Luego, pasaron los días, y como mi dueña vio que ya estábamos creciendo, aprovechó y salimos de la casa. Yo nunca salí de ahí, por eso me daba un poco de miedo.
  Caminamos unas cuadras y llegando a un lugar lleno de chicos, asientos, juegos, todo lo que hay para disfrutar.
  Mi dueña se sentó en un asiento que estaba al lado de un árbol, y nos soltó un rato, pero que no nos vayamos lejos. Salimos y yo fui directo a oler un juego donde los chicos subían una escalera y bajaban tipo rampita, ¡se veía divertido! Pero ya saben, soy un perro, no un niñito juguetón.
  Después de conocer ese juego tan interesante, fui a uno que dos sogas, algo así, tenían una madera, donde los chicos se sentaban y se iban para delante y para arriba.

Pregunta rápida: ¿Cómo se llaman esos juegos? Dejenme las respuestas en los comentarios.