Un año y nueve meses atrás...

Estoy ansioso por llegar a la ciudad de Mérida, hay tantas cosas que hacer el dia de hoy y lamentablemente se presentó la oportunidad de un negocio en donde Marcelo no pudo asistir, pues esta del otro lado del mundo resolviendo otros asuntos relacionado a la misma empresa.

Me siento muy bien de que en esta ocasión haya confiado en mi, puesto que a él le cuesta debido a situaciones que han ocurrido en el pasado, pero eso no viene al caso, lo importante es que hoy vengo con buenas noticias y un negocio muy satisfactorio para la empresa.

Ya he aterrizado en ciudad de Mérida y como pedí que trajeran mi auto al aeropuerto, voy de camino a casa a darme un baño e ir por una chica que se ha resistido a mis encantos y hoy quiero darle una sorpresa debido al día de San Valentín, las mujeres son muy predecibles y estoy seguro que esta fecha es especial para ella.

Desde aquella vez que la vi en esa sala de cine, me propuse conquistarla, es la mujer más hermosa que haya visto y sobretodo es muy transparente, me a costado mucho acercarme a ella, llevo muchos meses insistiendo para que me dé una oportunidad porque siento que ella vale la pena.

Cuando ya estoy en casa, Manuel, mi mejor amigo, me está esperando, conversamos un rato y le agradezco el que me haya ayudado a preparar todo para darle la sorpresa a la muñeca linda. Aún recuerdo cuando él la conoció quedó encantado con ella y no hizo su lucha porque yo estaba de por medio, es un hombre obstinado, pero para él la amistad, la lealtad está por sobre todas las cosas y es algo que admiro de su personalidad. Aunque ya había visto a Keily antes que yo, después que ella lo golpeara sin querer, unos días antes, en un club que solía frecuentar, me confesó sobre esa chica y ninguno de los dos imaginó que hablábamos de la misma mujer. Él decidió dejar el campo libre porque alegaba que habían más traseros en el mundo.

Ya después de darme el baño y culminar algunos asuntos me dirijo hacia donde sé que se encuentra la chica que amo, porque a ella la amo y pretendo dar todo por ella. Al fin llego a la pequeña cafetería en la que se encuentra con su amiga Elena y Natalia, todo el lugar esta atestado de angelitos con flechas y corazones rojos, están representando dignamente el día de los enamorados, sonrio al ver a mi muñequita reír con algo que le dice su amiga, es después de unos segundos que llego a su mesa.

- Buenas tardes, hermosas damas. - Hablo y ellas dirigen su mirada hacia mi y la hermosa que hoy vine a secuestrar me sonríe abiertamente. - ¿Cómo están?

- Hola, Diego. -habla Elena.

- Hola, Diego. - Escuecho a la muñeca hablar, la otra chica, no dice nada y no me importa.

Le doy un beso en las mejillas a Keily, quien sonríe abiertamente.

- ¿Qué haces aquí? - cuestiona Elena con una sonrisa. - Esta reunión es de chicas solteras por motivo al flamante día que se celebra hoy. - La miro y sonrío, ella me agrada. - Y tú no eres chica.

Todas sonríen menos yo.

- En eso estamos claros, Elena.

Ella rueda los ojos y quiere protestar pero la pelinegra la interrumpe.

- Ya déjalo Elena - habla Keily con una sonrisa y se me acelera el corazón cada vez que ella emite una palabra. - Puedes sentarte, Diego, no le hagas caso a esta loca.

Sonrío en su dirección.

- No, no voy a sentarme, muchas gracias, muñeca. - Hablo hacia ella y me brinda una linda sonrisa. - Más bien, vine a secuestrarte.

Todas dirigen su mirada hacia mi y les sonrio perverso, mi muñeca frunce el ceño en señal de confusión y mi corazón late apresurado.

- ¿Cómo que la vas a secuestrar? - Cuestina Elena con una sonrisa pícara, la otra chica solo se limita a mirar.

- Si, vine a llevarla conmigo. - Expreso confiado.

Keily levanta una de sus negras cejas mientras me mira retadora, me gusta tanto está mujer.

- ¿Ah si? - Pregunta ella desafiante.

- Si, y si no te vas conmigo por voluntad propia, te llevaré conmigo de todos modos.

Elena y la otra chica sonrien ante la situación que nos embarga, Keily y yo nos desafiamos con la mirada, me encanta el color de sus ojos, es un aura que me envuelve, ella me tiene prisionero.

- Eso quiero verlo, caballero oscuro - habla ella con sus ojos entrecerrados.

- Pues vamos, agotemos las posibilidades que tienen que suceder antes de que me veas actuar como un secuestrador. - Hablo seductor hacia a ella, ella sonríe, su rostro se ilumina y continúo. - Ahora la primera opción, muñeca, ¿Me puedes acompañar a un lugar que te quiero mostrar?

Ella niega con la cabeza, una sonrisa desafiante se poza en su rostro y eso me hace desearla aún más.

- No, no lo haré. - Sonrío complacido.

- Uuhh - Suelta Elena divertida. - Keily, no se quiere dejar secuestrar Dieguito.

- Bueno, - hablo, aún sigo de pie delante de las tres chicas. - Pondré en marcha el plan B.

Elena sonríe divertida y Keily abre los ojos en sorpresa cuando me observa caminar en su dirección, cuando estoy junto a ella se pone de pie de un tirón y aprovecho para cargarla como un costal de papas sobre mi hombro.

- ¡Diego, bajarme, ahora! - la escuchó gritar mientras se remueve para que la baje, cosa que ahora mismo es imposible, me doy la vuelta con mi muñeca en el hombro.

- Señoritas, me llevaré a su querida amiga a dar un paseo. - Hablo hacia las dos mujeres quienes sonríen en mi dirección.

- Toda tuya, - habla Elena eufórica. - Ya lárgate.

Con eso comienzo a caminar hacia la salida con la joven gritando y moviéndose hasta más no poder llamando la atención de todas las personas del lugar, estas solo están maravillada con la situación.

- ¡Te dije que me bajes! - vuelve a gritar y sonrío.

- No lo haré, así que cálmate, fieresilla. - Hablo mientras me dirijo a una camioneta que traje y después de abrir los seguros abro la puerta del copiloto y la dejo con cuidado, le pongo el cinturón de seguridad mientras sonrío, ella no me mira, se ve indignada, pero por lo menos ya no se resiste. - Te lo advertí.

- Si, aja. - Sonrío porque se que la situación le divierte más no da su brazo a torcer. - La suerte que traía pantalones puestos ¿Cómo se te ocurre hacer eso?

Doy la vuelta al vehiculo sin responder su pregunta, me coloco el cinturón para comenzar a conducir y le respondo. - Te dije que te traería conmigo, muñeca.

Rueda los ojos y se cruza de brazos y se limita a mirar por la ventanilla del auto, sonrio porque es la chica más linda que haya visto y lo mejor aún es que la tengo a mi lado.

Después de unos minutos en silencio llegamos al lugar, proceso a bajar y ella no espera que le abra la puerta, simplemente sale de la camioneta y sonríe.

- Esto es hermoso - habla con una sonrisa, al parecer se le pasó el enojo.

- ¿Te gusta? - pregunto y ella me da un tierno asentamiento de cabeza.

- Es muy bello aquí.

Sonrio.

Se trata del recinto ferial de Guabana, aquí en Mérida, es un lugar precioso y tiene una vista relajante. La tomo de la mano y se deja guiar, nos dirigimos a una pequeña manta con algunas frutas y otras cosas que mandé a preparar para nosotros, también hay una botella de vino.

- ¿Qué es todo esto? - pregunta con una sonrisa - Me encanta, Diego.

Suelto el aire que no sabía que tenía contenido, pues voy por buen camino, quiero que ella acepte ser mi novia y, aunque no lo demuestre estoy de la mierda, con los nervios de punta, los músicos que aquí se encuentran comienzan a tocar una música suave.

- Me da gusto que te guste esto, lo preparé para pasar un momento a solas con la chica que me gusta. - Ella me mira y yo a ella, me sonríe dulcemente, sé que no le soy indiferente, se que le gusto mucho. - Toma asiento.

Después de unos minutos comenzamos a platicar mientras tomamos una copa de vino y comemos unas uvas.

- Diego, - llama ella mi atención. - ¿Qué es lo que en realidad buscas de mi?

Sonrio seductor.

- Todo, Keily. - Respondo con firmeza, porque es cierto, ella sonríe mientras me observa con fijeza y pasa saliva. - Estoy dispuesto a todo por ti y para conquistar tu corazón.

- Eso fue lindo. - Habla ella.

- Tú eres linda, muñeca.

Ella sonríe aún más y me gusta tanto está chica que desde aquel día me propuse conquistarla y hacerla mía, es tan dulce e inocente que me vuelve loco.

De un momento a otro observo como comienza a tararear una canción que los músicos entonan en este preciso momento y es entonces cuando la invito a bailar extendiendo mi mano hacia ella.

- ¿Me concede usted esta pieza, señorita? - Hablo mirando sus ojos y ella me sonríe al tiempo que me acepta colocando su mano sobre la mía.

- Por supuesto, caballero. - Responde sonriendo hasta más no poder.

Comenzamos a bailar entre risas y platicas, ella es una excelente compañía y me agrada todo de ella, como sonríe, me pone de todas maneras verla sonreír.

Al cabo de un tiempo más, llega la segunda sorpresa.

- Hora de irnos, - hablo y ella me mira con el ceño fruncido y sonrío. - Llegó nuestro transporte.

Ella mira a nuestro alrededor y abre la boca de forma gigante.

- ¡No puede ser! - grita al tiempo que comienza a correr hacia nuestros transporte. - ¿De verdad nos subiremos ahí?

- Si, muñeca, si estás de acuerdo.

- ¿Bromeas? - Suelta ella emocionada. - Por supuesto que quiero.

Llegamos a donde se encuentra el gran globo, daremos un paseo en globo y al parecer le ha encantado mi sorpresa, su sonrisa no se borra de su rostro y eso me hace feliz.

La ayudo a subir al artefacto, la tarde está cayendo y es justo lo que quería, observar el atardecer desde las alturas con ella. Ambos estamos ya en las alturas y la veo maravillada.

- Diego, esto es hermoso, nunca había dado un paseo en globo.

Sonrío.

- Me da gusto que tengas tu primera experiencia aquí, conmigo.

Ella me mira y trago con dificultad, la amo tanto y de solo verla así de feliz me hace sentir que esto a valido la pena.

- Mucuas gracias. - Habla y desvía la vista hacia el atardecer, es muy hermoso.

- Keily - Llamo su atención, estoy mirando hacia abajo, ha llegado la hora de la verdad. - Te están saludando desde allá abajo.

Ella frunce el ceño y se acerca aún más hacia donde estoy y mira en mi misma dirección, se queda quieta, no se mueve ante la gran pregunta que se encuentra en un telón gigante en tierra firme, estamos en las alturas, pero se puede visualizar muy bien.

Ella sonríe tan hermosa que remueve cada una de las capas de mi piel. Lleva sus manos a la boca, cubriéndola en asombro y me mira.

- Pero...

- ¿Quieres ser mi novia? - Hablo por fin y ella me mira fijamente y trago saliva, no resistiría una negativa, ella se ha quedado estática. - Responde por favor...

- Acepto. - Habla al fin, pero como que no escuche bien.

- ¿Qué?

- Que acepto ser tu novia.

Una gran sonrisa de pinta en mis labios, lo he logrado, ya es mi novia, mi novia.

- ¿Es en serio? ¿No juegas conmigo?

Ella niega con la cabeza sonriendo.

- Ya se ha acabado tu agonía, caballero oscuro, acepto ser tu novia.

De un momento a otro me acerco a ella y la beso con suavidad, ella corresponde de inmediato, colocando las manos en mi pecho. Sus labios son suaves y dulces, es lo mejor que he probado en mi vida.

- Me haces el hombre más feliz del mundo, amor. - Hablo al despegar nuestros labios. - Te amo.

Vuelvo a besarla con más ímpetu y ella corresponde con una sonrisa, coloca sus manos nuevamente en mi pecho correspondiendo de la misma manera el beso. Y es así, como un catorce de febrero, día del dichoso San Valentín, Keily Andersson, con una apuesta de sol detrás de nosotros a aceptado ser mi novia haciéndome sentir el hombre más feliz del mundo.

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♡♡ NOTA DE LA AUTORA ♡♡

Capítulo especial por motivo al día de San Valentín, quise hacerlo con Diego, por que en realidad no todo fue malo entre ellos y aunque haya tenido un comportamiento no apropiado con nuestra amada Keily, hay un trasfondo detrás de todo eso y es cierto que no tiene justificación alguna con ciertas acciones, pero creo que merecía salir este especial para ellos.

Se que odian a Diego, peroooooo...

Espero les haya gustado, mis amores...

FELIZ DIA DE SAN VALENTÍN 👼❤💘💝👼

Lugar donde estaban...👇👇

Globo en el cual paseaban... 👇👇

Los paseos en globo en la ciudad de Mérida son realmente hermosos. La zona de despegue, para un paseo en globo en Mérida suele ser el recinto ferial, junto al Guadiana. Desde allí el viento suele llevar hacia el Acueducto de los Milagros y el centro de la capital extremeña.

En lo personal, me encanta esta ciudad.

Aquí más fotos. 👇

FIN DEL COMUNICADO.

Hasta la próxima, mis amadas...