Capitulo 12 ☆
Hola, esta vez el capítulo va dedicado a DanielaPerezMadera Muchas gracias por estar aquí.
Nota: volví a subir el capitulo 12, no hay cambios, solo unos de ortografía que se me escaparon. Me disculpo.
♧♣︎♧
Marcelo
Me encuentro haciendo ejercicios en los alrededores de la urbanización donde se encuentra mi mansión, llevo unos Chándal negro de Adidas Originals, camiseta blanca, unos tenis blancos y unos audífonos, voy corriendo y trotando de cuando en vez. Me gusta ejercitarme a tempranas horas de la mañana porque el cuerpo trabaja al cien por ciento durante el día.
Me detengo un momento para hacer unas lagartijas o flexiones mientras escucho la música que me gusta y me da energía.
Quiero despejar mis pensamientos, no quiero pensar en lo ocurrido hace poco, sin embargo, no puedo dejar de pensar en todo lo acontecido con esa chiquilla del demonio, es que me sedujo, borracha si estaba y le echo la culpa a eso porque se que en su sano juicio no hubiese hecho tal cosa o eso es lo que quiero creer ¿Qué clase de chica se acuesta con el primer hombre que se encuentra?
Una loca niñita endemoniada.
Termino de hacer unas cuantas secciones más y vuelvo a correr para ir a casa, sin embargo, me detengo un momento para mirar a los alrededores, me siento observado, frunzo mi ceño al darme cuenta de que solo están las personas habituales y están sumergidas en sus propios asuntos. Vuelvo a mirar con cautela y aún siento esa sensación de hormigueo de ser observado, repito la misma acción y al no ver nada fuera de lo normal, no le doy importancia y sigo en mis asuntos.
Llego a casa y me dirijo al gimnasio que hay aquí, levanto algunas pesas práctico un poco con el saco de boxeo y utilizo algunos artefactos más. Después de una hora más decido ir a la casa específicamente a mi habitación y en unos minutos estoy en el lugar, me dirijo al baño, abro la regadera y alrededor de quince minutos después, salgo y camino hacia mi closet, entro en el y elijo mi vestuario formal, me coloco un traje gris oscuro con una camisa blanca y una corbata gris tirando a plateado, coloco mis zapatos, peino mi cabello dejándolo un poco desordenado, voy por mi maletín y me dirijo escaleras abajo.
- Buenos días, mi niño - habla Martina, la mujer que ha estado conmigo desde mi nacimiento quien trae una charola con café - te levantaste temprano hoy.
- Buenos días, Martina - saludo con media sonrisa y le doy un beso en la frente - siempre me levanto temprano a ejercitarme.
Ella sonríe amablemente.
- Hoy lo hiciste más temprano que los otros días, mi niño. - No digo nada y tomo el café que trae - el desayuno esta listo.
Tomo un sorbo de café mientras niego - no desayunaré, no tengo tiempo.
- No jovencito, - suelta ella con el ceño fruncido - de aquí no te vas sin desayunar luego andas comiendo cochinadas en la calle y te enfermas.
Casi ruedo los ojos y no lo hago porque la respeto mucho, es como una madre para mi.
- Martina - suelto alargando la a.
- Martina nada, jovencito, a desayunar ahora.
Suelto un suspiro lento y termino mi café y coloco la taza en la charola, tomo una manzana, le doy otro beso a la mujer aquí presente y hablo.
- Comeré la manzana, no te preocupes. - doy media vuelta para dirigirme a la salida - hasta luego, nana.
- Sé que no comerás la manzana - la escucho decir a mis espaldas y sonrío porque tiene razón - te crecerá la nariz por mentiroso, pero admiro el que no quieras preocuparme, aunque nunca lo logras.
- Me conoces bien - hablo sin girarme mientras sonrío.
Me dirijo a mi auto en donde me espera Thomas, mi chofer.
- Buenos días, Thomas. - saludo al hombre frente a mi mientras le doy la manzana, siempre se las come él. - ¿Qué tal va la pierna?
- Buenos días, señor, - Responde el hombre tomando su manzana con una sonrisa - mi pierna va mejorando con los días.
Thomas tiene un inconveniente con su pierna izquierda que en algunos casos le resulta difícil desarrollar ciertas actividades, le dije que no debía trabajar en esas condiciones que estuviera bien, que no habría problemas con ello, sin embargo, se ha negado, dijo que no podría estar tranquilo y que moriría más rápido si no maneja el coche, es un viejo testarudo y al igual que Martina trabajó por muchos años con mi familia biológica.
- Es bueno saberlo.
Avanzamos en el auto mientras doy las indicaciones para que me lleve hacia la Constructora. Al salir de la mansión el auto se detiene mientras pasa un vehículo negro con los vidrios totalmente oscuros y luego de cederle el paso, nos dirigimos a la empresa.
Cuando llegamos al lugar le doy unas instrucciones a Thomas que debe realizar el día de hoy. Entro a las instalaciones de la constructora y me dirijo al elevador arreglando los gemelos de mi camisa mientras que unas de las personas que trabajan aquí llevan mi maletín, después de entrar al elevador este me lleva al ultimo piso que es donde se encuentra mi oficina, este se abre dejándome observar a mis asistentes, me dirijo hacia mi oficina mientras le doy los buenos días quienes responden al unísono.
Cuando entro a la oficina en seguida mi asistente Lucy lo hace y menciona los pendientes de hoy y de algunas llamadas que he recibido.
- Señor. - dice Lucy. - La señorita Vanessa ha llamado y ha dicho que se comunique con ella.
Asiento mientras que ella hace mención de otros pendientes y al final me pregunta que si necesito algo más, niego y sale de la oficina para al fin estar solo.
Me pongo a realizar unos pendientes y llevo más de tres horas en esto. Siento como las puertas de mi oficina se abren y ni me inmuto porque se quién es.
- ¿No te enseñaron tus padres a tocar la puerta, Cristian? - le digo a mi amigo sin ni siquiera mirar hacia donde esta mientras que este toma asiento.
- Es que contigo no se me da la gana de poner mis modales en práctica, corazón, - responde este mientras que yo ruedo los ojos. - ¿Cómo estás?
- Estoy bien, Cris, - suelto al tiempo que lo miro - y al parecer tú también.
- No me puedo quejar - suelta con altanería mientras se acomoda en su lugar. - yo siempre estoy bien.
Ruedo los ojos.
- Dime ¿porque no me esperaste en el club anoche? ¿en donde te metiste, Marcelito?
- ¿Querías que te esperara después que te largaras a follar con una chica? - cuestiono mientras que levanto una de mis cejas y continuo - no, hermano, no, además...
Hago silencio debido a que no sé cómo contarle esto. Cristian es la única persona que me conoce tal cual soy, es mi confidente, es mi hermano y haría cualquier cosa por el al igual que él lo haría por mí.
- A ver cuéntame ¿Qué hiciste?
- No hice nada, Cristian, no hay nada que contar. - suelto mientras acomodo unos papeles y sin mirarlo, pero si siento su mirada sobre mi -- fui a mi casa a descansar eso fue todo.
- Mmmm con que eso fue lo que hiciste - levanto rápidamente mi mirada hacia él y sé que por su cara no me ha creído ni una mierda. - Entonces ¿no me vas a contar?
Indaga.
- No hay nada que contar - repito lo mismo que había dicho antes volviendo mi vista sobre los papeles que tengo delante de mi. - solo fui a descansar.
- Nada que contar, entonces. - sigue insistiendo para comprobar si le digo la verdad.
- No.
- Esta bien, entonces, - suelta con tono burlón mientras se acomoda en su asiento y cruza la pierna muy relajadamente, - ¿Cómo me explicas que la policía llegara a mi club para ver las cámaras donde aparece un hombre tratando de violar a una chica y un don Juan dándosela de superhéroe para salvarla?
Mierda.
Lo miro sin ningún tipo de expresión mientras que el levanta una de sus cejas.
Silencio.
- ¿Ah si? - logro articular después de unos segundos - ¿eso pasó anoche?
Estoy a punto de soltar una carcajada porque sé perfectamente que mi amigo se esta encabronando con mi actitud. Sin embargo, este me mira serio y decido no continuar.
- Tu sabes bien, así que habla cabrón de mierda. - giro los ojos - ¡habla ahora!
Suelto un suspiro lento y comienzo a contarle todo lo sucedido ya que si no lo hago aquí lo tendré el día completo fuñéndome en mi oficina, el me ve divertido y suelta:
- Tu me dijiste que no querías compañía anoche ¿y si hubieses querido? ¡Ja! ,- palmea el escritorio con una de sus manos - Sabia yo que le habías puesto el ojo a la pelinegra, era demasiado obvio, Marcelo.
Lo miro como si me hubiese salido un tercer ojo.
- No le puse ningún ojo, solo la defendí de ese idiota en dos ocasiones, - suelto levantando mis hombros restando importancia al asunto - Esa niña me sedujo de todas las maneras posibles, además, tú la viste, lo preciosa que es... es hermosa como podía decir que no. --- el levanta una ceja. -- no tuve más remedio que llevarla a su casa y una cosa llevo a la otra entonces paso lo que ya te conté.
- Bueno, hermano, - suelta el divertido - las chicas siempre quieren que les des su cariñito y parece que ella no era la excepción, pero conociéndote como te conozco, Marcelo, tú -- me señala con su dedo índice - no caes en tentaciones fácilmente ¿Qué demonios te pasó anoche?
- Sólo se dieron las cosas -- respondo -- una cosa llevó a la otra y sucedió lo que tenía que pasar entre esa niña y yo, punto.
- ¿Niña? - cuestiona confundido - ¿Cómo que niña?
Suelto un suspiro cansado y trago grueso.
- Es prácticamente una niña, tiene alrededor de 22 o 23 años, Cristian, no pensé en eso hasta que me la llevé a la cama y la hice mia.
- Bueno, menor de edad no es, ya es toda una mujer. - suelta despreocupado.
- Si, pero le llevo prácticamente diez años, no debí...
- ¿Tan malo fue? - me interrumpe y frunzo mi ceño confundido ante su pregunta, lo miro con desaprobación - no me mires así, eres tú el que está poniendo muchos peros. ¿Tan mal te fue?
- No entraré en detalles contigo sobre eso.
Sonríe victorioso.
-- Esta bien, esta bien - levanta sus manos en señal de rendición - y vuelvo a repetir lo que dije momentos atrás ese huevo quería sal y tu se lo diste, tuvo la suerte de que se encontraba cerca del hombre araña para que la salvara y también se la gozara.
- No, Cristian, esto fue diferente y no me vayas a preguntar en que sentido porque no lo sé.
- ¿Por qué fue diferente con ella? - pregunta el castaño haciendo caso omiso a lo que le dije mientras que yo ruedo los ojos.
- La verdad es que no sabría explicarte, pero lo intentaré. En primer lugar estaba ebria, a pesar de eso, también se notaba que aun tenia activos algunos sentidos menos el de la vergüenza, claro. -- el castaño sonríe burlón - Además de que lo hicimos, ya sabes, supe que, bueno me hizo saber que era su primera vez, es decir, era virgen, fui su primer hombre.
- ¡Ay, mi madre y todas sus comadres! ¿Qué me estás diciendo? - lo miro y con este le confirmo lo que acabo de decirle. - entonces te la follaste sabiendo eso, Marcelo, una chica sin experiencia sexual ¿estas seguro de eso?
- Cien por ciento seguro.
- ¿Cómo demonios vino a suceder esto? A ti nunca te han agradado esas sin experiencia.
- Las cosas se dieron así, es lo único que puedo decirte.
- ¿Qué dijo cuando terminaron de follar?
- Nada, inmediatamente terminamos de hacerlo a los pocos segundos se quedó dormida, no hablamos de nada.
- Bien, eso lo entiendo ya que seguramente el gran Marcelo la dejó muy agotada - suelta burlón y ruedo los ojos ante lo que ha dicho y continua - entonces ¿Qué dijo la chica cuando se despertó?
- No espere a que despertara... - me mira con el ceño fruncido. - ¿Qué? ¿Qué querías que hiciera? No soy de los que hacen esa mierda de quedarse a ver el amanecer juntos.
- Lo que te dieron de guapo y millonario te lo redoblaron en lo cabrón -- suelta este - ¿Cómo se te ocurre follarte una chica virgen, sin conocerla y por ultimo la dejas sola? Por lo menos dime que usaste condón.
Abro mis ojos con sorpresa, no había pensado en eso. Mi amigo se da cuenta de por mi cara que debe estar hecha un poema.
- No pues ya la hicimos -- suelta negando con la cabeza mientras y da un golpe a ambos brazos de la silla en la que se encuentra sentado y continua - cuando viene a ver dejas a la desconocida embarazada y todo, muy bonito pues. ¿en que demonios estabas pensando, Marcelo? -- me dice en un tono molesto. - pareces principiante.
- No lo sé, no lo sé, - le digo mientras paso mis manos por mi rostro y cabello por frustración al tiempo que me pongo de pie. - no pensé en nada más que en el momento.
- Se nota, no tienes que decirlo, grandísimo idiota, parece que el único cerebro que te funcionaba anoche era el que guardas dentro de tus pantalones. -- suelta todo mientras que se pone de pie y comienza a caminar de un lugar a otro. - por lo menos sabes donde vive y eso es una ventaja.
- Si, eso lo sé a la perfección.
- Por lo menos el idiota de mi amigo tiene un punto a su favor. - habla con exasperación.
- No me hables así.
- Es que todavía no me cabe en la cabeza que tú siendo tan meticuloso con tus asuntos, tan cuidadoso hayas hecho una cosa así.
- Me sedujo de todas las maneras existentes, aunque admito que no tuvo que hacer mucho para que cayera.
- Me lo imagino, tenía faldas, Marcelo.
- Me ofendes, Cristian, además tenía un precioso vestido -- el sonríe y yo lo hago en mis adentros maliciosamente y levanta una de sus cejas - sabes que he tenido mis enredos, sin embargo, he sido sincero siempre.
- Si como sea. - habla fastidiado. - pero en tus enredos anteriores por lo menos estudias un poco a las chicas y usas condón siempre, no obstante, anoche conoces a una y sin temor a equivocarme, no te dio tiempo saber de donde viene, te fuiste al grano en seguida.
Suelta todo con sarcasmo y trago grueso, vuelvo a mi silla detrás del escritorio y procedo a hablar sobre el asunto que me esta trabajando en la cabeza con insistencia.
- Aun no te he dicho un dato importante. - lo miro a los ojos seriamente. - muy importante diria yo.
- ¡Ah no! No puedo con mi pobre corazón, esa mirada tuya me dice que moriré en cuanto sueltes lo que tienes guardado, mejor me siento para no caer muerto con lo que dirás. - vuelve a su lugar en la silla.
¡Tan dramático como siempre!
- ¿Recuerdas que Diego tiene o tenia una novia desde hace más de un año? - el asiente con la cabeza.
- Si lo recuerdo a la perfección, siempre la tuvo bien guardadita, nunca la presentó a tu familia o al menos eso creo - asiento mientras que vuelve hablar con cara de desconcierto - ¿Pero qué tiene que ver eso aquí?
- Tiene que ver y mucho con todo esto porque esa chica llamada Keily Andersson, la misma pelinegra de la que hemos hablado todo este tiempo. - Mi amigo puso la boca como una O y se puso de pie sin ningún cuidado comenzando a caminar de un lado a otro. -- es la misma persona, es decir que la novia de mi hermano y la pelinegra con la que estuve anoche es la misma chica.
- Oh mierda, mierda y mas mierda, Marcelo. Te has metido en un embrollo del tamaño del calzón de mi abuela y te juro que son los más grandes que he visto en mi vida. ¿Cómo te viniste a meter con la mujer de tu hermano? -- el castaño esta enojado, preocupado o yo que sé, sigue caminando se una lado a otro y continua - ¡oh mierda, mierda y recontramierda, Marcelo!
Lo veo como pasa una y otra vez sus manos por su cabello con frustración.
Frunzo mi ceño, me pongo de pie y comienzo a hablar.
- No es su mujer y nunca lo fue, el muy imbécil la engaño con otra y esta resulto ser su mejor amiga. - suelto molesto. - el muy hijo de p...
Me quedo callado.
- ¿Quién te dijo eso? ¿ella? Por favor, Marcelo, no conoces a la chica para creer todo lo que dice, estaba borracha, la conociste, te la follaste y ya no sabes más nada.
- Sé que tienes razón en muchas cosas de las que dices - suelto de la misma manera, - pero las cosas sucedieron y ahora no puedo hacer nada, así que deja la paranoia.
- Es que no la conoces... - suelta - la novia de Diego.
- Si, tienes razón y es por eso por lo que mandaré a llamar al detective Figueroa, ordenaré realizar una investigación profunda sobre Keily Andersson.
- ¿Con que fin, Marcelo?
- Sabes que me gusta mantener todo bajo control y esto no será la excepción. - le digo y el asiente - necesito saber de esa chica y de donde viene ya que no quiero tener sorpresas.
- Madre mía, es que aún no me puedo creer que te follaras la que es o fue novia de tu hermano. -suelta esto como convenciendose a si mismo de que todo lo que a escuchado es cierto. - te follaste a...
- ¡Cállate ya! - le interrumpo, - has dicho lo mismo durante dos horas completas.
- No seas cabrón - suelta - ¿crees que es fácil de asimilar todo lo que has dicho.
-- No lo es, pero en vez de perder el control hay que buscar soluciones, no ponerse loco como lo has hecho tú.
-- Sólo trato de asimilar que el gran Marcelo haya metido la pata con una chica. - suelta ido en sus pensamientos - bueno, no metió la pata en una chica, metió su gran pene en una chica y no cualquier chica, sino la novia de su hermano.
- ¿Te puedes callar de una buena vez, maldita sea? - suelto enojado y fastidiado, él levanta sus manos en señal de rendición. - voy hacer lo que sea necesario, así que tranquilo.
- No diré nada más, pero seria prudente que buscaras a esa chica.
- Ya veremos. - suelto.
- ¿Te puedo hacer una pregunta? - indaga.
- Si te digo que no de todos modos la harás. - hablo y el sonríe.
– Tienes razón. – suelta sonriendo.
Aveces me dan ganas de matarlo.
- Lo sé. - hablo mientras firmo unos documentos. – siempre la tengo.
- Marcelo -- Llama él con tono serio y lo miro del mismo modo, se que lo que sea que vaya a preguntar requiere respuesta sincera, sin tapujos - ¿Cómo te sientes con el hecho de haber sostenido un encuentro sexual con la novia o exnovia de tu hermano?
Pienso en lo que le dire y como siempre ha sucedido nunca le mentiría a Cristian. No se como sentirme al respecto, sin embargo fue larga mi noche y pude analizar toda esta situación.
- Para ser honesto contigo, no hay remordimientos ni nada, supe que era la novia de Diego antes de que la hiciera mía y pude detenerme en ese momento, no obstante, no lo hice y podrá ser muy retorcido y todo lo que quieras, pero no me siento en deuda con él.
- Eres un cabrón, Marcelo, te cogiste a la nov...
- Cristian - reprendo alargando la ultima silaba. - ¿Te puedes callar?
- Me callaré, si, pero sabes que tienes que hablar con esa chica ¿verdad?
- Esta bien, esta bien ¿puedo seguir trabajando? Recuerda que para eso me pago para trabajar y tu deberías hacer lo mismo si quieres ver tu sueldo este mes.
- No lo necesito y si lo necesito me tendrías que hacer un préstamo.
- No te presto ni una mierda.
Mi amigo sonríe ante lo que he dicho, él es no necesita dinero, pertenece a una familia adinerada. Después de conversar por media hora más se pone de pie, dice unas cuantas cosas más para luego salir de mi oficina.
Sé que tengo muchas cosas que resolver y que saber, es por eso que mandaré a investigar a la niñita del demonio porque quiero tener todo bajo control.
Muy pronto conoceré todo lo relacionado a Keily Andersson y solo espero no encontrarme con muchas sorpresas.
◇
◇
◇◇
◇
◇
♡♡ NOTA DE LA AUTORA ♡♡
Capitulo nuevo
¿Qué les pareció el capítulo?
Dejen sus comentarios y pulsen la estrellita en señal de apoyo. Muchas gracias.
Los capítulos los voy a dedicar a las lectoras que están acá, cada capítulo llevará una dedicatoria.
Nos leemos pronto.
Besitos a todas esas niñitas endemoniadas y valientes, las amo. 💋
Puedes encontrarme en Instagram como 👇👇👇
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top