Capitulo 31: Luz

La luz de la mañana se filtraba entre las cortinas de mi habitación, una claridad suave y tibia que contrastaba con la oscuridad de mis pensamientos. Había pasado la noche fuera, lejos de todos, caminando bajo la lluvia hasta que mis pies no pudieron más. El dolor en mi pecho seguía ahí, pero esta vez, no me ahogaba. Sabía que necesitaba dejar de aferrarme a las sombras del pasado, aunque mi cuerpo y mi mente me gritaban lo contrario.

Me desperté tarde, mucho más tarde de lo habitual. El reloj de la pared marcaba ya las 11:00 a.m. y, a pesar de todo lo que había pasado, mi primer impulso fue levantarme de la cama, aunque mi cuerpo estuviera pidiendo a gritos descanso. Había algo dentro de mí que se negaba a sucumbir a la tristeza, algo que me impulsaba a seguir adelante. ¿Por qué lo hacía? ¿Qué me mantenía en movimiento, a pesar de la tormenta interna que seguía rugiendo en mi pecho?

El sol se alzaba tímidamente en el horizonte, pero mi mente seguía atrapada en los mismos pensamientos, esos que nunca parecían tener fin. ¿Por qué había llegado hasta aquí? ¿Por qué mi corazón no podía dejar ir lo que sentía por Itachi, a pesar de todo el daño que había causado?

El día anterior, había hecho una promesa a mí mismo: que ya no seguiría su juego, que ya no permitiría que me arrastrara nuevamente hacia su mundo de mentiras y medias verdades. Pero, como siempre, cuando pensaba que finalmente había tomado el control, algo sucedía, y las sombras de su presencia volvían a acecharme.

Me vestí con indiferencia, el sonido de la lluvia de la noche anterior aún resonando en mi mente, como si el mundo exterior estuviera reflejando el caos que sentía dentro. Cuando bajé al comedor, la casa estaba en un silencio incómodo. No había nadie en la sala, pero una parte de mí ya sabía dónde encontrar a Itachi.

Lo encontré en el jardín, parado junto a los árboles, mirando al horizonte. Algo en su postura me hizo detenerme, como si hubiera algo más que las palabras no podían transmitir. Cuando me vio, su expresión no cambió, pero sus ojos se encontraron con los míos, y fue como si el mundo se hubiera detenido por un momento. No había odio, no había amor, solo una quietud, una tensión que llenaba el espacio entre nosotros.

Mi respiración se aceleró sin razón aparente. El aire frío de la mañana me envolvió, pero no sentía nada. Solo lo observaba, sin saber qué decir. El último encuentro entre nosotros había sido doloroso, y aunque había intentado alejarme, sabía que no podía evitar que nuestros caminos se cruzaran una vez más.

-Sasuke... -dijo Itachi, su voz suave pero firme. - Necesito hablar contigo.

Mi cuerpo se tensó, pero no dije nada. No tenía ganas de escuchar sus explicaciones ni sus disculpas vacías. Ya lo había oído todo antes. Pero por alguna razón, mis pies me llevaron hasta donde él estaba, como si el magnetismo de su presencia fuera más fuerte que mi voluntad de evitarlo.

-¿De qué quieres hablar? -pregunté, mi tono frío, casi desinteresado.

Itachi dio un paso hacia mí, su mirada fija en la mía, como si estuviera buscando algo en mis ojos. Algo que no podía ver o quizás nunca había querido ver.

-Lo siento, Sasuke. De verdad lo siento -dijo, sus palabras llenas de una sinceridad que me descolocó.

El sonido de su voz resonó en mi cabeza, y por un momento, me encontré perdiendo el control. ¿Qué significaban esas palabras? ¿Acaso podía ser cierto que Itachi sentía algo por mí? Las dudas se agolparon en mi mente, pero me forcé a mantener la calma. "No más."

-Lo siento no basta -respondí con firmeza, aunque mi voz temblaba ligeramente. - Ya no basta, Itachi.

La distancia entre nosotros se hizo más palpable. Podía sentir la tensión en el aire, como si estuviéramos a punto de estallar en cualquier momento. Pero, al mismo tiempo, había una extraña sensación de paz en mi interior, una sensación de que, por fin, comenzaba a liberarme del peso de la culpa y la confusión.

Itachi suspiró, y por un momento, pareció perder la compostura. Era como si él también estuviera luchando contra algo, algo más grande que ambos. Pero, al final, se quedó en silencio, mirándome con una mezcla de frustración y tristeza.

"No sé si realmente entiendes lo que has hecho," pensé, pero no lo dije en voz alta. No quería más confrontaciones, no quería más palabras vacías.

-Ya basta, Itachi. -Mis palabras fueron tajantes. - Ya no quiero jugar a este juego.

Me di la vuelta para irme, pero antes de que pudiera dar más de un paso, sentí su mano sobre mi hombro, deteniéndome. La presión de su toque no era agresiva, pero sí estaba cargada de algo que no pude identificar.

-No quiero que te vayas -dijo Itachi, su voz más baja esta vez, casi rota. - No quiero perderte, Sasuke.

El mundo pareció detenerse una vez más. Las palabras de Itachi se quedaron flotando en el aire entre nosotros, pero no pude decidir si eran sinceras o solo una más de sus manipulaciones. ¿Por qué me decía eso ahora, cuando ya había causado tanto daño?

Sin girarme para mirarlo, dejé que el aire frío de la mañana envolviera mi rostro. "No más." Ese era el pensamiento que ocupaba mi mente.

-Ya es demasiado tarde -murmuré, sin girarme a verlo.

Y con esas palabras, caminé hacia dentro de la casa, sin mirar atrás. Sabía que estaba tomando la decisión correcta, que ya era hora de dejar atrás todo lo que me había estado lastimando. Pero también sabía que, a pesar de todo, no sería fácil. La sombra de Itachi seguiría persiguiéndome, pero ahora estaba dispuesto a enfrentarla, a dejarla atrás.

La puerta de la casa se cerró con un suave golpe detrás de mí, y aunque el silencio era pesado, no me sentí solo. El camino hacia mi propia paz aún sería largo, pero por fin había comenzado

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top