Capitulo 15: Comunicación

Horacio estaba en su habitación tratando de hacer que su hija se durmiera mientras que sollozaba. Ya todos sabían la verdad, él... sabía la verdad, y eso era lo que más le preocupaba al omega...

— Horacio... — se escuchó que llamaban a su puerta — ¡Horacio abre la puerta!

El omega lo pensó, sabía que Volkov estaba molesto y no lo podía juzgar, le había mentido respecto a su hija... pero ahora era el momento de hablar, de hablar y afrontar las consecuencias de sus actos; así que colocó a su hija ya calmada en su cuna y fue hasta la puerta para dejar pasar... a su alfa.

— ¿Por qué me mentiste? — preguntó entrando molesto.

— No grites — le dijo pidió en un tono bajo y miro a la pequeña dormida.

— Tenemos que hablar — siguió insistiendo en un tono serio mientras lo tomaba del brazo.

— Aquí no... — terminó accediendo mientras se soltaba del agarre de este, aún sin mirarlo a los ojos.

— Ahora Horacio — le repitió y este no tuvo más remedio que salir al pasillo para evitar que su hija se volviese a alterar.

— Eres un mentiroso — le comenzó a recriminar él alfa — No puedo creer que en más de un año no fuiste capaz de llamarme y decirme que tenía una hija... — le comenzó a recriminar molesto.

Mientras que Horacio sentia como sus ojos volvían a llenarse de lágrimas, sabía que esa conversación sería difícil, pero no habían pasado ni cinco minutos y ya sentía un nudo en su garganta.

— ¡Contéstame, Horacio! – Volkov seguía hablándole pero en su voz se escuchaba que estaba dolido — ¿Por qué lo hiciste?

—¡Tenía miedo! — le gritó como respuesta en medio de su desesperación — Tenía miedo...

— ¿Miedo? — cuestionó confundido V — ¿miedo de qué?

— Miedo a todo — comenzó a decir mientras las lágrimas caían por sus ojos — miedo a que algo malo le pasase, miedo a como reaccionasen todos... miedo a que esto pasará — confesó.

— Tarde o temprano me lo tenías que decir — le dijo mientras se acercaba a este pero el omega retrocedía. 

— ¡Es mi hija! — le confronto Horacio.

— ¡También es mía! — le gritó de vuelta Volkov.

— No estuviste ahí — interrumpió el omega – pasé esos nueve meses solo, el día de su nacimiento solo, los primeros cuatro meses de su vida YO SOLO.

— Porque quisiste — le dijo molesto — sabes que si me lo hubieses dicho, lo habría dejado todo para estar con ustedes — intentó acercarse nuevamente — ¿Y por qué no fuiste a buscarme? Si me lo hubieses dicho... — intentó explicarse pero este lo interrumpió.

— Volkov... tú dejaste muy en claro que no tenías ningún motivo para quedarte — lo miró a los ojos — ¿Cómo pretendías que me apareciese de nuevo por tu vida luego de eso? ¿Qué querías? ¿Qué viniese hasta acá, llegase a la sede y decirte "hey que vamos a ser padres" — habló sarcástico.

— Horacio... sobre eso... — intentó explicar pero el omega seguía hablando ahora en un tono más calmado.

— Cuando me enteré, días más tarde de que me dejaras... Me puse feliz ¿Sabes?, iba a ser padre, iba a tener la familia que siempre anhelé... pero tú no estabas a mi lado para poder completarla.

— ¿Entonces porque me mentiste cuando te pregunté si ella era mi hija?

— Lo hice porque no supe cómo reaccionar — le dijo entre lágrimas — estaba nervioso, me estabas gritando y las cosas no habían terminado bien entre nosotros...

— Tienes que entenderme... — comenzó para luego tomar aire — Horacio hay algo que tienes que saber — dijo ganándose la completa atención de este — yo no quería marcharme... no quería terminar de esa forma, lo que recién estábamos formando, pero no tuve otra opción.

— ¿Cómo que no tuviste otra opción? — lo interrumpió el omega confundido mientras que el alfa sólo soltaba un suspiro.

— No lo sabía... al igual que tú no lo sabías, pero con tu padre aquí descubrí muchas cosas... — comenzó a explicarse — resulta que el motivo del cual yo me marche fue el mismo por el que tú te fuiste antes... cuando volví a Los Santos que Blake se mejoró, había una carta en mi despacho... una carta de "tu padre" amenazándome con que si no me alejaba de ti... te iba a lastimar, te iba a hacer daño y yo no... no podía permitir que eso pasase, jamás me lo perdonaría...

— Y... ¿qué decía... esa carta?

— Tenía que hacer que me despreciases... que me odiaras, que no quisieras volver a verme para que así no quisieras volver a saber de mi...

— Pues ya ves que bien lo hiciste... — le habló un poco dolido al recordar aquella discusión.

— El punto es que yo no quise eso — continuó Volkov — yo no pienso nada de lo que te dije esa vez, si te marqué e hice todo lo que hice... fue porque quería que siguiésemos juntos, que estuviésemos juntos...

— Entonces ¿por culpa de mi padre es que... todo esto paso? — se acercó Horacio a su alfa pero este le interrumpió.

— No... — respondió dejando confundido por completo al omega — no puedo creer lo que voy a decir, pero tu padre no es el culpable de nada... se apareció poco antes de que te rescatáramos, el fue quien nos dio la ubicación de donde te tenían retenido porque a el también lo mantuvieron secuestrado... por casi dos años. Madison y Philips lo utilizaron para que pensaras que era el quien te estaba amenazando y así ellos no mancharse las manos... le hicieron escribir esas cartas con el propósito de alejarte de todos para que cuando ellos terminasen de hacer, no sé qué tipo de experimento con tu padre... hacerlos también contigo...

— Pero — lo interrumpió el omega — ¿Cómo estas tan seguro de que eso es verdad?

— Mientras estabas en el hospital... — comenzó a responder — lo investigué por mi cuenta y... si quieres luego te muestro todo para que me creas pero...

— Te creo — interrumpió el omega — yo... te creo... — iba a seguir hablando pero en eso se escuchó el llanto de su hija haciendo que ambos volteasen a mirarse — debería de entrar...

— También es mi hija... — le dijo el cuándo el omega se disponía a entrar a su cuarto. Por lo que Horacio sin ánimos de causar otra discusión, lo dejó pasar para luego tomar a su hija en brazos.

— Ya mi amor...  — le dijo a su hija mientras la abrazaba — todo está bien...

Volkov por su parte se quedó observando a Horacio con Lucy en brazos. Él se había perdido de cuatro meses de su vida y de todo el proceso por el que Horacio paso durante esos nueve meses que esperaba por la llegada de la pequeña... había perdido mucho tiempo con los dos... Por lo que sin decir más, solo se acercó a y la pequeña al ver a su padre extendió sus brazos hacia él, dejando a Horacio sorprendido.

— ¿Cómo? — preguntó intrigado mientras que Volkov la tomaba de sus brazos.

— Creo que ella siempre supo quién era yo... — le dijo él mientras sonreía al tener a su hija en brazos.

— ¿A qué te refieres? — preguntó el omega aún confundido.

— Cuando no estabas, ella sólo dejaba de llorar estando conmigo — confesó dejándolo más sorprendido — desde el instante en el que la tuve en mis brazos por primera vez siempre supo que yo era su padre...

Horacio sonrió, sabía que no podía negarle a Volkov estar con Lucia... ya no más... él era su padre y lo que pasó entre ellos no tenía por qué interferir en la relación entre su alfa y la pequeña.

— Viktor/Horacio... — dijeron ambos al mismo tiempo.

— Perdón — le dijo el omega tomando rápidamente la palabra — nunca debí haberte mentido...

— Y yo nunca debí de haberte dejado... — le interrumpió el Volkov — sin importar las amenazas, sin importar nada... debí quedarme a tu lado...

— Lo mismo podría decir yo — dijo soltando una pequeña risa — yo... lo siento... de verdad...

— Los dos cometimos errores...

— Pero ya no más ¿no? — le preguntó Horacio con ilusión en sus ojos.

— No Horacio — le respondió mientras que con su mano libre se acercaba al omega — ya no más... — afirmó quedando ambos envueltos en un abrazo con su pequeña en medio.

— ¿Estamos bien? — preguntó Volkov luego de unos minutos de silencio en el cual no pudieron haberse sentido más completos y feliz que nunca.

— Si... — le respondió Horacio mientras peinando el cabello de su hija con sus dedos y seguía con su cabeza recostada en el pecho de Volkov — por ahora sí... — dijo mientras levantaba su cabeza para verlo y darle un beso en la mejilla — estamos bien...

Finalizó para luego volver a recostarse en el pecho de este y ver cómo su hija sonreía. Al igual que ella, tanto él como su omega interior se sentían en casa... sentía que por fin luego de tanto, podrían ser felices... como una verdadera familia.

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No tienen idea de la cantidad de sentimientos que tengo ahora mismo 🥺 he amado demasiado escribir esta historia ❤️
En unos días subiré el epílogo 💖

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