Capitulo 2
Estamos en el restaurante y tanto Elena como Natalia siguen en silencio debido al caballero que acaba de hacer su entrada y tiene la cara de pocos amigos. No puedo negar que es muy atractivo, camina con mucha seguridad y, al pasar por el umbral de la entrada puedo ver que es un hombre rubio, alto y con muy buena contextura física, esta de buen ver.
Bien, Keilisita, que estés llena no significa que no puedas ver el menú que hay delante, el rubio está como es.
Casi ruedo los ojos.
Retiro mi vista del hombre y me concentro en ver a mis amigas y soltando un suspiro cansado les digo:
- Me van a decir que es lo que les pasa a ustedes que siguen en silencio como si un hombre con cara de amargado les hubiera robado la lengua para que no pudieran hablar. - Ambas me miran y sonríen.
- ¿Es que no lo reconoces? - pregunta Elena, - sale en revistas y periódicos.
- Además si es cercano a tu noviecito, debes de conocerlo, - es Natalia quien habla con un tono de desaprobación. - Aunque, no me sorprende, siempre has dicho que nunca te ha presentado a toda su familia.
Eso fue un golpe bajo...
- Bueno... ¿Terminarán de hablar o me tengo que ir? - digo en un tono exigente, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos, estoy a punto de estallar en una carcajada - ¡Hablen ya, por Dios!
- Él es... - habla Elena, aun en su nube -. Él es Marcelo Sandoval, hermano de tu estupendo novio.
La miro con los ojos bien abiertos porque sabía que tenía un hermano y, aunque habíamos coincidido en dos reuniones anteriormente, nunca lo vi, al menos no de cerca. Ambos hermanos están de buen ver, pero este tiene un no sé qué, que llama la atención de todas más féminas del lugar. Vuelvo a mirarlo y por un momento nuestras miradas coinciden por unos segundos, pero retiro mi vista inmediatamente al igual que él.
- Es un hombre muy guapo - continúa Elena - y es hermano adoptivo de Diego y otra niña que tiene alrededor de 6 a 7 años que también es adoptada, el único primogénito, es decir, hijo de sangre de esa familia es Diego, dicen por ahí, que el señor Sandoval, el padre de ellos, decidió adoptar hijos porque quería tener una familia grande y no se le dio.
Elena termina de hablar mientras que todas lo vemos en dirección al rubio y este se pierde en el lugar en conjunto con otros hombres que son igual de elegantes que él ¿Que harán en este lugar? No es un lugar para él, aunque no es que el sitio sea malo sino que es raro que gente con mucho dinero lo frecuenten.
- Según lo que dicen las buenas lenguas - ahora es Natalia quien habla. - Es el presidente de la constructora Sandoval y ha sabido mantener el negocio de la familia de una forma fenomenal ubicando esta empresa en los primeros lugares. Es un excelente ingeniero y financista, el mejor, se dice - Continua la misma, - que le llaman el Tirano, porque si en la empresa alguien no cumple con las competencias desde el inicio, no da segundas oportunidades y los echa a la calle.
Algunas de esas cosas que dice mi amiga, ya las sabia, pero ver el ogro en persona es mucho para mí, ya que no puedo creer que un hombre sea de esa manera siendo tan joven, aunque para llevar al éxito tal empresa reglas y prioridades ha de tener.
- Además - es ahora es Elena quien haciendo gestos puntuales con las manos y susurrando en forma de chisme. - En las revistas de chismes se dice que ha estado con varias mujeres famosas, puesto que ninguna se ha podido resistir a sus encantos, aunque este no hace muchos esfuerzos por conquistarlas, ellas caen redondas.
Bueno, es normal puesto que es un hombre muy atractivo y podría conseguir la atención de cualquier mujer si se lo propone.
- Es todo un Don Juan. - termina diciendo mi amiga Natalia sacándome de mis pensamientos.
- Ahora que lo pienso, si he visto al hermano de Diego en otras ocasiones en unos eventos a los cuales me llevó, pero nunca coincidimos y siempre fue a larga distancia como mucho podría distinguir su cabello rubio.
- Yo daría lo que fuera por tenerlo entre mis piernas - dice Natalia llevando el asunto a otro nivel - haría lo que sea necesario porque fuera mío, aunque ya tengo en la mira a otro.
- ¿Qué? - soltamos Elena y yo al unísono olvidando el tema de mi cuñado.
- No les diré nada así que ni pregunten, - dice Natalia sonriendo con malicia, mientras que Elena y yo nos miramos con complicidad. - Solo les diré que es un hombre que me quita el sueño, siempre lo he deseado, aunque no les había comentado sobre esto, quiero que sepan que lo haré en su momento ¿De acuerdo?
Ambas asentimos.
- ¿Porqué tanto misterio? ¿Te quieres ligar a un hombre casado? - indaga Elena con indiferencia mientras come papas. - No creo que te haga caso.
- No está casado Elena, tiene una que otra complicación, pero nada más - masculla Naty para luego sonreír - pero les prometo decirles pronto.
- Entiendo que te guste, pero debes respetar a esa persona si no está disponible, Naty - le digo en un tono cansado, no queremos que te metas en problemas como la última vez - debemos respetar para que nos respeten.
Elena asiente con la cabeza.
- En primer lugar, ya estamos juntos, segundo, no he dicho que el tenga a alguien más solo que es un poco complicado y por ultimo, si en verdad tiene otra persona y la engaña conmigo es porque no la quiere, él es quien tiene que respetarla y no yo. Así que dejemos de hablar del tema par de santurronas que a veces se ponen de insoportables.
- Ok, será como digas - decimos Elena y yo al mismo tiempo.
Hablamos de cosas triviales y de nuestro trabajo, poniéndonos al dia, prometiendo ir de fiesta muy pronto las tres. El tiempo del almuerzo pasa muy rápido y es hasta que llegó la hora de volver al afán diario.
Nos despedimos y cada quien toma la ruta que le corresponde, llegando a mi lugar de trabajo, soy llamada hacia la oficina de mi jefa inmediata y me da algunas indicaciones que me pongo a realizar de inmediato, hablo con unas compañeras de trabajo sobre unos documentos importantes que deben estar listos a primera hora y es así cuando se cumple mi horario laboral, recojo mis cosas para dirigirme a casa, le escribo a Diego para ver si pasara por mi mientras que este me contesta que no podrá porque tiene algunos asuntos que resolver y que nos veremos en la noche en mi departamento, nos decimos unas cuantas palabras más y nos despedimos.
Subo a un Taxi y le indico la dirección para luego de treinta minutos estar en mi pequeño departamento, me quito los tacones y me pongo cómoda para organizar un poco y preparar algo de cenar para cuando Diego llegue, hago unos movimientos de aquí y allá haciendo lo necesario, al cabo de una hora y media ya he terminado, entro al baño hago mis necesidades y entro a bañarme, en un par de minutos estoy fuera de la regadera, me dirijo a mi habitación a colocarme una ropa para esperar a mi estupendo novio.
Me coloco un sencillo vestido negro con un pequeño escote en forma V y me queda por encima de las rodillas con unos tacones del mismo color, hago una cola en la parte baja cayendo la misma en el lado derecho de mi hombro y mi pecho. Me maquillo un poco y coloco un algo de perfume y lista.
Me agrada mi yo del espejo.
Después de unos minutos escucho el timbre y me dirijo a la puerta, abro esta y ahí está Diego con una botella de vino en mano, entra y con el brazo libre me toma de cintura y me da un beso apasionado y rudo, el cual correspondo de inmediato, su boca toma la mía de forma posesiva, su lengua pide acceso y le concedo el paso, ambos nos deboramos, pasa un tiempo prudente y nos separamos por falta de aire, cierro la puerta con mi pie derecho aún con mi novio agarrado del cuello y dándole un par de besos más.
- Traje vino - habla él entre besos levantándolo el mismo y moviéndolo de izquierda a derecha, ambos sonreímos.
- Yo te guarde pasta, sé que te encanta, amor.- Hablo con una sonrisa. - Cuéntame ¿Qué tal tu día hoy?
- Un poco cansado, ya sabes, mucho trabajo, sabes que mi hermano y yo tenemos toda la responsabilidad de la Constructora y la verdad es agotador - expresa en tono cansado, - pero no hablemos de trabajo, dime que hiciste hoy.
- Vi a tu hermano - suelto sin más y abre los ojos con sorpresa. - bueno, lo vi, solo lo vi de lejos, aunque me gustaría acercarme más a tu familia, vi a mi cuñado hoy y no pude saludarlo porque mi novio de más de un año no ha querido presentarlo.
- No digas eso, muñeca, - habla haciendo un puchero - mi hermano y yo nos llevamos bien, lo respeto mucho y, aunque pienso que mi padre no fue justo al dejarlo al frente de la familia y no a mí, ya que soy su hijo de sangre, es mi familia, mi hermano
-¿Aún te duele la decisión de tu padre? - Pregunté con precaución.
Niega con la cabeza.
- Respeto su decisión, al fin y al cabo nos criaron como hermanos y así será para siempre.
Me gusta escucharlo hablar así y se lo hago saber con una pequeña sonrisa y un beso que corresponde de inmediato.
- Mi hermano y yo decidimos vivir separados cada uno en su mansión para más privacidad de su parte y la mía también, aunque después de la lectura del testamento tuvimos nuestras pequeñas diferencias, ya hoy no existen, te prometo que un día de estos te llevo a que lo conozcas formalmente- sonríe de lado como si pensara - te advierto que es un tipo no muy agradable.
-No creo que sea para tanto - manifesté, sonriente.
- Hablo en serio - dice esto mientras sonríe y mirando a otro punto - ¿Vamos a cenar?
Pregunta con un puchero mientras que yo asiento mientras sonrío y voy a servir la cena, a veces siento que la familia de Diego es un punto sensible para él.
- Tengo hambre - lo escucho decir.
Mientras cenamos hablamos de todo un poco, me alaga por lo deliciosa que quedó la cena y al cabo de un rato terminamos y me ayuda a llevar los trastos a la cocina, lavarlos y guardar en su lugar.
Decidimos ver una película, ambos estamos en la sala de mi departamento, la película contiene escenas eróticas y por un instante siento unas manos subir por mi muslo derecho, me tenso en el momento, sé lo que busca, lo siento acercarse y besar mi cuello de manera lenta, sé por su forma agitada de respirar que está excitado y cierro mis ojos para disfrutar del momento, dejo que reparta besos húmedos en la parte de mi cuello y el rostro, da un mordisco al lóbulo de mi oreja, reprimo un gemido, la verdad es que me gustaría sentirlo, hace círculos con sus dedos en mis muslos haciendo que el ambiente se torne mas caliente.
- Me estas volviendo loco, muñeca mía - suelta con voz ronca - no creo que pueda aguantar mucho así.
Sigue besando mi cuello con deseo, con hambre y yo siento un cosquilleo que sube por cada punto débil de mi piel , me estoy exitando al igual que él, comienzo a repartir besos húmedos por su cuello, bajando de forma lenta y tortuosa por su pecho. Él, por su parte, sigue acariciando mi pierna abriendo camino desde el muslo hasta la rodilla haciendo círculos que me dejan sin aliento.
Comienza a subir lentamente sus manos hacia mi abdomen, sintiendo lo agitada que se encuentra su respiración y la mía que no le es indiferente, cuando siento que una de sus manos va a subir hacia mi pecho, me paralizo, abriendo de golpe mis ojos haciendo que el aura de exitacion se esfume.
No pudo hacerlo...
Lo intento, de verdad que lo intento, pero en verdad no puedo, no puedo continuar y cuando está a punto de subir mi vestido lo detengo y él suelta un suspiro cansado.
- Lo siento mucho - le digo con mi mirada en el piso. - No puedo hacerlo.
- Siempre es lo mismo, Keily, cuando estamos a punto de dar el siguiente paso algo te detiene - habla en un tono cansado y desilusionado. - Y si es por lo que me contaste yo no te haré daño.
- Lo sé, amor - digo con pesar y tratando de explicarle -. Entiende que yo quiero, pero no puedo evitarlo, no puedo evitar reaccionar de esta forma.
- Tenemos un poco más de un año en esto, intentando llegar a algo más - sé que esta frustrado y por eso es que ahora mismo habla con tono molesto, - y lo que te ocurrió viene de muchos más años atrás y aún no lo superas.
- Se que es difícil para ti - suelto del mismo modo - pero son reacciones que tengo y no lo puedo evitar, hable contigo de esto, he tratado y lo sabes, pero no puedo, entenderé si no puedes seguir con esto porque como sabes he buscado ayuda psicológica y mi psicóloga ha dicho que he mejorado, pero simplemente no puedo. Así que si no puedes esperar más puedes irte.
Suelto todo con dolor, no quiero perderlo, Diego es importante, tengo mis ojos cristalizados, pero no dejo salir mis lágrimas. Esto no es tan difícil para mí y no voy a obligar a nadie a estar conmigo si no puede entenderme.
Me duele tanto no poder responder como se debe y es en momentos como estos que me odio a mi misma, por ser una mujer con traumas, una mujer que estuvo dañada y que intenta a diario arreglar, aunque sea una pieza del desastre que ha vivido.
- ¿Me estás terminando? - Pregunta en un tono de indignación. - Porque no se trata de eso Keily.
- Solo te digo que si no puedes con esto, lo entenderé - vuelvo a hablar mientras que él me rodea con sus fuertes brazos, - no puedo obligarte a estar conmigo, sabiendo que tienes necesidades que yo, por el momento, no puedo ayudarte a saciar.
- No se trata de eso, amor, - habla él más calmado, - siento mucho hablarte de esa manera, es que cada vez me esta costando más estar cerca de ti y no poder tocarte como quiero hacerlo, pero te juro que seré paciente ¿si? lo único que quiero es que estés lista para mi.
- No te preocupes - le digo mientras su celular suena y me hace saber que es un mensaje. Se separa mientras checa y vuelve a guarda su móvil -. Siento tanto que esto este ocurriendo.
- Sabes que quiero que seas mía de todas las maneras posibles porque te amo y estoy dispuesto a esperar el tiempo en el cual estés lista. - habla mientras acuna mi rostro con sus manos -, pero hay ocasiones, como la de hoy, que no me pude contener, verte en ese vestido me esta volviendo loco, la culpa es de ese vestido que hoy llevas puesto.
Sonrío.
- Bueno, mi príncipe oscuro - hablo yo ahora - no se me vuelva loco aun porque estoy segura que muy pronto daremos ese paso.
- Toma las cosas con calma - da un beso en mis labios y nos dirigimos al sofá a ver la televisión. - No hagas caso a este hombre que te ama y quiere tenerte de todas las maneras que se pueda, te amo muñeca.
- Yo también lo hago, amor.
Nos besamos y abrazamos, no quiero perderlo.
Pasan alrededor de tres horas más y para ese tiempo ya habíamos terminado de ver la película tranquilamente, muchos juegos, besos y coqueteos entre nosotros, al parecer la pequeña discusión anterior pasó a segundo plano.
- Me tengo que ir, amor mío, tengo que descansar, puesto que mañana tengo muchos pendientes - habla mientras me besa una y otra vez - no me gusta alejarme de ti y quiero quedarme a hacerte compañía esta noche, pero la verdad es que tengo que madrugar y Manuel me espera para ayudarme con algunos pendientes.
Manuel es el mejor amigo de Diego, parecen familia de lo bien que se llevan.
Diego se a quedado a dormir en mi departamento en dos ocasiones para hacerme compañía, él en la habitación de invitados por supuesto y una que otras veces dormíamos en el gran sofá de la sala abrazados, pero nada mas.
- Gracias, amor, por ser paciente y... - bajo mi mirada al piso.
- Hey - habla en tono bajo y levantando con sus dedos mi rostro tomándome por el mentón - te dije que sería paciente ¿si? discúlpame tu a mí, además, no es tu culpa si no de ese maldito vestido que te queda tan bien.
Sonrío ante lo que ha dicho, me gusta que me diga estas cosas, me hace sentir especial. Nos besamos una vez más como despedida y segundos después, lo veo desaparecer en la caja metalica, se ha ido.
Suelto un suspiro lento pensando en la situación que ocurrió anteriormente, quiero superar esto, quiero tener una relación normal en la cual pueda experimentar cosas nuevas con mi novio, pero desde aquella vez que lo intenté y que resulto tal cual paso hoy con Diego, supe a que se debía. Tengo que poner mi mejor esfuerzo en esto y estoy segura de que puedo lograr eso y más.
Me dirijo a mi habitación, me pongo una ropa cómoda para dormir y me acuesto en mi cama doy un par de vueltas en la misma pensando en mis constantes rechazos hacia Diego, esto no puede seguir de esta manera, debo de poner más de mi parte, me siento impotente al respecto, no quiero fallarle, pero tampoco me quiero fallar a mi misma.
Quiero estar con él cuando esté lista para hacerlo, sin ningún recuerdo atormentado mi cabeza. Lo más extraño de todo esto es que, según mi terapeuta, yo estoy bien, solo necesito concentración, pero para ser honesta, no puedo. ¿Cómo lo hago? Si cada vez que me toca llegan esas imágenes a mi mente, no quiero rechazarlo, pero es inevitable.
Anteriormente, tenía otro novio y me pasaba lo mismo, no pude tener sexo con él por la misma situación. Debo de hablar con mi psicóloga, ya que esto no está funcionando.
Después de dar un par de vueltas más caigo en los brazos de Morfeo en un profundo sueño.
◇
◇
◇♡◇
◇
◇
♡♡ NOTA DE LA AUTORA ♡♡
Capítulo nuevo.
Hola, mis guerreras de vida.
Quiero puntualizar algunas cosas:
Esta historia será narrada mayormente por Keily y el protagonista (no diré quien), además, que tendrá uno que otro capitulo narrado por otros personajes, quizás tres o cuatro solo para que conozcan los personajes principales desde el punto de vista de las personas más cercanas.
Otra cosa es que no quiero ir de prisa, voy a ir paso a paso desarrollando lo mejor que pueda a los personajes.
Soy nueva en esto y acepto todo tipo de opiniones y criticas con respeto, considero que las críticas positivas te motivan a seguir luchando y haciendo las cosas bien y las negativas nos ayudan a mejorar, aquí estoy mi queridos lectores esperando que me den amor.
Muchas gracias por leer hasta el final. 💙🤎
Espero que les guste.
Dejen sus comentarios con lo que le agrada y lo que no del capítulo.
NO OLVIDES VOTAR EN CADA CAPÍTULO, ES UNA LINDA MANERA DE DECIR CUANTO TE GUSTA ESTE PROYECTO.
¡Nos leemos pronto!
Besitos para ustedes mis guerreras valientes. 💋💋
Vestimenta de Keily el día de hoy 👇👇
(Ustedes imagínenla como deseen)
Para el trabajo.
Vestido con la que recibió a Diego 👇👇
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top