Capitulo 6: Sentimientos
La noche había pasado y el alfa Viktor Volkov no había podido dormir. Su mente había seguido dando vueltas en todo lo que había pasado y en como su discusión con Horacio había llegado a tanto. Pasó la noche fuera de su casa, y había optado por no contestar las llamadas de sus compañeros, necesitaba ese tiempo para pensar y procesar todo lo que había sucedido.
"Es que enserio me ilusione con la idea de tener una hija, tener una hija con Horacio... una familia... Pero no, él había tenido una hija con otro sujeto...otro alfa..."
Pensaba el ruso mientras que reposaba en el asiento de su auto, la verdad es que había pasado la noche en este, dando vueltas por la ciudad. La realidad era que amaba a Horacio, y le jodia el hecho de haberse dado cuenta de esto una vez que este se marchase hace ya un año y medio. De verdad pensó que luego de lo que habían vivido ese mes juntos y que su relación se formalizara al punto de haberse enlazado...
— ¡Joder! — se quejó el alfa a la vez que golpeaba el volante de su auto.
Y es que de solo pensar en lo que había sucedido aquella vez y el ver ahora como habían "terminado" las cosas... le ponía en muy mal estado. Cuando vio a Horacio de nuevo pensó en que podrían retomar lo que tenían antes, el solo pensar en ese nivel de conexión al que llegó a alcanzar con el omega...
"Sin embargo algo dentro de mi me dice que algo aquí está raro, pero no... no debo seguir dándole cabeza a esto, ella no es mi hija... nunca voy a poder tener una familia... eso es cosa de los cuentos de hadas."
Se repetía esto último mientras que sus sentimientos lo traicionaban y le hacían recordar lo que había sucedido aquella vez... aquella noche en la que él y Horacio... se habían reclamado como suyos...
《Flashback》
Una semana, casi dos habían pasado ya desde que Volkov llegó a donde Horacio y comenzaron a convivir de nuevo. No podían mentir, la indiferencia que el Omega tenía con el Alfa desde que este apareció se había disminuido por no decir desaparecido en cuestión de dos días.
Como forma de auto protegerse, Horacio había optado por permanecer en su habitación y solo salir de esta para lo justo y necesario. Mientras que Volkov optó por ser paciente y quedarse en la sala de estar donde también dormía y pasaba todo el rato. Era muy rara la vez que intercambiaban palabras puesto que él Omega se rehusaba a mantener por mucho tiempo una conversación extensa. A la hora de comer cada uno se preparaba lo suyo, aunque en algunas ocasiones, comenzaron a dejarse comida de lo que cada uno hacía para que el otro no tuviese que prepárese nada. Pero esta mañana, ocurriría algo que ninguno de los dos tenía previsto.
Viktor Volkov se levantó al escuchar mucho ruido a su alrededor. Tomó asiento en el sofá para luego levantarse con pesadez y ver cómo Horacio movía muchas cosas por su habitación (la cual estaba entreabierta) y parecía estar peleando consigo mismo.
— ¿Horacio? — le llamó este mientras lo observaba desde el marco de la puerta pero el Omega parecía estar absorto en sus pensamientos y enfocado en lo que hacía.
Horacio seguía "buscando" entre sus cosas algo que hasta ahora desconocía. Iba sacando de su closet ropa y tirándola a la cama mientras que esta parecía estar acomodada de cierta forma muy...
— ¿Esas camisas son mías? — preguntó en voz alta sacando ahora si, al menor de su transe sin quererlo.
— Joder V — respondió el Omega un poco alterado por el susto que se había llevado — lamentó si te levante ¿necesitas algo?
— Yo... — comenzó a decir este mientras seguía inspeccionando el lugar y notó cómo el aroma del moreno recorría muy intensamente la habitación — ¿Que estás haciendo?
— ¿Yo? Solo estoy buscando... — comenzó a decir pero se detuvo al darse cuenta de que no sabía el qué — algo... estoy buscando algo que no encuentro y...
— Horacio... — lo interrumpió y se acercó a este — creo que estás haciendo... tu nido.
Horacio le dio la espalda al ruso para mirar su habitación y se dio cuenta de que este tenía razón, en su cama se encontraban sus sábanas, algunos cojines, ropa y ¿camisetas de Volkov?
— Mierda — se quejó el Omega, ahora todo tenía sentido. Desde hace unos días se había comenzado a sentir molesto y había perdido un poco su apetito... había entrado en celo.
— Tranquilo — se acercó a este Volkov — sé que esto es algo muy íntimo pero si lo consideras... puedo quedarme contigo... aquí.
— No no no — respondió el Omega — es muy arriesgado y no quiero...
— Se lo que quieres decir — le interrumpió — pero lo que importa ahora es que pases tu celo de buena manera, y si puedo apoyarte estando presente, me quedaré aquí — comenzó a tratar de convencerle — así podré cuidarte y asegurarme de que no te deshidrates y olvides tus comidas. Necesitarás el apoyo de alguien, sabes que no es bueno que pases solo por esto.
— ¿Que te hace pensar que tu presencia me ayudará? — le cuestionó mientras volvía a mirarlo.
— Bueno, no sé tú — comenzó a responder — pero veo algo de mi ropa en tu nido, porque si mi aroma te brinda un poco de tranquilidad, que mejor que tenerme a tu lado mientras tanto.
Volkov no era tonto, sabía a lo que se estaba arriesgando con esa propuesta, pero su alfa interior prácticamente le estaba suplicando que no se apartase del menor. Mientras que el Omega interior de Horacio se sentía alegre por el interés y la insistencia que el alfa demostraba en este momento por seguir a su lado. Además de que sabía que este tenía razón, iba a necesitar que alguien estuviese con él durante su celo y en esta ocasión no tenía a Alanna que era la que usualmente le hacía compañía.
Por lo que sin querer proseguir con la conversación, Horacio decidió darle la razón al alfa pero no verbalmente. Este solo salió de la habitación bajo la atenta mirada del ruso para tomar los cojines que había utilizado este como almohada y la manta con la que se había estado abrigando desde que llegó. Una vez con estas en mano, regresó a su habitación y tomó la mano de Volkov para guiarlo consigo hacia su nido sobre su cama.
Horacio pensó que podrían permanecer así, tranquilos mientras que su celo pasaba... y así fue durante los primeros dos días. Durante estos estuvieron abrazados y recostados en el nido del omega disfrutando de la compañía del otro mientras que a la vez Horacio hacía todo lo posible para que la excitación de su omega interior no tomase el control de la situación. Después de todo, sabía que todo esto que hacía Viktor, no era con las intenciones de ir más allá. Nunca le aclaró sus sentimientos y no pensaba que fuese a hacerlo ahora, mucho menos luego de que esté lo dejase y lo estuviese "rechazando" desde que el ruso llegó.
Ciertamente no contaban con que al tercer día del celo de Horacio, tuviesen que afrontar un "pequeño imprevisto". Durante los primeros dos días las oleadas del menor fueron muy leves lo cual no representó un problema para ambos. O eso fue lo que ellos pensaron.
Era la noche del tercer celo de Horacio, noche en la cual sus oleadas se habían comenzado a intensificar un poco, creándole mayor necesidad por estar tener una conexión sexual con el que este seguía considerando su alfa destinado, pero su sentido de respeto hacia este le hacía contenerse. Sin embargo quería apegarse más al calor del cuerpo que este le brindaba y fue cuando se percató de que el ruso no se encontraba junto a él.
— ¿Volkov? — le llamó preocupado mientras se ponía de pie — ¿V? — seguía llamando mientras seguía el fuerte aroma a vodka y almendras que se desprendía del cuarto de baño de su habitación — Volkov... ¿todo bien? — preguntó mientras tocaba la puerta.
— Horacio... — le respondió del otro lado — si si todo... bien...
— ¿Y qué haces? — le preguntó confundido — ¿estás seguro de que estás bien? Noto tu aroma muy... distinto...
Volkov no sabía cómo comunicarlo, se sentía avergonzado de haber permitido que algo así le pásese, después de todo el propósito de estar ahí con Horacio durante su celo era el poder ayudarlo, brindarte apoyo y asegurarse que este no se descuidase. Jamás pensó que esto provocaría que su celo se adelantase...
— Horacio yo... — soltó un suspiro — creo que... mi celo se adelantó...
— ¿Cómo dices? — le preguntó él Omega sorprendido.
— Si y... no creo que sea prudente que estemos juntos ahora... — siguió explicándose mientras usaba toda su fuerza de voluntad para no abrir la puerta y lanzarse sobre esta para besarlo — lo siento mucho yo... esta no era mi intención, jamás te hubiese propuesto quedarme contigo de haber sabido que mi celo se adelantaría de esta forma...
— Tú... celo se adelantó... ¿por mi? — quiso aclarar el Omega sorprendido recibiendo una respuesta positiva — eso significa que...
— Si Horacio — respondió el Alfa sabiendo lo que este quería saber realmente — es curioso porque, la realidad siempre estuvo frente a mis ojos, pero no fui capaz de aceptarla hasta que te fuiste...
— ¿Y de que... te diste cuenta? — siguió preguntando pues quería estar seguro de este estuviese claro de verdad.
— De que te quiero Horacio... — respondió luego de tomar aire — y mucho... se que he sido un cretino y un idiota durante todo este tiempo porque tú siempre has sido claro conmigo y me haz expresado tus sentimientos y respetado mi tiempo para pensar las cosas... pero fue algo automático... tan pronto te fuiste, esos primeros días que pase solo... me di cuenta de que te necesitaba a mi lado, que el no tenerte cerca de mí me dolía demasiado... — fue sincero mientras que de solo recordar esos momentos se entristecía — la plenitud y la satisfacción que me brindabas con tu presencia... se había ido. La pasé fatal y me recriminé por no haberme dado cuenta antes, una parte de mi me decía que si lo hubiese reconocido antes, tal vez no te hubieras ido y me hubieses dejado de esa manera... tal vez las cosas hubiesen sido diferentes pero yo no fui capaz de reconocerlo a tiempo...
— Vik... — le habló Horacio en un tono bajo mientras que colocaba su mano en puerta, recostaba su frente en esta y dejaba salir su aroma a chocolate negro y piña para reconfortar al alfa antes de hacer su pregunta — ¿De que... te diste cuenta..?
Volkov soltó un suspiro, jamás pensó que iba a abrirse de esta manera y mucho menos confesarle a Horacio sus sentimientos hacia él. Pero al mismo tiempo no se visualizaba teniendo esa conversación ni sintiendo algo así por alguien más...
— Me di cuenta Horacio — comenzó a responder — me di cuenta de que eres mi destinado... siempre has sido tú y... desearía haberme dado cuenta mucho antes...
— Abre la puerta Vik... — le pidió él Omega interrumpiéndolo.
— Horacio, no creo que sea...
— ¡Que abras la puerta Viktor! — le habló ahora en un tono un poco más elevado por la desesperación que este tenía.
El alfa tomó aire varías veces para luego finalmente cumplir con el pedido que este le había hecho. Abriendo la puerta para de inmediato recibir al omega el cual se lanzó hacia sus brazos mientras que algunas lágrimas se habían escapado de su rostro.
— Me has hecho la persona más feliz de este mundo — le dijo H separándose un poco para poder mirarlo a los ojos — había perdido las esperanzas de que... bueno... me fueses sincero de buena manera — soltó una risa.
— Ya tocaba devolverte un poco de la felicidad de la mucha que tú me has brindado durante todos estos años — le respondió mientras le secaba las lágrimas que quedaban en su rostro.
Horacio iba a responderle cuando sintió otra oleada que provocó que se alejase del alfa — Yo... comenzó a decir este — lo siento es que... por un momento olvidé mi celo — rió nervioso para luego sentir como el alfa lo abrazaba por la espalda haciendo que este se tranquilizase un poco — y se que dijiste que el que estamos juntos ahora no es lo mejor pero...
— Te entiendo, tranquilo — le respondió mientras lo abrazaba más fuerte y seguía conteniéndose por no hacer nada indebido — yo, no quiero lastimarte o hacerte algo que no quieras...
Dicho esto Horacio se volteó quedando frente a este con sus labios separados a escasos centímetros.
— ¿Y si...? — comenzó a decirle él Omega considerando ahora la otra opción que tenían ambos — ¿Y si lo hacemos..? Digo, los dos estamos... igual y... yo te sigo queriendo... nunca he dejado de hacerlo por lo que...
Fue cortado de su divagación por los labios del alfa que no habían podido contenerse más al estar tan cerca del otro. Siendo correspondido de inmediato. Comenzaron a besarse con desesperación mientras que sus lobos interiores se regocijaban de felicidad y plenitud al por fin obtener lo que tanto habían estado deseando.
De un momento a otro, Volkov acorraló al omega en la pared haciendo que Horacio abrazaba su cintura con sus piernas mientras que él alfa seguía besándole el cuello. Lo que aumentaba la nueva necesidad que este sentía por marcar al omega y proclamarlo finalmente como suyo. Las feromonas de ambos se iban esparciendo por todo a su alrededor. V bajo a Horacio de encima suyo para ambos comenzar a desvestir al otro de manera desesperada hasta que ambos quedaron en ropa interior.
— Espera... Horacio... — le habló entre jadeos — ¿Estás seguro de esto? — le preguntó Volkov usando toda su fuerza de voluntad para contenerse y asegurarse de no hacer nada que el Omega no quisiese.
— Nunca había estado... tan seguro de algo en mi vida — respondió el Omega de igual forma por la sobredosis de adrenalina que tenía en ese momento.
Dicho esto Volkov solo sonrió para luego volver a besarlo, pero esta vez de una manera mucho más intensa al mismo tiempo que metía su mano por el interior de la ropa interior de este para agarrar su miembro, acción que provocó que el Omega soltase un gemido. Gemido que hizo que él alfa sonriera para luego proseguir a recostar al menor sobre la cama y así facilitarle el poder recorrer su cuerpo al mismo tiempo que seguía masturbando el miembro del Omega.
Mientras tanto Horacio se sentía en las nubes, nunca se había sentido tan excitado en su vida. Nunca pensó que hacer el amor con su destinado pudiese brindarle tantas emociones al mismo tiempo. Por lo que en un intento por tomar el control quiso cambiar sus posiciones quedando ahora este sobre el alfa, permitiéndole recorrer con su lengua el camino desde su cuello hasta la entrepierna de este. Una vez ahí abajo, abrió su boca para introducir el miembro del alfa en ella. Comenzando un vaivén que estaba descolocando al ruso, provocando que éste tomase el cabello de Horacio con su mano para incrementar la rapidez de la felación.
— Si.. sigue así... — apenas pronunciaba Volkov al sentirse cada vez más satisfecho por las acciones del omega — Joder... ven acá — le indicó luego de unos segundos, separándolo de su miembro para retomar la posición que tenían antes — Harás que me corra y no pienso hacerlo... todavía...
Finalizó para comenzar a besar a el cuello del omega, su alfa interior le suplicaba que lo marcase, cada minuto que transcurría era más insistente y lo necesitaba más. Además de que lo que sentía por Horacio era mucho más que la adrenalina del momento, lo amaba y esperaba que este fuese el comienzo de una nueva etapa en sus vidas.
— Adelante... — le habló él Omega sacándolo de sus pensamientos — se lo que piensas... — prosiguió mientras trataba de normalizar un poco su respiración — y puedes hacerlo...
Volkov quería preguntarle si estaba seguro por completo de esto pero su alfa interior no perdió el tiempo al ver cómo él Omega acercaba su cuello a la boca de este lo que le facilitó cumplir con su objetivo y lograr morder el lado izquierdo del cuello de Horacio. Haciendo que este soltara un pequeño gemido que el ruso identificó como una señal de que le había dolido, y lo confirmó al mismo tiempo que sentía como Horacio enterraba sus uñas en sus brazos, devolviéndole un poco del dolor que este le había causado con la mordida pero que de igual forma no podía ser comparado.
Luego de terminar de realizar su marca en el cuello de este, no le dio oportunidad y cegado por su celo y la excitación del momento buscó la entrada del omega e introdujo un dedo en esta y comenzando unas leves estocadas, haciendo que el Horacio se comenzase a jadear con más prisa, al mismo tiempo que sentía como con su otra mano, el alfa volvía a masturbar su miembro.
— Vik... Viktor... — lo comenzó a llamar él omega entre gemidos y jadeos — entra ya... joder... por favor... te necesito dentro...
Petición que el alfa no pudo negarle por lo que retiró su dedo del interior de este, para en cuestión de segundos embestirlo con su miembro. Provocando que él Omega soltara un grito de placer y enterrara sus uñas en esta ocasión en la espalda de su ahora alfa.
Una vez dentro, el alfa comenzó a darle unas embestidas lentas pero profundas, haciendo que Horacio en busca de aumentar el ritmo, comenzase penetrandose así mismo y haciendo que el alfa jadease más fuerte. Por lo que para no perder el ritmo, este comenzó a embestirlo ahora con más fuerza y mayor rapidez, y mientras que los sonidos que sus cuerpos provocaban al unirse eran escuchados quizás por sus vecinos más cercanos. Estos seguían besándose y entregando todo de ellos el uno al otro.
— Vik... yo me... me voy a correr... — le informó él Omega a su alfa entre gemidos.
— Tendrás que esperar... por mi... — le respondió el alfa ahora tomando de la cintura al omega y penetrandolo con mayor ímpetud.
Lo que provocó que ambos se descontrolaran y se cegasen por todo el cúmulo de placer que llevaban satisfaciendo desde el inicio de la noche. No le tomó mucho tiempo más al alfa para poder anudar en el interior del omega, causando que este soltase un gemido y terminase de correrse al vez que Volkov (aun en el interior de H) se dejase caer sobre su omega.
— ¿Estas... bien? — le preguntó el ruso a su ahora omega mientras que miraba la mordida que le había hecho hace unos minutos atrás.
— Si... — respondió tratando de recuperar el aliento — estoy... de maravilla... — dijo para luego abrazar a su alfa con cuidado de no moverse mucho para no lastimarse.
Así permanecieron hasta que el alfa pudo retirarse del interior de este, para luego acomodarse nuevamente en la cama entre los brazos del otro.
— Ven... — le habló Volkov mientras que se acercaba nuevamente al área de la mordida para en esta ocasión proceder a lamerle y así ayudarle a aliviar un poco el dolor que él mismo había causado — ¿mejor? — preguntó una vez finalizó.
— ... Te amo Viktor... — simplemente respondió el Omega para luego esconder su cabeza en el pecho de este y acomodarse mejor.
— Я тоже тебя люблю... мой милый омега — respondió en un tono bajo para luego besar la cabeza de este y cerrar sus ojos para quedar dormido nuevamente en los brazos de su querido omega.
《Fin del Flashback》
Volkov finalizó el paseo por sus recuerdos cuando nuevamente escuchó su teléfono soñar, cansado de que siguieran insistiendo, lo tomó para responder de mala manera.
— ¿Qué cojones quieren? — preguntó sin haber mirado quién era la persona que estaba del otro lado.
— Tranquilo V — le habló Parker — lamentó seguir insistiendo, pero además de que estábamos preocupado por usted, hemos recibido una llamada con posible información de lo que sucedió en casa de la señorita Maia con Horacio el día de ayer.
— 10-4 nos vemos en la sede en 10 minutos — indicó para luego cortar la llamada y miró su reloj — 10:28... genial... — dijo ahora para si mismo al percatarse de todo el tiempo que había pasado recordando.
Y sin decir nada más, encendió el auto para dirigirse a la sede donde esperaba que sus amigo y agentes no lo estuviesen engañando para hacerlo ir hasta allá. Después de todo, se trataba de un tema serio que ponía en riesgo la vida de un completo y... su cachorro que no era su hija... a pesar de todo lo que habían vivido, esa niña seguía siendo la hija de un alfa más...
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Les ha molao' o que? 🤭
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