Capitulo 11: Visita Inesperada

En Casa de Maia Luego del Interrogatorio

Todos se encontraban reunidos en la sala de estar de casa de Maia. Blake, Parker y Volkov recién llegaban luego de que este último le sacase toda la información necesaria al sujeto.

— Entonces ¿Ya saben donde está el tío H? — preguntó Gaia.

— Tenemos una teoría — comenzó a decir Volkov — el rehén nos dijo quien es la persona que está detrás de todo esto, pero no tiene sentido.

— No me importa si tiene sentido o no, debemos ir por mi hermano — dijo Maia molesta pero se controló al recordar que tenía a su sobrina en brazos.

— Y estoy totalmente de acuerdo — respondió Volkov — Horacio lleva muchos días con ellos, y... — se detuvo al recordar todo el sufrimiento por el que él Omega había estado pasando esos días.

— Y no vamos a perder el tiempo — finalizó Parker — Pero primero debemos asegurarnos, tenemos que estar seguros de arriesgarnos.

— Tiene un punto — reconoció Blake.

— ¿Entonces nos vamos a quedar aquí sin hacer nada? — preguntó Maia molesta — Tenemos que hacer algo ¡Ahora!

En eso llegaron Alanna y Jota, la omega tenía una expresión en su rostro diferente, era una mezcla de tristeza, sorpresa y algo más, pero cuando Parker iba a preguntarle que sucedía Jota lo interrumpió.

— ¿Que sucede? — preguntó a los presentes mientras que este tomaba asiento junto a Blake al igual que Alanna.

— Sabemos quién tiene al tío H — respondió Gaia impidiendo que Parker preguntara porque Alanna se veía de esa forma.

— Aún no estamos seguros — corrigió rápidamente Parker.

— No importa ¿Quién demonios lo tiene? — preguntó Alanna.

— Seguimos esperando a que el ruso nos diga de una vez por todas — respondió Maia — aunque no creo que haga mucha falta preguntar, esto es claramente obra de mi padre, se los había dicho antes — finalizó entregándole a Lucía a Gaia.

— Según nuestro lo que dijo el sujeto... — comenzó Volkov luego de soltar un suspiro — el responsable de todo esto es Abraham Philips... pero eso no tiene sentido porque...

— No puede ser... — interrumpió Maia — si... que tiene sentido.

— ¿Que quieres decir hija? — preguntó Charlotte quien había permanecido callada, pero atenta a toda la conversación.

Maia estaba a punto de responder cuando escucharon un auto ingresar al patio de la casa.

— ¿Qué ha sido eso? — preguntó Volkov mientras que sacaba su arma.

— Alguien acaba de llegar... — dijo Jota mientras se ponía de pie junto a su alfa.

— No entiendo — habló Maia — aquí estamos todos ¿esperaban a alguien?

— No/Si — respondieron todos menos Jota.

— ¿Tienes algo que decir? — le cuestionó Alanna volteando a ver a su amigo el cual se había puesto nervioso.

— No hay tiempo — interrumpió Volkov — Blake, Parker — los llamo y estos caminaron hacia afuera junto a su jefe atentos y con armas en manos.

— Gaia, Madre — les dijo Maia — Vayan al cuarto y no salgan por favor — les indicó y estas hicieron caso mientras que ingresaban a la habitación junto con la pequeña Lucía.

Mientras tanto, Volkov y los otros salieron se la casa solo para sorprenderse al ver a la persona que parecía saber que estos saldrían y estaba a la espera.

— Pero... — dijo Blake confundido pero se detuvo al ver el celaje de Volkov pasar por su lado para derribar a la persona que tenían en frente — ¡Volkov!

— ¿Que coño haces aquí? — preguntó V mientras sujetaba al otro del cuello de su camisa — ¿Cómo te atreves a dar la cara luego de toda la mierda que has causado?

— Que alegría verte a ti también Ruso — respondió con una sonrisa sarcástica — ¿Que te parece si me sueltas y hablamos adentro más tranquilos?

— ¿Que haces aquí... Padre? — preguntó Maia parada en el marco de la puerta.

— Joder... — comenzó a responder Andrés — Podrían por lo menos fingir alegría por verme.

— La alegría la sentiré yo cuando termine contigo — respondió Volkov molesto mientras levantaba a este bruscamente del suelo — Tienes que tener los cojones bien grandes para atreverte a venir acá luego de todo lo que haz hecho.

— Justamente por eso viene — respondió haciendo caso omiso a las amenazas de Volkov.

— ¿A que te refieres? — le cuestionó Maia interesada ahora.

— ¿Podrían al menos... invitarme a pasar? — preguntó pasando de V y mirando a su hija.

— Parker — salió Jota llamando a este e ignorando toda la situación — Alanna se puso mal otra vez...

— Vayamos dentro... — dijo Maia pues así podrían estar centrados en que su padre no tuviese algunos hombres observándolos.

Volkov no estaba muy de acuerdo con eso, pero al final terminó defiendo mientras que esposaba a Andrés para luego escoltarlo hasta dentro de la casa donde estaba Alanna con Parker y Jota quienes habían vuelto a ingresar.

— Habla antes de que me arrepienta — le ordenó Volkov arrojándolo con brusquedad al sofá.

— Joder... — comenzó a decir este — ya se que estás triste por que no está mi hijo pero tampoco debes desquitarte con los demás.

— ¿Qué sabes de Horacio? — le cuestionó enojado el alfa.

— Se que a diferencia de lo que ustedes pensaban... yo no soy el responsable detrás de todo esto — reveló dejando confundidos a los demás — incluso, aunque no me crean, los responsables me mantuvieron secuestrado por un largo tiempo, justo como están haciendo ahora con Horacio.

— ¿Y quienes son según tú? — le cuestionó Volkov queriendo saber si los nombres coincidían — ¿Y desde cuando exactamente es que dijiste que te mantuvieron secuestrado?

— Los verdaderos responsables aquí son Philips y Madison — confesó — supongo que ambos — miró a su hija y a Volkov — saben quienes son y entienden lo que están buscando.

— Pensé que la estúpida de Madison ya había muerto — dijo Maia llena de odio.

— Y contestando a tu otra pregunta, ruso... — se dirigió ahora al otro alfa — me habían retenido por casi dos años, poco tiempo después de que tuvimos el gusto de conocernos.

— ¡No! — interrumpió este — eso es imposible... tú...

— No fui yo Ruso — dijo sabiendo a lo que este se refería — me usaron para hacerlo, pero no fui yo... en ningún momento.

— Eso no puede... — iba a seguir refutando hasta que escucharon el llanto de Lucía inundar la habitación.

— ¿Eso es un cachorro? — preguntó Andrés confundido pero no obtuvo respuesta.

— Lamento interrumpir — habló Gaia la cual traía a la pequeña en brazos — es que está muy inquieta y no logro hacer que se calme...

— Yo me encargo... — le dijo Volkov mientras tomaba a Lucía y esta de inmediato comenzó a tranquilizarse.

— ¿Alguno de ustedes me puede explicar? — volvió a preguntar Andrés un poco molesto porque lo seguían ignorando.

— Muchas cosas — se limitó a responder Maia sin siquiera dirigirle la mirada.

— Debe tener hambre... — dijo Alanna para luego intentar ponerse de pie para pasarle a V el biberón de Lucía que habían dejado sobre la mesa pero de inmediato se mareó y volvió a tomar asiento — creo que... mejor me quedo aquí sentada.

— Vamos a lo hospital — le dijo Parker ya cansado porque este se hubiese estado negando — no es normal que estes así...

— Estoy bien — respondió sin darle mucha importancia — solo debo descansar un poco.

Volkov camino hacia donde la omega para tomar el biberón y comenzar a alimentar a la pequeña la cual solamente tenía sueño. Mientras tanto Jota le hablaba a Blake al oído y este tenía una cara de confusión. Al mismo tiempo Parker y Gaia estaban con Alanna y Charlotte recién salía de la habitación.

— ¿Andrés? — le llamó esta y no pudo evitar ilusionarse un poco al verlo.

— Charlotte... — dijo este en un tono suave pero de inmediato Maia le cortó.

— Ten cuidado con lo que digas — le habló en un tono que solo este pudo escuchar.

— Ya ha pasado mucho tiempo ¿no? — le preguntó a la omega mientras que esta se acercaba a él y era observada por su hija.

— Creo que si — soltó una risa Charlotte — no recuerdo bien cundo fue la última vez pero... si, ha pasado mucho tiempo.

— Regreso en unos minutos — indicó Volkov mientras caminaba hacia la habitación de H para poder poner a la pequeña a dormir.

Volkov no mentía, de verdad debía ir a poner a Lucía a dormir, y no lo lograría mientras estuviesen todos los demás hablando a su alrededor. Pero también quería tomarse unos minutos para procesar todo la información que había obtenido ese día.

Y es que si el padre de Horacio decía la verdad... las cosas habían sido diferente a cómo este se le plantearon antes, tal vez aun tenía una oportunidad... solo necesitaba encontrar a Horacio y traerlo sano y salvo.

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Capítulo cortito pero necesario. Ya estamos entrando a la recta final de la historia 🤍

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