Capitulo 23 ☆

Keily

Después de que Marcelo me trajera a mi departamento ya pasaban de las seis de la tarde, había pasado un día muy agradable con este hombre que de una manera u otra me esta volviendo loca. Sin embargo, también hubo su parte amarga.

Estoy en mi habitación ordenando un poco ya que me había pasado estos últimos días en cama y ya mañana debo ir a trabajar y no puedo darme el lujo de dejar las cosas hechas un desastre en mi casa, definitivamente el haber salido a distraerme me había hecho bien. He tratado de no darle mente a las palabras de la tal Vanessa, aunque aun me pesa el pecho al saber que el rubio tiene una relación y la forma tan distante en la que fui tratada.

Soy de esas personas que no se deja caer fácilmente en las circunstancias difíciles, pero en ocasiones, como seres humanos que somos, nos toca caer para levantarnos con mas fuerza.

Se que he pasado por muchas situaciones difíciles, sin embargo, he sido lo suficientemente madura para hacerle frente, solo que en ocasiones se me van las fuerzas.

Diego fue un hombre importante en mi vida, mi novio por más de un año y como quiera que sea siempre me trató bien, aunque habían momentos que se molestaba porque no llegamos a tener intimidad, o porque un amigo se me acercará o si se enteraba de algún pretendiente, si me vestía  como el no quería, sin embargo, el hecho de no llegar tan lejos con él es algo que agradezco porque aunque perder la virginidad con este o con aquel no es de mucha relevancia para mí, hubiese sido de mucho pesar saber que me había entregado a un idiota que no valoró nuestra relación.

Diego es un hombre guapísimo, si que lo es, pero lamentablemente su amigo que se encuentra ubicado entre las dos piernas es muy amistoso y social. Todavía no me explico como pudo presentarse a mi casa para tratar de hacerme daño, si, estaba bajo las influencias del alcohol, pero eso no le da derecho a dañar a las personas, eso no es justificación alguna.

Ahora ahí estaba Marcelo, un hombre que conocí en una noche loca, a quien sin vergüenza alguna le entregue mi cuerpo y que en momentos se comporta como un tarúpido de mierda, se ha comportado protector conmigo, es mi amigo.

El problema es que cuando pienso en esa relación de amistad sensaciones invaden mi cuerpo, cada vez que lo tengo cerca quiero más de él, quiero besarlo y abrazarlo, pero me parece imposible porque lo que tenemos son unos meses conociéndonos y días como amigos. Entonces, ahora está esta la mujer aquella que dice ser su novia o yo que sé de él.

¿Porqué no me dijo nada?

¿Porqué se comportó tan distante después que llegáramos a su casa?

Se que esto no puede ser,ya que este hombre es hermano de mi exnovio, aunque es imposible que vuelva a tener nada con Diego, no quiero malentendidos. A veces me cuestiono si es buena idea haber aceptado la amistad del rubio que atormenta mis sueños, que es capaz de remover un zoológico de animales salvajes en mi estómago y que hace que este corazón de vuelcos exagerados con tan solo de saber que lo tengo cerca.

No quiero sentir nada de esto, no quiero tener que salir lastimada de nuevo y no lo haré. Marcelo se comporta muy amable conmigo puesto que somos amigo y es en eso que debo enfocarme, en su amistad, puesto que el tiene su novia, esa rubia que conocí esta tarde de nombre Vanessa, es muy hermosa, lo reconozco, pero altanera y maleducada.

Aunque se que es muy pronto para aceptarlo siento que el muy tarúpido ese me interesa más de lo que yo quiero reconocer, por eso trataré de poner mi distancia, una para no dar malas interpretaciones, dos porque no me interesa seguir alimentando mis sentimientos por ese hombre y por ultimo su novia.

Estoy satisfecha porque he culminado con el quehacer de la casa, aunque mis amigos me habían ayudado con algunas cosas antes de marcharse el día de ayer había cosas que solo me correspondía a mí y debía salir de eso. Estoy a punto de entrar a mi habitación cuando escucho en timbre de la casa, me dirijo a la puerta y abro dando paso a un relámpago llamado Elena.

— Hola — dice esta mientras pasa por mi lado a toda velocidad mientras laza su bolso en el sofá —  ¿Cómo te sientes?

— Hola, estoy bien, muy bien -digo con una pequeña sonrisa — gracias por estar conmigo Eli.

Asiente y me abraza, ambas caminamos al sofá y nos sentamos en silencio es después de unos segundos que empieza hablar.

— No tienes nada que agradecer eres mi familia ¿lo recuerdas? – asiento – ahora cuéntame que tal tu día -dice con una sonrisa pícara — ¿Dónde fuiste hoy?

Esa cara que ella pone me hace saber de que ella sabe algo pero ¿Cómo lo sabría? Creo que estoy viendo cosas donde no las hay — no sé de qué me hablas – miento — he estado aquí todo el día.

— Keily Elizabeth Andersson Presley, no te hagas la tonta conmigo, vine a buscarte esta tarde y no abriste la puerta – dice mientras se cruza de brazos y yo solo me limito a observarla, no quiero hablar ahora de Marcelo y todo lo que paso en este día.

— Emm, bueno, yo... no quise abrir la puerta porque no quería que nadie me molestara, no estaba de humor para nadie – ella levanta una ceja y me mira con indignación. — ¿Qué? Es la verdad.

— Eres una mentirosa de mierda, Keily – dice ella indignada y con una sonrisa que amenaza por salir –— mira que mentirme así descaradamente en mi cara.

Trago grueso y bajo la mirada.

— No se de qué me hablas – vuelvo a decir y me mira con el ceño fruncido y aun de brazos cruzados — no te estoy minti...

No termino de hablar cuando escuchamos el timbre y después de unos segundos Elena va y abre la puerta dando paso a nuestro amigo Raúl quien entra rápidamente y me da un beso en la mejilla al mismo tiempo que se sienta a mi lado.

— ¿En que están ustedes dos? – indaga el hombre aquí. Se queda mirándonos como si nos tuviera analizando y es ahí cuando Elena decide hablar.

—Nada -dice levantando sus hombros restándole importancia – solo que aquí tenemos una mentirosa que dice que estaba en casa hoy en la tarde cuando no es cierto.

Ambos me miran con sus cejas levantadas esperando una respuesta.

— ¿Vas a hablar o no? – suelta Raúl – porque de aquí no me voy hasta saber que estas bien y me digas porque Elena dice que mientes.

— Lo que pasa es que Elena vino esta tarde y yo decidí no abrir mi puerta porque no quería recibir personas en mi casa, no me sentía bien para eso – digo esto mientras me pongo de pie dándole la espalda a mis amigos, ya que no estoy acostumbrada a mentirles, me cruzo de brazos y me giro lentamente hacia ellos.

— No, eso no fue lo que pasó – suelta Elena – tú – me acusa con su dedo índice y entrecerrando los ojos – estas mintiendo porque cuando toqué la puerta y vi que no abrías pronto me preocupé, busque la llave en la maseta y entré buscando a mí a-mi-ga -dice esta última palabra silabeando y yo mascullo una maldición – y no estaba.

Atrapada.

Miro a ambos con una pequeña sonrisa, no quería mentirles, pero tampoco tengo ganas de hablar de esto, no digo nada.

— Keily – habla Raúl – si no quieres contar nada esta bien, te entendemos, pero déjame decirte que de aquí no me voy hasta que me cuentes con pelos y señales que es lo que ocultas ya que si te esmeraste tanto en mentirnos es porque es importante y que me expliques con más pelos y muchos más señales por qué traes puesta camiseta y chándal de hombre – él y Elena chocan sus puños y yo ruedo los ojos mientras que decido contarles todo lo que paso el día de hoy, ambos me escuchan con atención y un poco sorprendidos.

— Me alegra que decidieras salir con ese hombre, piojo – dice Raúl con una pequeña sonrisa – me dan ganas de conocerlo.

— Espera a que lo conozcas – ahora es Elena quien habla haciendo movimientos extravagantes con sus manos y gestos con su rostro– es un bombón.

Ruedo los ojos.

— No creo que lo llegues a conocer puesto que planeo alejarme de él -hablo tragando en seco, aún me da el dolorsito en el pecho, soy sincera con mis amigos –— me asusta lo que estoy sintiendo por ese hombre, además que es muy pronto y como les comenté anteriormente tiene novia, la chica que les dije que vi en su casa el día de hoy  está me insultó y me pidió de una forma no muy amable que me alejrara de su hombre o su novio. –—  me escuchan atentamente – y para acabarla de amolar es hermano de Diego.

Escucho bufar a Raúl mientras se pone de pie y empieza hablar.

— No me hables de ese idiota bastardo que cada vez que pienso en él me dan ganas de golpearles las bolas – Elena y yo nos miramos y el continúa – sabes que siempre te voy a hablar con la verdad, Piojo, nunca te mentiría, sé que tienes miedo y es natural ya que tuviste una ruptura hace un poco más de tres meses, eso lo entiendo, también sé que dices que Marcelo ¿Así es que se llama verdad? - Elena y yo asentimos repetidamente –— tiene novia, pero ese tipo se ha tomado muchas molestias por su amiga ¿no lo crees? –‐  bajo la mirada y no digo nada, en realidad no sé qué contestar a eso – sé que tienen poco de conocerse y que las cosas que han sucedido entre ustedes es un tanto inusual, pero no me vengas a decir que estás dando mente a que Diego y ese hombre son hermanos porque eso no viene al caso, puesto que desde que decidió engañarte y decidiste romper con él tienes la libertad de rehacer tu vida como se te de la reverenda gana.

-— Además — continua Elena — ¿Marcelo te confirmo que la chica esa era su novia? Porque no he escuchado que ese bombón la tenga y sabes que esa noticia corre rápido y una fuente totalmente confidencial no me ha confirmado eso.

–— No quiero hacer lo mismo que me hicieron  a mi, por lo que tanto lloré por meses, si esa mujer es su novia no me piendo meter ahí. — ellos se miran mutuamente y fruncen el ceño y se a que se debe. — Sé que Marcelo y yo solo somos dos personas que se están conociendo y que decidimos establecer una amistad por la curiosidad que ambos sentimos del uno por el otro, sin embargo, no hay que ser muy tonto para darse cuenta que ambos sentimos más que eso.

— Aún no me dices si estas segura de que la rubia simpática — habla Raúl — es verdaderamente su novia.

— No, no hizo falta que confirmara eso y la verdad es que ya no me interesa hablar de él.

— Apuesto mi homosexualidad de que quieres o te mueres por él, deja de mentirnos a nosotros que te conocemos tan bien – suelta Raúl y Elena asiente repetidamente – sabes perfectamente que tengo buen ojo para ver estas cosas y tú, amiga mía, estas perdida por ese hombre, más de lo que quieres admitir. Se que no lo conozco, pero solo basta con verte la cara cada vez que hablas de él.

Raúl, siempre ha sabido leerles bien a las personas y más en cuestiones amorosas es por eso por lo que siempre me advirtió de Natalia e incluso de Diego en algunas ocasiones.

— No les niego que siento cosas por él, pero tampoco que me esté muriendo — suelto con un nudo en la garganta,  –— así que se acabó, no quiero hablar de ello por ahora, suficiente tengo con su comportamiento extraño y la novia celosa que se carga, no lo quiero como amigo.

— ¿Por qué? — indaga Elena de brazos cruzados y una actitud retadora - ¿prefieres tenerlo como algo más que amigos, Keily Elizabeth?

Raúl levanta una ceja y ladea su cabeza, ambos esperan mi respuesta y la verdad es que estoy hecha bolas, un desastre y estos dos me confunden aún más.

— Déjenme en paz ¿sí? Hablemos otro día de esto que hoy no estoy de humor, además anteriormente ya les confirmé eso, pero como bien les dije eso es imposible por muchas razones que ahora mismo tengo flojeras de enumerar nuevamente – mis amigos ruedan los ojos – ¿vemos una película?

— Vemos la película solo si Raúl hace la cena — dice Elena entre risas.

— Vamos a dejar el tema de Marcelo por la paz por ahora, pero solo les digo que me muero por conocer a ese trozo de chocolate con crema que tanto mencionas, Elena, y así confirmar si es el amor que tanto he buscado, ya que otras por acá que no miraré — dice esto volteando hacia mí para mirarme –— no le interesa nada de nada, ah y no haré la cena.

Pretendo alejarme un poco de Marcelo, por lo menos alejarlo un poco de mis pensamientos, no quiero seguir desarrollando sentimientos por él. Sentirme segura en su compañía como hoy me había sentido solo me había pasado con mi familia, me sentí tan bien entre sus brazos que una sensación amarga se instala en mi pecho, no tengo la explicación de ello, pero así me siento, mi cabeza parece una maraña de pensamientos, me siento confusa y de más.

Veo a mis amigos peleando por quien hará la cena del día de hoy mientras sonrío y agradezco a Dios por que los tengo a mi lado, Raúl y Elena son indispensable en mi vida.

Al final estos dos locos que tengo como amigos decidieron jugar "piedras, papel o tijeras" para ver quien iba hacia la cocina y lamentablemente a regañadientes Raúl tuvo que ir ya que había perdido.

Elena y yo nos enfocamos en buscar una buena película para después de la cena empezar a mirarla en mi habitación los tres, aunque esta amiga mía esta risa y risa a lo que parece ser con unos mensajes de textos que le envían y que es obvio que ella responde. Luego de un buen rato ya habíamos cenado, nos encontrábamos viendo la película y no se en que momento mis amigos y yo nos quedamos dormidos en mi cama, los tres nos entregamos a los brazos de Morfeo.

♡♡♡

Me levanto muy temprano al igual que Raúl y Elena ya que debíamos ir a trabajar y para suerte de estos dos ellos mismos habían decidido traer ropa hace mucho tiempo, ya que en ocasiones se quedaban sin planearlo y se le dificultaba todo al día siguiente.

Mi departamento tiene dos habitaciones, no obstante, nosotros parecíamos niños pequeños durmiendo juntos en la misma cama, hay momentos donde Raúl se retiraba a otra habitación dejándonos a Elena y a mi en la mía, pero el muy bandido cuando se duerme no despierta ni a garrotazos limpios.

Ya vestida completamente al igual que mis amigos nos dirigimos a la salida en donde me despido de Elena que anda en su coche y Raúl que también tiene uno me hará el favor de llevarme al trabajo. Subo en su auto, el hace lo mismo, ponemos música suave en la radio, conversamos en poco de la graduación que es hasta unas semanas y que este hombre a mi lado solo podrá acompañarme por un rato porque tiene que irse a resolver unos asuntos de negocios fuera de la ciudad, dice que volverá en unos días después y me hizo prometerle que iríamos a cenar y bailar, los tres contando con Elena. Después de unos minutos más llego a mi destino y el caballero a mi lado sale del auto para abrir mi puertas y al Raúl ser tan guapo, es un hombre bien fornido, ojos grises, pelo castaño y con una sonrisa encantadora sabe llamar la atención de las chicas, aunque a este no les interese, ya que mi amigo batea las baquetas del mismo lado, es decir, es homosexual, pero eso ellas no lo saben, cuando el abre mi puerta, compañeras de trabajo se quedan embobada viendo mientras que este me tiende sus mano con una sonrisa para ayudarme a salir y yo ni corta ni perezosa la acepto con una sonrisa.

Salgo del auto, agradezco a Raúl por haberme traído, le doy un cálido abrazo de despedida y cada uno retoma su camino. Cuando entro a las instalaciones del lugar de "True Style" miradas se posan sobre mi, pero no les presto atención debido que se perfectamente que es por el hombre que se acaba de ir.

Voy a mi lugar de trabajo, dejo mis cosas en su lugar y entro a la oficina de mi jefa, checo que todo este en orden para cuando ella venga y ver que todo esta en su lugar vuelvo a ocupar mi lugar fuera de la oficina. Aprovecho para plasmar en bocetos unas ideas que he tenido sobre la decoración del salón de recepción de un hotel, así como el área de la cocina, he diseñado bastante en mis tiempos libres y los tengo guardados en un pequeño casillero aquí en la oficina y otros los tengo en casa, cuando estoy muy concentrada en lo que hago me veo interrumpida por una voz desagradable para mis oídos.

— Hola asistentita de cuarta – es Natalia quien habla — ¿haciendo dibujitos de kínder? – suelta en tono burlón.

Sonrío ante lo que a dicho y levantando mi mirada le digo: — por lo menos esta asistentita de cuarta sabe hacer los dibujitos de kínder, pero otras no llegan ni Párvulo –– expreso esto con cara de pena mirándola directamente a los ojos permaneciendo en mi lugar –– así que vaya usted hacer su trabajo a ver si le sale uno de estos, señorita Lombardi.

Ella aprieta su quijada, pero luego me sonríe maliciosamente y habla.

— Prometo bajarte esos humos que traes, prepárate para lo que viene, mi estimada Kei – frunzo el ceño porque no comprendo lo que quiere deci, pero me recompongo de inmediato –– no te esperas lo que viene y lo disfrutaré.

-– Bueno, mi estimada Naty, venga lo que venga lo enfrentaré y no te preocupes tanto por mi avisándome sobre la guerra que quieres echarme ya que estoy lista esperando a que vengas.

Ella aprieta su quijada, pero vuelve a sonreír.

— Ya veremos, señorita Andersson, ya veremos -– suelta ella en tono misterioso y burlón al mismo tiempo y la verdad es que me encuentro un poco asustada por lo que esta mujer quiere decir, pero no le demostrare miedo, eso jamás.

Al ver que no digo nada se despide de mi con una sonrisa mas falsa que su trasero y tatareando una canción.

La verdad es que no sé lo que pueda pasar, pero por ahora me concentraré en avanzar mi trabajo, Margot ya tenía rato en la oficina, aunque se encontraba algo nerviosa, dejando los bocetos a un lado me pongo de pie y voy donde mi jefa para ver si se le ofrecía algo.

En la mañana fuimos informados todos los empleados de la empresa de que se sostendria una reunión en el salón para reuniones masivas  a una hora determinada y llegado el momento nos dirigimos al lugar.

Después que estamos todos los empleados de la casa diseñadora en el lugar citado anteriormente, el gerente de recursos humanos nos da la bienvenida y procede a informarnos lo que ya sabíamos de la llegada de los nuevos dueños del lugar que ahora tendrían fecha de entrada para dentro de dos meses. Moria por saber quien o quienes son los nuevos dueños, pero solo se limitan a decir que eso se sabrá en su debido momento y que solo el señor Carson, actual dueño, sabia esa información. Luego proceden a anunciar algo que me dejo helada.

— La señora Margot Santana – es el gerente de recursos humanos quien habla –– se irá de la empresa en la próxima semana – todos quedamos asombrados con la noticia –– ella renuncia por asuntos personales, esperando que le vaya bien en donde sea que este y que no olvide que aunque se marche sigue perteneciendo a esta gran familia de "True Style".

Eso si que no me lo esperaba, mi jefa a la que estoy muy acostumbrada a tratar nos deja ¿Qué será de mi ahora? Es como si el gerente que esta frente a nosotros me leyera la mente y dice:

— El puesto que actualmente desempeña la señora Santana lo ocupara de lleno la Señorita Lombardi puesto que esta ha trabajado de la mano de la anterior mencionada en otros momentos, la señorita Andersson seguirá en su puesto colaborándole a la señorita Lombardi.

Definitivamente esa fue la gota que derramó en vaso, trago grueso al analizar la situación en la que me encuentro, Natalia me odia y se que esto es el comienzo de mi fin en esta empresa. Veo como Natalia me mira con desdén y estoy segura de que esa sonrisa que se encuentra en sus labios en este momento es diciéndome que ya me lo había advertido, eso era lo que quería gritarme cuando se acerco a mi hoy.

No fui capaz de escuchar nada más de lo que dijo el gerente puesto que mis pensamientos estaban puestos en lo complicado que seria si pierdo mi trabajo, pero no le daré el gusto en verme en la mierda, no señor. Luego de terminada la reunión todos nos dirigimos a nuestros puestos y antes de que pueda tomar mi iPad para seguir haciendo mis deberes una Natalia sonriente pasa por mi lado y masculla.

— Prepárate, amiga, prepárate para conocer quién soy en verdad – la miro directamente a los ojos sin ningún tipo de expresión y suelta en un tono burlesco – te prometo no ser una jefa explotadora ni mucho menos.

— Solo debo de recordar a mi futura jefa que conozco mis deberes, pero mucho más mis derechos y no voy a permitir atropellos en mi persona.

— ¿Atropellos? ¿Quién hablo de atropellos, mi querida? – masculla Natalia con voz dura – seré tu jefa y es lo único que importa aquí, ya veremos que es lo que pasa – guiña un ojo en mi dirección y comienza a caminar hacia su oficina.

No logro despegar de mi mente de que si antes ya había tenido inconvenientes con Natalia ahora serán inconvenientes y medio multiplicado por cien. Solo espero mantener mi trabajo y eso haré. Sigo trabajando y haciendo mis deberes hasta que llega la hora de irme de aquí.



◇◇

♡♡ NOTA DE LA AUTORA ♡♡

- Capítulo nuevo

- Dejen sus comentarios.

- Nos leemos pronto.

- Besitos mis nenas valientes. 💋

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top