🔞🔥 Experimentando 🔥🔞

6 Meses Antes del Epílogo

Horacio Pérez y Viktor Volkov llevan dos años viviendo y criando a su pequeña niña juntos. Si bien el alfa y el omega habían tenido diferencias en esos años como cualquier otra pareja, también habían tenido momentos hermosos como pareja y en familia. Sin embargo, querían tener una noche, ni si quiera un día completo; querían una noche para pasarla entre ellos y aprovecharían el celo del omega para eso.

— Te portas bien con la tía Alanna ¿si? — le decía Horacio a su niña mientras estaba en el marco de la puerta con su pequeña en brazos.

— Solntse que solo es una noche — le dijo V mientras le entregaba a la omega la pequeña mochila que habían preparado — además, nuestra принцесса es un angelito — dijo esto último tomando a su hija en brazos para darle un beso y ser abrazado fuertemente por esta.

— Cualquier cosa nos llamas que Vik pasa sin problemas por ella — le habló a su amiga la cual no paraba de reír ante la situación.

— Ustedes tranquilos — les habló mientras reía — la cuidaremos muy bien y se divertirá mucho con Stephen, si debe quedarse más tiempo sólo me envían un mensaje, lo importante es que pases tu celo tranquilo y con buena compañía.

— Gracias Alanna — le dijo H para abrazarla y luego ver cómo su alfa le entregaba a su pequeña niña.

— Adiós Lucy — se despidió el omega — diviértete y compórtate con tus tíos — siguió diciendo mientras esta les decía adiós y Alanna caminaba con ella en brazos hasta el auto.

Unas horas más tarde

Horacio había decidido refugiarse en la habitación que compartía con su alfa donde tenía su nido hecho. Las oleadas habían comenzado y al mismo tiempo algunos mareos leves, por lo que a petición de su alfa optó por permanecer descansando hasta que Volkov terminase de preparar la cena.

La dinámica de la pareja cada vez que llegaba el celo de alguno, era diferente. Con Volkov era más fácil, puesto que el celo de los alfas no es tan frecuente ni duran tanto como el de los omegas, por lo que no era necesario dejar a su hija con sus amigos. Sin embargo, con Horacio era distinto, a este le solía durar unos tres días y a partir del segundo todo se le dificultaba, hasta comer. Por lo que luego de la última vez, habían optado porque su hija se quedase con Alanna y Parker para que así Volkov pudiese prestarle todo su atención a Horacio y estar para este en todo lo que necesitase.

Mientras tanto, Volkov estaba terminando de preparar la cena y poniendo la mesa cuando comenzó a percibir ese aroma a chocolate negro y piña que tanto amaba.

— ¿Todo bien Solntse? — le preguntó sin voltear a verlo puesto que estaba sirviendo la comida.

— Tengo mucha hambre... — respondió acercándose a este y abrazando a su alfa por la espalda.

— Ya la cena está lista — le respondió tratando de mantener la compostura puesto que llevaba todo el día tratando de que las feromonas de su omega no le afectaran — toma asiento, te llevo la comida a la mesa en un minuto.

Horacio accedió y liberó al alfa de su agarre para ir hacia la mesa a esperar pacientemente por Viktor. Durante la cena, el omega no había podido evitar seguir inundando todo el hogar con su aroma, lo que le dificultaba el mantenerse firme, pero su omega interior le estaba pidiendo a gritos el lanzarse sobre su amado alfa destinado, y realmente Horacio no sabía por cuánto tiempo más iba a poder contenerse.

— ¿Te gustó la cena? — le llamó Volkov interrumpiendo los pensamientos del menor al ver que este había dejado de comer.

— S..si... — respondió de inmediato para luego echar hacia atrás su plato y recostar su cabeza en la mesa al sentir otra oleada invadirle — lo... lo siento.

Se disculpó pero solo había hecho al alfa sonreír para si mismo mientras limpiaba su boca con una servilleta.

— Ven — le llamó haciendo que este levantase la vista para conectar sus miradas — anda, se cómo hacerte sentir mejor...

Horacio tomó la mano que este le había ofrecido y subieron hasta su habitación. Una vez ahí Volkov recostó a su omega en la cama y comenzó a besarlo con con suavidad y dulzura mientras se posicionaba sobre este. El menor comenzó a dejarse llevar permitiéndose sentir y liberar toda esa expiración que su celo le había provocado. Al mismo tiempo que se besaban, iban despojando el uno al otro de su ropa y dejándola tirada por cualquier parte de la habitación.

— люблю тебя — le dijo el alfa esas palabras en su idioma natal que el omega ya conocía de memoria. Lo que lo hizo soltar una sonrisa en medio del beso, pero antes de que este pudiese responderle, Volkov se había separado y se había puesto de pie.

— ¿Que pasó? — le preguntó confundido — ¿hice... hice algo? — siguió preguntando ya que le parecía extraña la manera en la que este se había apartado.

— No pasa ni hiciste nada... — respondió el alfa con simpleza mientras comenzaba a buscar unas cosas por la habitación.

Si bien desde que habían vuelto a convivir y Lucía se la pasaba con ellos y la mayoría de las veces dormía con ellos, habían re decorado la habitación de H para ambos y la que solía ser de V para su niña. Por lo que los juguetitos y demás cosas que el omega solía tener por todas partes, habían terminado una parte en un cajón y otros en la basura. Pero hoy el alfa tenía ganas de experimentar un poco con su pareja destinada.

— ¿Qué buscas? — le preguntó el omega al ver cómo este tomaba una bolsa — ¿qué es eso?

— Esto mi querido Omega — comenzó a decirle volviendo a tomar asiento a un costado de la cama no muy separado de este — es la diversión para esta noche...

Le reveló dejando a Horacio sorprendido y sonrojado ante aquellas palabras. Si bien llevaba más de dos años con Viktor como pareja, no se había acostumbrado a que este le hablase de manera tan normal a la hora de intimar.

— Sin embargo — siguió hablando el alfa — tú no debes hacer nada — dijo mientras sacaba unas esposas de la bolsa.

— Espero que no hayas tomando esas de las oficinas — bromeó el omega haciendo reír a su pareja — que aún sigo siendo tu superior...

— Mi superior no tiene que preocuparse esta noche — respondió mientras volvía a subirse sobre este y comenzaba a besarlo al mismo tiempo que levantaba las manos del omega y las esposaba a la cabecera de la cama.

Horacio intentó probar halar un poco para ver si había alguna forma de soltarse, pero claramente no había manera alguna que no fuese con las pequeñas llaves que su alfa había colocado lejos de su alcance.

— Sabes... — comenzó a decir el omega — me gusta cuando tomas el control, pero... joder, me tienes nervioso.

— Y lo estarás más querido mío — le dijo al mismo tiempo que arrojaba la ropa de este, sacaba de la misma bolsa un vendaje para luego con una sonrisa taparle los ojos a su omega y comenzar a besarlo suavemente en los labios.

— Vik... — lo llamó Horacio — no me quejo... créeme, para nada que me quejo — comenzó a decirle — pero ¿me puedes explicar de qué va todo esto?

— Verás... — comenzó a responderle mientras continuaba besándolo — hace unos días en la noche, encendí la televisión mientras tú dormías porque tenía insomnio — explicó mientras continuaba descendiendo y besando el cuello de este — y me topé con un programa algo peculiar... — mordió levemente la zona donde se encontraba la marca que este le había hecho hace años atrás — y decían que... los sentidos de nuestro cuerpo... se intensifican... — lo seguía besando suavemente mientras bajaba por su pecho — cuando tenemos otros bloqueados...

Horacio tragó en seco, si ya tenía a su omega interior desalocado por su celo, no sabía cómo iba a reaccionar ante el pequeño experimento de su alfa. Sin darle oportunidad a responder nuevamente, Volkov se apartó de este y luego de sacar una fusta de cuero con la cual en lugar de azotarlo, comenzó a pasear sus hebras por todo el pecho de este e iba descendiendo por su abdomen, su miembro y sus piernas.

— ¿Y bien..? — le preguntó con una sonrisa que Horacio no necesitaba ver para saber que estaba ahí — ¿qué tal?

— No...sé...— comenzó a decir este mientras su cuerpo se contraía ante las sensaciones que su alfa le estaba provocando aún sin estarlo tocando — no sé cuanto tiempo... pueda aguantar sin que... me toques... Viktor.

Siguió diciendo mientras que este sonreía para luego dejar la fusta a un lado y levantarse de la cama dejando al omega solo y exasperado por unos escasos segundos mientras este regresaba.

— ¿A dónde...? — comenzó a preguntar Horacio al sentirlo nuevamente sobre él, pero se detuvo al percibir un frío sobre su pezón izquierdo — Aa...aaa... Vik... — lo llamó mientras se movía al mismo tiempo que su alfa seguía pasando un hielo por encima de este — joder... Viktor... por favor...

— Tranquilo Solntse... — le repitió Volkov — te dije que tú solo debías disfrutar... — se acercó a este para besarlo en los labios — y... déjate llevar... como tanto solías decirme tú a mi.

Finalizó para luego colocar otro hielo en su boca y comenzar a recorrer el cuerpo del omega nuevamente pero ahora con el hielo en entre sus labios. Haciendo que a Horacio le costase más el mantenerse tranquilo y volviese a inquietarse puesto que su cuerpo le estaba pidiendo a gritos tocar, sentir y acariciar a su alfa, tener un mayor contacto que hasta ahora se le había restringido.

— Viktor te juro... — comenzó a decirle en medio de jadeos al sentir como este había descendido a su zona baja y pasaba el frío hielo por su miembro — que... si no me lo metes ahora mismo... me las... pagarás muy... muy caro des..pues... — terminó de decir al mismo tiempo que V introducía el miembro del Omega en su boca para comenzar con una felación que hizo a Horacio levantar su parte inferior inconscientemente al mismo tiempo que tiraba de las esposas en busca de poder liberarse, pero seguía siendo un intento en vano.

Al mismo tiempo, Volkov continuaba con su trabajo y con sus manos recorría el cuerpo del menor ejerciendo un poco de presión en un intento por hacer que este se mantuviese quieto.

— V...Vik..tor... — lo llamó entres jadeos nuevamente — voy... vo..y voy... a correrme... — le advirtió haciendo que el alfa incrementase la rapidez de su felación, pero deteniéndose en el momento justo para evitar que este se viniese — Pero... — le iba a recriminar el omega mientras trataba de recuperar el aliento — joder... — se quejó jadeando mientras tiraba su cabeza hacia atrás.

Volkov solamente sonrió para limpiarse la boca con su antebrazo y luego volver a subirse sobre este para comenzar a besarlo. Unos besos que ya no eran con tanta dulzura y tranquilidad como al inicio, sino que ahora reflejaban la excitación y el deseo que ambos destinados sentían en ese momento.

Luego de unos cuantos besos más, el alfa se apartó para sacar de la bolsa un lubricante junto con un condón. Una vez se lo colocó y vertió una cantidad de lubricante en sus dedos, separó las piernas de su omega para abrirse paso hacia la entrada de este. Donde sin pensarlo dos veces, introdujo dos dedos en el interior haciendo que Horacio soltase un gemido.

— ¿Así? — le preguntó Viktor a su omega con una voz ronca al mismo tiempo que seguía penetrando con sus dedos y se acercaba al rostro de este para susurrarle al oído — ¿o no?

— M..as.. más... — le dijo en súplicas el omega mientras no podía evitar levantar sus caderas en busca de más contacto y seguía tirando de las esposas con cada embestida que este le hacía con sus largos dedos — joder... vik...tor... más...

— Como ordenes mi querido omega... — le respondió a milímetros de su oído para luego incrementar la velocidad haciendo que los gemidos de este incrementasen — ¿estás... estás listo? — le preguntó al cabo de unos segundos en los cuales se detuvo para que el menor pudiese recuperar el aliento.

— Siempre... siempre estoy listo... para ti — le respondió al mismo tiempo que intentaba recuperar su respiración pero le era imposible.

Volkov sonrió para luego estirarse hacia la mesilla de noche donde había colocado el lubricante para vertir un poco más, ahora en su miembro, puesto que a pesar de que no era necesario, no quería arriesgarse a lastimar a su amado. Una vez listo, levantó al omega y lo volteó aún con las esposas puestas, acomodándolo en cuatro para proceder a penetrarlo con su miembro haciendo que el omega volviese a gritar de placer.

— ¿Todo bien? — le preguntó antes de continuar y una vez obtuvo un asentimiento positivo por parte de este, prosiguió con sus embestidas.

Penetrando de manera rápida y profunda a su destinado el cual entre gemidos e intentos por sostenerse cómo podía con sus manos aún esposadas, no paraba de gemir por el placer que su alfa le estaba provocando. Al mismo tiempo que lo penetraba, el alfa recorría con su mano derecha la parte baja del omega hasta llegar a su miembro y comenzar a masturbarlo al mismo tiempo que incrementaba las embestidas haciendo que este se sintiese apunto de terminar.

— Joder Viktor... no... no aguanto... más... — le dijo en un hilo de voz mientras que la venda de sus ojos se le comenzaba a soltar por el movimiento.

— Pues... que... esperas Solntse... — le respondió el alfa al mismo tiempo que lo embestía con fuerzas y anudaba en su interior haciendo que el omega se corriese al mismo tiempo sobre la mano del alfa.

Volkov con cuidado tomó un paño que había dejado cerca para limpiar su mano y luego a Horacio. Con precaución se estiró para tomar las llaves de las esposas y poder liberar las manos de su destinado el cual lo primero que hizo fue terminar de retirarse la venda de los ojos, para luego dejarse mimar por el alfa que los acomodaba en la cama para comenzar a acariciarle las muñecas, que habían sido levemente lastimadas por los tirones que este había dado.

Una vez pudo salir del interior del omega, lo acomodó con cuidado y lo cubrió con una manta mientras recogía todo lo que había utilizado para finalmente volver junto a este y tomarlo en sus brazos para seguir mimándolo y acariciando su cuerpo.

— ¿Y bien? — le preguntó en un tono bajo Viktor puesto que no era necesario alzar mucho su voz para ser escuchado por el contrario — ¿disfrutaste o no?

— Joder y tanto que disfruté — le respondió con una risa mientras que levantaba su mirada para ver a este y unir sus labios en un tierno beso — ... pero... — comenzó a decir nuevamente al cabo de unos minutos cuando el alfa pensó que este se estaba quedando dormido — la próxima vez me tocará a mi experimentar contigo... mon amour.

Finalizó haciendo que el alfa se sonrojase para luego dejar un beso en la frente y proponerse a descansar. Sin duda alguna, tanto Volkov como Horacio habían disfrutado esta noche, pero el alfa no tenía idea de lo que le esperaría la próxima vez que tuviesen la casa solo para ellos.

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Lo prometido es deuda 🌚

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