Capítulo 17
¡Por fin!
Espero les guste el final y el Bingjiu :3
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Lao Gongzhu abrió lentamente los ojos en confusión. Todo estaba borroso, pero sabía que debía estar en un lugar húmedo y frío.
Trató de tallarse los ojos, notando que no podía mover sus brazos.
¡Estaba atado!
Sus ojos se abrieron de par en par, pensando que debía estar soñando, pues se encontraba en el mismo lugar donde había mantenido a Xie Yan, atado con cable vinculante.
El sonido de la cortina de agua lo hace mirar a la entrada y lo que ve, o más bien, a quien ve, lo hace sudar frío. Su cuerpo temblando incontrolablemente.
"Oh~," Tianlang-Jun sonríe de oreja a oreja, "Había pensado en formas distintas para despertarte, pero veo ya no será necesario."
Los ojos del demonio celestial estaban en forma de luna, dejando ver lo feliz que se sentía.
"No... ¡NO! ¡Imposible!" Lao Gongzhu trató de alejarse de Tianlang-Jun hasta que llegó a la orilla de la plataforma, cayendo por poco, "¡Ayúdenme!"
"Grita todo lo que quieras. Solo somos nosotros dos," Tianlang-Jun se detiene en sus pasos, disfrutando de las expresiones en el asqueroso rostro del viejo bastardo.
Lao Gongzhu sabía que no le esperaba nada bueno con el demonio celestial, así que, como el cobarde que es, decide lanzarse al agua ácida.
"No, no, no," Tianlang-Jun lo evita fácilmente, arrojándolo de vuelta al centro de la plataforma, mientras pretende regañarlo como si fuese un niño pequeño portándose mal. "No morirás hoy, y probablemente no lo hagas en mucho tiempo."
Tianlang-Jun posó su rodilla sobre el pecho de Lao Gongzhu quien trataba de liberarse en vano, sin percatarse del momento en que el demonio celestial abre una herida en la palma de su mano.
Tomó el rostro de Lao Gongzhu con una mano, apretándole la mandíbula para forzarlo abrirla.
"Di aah~," Lao Gongzhu sintió el sabor metálico de la sangre en su boca.
Sabía los efectos de ésta, por lo que trató de escupirla, pero fue inútil.
"Sabes, estaba a punto de darte de mi sangre mientras estabas inconsciente, pero—" Tianlang-Jun estaba disfrutando cada segundo, "en verdad quería ver esa expresión en tu rostro tras darte de mi sangre, por lo que le pedí a Xie Yan que te sanara."
En cuanto terminó de dar su sangre a Lao Gongzhu, lo primero que hizo Tianlang-Jun fue atravesarle el pecho para tomar su corazón entre sus garras. Aquel grito resonando en la prisión de agua era música para los oídos de Tianlang-Jun.
Con la sangre demoniaca, evitó que Lao Gongzhu muriera o perdiera la conciencia.
"Vamos a divertirnos mucho," declara felizmente Tianlang-Jun.
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Había pasado un año desde que el mundo de la cultivación había sucumbido ante los demonios.
Luo Binghe siendo proclamado como el nuevo gobernante.
Las sectas cayeron, siendo Cang Qiong la única aún en pie. Algunos discípulos tomando el mando de las sectas. Gongyi Xiao uniéndose a los discípulos de Shen Jiu para ayudarles con la secta, dejando atrás los colores dorados para reemplazarlos con los verdes.
Los señores de cumbre fueron encerrados en la prisión de agua, con excepción de los señores de Bai Zhan, Cang Qiao, An Ding y Qing Jing, por obvias razones.
Fueron muy pocos los cultivadores que aceptaron quedar bajo el mando de Luo Binghe, cuando en medio de la batalla dejaron al descubierto los crímenes del maestro del palacio. No porque no les creyeran, siendo unos cuantos que acusaron de mentirosos a Shen Jiu y Yusheng, sino por su naturaleza demoniaca.
Yue Qingyuan no podía creerlo, gritando como un desquiciado, acusando a Xie Yan de llenar la cabeza de su Xiao Jiu con engaños.
Shen Jiu contó su verdad, expuso las mentiras y aun así su Qi-ge no creía en él. No tenía caso seguir tratando de convencerle y, siendo honestos, no le importaba.
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"Baba~," la melodiosa voz de Yingying lo traen de vuelta al presente, "Ya terminé." Dice alegremente.
Shen Jiu se mira al espejo.
Ning Yingying le había aplicado una leve capa de maquillaje que resaltaba aún más el verde de sus ojos fénix y el rosa de los labios. Su cabello arreglado de forma sencilla, con algunos adornos.
Shen Jiu no pudo evitar pensar si así se verían sus shimeis vestidas de novias.
Ning Yingying lo abraza por atrás, mirándole por medio del espejo con una enorme sonrisa
"Baba se ve hermoso~" las palabras de Yingying provocan un leve sonrojo en el rostro de Shen Jiu, así como una pequeña sonrisa.
Knock knock knock
Alguien toca la puerta.
Ning Yingying va a abrirla enseguida, "¡Shūshu!" Una mano acaricia la cabeza de la joven discípula que no dejaba de sonreír. "Baba ya está listo."
"Muy bien," dice Yusheng, "Quisiera hablar con A-Yin un momento a solas."
"Por supuesto," Ning Yingying le da un último abrazo a Shen Jiu antes de salir de la habitación, dejando a los hermanos solos.
Yusheng se acerca a Shen Jiu, quedando detrás de él. Admirando el trabajo de Yingying a través del espejo.
"Quien lo diría," Yusheng inclina la cabeza levemente sin dejar de mirar a Shen Jiu tiernamente, posando la mano sobre el hombro de su didi. "Nuestros hermanos tenían razón."
Shen Jiu le mira un poco, mientras posa la mano sobre la de su Da-ge, "¿Sobre qué?"
"¿No lo recuerdas?" con la mano libre, Yusheng toma el rojo velo que se encontraba a un lado de Shen Jiu, "Nuo y Ai, te vestían de novia. Exclamando que cuando fueras adulto serías la novia más hermosa de todas, para que luego Park interrumpiera su juego. Regañándolas por vestirte como una niña y al final decir que nadie sería lo suficientemente bueno para casarse contigo."
Shen Jiu rio ante el recuerdo. "Me pregunto qué pensaría Er-ge de Luo Binghe..."
"Probablemente lo odiaría," dice Yusheng con tono burlón, "pero al ver lo feliz que eres a su lado, lo aceptaría a regañadientes. Aunque si consideramos lo mucho que admiraba a Tianlang-Jun, quizá lo vería como la mejor opción para ti."
"Recuerdo que Er-ge había dicho que en cuanto pudiera dejar la casa, quería ir a vivir con Junshang y aprender más de la cultura demoniaca."
Yusheng acomodó el rojo velo sobre cabeza de Shen Jiu y antes de que el velo cubriese el rostro de su didi, este se levantó para luego abrazarle con fuerza.
"Aun siento que en cualquier momento despertaré en la cumbre Qing Jing," Shen Jiu trató de no presionar su rostro contra el pecho de Yusheng para no arruinar el maquillaje, "tengo miedo de un día despertar y que tú ni Binghe estén ahí... Todo esto es demasiado bueno para ser cierto..."
Yusheng aparta un poco a Shen Jiu. Acuna el rostro de su didi entre sus manos, antes de pellizcar sin previo aviso las mejillas provocando que este exclamara un '¡AUH!'
"¡Da-ge!" Shen Jiu gimoteó.
Yusheng rio levemente, "no estás soñando. Todo es real. Aquí estoy para atestiguar el momento en que unas lazos con Luo Binghe, viéndote radiante en tus rojas túnicas."
*
Si alguien le hubiera dicho a Shen Jiu hace algunos años, antes de aquella desviación de Qi, que se terminaría casando con su discípulo, les habría escupido en la cara, no por semejante declaración sino porque ¿quién querría pasar el resto de su vida con una basura como él?
Sin embargo, aquí estaba, a lado de Luo Binghe haciendo las tres reverencias.
Para Yusheng también le era difícil creer lo que estaba atestiguando por aquellos años viviendo en aquel infierno. Los años creyendo que su Baozi había muerto, pero estaba vivo. Lo tenía enfrente, irradiando felicidad.
Shang Qinghua lloraba de felicidad mientras Mobei-Jun le pasaba pañuelos para limpiar sus lágrimas y mocos. Una muy leve sonrisa dibujándose en el rostro del demonio de hielo, quien recordaba aquellos momentos cuando conoció a Shen Jiu siendo un niño.
Xie Yan sintiéndose un poco fuera de lugar.
Ya se había hecho a la idea de que Shen Jiu y Yusheng le odiarían una vez se enterasen de su relación con Lao Gongzhu. Que tuvo oportunidad de matarle más no lo hizo.
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"No había manera de saber que este bastardo haría tales atrocidades. Mucho menos adivinar que también vendría a estas tierras. Nada de esto es tu culpa, Zuxian."
Le dijo Shen Jiu poco después de haber ganado aquella batalla. Luego le abrazó fuertemente, agradeciéndole nuevamente por haber cuidado de su Da-ge. A su vez que expresaba su deseo que Xie Yan siguiera formando parte de sus vidas.
No necesitó que le convencieran, pues ahora también tenía a alguien que arriesgó todo por estar con él y en ese momento, presenciando aquella linda boda, Liu Qingge se encontraba a su lado, rozando sus dedos de vez en cuando.
Liu Mingyuan estaba encantada de tenerlo como parte de la familia. Aunque Xie Yan no entendía por qué en ocasiones ella los miraba intensamente, para luego escribir frenéticamente. Una acción que también hacía después de observar a Luo Binghe y Shen Jiu.
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Ya en el banquete, todos conversaban, reían. Humanos y demonios conviviendo pacíficamente.
Nadie lo notó, pero Luo Binghe estaba bastante nervioso conforme el tiempo pasaba. Cada vez más cerca del momento en que pasaría la noche con su shizun preguntándose si sería capaz de complacerle como era debido.
*
"¡No te preocupes!" asegura Tianlang-Jun mientras rodea su cuello con un brazo, "Solo recuerda lo que te enseñé y los ejemplos en los libros. No olvides el lubricante. MUCHO lubricante."
De verdad su padre no tenía vergüenza al hablarle de las diferentes posturas. Aquellos puntos que terminarían haciendo que Shen Jiu gritara de placer.
Era incómodo hablar de ello, pero si todos esos consejos le ayudaban a servir de la mejor manera a su shizun, habrá valido la pena pasar por aquellos bochornosos momentos.
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Luo Binghe se encuentra parado enfrente de la puerta a sus habitaciones, tratando de juntar el valor para por fin entrar.
Una vez dentro, ve a Shen Jiu sentado en la orilla de la cama, pacientemente esperándolo. El velo aun cubriendo su rostro. Manos juntas sorbe su regazo apretándose levemente entre sí.
Su shizun también estaba nervioso. En especial, tras escuchar el sonido de la puerta abriéndose y los pasos de su bestia que lentamente se acercaba a él.
Antes de levantar el velo, Luo Binghe se arrodilla frente a su shizun para luego tomar aquellas delicadas manos entre las suyas y lentamente acercarlas a sus labios, besándolas con ternura.
Abraza a Shen Jiu por la cintura, restregando su rostro contra su regazo. Su shizun pasando sus dedos por su esponjoso cabello, mientras escuchaba cómo la respiración de este iba en aumento. Expectante por lo que estaba a punto de suceder.
"Shizun~," ronronea Luo Binghe antes de retirar el velo, dejando ver aquel rostro sonrojado cuyos ojos fénix miraban con cierta molestia.
"¿Cuántas veces... debo decirte dejes de llamarme así?" casi podría verse un leve puchero en el rostro de Shen Jiu.
Luo Binghe no puede evitar reír al ver cómo Shen Jiu trataba de regañarle, pero solo había conseguido verse aún más tierno, provocándole un deseo de tomar aquel lindo rostro entre sus manos y besar aquellos rosados labios, como muchas otras veces, lo cual terminó haciendo.
Aquel beso no duró más que unos segundos, antes de que Luo Binghe se alejara un poco, ofreciendo sus manos a Shen Jiu para ayudarle a levantarse, mientras le decía 'Shizun siempre será shizun, así como este Binghe siempre será su Bestia.'
Con cuidado, retira las pocas joyas que adornaban el cabello de Shen Jiu, sintiendo como si estuviese desenvolviendo un regalo. Saboreando cada momento.
Shen Jiu movía sus ojos de un lado a otro, incapaz de sostenerle la mirada a Luo Binghe por mucho tiempo, mientras su bestia se encontraba en la tarea de retirarle aquellos adornos, pasando luego al cinturón y comenzar a retirarle las rojas túnicas.
Shen Jiu sabía que debía hacer lo mismo por su ahora esposo... Ayudarle a desvestirle, pero no podía moverse. Su cuerpo negándose a obedecerle.
A pesar de los años, era difícil no evocar aquellos momentos vividos en la casa Qiu.
Luo Binghe se dio cuenta cómo el cuerpo de Shen Jiu comenzaba a tensarse, entendiendo el por qué, pues no había olvidado aquellas noches de pesadillas. Su mini shizun gritando en medio de la noche, con lágrimas en los ojos, rogando para que se detuvieran.
"Este Binghe puede esperar si shizun no está listo," Luo Binghe posó sus manos en la cintura de Shen Jiu, masajeándolo con sus pulgares.
Los ojos jade finalmente le miraron con decisión.
Shen Jiu le abrazo por el cuello, acercando sus labios al oído de Luo Binghe, susurrándole, estoy listo', pero Luo Binghe podía sentir su cuerpo aun tenso. Los brazos que le rodeaban temblando levemente.
"Ayúdame Binghe," continuó Shen Jiu susurrándole al oído, "ayúdame a reemplazar aquellos malos recuerdos con tus toques, tus caricias, tus besos..."
Con esto dicho, Luo Binghe volvió a besar a Shen Jiu, antes de acomodarlo de espaldas sobre la cama. Sus lenguas luchando por ser la dominante. Luo Binghe ganando como siempre, dejando a Shen Jiu sin aliento, su rostro completamente sonrojado hasta el cuello.
Luo Binghe sabía lo primero que tenía que hacer y era que Shen Jiu se relajara.
Pasó a besar tiernamente la frente de Shen Jiu, luego sus ojos, su naríz. Nuevamente los labios para luego darle varios besos como pajarito en la mandíbula, antes de pasar al cuello.
Shen Jiu jadeo de sorpresa cuando Luo Binghe le mordió sin previo aviso, para luego lamer el área abusada, mientras con una mano apartaba la túnica interior de su shizun, dejando al descubierto su pecho que subía y bajaba con rapidez, y aquellas dos tentadoras frutas rojas completamente erectas.
Cuando el medio demonio pasó a morder aquellos lindos pezones, Shen Jiu arqueó su espalda, dejando salir un delicioso gemido de sus labios.
Luo Binghe pasó a darle el mismo trato al otro fruto que clamaba por su atención, haciendo un camino de saliva que unía ambos pezones que terminaron hinchados y rojos por los abusos de aquella traviesa boca.
Shen Jiu comenzó a sentir cómo sus pantalones comenzaban a apretarle.
Luo Binghe comenzó a bajar, besando cada parte de aquella lechosa piel que se enrojecía con sus tratos.
Los sonidos que salían de los labios de su shizun le embriagaban y mandaban una sensación cálida a su entrepierna.
Podía sentir su miembro palpitar, deseando salir de aquel confinamiento que eran sus pantalones, pero estaba dispuesto a ser paciente. Primero debía complacer a su shizun.
Luo Binghe se retiró un poco, deteniéndose solo un momento para contemplar a Shen Jiu, quien, al notarlo, cubrió su rostro con el antebrazo, incapaz de decir palabra alguna, para que su bestia dejara de mirarle con aquellos ojos de cachorro.
El medio demonio rio por lo bajo antes de llevar sus manos a los pantalones de Shen Jiu, para luego retirarlos con delicadeza y lanzarlos al suelo como si le hubiesen ofendido.
Luo Binghe sintió saliva acumularse en su boca, la cual tragó con fuerza. El pilar de su shizun completamente erecto y rosado. Presemen saliendo de la hendidura.
Shen Jiu tembló levemente al sentir la brisa rosar su miembro. Luo Binghe lo notó, decidiendo que ya se había embriagado lo suficiente, quemando aquella imagen de su shizun en sus recuerdos y bueno... no es como si no fuese a volver a ver a su shizun tan expuesto, pero era su primera noche juntos. Era un momento especial para ambos y quería guardar cada detalle en sus recuerdos.
Luo Binghe tomó el delgado tobillo de Shen Jiu, besándolo por la parte interior. Subiendo de apoco, saboreando cada parte de aquella suave piel hasta llegar a aquel pilar que parecía esperarle.
Tomó con cuidado aquel miembro, pasando su lengua por aquel orificio, saboreando el presemen que ya había comenzado a escurrir, ganándose más gemidos que Shen Jiu no pudo contener.
Luo Binghe sintiéndose orgulloso de sí mismo al ser capaz de provocar aquellos adorables sonidos que eran solo para él y nadie más.
Shen Jiu arqueó aún más la espalda. Sus manos posándose en aquella esponjosa melena al sentir su miembro en aquella cavidad cálida y húmeda.
Aquellos dedos encajándose en su cuero cabelludo, provocándole un poco de dolor, excitaban aún más al medio demonio que saboreaba aquel lindo pilar, succionándolo mientras movía su cabeza de arriba abajo, para luego liberar aquel miembro en un ¡Pop! Y volver a repetir aquella acción.
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Shen Jiu apretó con fuerzas las sábanas debajo de él mientras deja salir un fuerte gemido tras haber llegado a su orgasmo. Luo Binghe tomando todo de él en su boca, tragándola sin derramar una sola gota.
El cuerpo de Shen Jiu completamente relajado. Aquella tensión desapareciendo por completo. Su miembro flácido dejando la boca de su esposo que le da un beso antes de ir tras los labios de su shizun dejando que este sienta su propio sabor.
Luo Binghe se levantó un momento de la cama para despojarse de todas sus ropas. Luego va a la mesita de noche para de ella sacar un vial antes de volver a la cama, posándose entre las piernas de su shizun quien respiraba agitadamente.
Shen Jiu se levantó un poco, contemplando el cuerpo de su bestia. Sus ojos agrandándose al ver lo que estaba entre las piernas de su bestia, orgullosamente erguido.
Luo Binghe pudo ver la preocupación en los ojos de su shizun. Era entendible pues sabía que su miembro era más grande que el promedio por ser un medio demonio, entendiendo por qué su padre insistió en tener una cantidad exagerada de lubricante a su vez que le recordó que podía usar los parásitos tras haberle dado su sangre a Shen Jiu, para que su cuerpo se adapte mejor a su enorme tamaño.
"Shizun no tiene por qué preocuparse," dice Luo Binghe después de besarle, "Este Binghe le promete que todo lo que sentirá será placer."
Aquellas palabras saliendo con total seguridad, mientras recordaba lo aprendido con su padre y aquellos libros amarillos que Liu Mingyuan le había recomendado.
Shen Jiu volvió a recostarse, abriendo aún más sus largas piernas, dejando ver que se sentía avergonzado al ofrecerse de esa manera
"Se gentil... Bing-gege."
El corazón de Luo Binghe se paró por instantes al ser llamado de aquella manera después de años. Shen Jiu cubriéndose el rostro con ambas manos, incrédulo de lo que acababa de decir.
La verdad era que extrañaba referirse a su bestia de esa manera y en el calor del momento no pudo contenerse.
Luo Binghe sonrió antes de decir, "Este Bing-gege lo promete, Xiao-Yin," mientras esparce el lubricante en sus dedos con los que empezó masajear la apretada y rosada entrada de su shizun quien jadeo de sorpresa tras sentir aquel frío líquido.
Pero esa sensación no duró más que unos instantes. La calidez no tardó en volverle a invadir.
Cuando el primer dedo entró, se sintió extraño.
A pesar de todo, la sensación debería ser un tanto familiar, pero no fue así. La intrusión era extraña, pero placentera.
Luo Binghe toma con su mano libre el flácido miembro de su shizun, distrayéndolo cuando inserta el segundo dedo.
Un tercer dedo entró, luego el cuarto. Shen Jiu sintiendo abrir su entrada y sabía que no sería suficiente. El pilar de Luo Binghe era demasiado grande, pero estaba completamente dispuesto a entregarse a su bestia.
Luo Binghe tomó una almohada, acomodándola por debajo de Shen Jiu quien le rodeo con sus largas piernas la cintura.
Habiendo acomodado su enorme pilar en la rosada entrada, Luo Binghe mira a su shizun como si buscara su aprobación, la cual consiguió cuando Shen Jiu asintió levemente.
La cabeza de aquella monstruosidad comenzó a abrir la estrecha entrada de Shen Jiu quien llevó su cabeza hacia atrás, dejando salir un grito de dolor.
Luo Binghe hizo uso de sus parásitos, relajando inmediatamente el cuerpo de Shen Jiu, disminuyendo el dolor. Ayudándole a adaptarse al enorme tamaño.
Pasaron un par de minutos hasta que Luo Binghe estaba completamente dentro, provocando un visible bulto en el vientre de Shen Jiu, el cual acarició tiernamente, mientras esperaba a que su shizun se acostumbrara al tamaño.
Shen Jiu respiraba pesadamente. Esto no era en nada parecido a sus experiencias anteriores. No solo porque Luo Binghe trataba cada parte de su ser con delicadeza, sino porque ¡ERA JODIDAMENTE ENORME!
El medio demonio hacía un enorme esfuerzo para no empezar a moverse bruscamente. Quería arremeter contra su shizun, ver como su miembro se movía a través de su vientre, pero debía aguantar. Prometió ser gentil y eso hará.
Luo Binghe acercó su rostro al de Shen Jiu para besarle por milésima vez.
"Voy a moverme, shizun," dice entre jadeos.
Nuevamente, la única respuesta por parte de Shen Jiu es un leve movimiento de cabeza.
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Los movimientos fueron lentos. Luo Binghe trataba de encontrar aquel dulce punto que haría que su shizun viera estrellas.
Shen Jiu le abrazaba fuertemente, encajándole sus uñas en la amplia espalda de su bestia que parecía encantado. Todo un masoquista su Bestia.
La velocidad de sus embestidas fue aumentando.
Shen Jiu gimió sonoramente, "¡Ahí! ¡Bing-gege!"
¿¡Acaso su shizun no sabía lo que le provocaba al llamarle de esa manera!?
Oh quizá ese era el punto. Provocarlo aún más, en especial tras haber encontrado aquel dulce punto el cual atacó sin piedad.
Luo Binghe tomó a Shen Jiu, para sentarlo en su regazo, entrando aún más en la estrecha entrada. Shen Jiu siendo ya un desastre de gemidos. Completamente entregado al placer, exigiendo fuera más rápido. Luo Binghe obviamente cumpliendo sus demandas.
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Finalmente, ambos llegando al climax.
El semen de Shen Jiu esparciéndose en el abdomen de ambos. Luo Binghe dejando salir todo dentro de su shizun. Semen escurriéndose por la orilla de aquella abusada entrada.
Mantuvieron aquella posición por unos minutos.
Shen Jiu apoyando su rostro en el cuenco del cuello de Luo Binghe quien masajeaba su espalda baja y debes en cuando pellizcaba cariñosamente sus glúteos.
Luo Binghe iba a acomodar a su shizun en la cama, para acurrucarse uno al lado del otro, pero Shen Jiu aumentó su agarre.
La forma en que Shen Jiu le miró, le recordó cuando su mini shizun le pedía preparara unos dulces.
"Quiero más... Bing-gege."
Con aquella linda expresión, ¿cómo podría Luo Binghe resistirse?
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Aquí la feliz pareja :D
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Y este porque quería que se viera la cinturita de Shen Jiu :3
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