acerque.

Un largo suspiro salió de Mimi, mientras se resignaba ante esa situación.

Papá, ¿no se suponía que tenías una reunión de trabajo? - Trato de cambiar de tema.

Si, por eso vine. - dejando a Mimi sorprendida. - Tu papá consiguió trabajo. - sonrió. - Jugaré para *Los leones*.

Mimi salto a los brazos de su padre y grito de alegría, vería a su padre nuevamente jugar.

----**--_--**----

Llegamos. - grito sonriente Kai.

Llegamos tarde... querrás decir. - le respondió Subaru, quien miraba seriamente a Kai, ya que a pesar de llegar tarde, Kai no se atrevía a tocar la puerta del consultorio de su padre.

No por nada habían pedido permiso para ver a su padre en horas de trabajo.

Lo sé, no necesitas recordármelo, Tío Itsuki me va a matar. - su desanimo se escuchó en su voz, pero no dijo nada más, toco la puerta que estaba frente a él y espero a que le respondieran.

Adelante. - respondió Tadano.

Tío, Buenas tardes... - Kai sonrió nerviosamente.

Kai te dije que llegaras temprano, mi descanso está por terminar... - suspiro profundamente. -...pero bueno, no importa, aquí tienes el encargo de Eijun, es URGENTE que se lo des en las manos. - recalco la palabra URGENTE de tal manera que Kai entendió que lo que le estaba entregando era importante.

Si, tío. ¿Eso es todo? - pregunto antes de proceder a retirarse.

Sí... no... Espera. No te olvides de recordarle a tu madre que mañana debe de asistir temprano a su revisión.

Se lo recordaré, no te preocupes. Cuídate tío. - abrió la puerta para retirarse. - Hasta mañana.

Nos vemos, papá. - se despidió Subaru de su padre.

A la salida del hospital, cinco personas esperaban al par que acababa de salir.

¿Qué hacen aquí? - pregunto Kai a las personas que estaban frente a él.

Nada, solo que Kazumi te quería entregar algo. - respondió malhumorado Dan.

¿Y qué crees?, no quería que la acompañáramos. - comentó Ren.

Oigan, ya cállense. - dijo Kazumi exaltada, su rostro estaba rojo, aun no comprendía como es que termino con cuatro guardaespaldas en ese momento, aunque para su mala suerte siempre era así, no la dejaban ir sola a ningún lugar, era la única mujer en la familia Kominato y todos los hombres la sobreprotegían... - Lo siento Kai, ellos me siguieron. - suspiro.

No te preocupes, ya sabemos que son así. - suspiro, mientras decía en su mente: Ya me esperaba esto.

Mientras tanto, Haru aprovechaba la oportunidad que su hermanita le había dado, después de terminar el infernal castigo que le dio su madre, termino exhausto y no pudo despedirse de Kai, pero ahora podía ir a su casa y disfrutar de su compañía.

Kazumi abrió su maleta y saco algo de allí.

Aquí esta lo que te prometí. La hice hace unos días, es sencilla así que podrás hacer una también. - sonrió. Mientras esto pasaba los rostros de Ren y Dan se volvieron sombríos, no prestaron atención a las palabras de Kazumi, sino que vieron como ella le daba una bufanda a Kai hecha a mano...

Gracias. - sonrió Kai agradecido. - Con esto... - corto sus palabras al ver los rostros amenazantes de los gemelos. -

¿Desde cuando están saliendo? - preguntó Ren.

¿Eh? - las conclusiones a las que llegaban a veces eran...

No estamos saliendo. - respondió Kazumi.

Esa bufanda me dice lo contrario... - les dijo un poco irritado Dan.

Una sonora risa se escucho de Kai, los celos de los mayores eran de nunca acabar, si continuaban así ningún pretendiente de Kazumi la tendría fácil.

Eso es imposible. - les contesto Kai. - Kazumi es mi hermana, ¿Como pueden creer que me fijaría en ella?

Es hermosa. - le comentó Ren.

Un ángel. - respondió con orgullo Dan.

Ja,ja. Ja. Lo sé. Pero aun así no podría verla con otros ojos. - palabras que entristecieron un poco a Kazumi, pero eso no sería impedimento alguno para ella. - Para mi ustedes son mis hermanos. - sonrió. - una fuerte brecha era la que Kai había impuesto, pero a pesar de ello Haru y Kazumi no se darían por vencidos.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top