En la escuela para Oliver estaba en clase realizando sus notas, pero ahí nunca puede estar tranquilo ya que sus compañeros a escondidas del profesor le lanzaban bolas de papel con horribles mensajes.

"Eres un marica"

"Nadie te quiere"

"Eres feo"

"Eres horrible"

Estos eran algunos de los insultos que recibía diariamente de los cuales no podía responder porque sabía que se llegaba abrir la boca, pues sus abusadores terminarían dejándolo casi muerto ante los golpes que le darían y al mismo tiempo sus padres estarían enojados con él por no haberse defendido mientras que también lo castigarían horriblemente, por eso tenía que quedarse callado ya que era la única opción que tenía.

Oliver estaba realizando sus apuntes en su pupitre mientras que se agachaba más en su lugar para no llamar la atención de nadie. Además, estaba un poco ansioso por el hecho en que se encontraba en la última clase y en ello quería volver a casa para luego encerrarse en su habitación, porque quería estar a salvo de todo.

Unos momentos después la campana había sonado y en eso Oliver comenzó a guardar sus cosas en su mochila para luego poder salir del aula rápidamente.

Ahora se encontraba caminando hacia casa y pues lo hacía lentamente mientras que tenía la mirada al suelo porque de verdad no quería voltear por ningún lado, ya que él tenía la sensación de como una presa se encuentra a merced de cualquier depredador y pensaba que al momento de hacer el primer contacto visual provocaría llamar su atención para después llegar atacarlo, por eso siempre se mantenía oculto ante todo...ya no quería dolor.

Oliver estaba por llegar a casa, pero en eso escucha las risas de los niños que estaban jugando en el parque más cercano y veía como se divertían como siempre, pero hubo un momento del cual le provoco un poco de celos y también tristeza porque vio como un niño se había raspado la rodilla y en eso llega su mama para luego curarlo y darle un beso en la frente para que se calmara. Ante la imagen, Oliver estaba sintiendo la necesidad de hacer un berrinche por el hecho de que él nunca tuvo un lindo trato por parte de su madre, ya que cuando él se raspaba, recordaba cuando ella lo jalaba bien feo del brazo y lo tumbaba al baño mientras que le gritaba que se limpiara solo la herida porque según ella él ya estaba grande.

Oliver entro a la casa y solo subió a su habitación sin importar si sus padres estaban o no porque de verdad no se encontraba en condiciones de poder estar con alguien, porque de verdad sentía unas inmensas ganas de llorar y sobre todo de querer gritar.

Poniéndole seguro no solo a la habitación, sino que también que se encerró en el baño que tenía ahí junto con el oso de peluche y fue ahí donde el exploto porque solo se recostó sobre la puerta y se dejó caer mientras de ahí soltaba fuerte sollozos y gritos de tristeza, de dolor y sobre todo de tanta frustración, porque no podía tener el amor, el cariño, ni amistad y hasta incluso pensaba que no merecía nada de eso.

Se sentía pequeño, vulnerable, frágil y sobre todo débil porque enserio las ganas de vivir de desvanecían a cada momento que pasaba en su vida, y trataba de ser positivo ante todo esto, pero era difícil por el ambiente y la sociedad en la que vivía...Solo el deseaba sentirse a salvo y que pudiera ser feliz, pero al parecer ese deseo posiblemente es que jamás llegue a ser realidad.

Ya varias horas de haber llorado, Oliver estaba oculto entre sus rodillas y abrazaba el peluche con fuerza mientras soltaba hipidos, pero temblaba demasiado no solo por el frio sino por el miedo que sentía constantemente. Ya cuando se había calmado un poco, pues saco su celular y vio que eran cerca de las nueve de la noche, así que lentamente salió del baño para irse a ponerse un pijama e irse a dormir porque de verdad no tenía energías hoy.

Ya cambiado solo se fue a recostar en su cama mientras que abrazaba el oso y dejar que sus ojos cerraran para al menos pudiera vivir un momento de paz esta noche, ya que, si lo necesita, pero todo el tiempo Oliver deseaba poder dormir y jamás despertar porque estando así ya no sufría.