Capítulo 6

Me quedé loca ante la pregunta de mi hijo. Mi cabeza daba demasiadas vueltas, ¿Debo mentirle para no herirlo? ¿O le digo la verdad?

Peter no es un niño normal, a pesar de que tiene 6 años, se comporta más maduro que Bruno en situaciones serias.

-Mamá- dijo chascando los dedos delante de mi cara y yo reaccioné

-Perdón enano- tomé aire -Mira Peter, voy a contarte esto porque eres un niño demasiado maduro y eres el mayor... tú papá y yo sí nos vamos a separar- no me contuve más y comencé a llorar -Perdóname hijo, perdóname- lo abracé con todas mis fuerzas

-Mami, tranquila- me correspondió al abrazo -Mi hermanita se puede poner mal- besó mi vientre -No tienes nada de que pedirme perdón, respetaré tu decisión, créeme, no te odio, ya que sé que tú quieres lo mejor para nosotros y sobre todo para que tú vivas tranquila, y no te preocupes por mi hermana, ella no entenderá ahora, pero en el futuro puede que sí, yo la cuidaré siempre mami, yo soy el nuevo hombre de la casa y prometo cuidarte a ti, a Pauleth y a Romina

¿Ven a lo que me refería con que es muy maduro?

-Gracias Peter, te amo como no tienes idea- lo abracé y él comenzó a llorar -Escúchame, a pesar de todo lo que está pasando, quiero que seas un niño muy fuerte y siempre feliz, ¿Sí?- asintió con la cabeza -Tranquilo mi amor, todo estará bien

Después de varios minutos, Peter y yo nos calmamos, es más, se había quedado dormido en mis brazos, lo amarqué y lo llevé a una de las habitaciones.

-Descansa mi amor- lo besé y salí de la casa, a mi trabajo, la tienda de ropa de Urbana

*****

-Hola nena, ¿Qué te trae por aquí?- me preguntó Urbana cuando entré -Hoy no te toca trabajar

-Es que...- contuve mis lágrimas -necesito consuelo- dije ya llorando

-¿Por qué?- dijo sorprendida y se me acercó

-Bruno y yo nos vamos a divorciar- dije con un pequeño hilo de voz y rompí en llanto en sus brazos

-¡¿En serio?!- exclamó -Pero, ¿Qué pasó entre ustedes dos?

Comencé a contarle con todo detalle, las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos y mi corazón se destrozaba con cada palabra.

-Ay nena, pero, ¿Tú quieres esto?- no dije nada, solo tenía la mirada clavada en el suelo -Ese silencio lo dice todo, entonces, ¿Por qué hacerlo si tú no quieres?

-Simplemente porque yo demostré demasiado mi cariño y amor a Bruno, pero él nunca los valoró, no merezco alguien como él

-Jamás creí que la pareja perfecta se separaría

Sollocé.

-Tranquila nena- me abrazó -¿En dónde estás viviendo?

-En la casa de su hermana, Presley

-Mmm, pero no deberías hacerlo

-¿Por?- pregunté

-Si tú quieres olvidar a Bruno, no puedes vivir con una persona que sabes que es algo de tu ex

-Tienes razón, pero el problema es que no tengo a dónde ir

-¿Has pensado en tu madre?- me preguntó

-Es mi madrastra, no mi madre, y aparte, ¡Allá ni loca!- exclamé

-¿Y tu hermana?

-No he hablado con ella durante años, pero lo intentaré

-¿Sabes dónde vive?- asentí con la cabeza

-Hoy en la noche la llamo- una lágrima rodó por mi mejilla

Jamás creí que dejaría a Bruno solo.

Varios minutos después, seguíamos conversando. En todo ese tiempo, tomé una gran decisión.

-Urbana, ¿Puedo decirte algo?- le pregunté

-Claro linda- suspiré

-Me duele en el alma, pero bueno, renuncio- dije cabizbaja

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

-Por lo que me dijiste, debo alejarme de todo lo que me recuerde a Bruno

-¿Y nuestra amistad?

-Perdóname Urbi- la abrace fuerte y ambas comenzamos a llorar

-Te voy a extrañar mucho boba

-Yo más pelirroja

-Lo bueno es que es por tu bien, sé feliz hermosa, gracias por todo, te quiero muchísimo

-Yo te quiero más mejor amiga- dejé de abrazarla -Bueno, adiós

-Adiós enana- me mandó un beso y salí de ahí

Bruno solía llamarte "enana"- me dijo mi conciencia

Mientras iba caminando, me percaté de algo, estaba en el puente que Bruno y yo solíamos ir cuando estábamos en la universidad. Corrí desesperadamente mientras lloraba como loca.

Ese era nuestro lugar especial, deseo tanto volver a esa época.

Comencé a pensar: Si nunca hubiera regresado con Bruno después de su primera traición, ahora no estuviera así.

Nada de esto hubiera ocurrido.

No tuviera hijos, solo a Natalie.

No me hubiera accidentado.

Tuviera una buena relación con mi madre, bueno madrastra.

Maldita sea, Bruno siempre fue el culpable de mi sufrimiento.

Llegué llorando a la casa de Presley, al entrar, me di cuenta de que no había nadie, pues mejor.

Subí a la habitación de mis hijos, ambos dormían abrazados como angelitos; tomé mi celular para así poder marcarle a mi hermana.

Con manos temblorosas, digité un número, lo miré varias veces para estar segura de que no era el número equivocado.

-¿Aló?- dijo al contestar

-Ehhh... ¿Emilia?

-Emm sí, con la misma- dijo confundida -¿Departe de quién ?- preguntó, pero me quedé callada, estaba tan nerviosa que no me salían las palabras de la boca y me olvidé lo que me había memorizado para decírselo -¿Hola? ¿Quién es?

-Soy tu hermana, Emilia

-¡¡¡¿________?!!!

Cap aburrido, lo sé :/ bai

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