Capítulo 11
Sigo viva :P
Tuve un bloqueo... de hecho aun ando con bloqueos, pero logré escribir el capítulo
creo que estamos cerca del final O_OAAA que nervios!!!
Espero les guste n_n
------------------------------------------------------------------------
"Ya han tomado varios pueblos."
Los cultivadores de las grandes sectas se veían obviamente preocupados ante la situación. El ejército del nuevo demonio el cual aún desconocían su identidad había conquistado gran parte del Reino demoniaco, así como los pueblos humanos que se encontraban en la frontera.
"Envié a nuestros espías a hacer un reconocimiento, pero—" informa Chang Hua, uno de los ancianos de Huan Hua, "—ninguno ha regresado..."
Murmullos entre los cultivadores resonaron en la sala.
"Discípulo Ming Fan, ¿tiene algo que decir?"
Muchos cuestionaron al líder de secta Yue Qingyuan por traer a un mero discípulo en lugar del señor de cumbre de Qing Jing, provocando en Lao Gongzhu una mueca de desagrado.
Ming Fan trató de no dejarse intimidar ante todas aquellas miradas que sentía le perforaban. "Lo más lógico sería pensar que tomaron los pueblos humanos como puntos estratégicos. Una ruta segura hacia el Reino Humano, por lo que podemos asumir que se están preparando para un ataque."
"¿Este discípulo aconseja que pongamos cultivadores a acampar cerca de los pueblos?" Yue Qingyuan trataba de hablar de tal forma para que Ming Fan se sintiera cómodo. Era lo menos que podía hacer tras ponerle aquel peso sobre sus hombros.
"Recomendaría vigías. Es demasiado obvio y quizá estén esperando que actuemos así terminando por atacar desde otro ángulo." Ming Fan se deja ver pensativo, sosteniendo con los dedos su barbilla.
Al final, Ming Fan aconsejó prepararse para un ataque inminente. Que, de ellos lanzar el primer golpe, podría ser una trampa para dejar las sectas vulnerables, tomando en consideración el cómo han actuado estos días.
Ming Fan también aconsejó reunirse con las pequeñas sectas para que ellas estén a cargo de proteger los pueblos más vulnerables.
.
Decidieron seguir los consejos del joven discípulo a pesar de su escepticismo, ya que no tenían mejores ideas. El joven discípulo, por otro lado, estaba haciendo un enorme esfuerzo para no vacilar y salir corriendo de la habitación
Yue Qingyuan relajó sus hombros. Estaba nervioso, pero a pesar de las malas caras, Ming Fan fue capaz de hablar con la mayor calma posible sin necesidad de que él interviniera.
Luego sus ojos se agrandaron al sentir que algo se había roto en su mano. Cuando lo abrió, el talismán que llevaba estaba roto a la mitad. Aquello significaba una cosa...
La barrera que rodeaba Qing Jing ya no estaba.
Yue Qingyuan se levantó abruptamente de su asiento. "Lo lamento, pero algo ocurrió en la secta. Debemos regresar."
Sin dar más explicaciones, salió inmediatamente ignorando los llamados de sus hermanos marciales que lo siguieron preguntando '¿Qué había pasado?'
.
.
Voló lo más rápido que pudo en su espada, rogando que Shen Qingqiu siguiera en su cumbre. Recordándose a si mismo que Liu Qingge también se encontraba en la secta.
Quien sea que haya logrado derribar la barrera, su Liu-shidi debió haber logrado detenerlos o echarlos.
...
Pero qué equivocado estaba...
Liu Qingge esperó a las afueras de la casita de bambú, divisando la llegada de su líder de secta a quien apenas pudo sostenerle la mirada, debido a la vergüenza que sentía, no solo porque había permitido que Shen Qingqiu se fuera, sino por lo que había sucedido con aquel hombre de negro, Xie Yan.
Yue Qingyuan tuvo un mal presentimiento.
Ignorando a Liu Qingge, paso de lado, directo a la casita de bambú, pero al no ver a Shen Qingqiu por ningún lado, comenzó a entrar en pánico.
Salió corriendo directo hacia Liu Qingge a quien tomó por los hombros exigiéndole saber '¿¡Dónde está Xiao-Jiu!?'
"¡Zhangmen-shixiong!"
Nadie estaba acostumbrado a ver tal reacción por parte de su líder de secta quien siempre mostraba una actitud calmada acompañada de una sonrisa.
Yue Qingyuan sabía que debía controlarse, pero... su Xiao-Jiu...
Al final, se calmó lo mejor que pudo mientras llenaba sus pulmones de aire que luego dejaba salir lentamente y soltaba los hombros de Liu Qingge.
"Liu-shidi," apenas pudo ocultar el temblor en su voz, pero fallando en esconder la preocupación en sus ojos. "¿Qué sucedió? Cuéntanos todo..."
Liu Qingge tardó un poco en encontrar su voz antes de hablarles sobre cómo el hombre le había hecho algo que no recordaba. Todo le era difuso. Cuando cobró la conciencia, se encontraba dentro de la casita de bambú, sentado al lado de Xie Yan y Shen Qingqiu enfrente.
Reveló la historia que escuchó de Shen Qingqiu, dando sentido del por qué cuando volvió a ser niño, temía de los cultivadores. Su familia había sido asesinada por ellos. Además, que aquel hombre de blanco era su Da-ge a quien creía muerto.
Todos estaban horrorizados al escuchar que, siendo tan pequeño, su shixiong había presenciado la muerte de su madre y hermanas.
"Entonces... aquellas hierbas son—" Mu Qingfang recordó la reacción que tuvo Shen Qingqiu cuando había tratado de tomar muestras de aquellas hiervas. Ahora tenía aún más sentido que antes.
Qi Qingqi no pudo evitar derramar unas lágrimas. "¿Por qué no nos dijo nada?"
"Porque pensó que asumiríamos que estaba relacionado con los asesinatos..." Liu Qingge apretó los puños. Shen Qingqiu tenía razón de desconfiar de ellos. "Después de cómo los juzgamos en el pasado y además se le encerró en su cumbre..."
"Y ese hombre ¿Qué tiene que ver con él? ¿Por qué se lo llevó?" Yue Qingyuan preguntó con algo de desesperación.
Liu Qingge negó con la cabeza. "Solo sé que encontró al Da-ge de shixiong dormido en las ruinas donde los vimos por 1ra y última vez. Lo ha estado cuidando desde entonces. En cuanto a por qué se lo llevó supongo para que Shen-shixiong pueda estar con su hermano, por ello se fue con él din dudar."
"¿No lo forzó?" Yue Qingyuan no quería creer que su Xiao-Jiu se había ido por voluntad propia.
"¿Qué necesidad habría de ello?" cuestionó Mu Qingfang. "De estar en el lugar de shixiong habría hecho lo mismo. Irme con la persona que cuida de mi hermano a quien creía muerto."
"Lo entiendo, pero si esta con ellos será considerado traidor por apoyar a los asesinos." We Qingwei parecía preocupado por ello, a su vez que podrían acusarlos también de estar protegiendo a los asesinos.
"Quizá deberíamos investigar más del asunto. Ese hombre dijo que solo habían matado a los involucrados de la masacre y el abuso al Da-ge de shixiong." Liu Qingge por alguna razón, no dudaba de las palabras de Xie Yan.
"¿Cómo puedes estar seguro de que dijo la verdad?" Yue Qingyuan miró con duda a Liu Qingge. "Él te manipuló de alguna manera. Por ello, aquella información que dio no puede ser confiable."
"Quizá ni siquiera viste a Shen Qingqiu irse por voluntad propia." Agregó Qi Qingqiu. "Solo viste lo que él quiso que vieras."
"¿Una ilusión?" Aunque hubo un momento de duda, Liu Qingge estaba convencido de lo que vio y escuchó. "¿Y si no fue así?"
"¿Enserio crees que cultivadores matarían una familia solo porque sí?" Yue Qingyuan miró severamente a Liu Qingge.
"S-Shen-shixiong lo dijo, no aquel hombre..." Liu Qingge titubeó un poco.
"No creo que haya duda de ello, Zhangmen-shixiong" Mu Qingfang se interpuso entre Yue y Liu. "Recordemos su reacción cuando se volvió niño, así como sus palabras sobre que todos los cultivadores eran malos."
"Pero ¿de las grandes sectas?" Wei Qingwei también parecía incrédulo. "Les daría el beneficio de la duda si fueran cultivadores errantes o demoniacos, pero han matado de Huan Hua, el templo Zhao Hua, Tian Yi..."
"¿Y si tuvieron algo que ver?" Liu Qingge siguió cuestionando. "¿Cómo podemos estar seguros de que no estuvieron involucrados? ¿Solo porque forman parte de grandes sectas? Eso no nos detuvo para pensar lo peor de Shen-shixiong aun siendo nuestro hermano marcial... ni siquiera a ti, Zhangmen-shixiong."
Con ello, Liu Qingge respondió a la mirada sospechosa de Yue Qingyuan con una acusadora. Sabía que su líder creía que aun en ese momento estaba siendo manipulado, pero él estaba seguro de que no era el caso.
Se podía sentir la tensión aumentar entre los dos cultivadores.
"¡EHEM!" Qi Qingqi llamó la atención de sus dos hermanos marciales que parecía que en cualquier momento se sacarían los ojos. "Zhangmen-shixiong ¿cómo anunciaremos la ida de Shen-shixiong de la secta? Obviamente no podemos ocultarlo."
Yue Qingyuan le lanzó una última mirada a Liu Qingge, antes de aclarar su garganta y hablarles a sus hermanos marciales.
"Lo trataremos como un secuestro" Liu Qingge iba a refutar, pero Mu Qingfang lo abstuvo de ello. "Con lo sucedido a Liu-shidi, podemos asumir que también ha sido manipulado para ir contra su voluntad con aquel hombre."
"¡Que no fue ese el caso!" Liu Qingge era terco y para que se cansara de la terquedad de su líder de secta ya es mucho decir.
"Liu-shidi" Mu Qingfang habló inmediatamente esperando evitar que sus hermanos marciales empezaran a pelear. "Velo de esta manera. Sea o no sea cierto, de esta manera no habrá represalias contra Shen-shixiong."
Sabía que Mu Qingfang tenía un punto, pero, aun así, el hecho que Yue Qingyuan no tuviera duda de que Shen Qingqiu y él estaban bajo algún efecto de control provocaba en Liu Qingge hacer entender a su líder a golpes.
Al final, se quedó callado. No ganaría nada si seguía discutiendo con Yue Qingyuan. Se limitó a irse de ahí para cazar algún demonio o lo que sea con tal de descargarse.
Con todo, olvidaron la presencia de Ming Fan quien escuchó todas las tonterías de Yue Qingyuan. Estaba tentado a decir algo, con respecto a que su shizun tenía planeado irse hace tiempo, pero le fue imposible por el encierro impuesto.
Y por cómo transcurrieron las cosas entre sus shishus, lo mejor era quedarse callado, pensando que probablemente Yue Qingyuan solo cuestionara la veracidad de sus palabras, que por ser joven no entendía la situación o alguna estupidez así.
Lo que importaba era que su shizun al fin había logrado su cometido y ahora estaría reuniéndose con su Da-ge.
Decidió ir a buscar a Ning Yingying para informarle de todo y que no se preocupara.
---------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------
Tal como sospechaba, se habían estado escondiendo en el Reino Demoniaco. Lo que Shen Qingqiu no esperaba, era llegar a un enorme palacio.
"Vamos" Xie Yan camina al frente, instándolo a seguirle por los enormes pasillos.
"¿Voy a ver a mi Da-ge?" la esperanza, el anhelo en su voz evidente.
Xie Yan le mira por sobre su hombro. "Te llevaré con él, pero antes quiero que veas a alguien primero."
'¿Quién?' Shen Qingqiu no podía pensar en alguien en concreto que estuviese interesado en conocerlo.
"Por cierto—" Shen Qingqiu aceleró un poco el paso para caminar justo a su lado "no me has dicho quién eres."
"Mis disculpas" Xie Yan lo mira ofreciéndole una sonrisa "Xie Yan. Puedes llamarme Zuxian."
"¿Qué?" Shen Qingqiu se detiene en sus pasos. "Enserio... ¿eres mi ancestro?"
Xie Yan había dado unos pasos más antes de detenerse y voltear a ver a Shen Qingqiu "Sí." Fue todo lo que recibió antes de que Xie Yan siguiera caminando. Shen Qingqiu apresurándose detrás de él.
"Entonces ¿hay más como nosotros?" era una pregunta lógica después de encontrarse con alguien igual a él.
Xie Yan dejó salir un suspiro que hubiera sido respuesta suficiente. "Somos los últimos. Pasé gran parte de mi vida buscando mi descendencia. Apenas pude encontrar los rastros de tu familia, pero—" aunque tenía una sonrisa se podía ver en sus ojos cierto remordimiento, "llegué demasiado tarde."
"Pero estuviste ahí para mi Da-ge." Señala Shen Qingqiu. "Si no lo hubieses encontrado quien sabe lo que le hubiera pasado..."
"Ojalá hubiera podido hacer más por su mente, pero el trauma que sufrió fue demasiado." La mirada de Xie Yan se oscureció unos instantes hasta que llegaron a una enorme puerta. "Llegamos," dijo antes de abrirla.
.
.
.
"¡Ah, Yan-er! ¡Volviste y con un invitado!" aquella voz alegre resonó en el salón.
Shen Qingqiu no podía creerlo. "J-Junshang..." tartamudeó.
"Interesante, ¿sabes quién soy?" entre risas Tianlang-Jun mientras se señalaba a sí mismo.
"¿No lo reconoces?" pregunta Xie Yan quien casi podía ver los símbolos de interrogación flotando alrededor de la cabeza de Tianlang-Jun. "Es Xie Yin, el pequeño Baozi de Yusheng."
Aquello definitivamente no se lo esperaba.
Tianlang-Jun observó a Shen Qingqiu con mayor atención. Rebuscando en sus recuerdos aquella carita sonriente de un niño encantado con las escamas de su sobrino.
Aquellos hermosos ojos jade tan característicos de aquella familia con la que se había encariñado. Aquella familia por la que puso a sus demonios a buscar al responsable de dañarlos, pero al final sin poder encontrarlos. Claro que en aquel entonces pensó que había sido algún demonio. Incluso él no hubiera creído a los cultivadores capaces de hacer algo tan horrible por cómo se jactaban de ser honorables.
"Todo este tiempo estabas vivo." Tianlang-Jun sonrió de oreja a oreja. "Zhuzhi se pondrá muy contento de verte."
"¿También está aquí?" para Shen Qingqiu era casi como estar en un sueño, "¿Está bien?"
"Si. Está cuidando de Yu-er, pero dime—" Tianlang-Jun pausó un momento antes de continuar "¿Cómo es que sobreviviste?"
Shen Qingqiu, con la mirada baja, volvió a contar lo sucedido con cierto pesar de tener que volverlo a hacer en un mismo día.
.
.
.
"En aquel entonces pensé que todos habían muerto." La sonrisa de Tianlang-Jun había desaparecido de momento mientras escuchaba la historia de Shen Qingqiu. "Bueno, al menos estas aquí." Y así como desapareció, aquella sonrisa volvió a dibujarse en el rostro del soberano demoniaco.
"Hay algo que no entiendo," para llevar con éxito asedio de Tianlang-Jun, se necesitaron más de 100 cultivadores, entre ellos Yue Qingyuan, entonces... "Te sellaron. Aquella barrera ¿cómo es que saliste de ella?"
"De la misma manera en que me encargué de la barrera de tu cumbre," Xie Yan señaló. "Solo necesité la sangre de algunos cultivadores y listo." Parecía orgulloso de haber destrozado lo que 100 cultivadores erigieron.
"Espera—" Shen Qingqiu vio los símbolos a su alrededor. El nuevo estandarte "¡Tú eres el 'nuevo' demonio que ha logrado invadir ya parte del reino humano!"
"Increíble, ¿cierto?" Tianlang-Jun comenzó a reír.
"En cuanto recuperó sus fuerzas dimos inicio al siguiente paso para acabar con quienes nos lastimaron." Xie Yan posa su mano en el hombro de Shen Qingqiu "Tuve que concentrarme en ayudar a Junshang con estrategias para conquistar territorios por lo que nos detuvimos en lo de seguir cazando a los responsables. Claro en parte fue porque conocieron la apariencia de Yusheng."
"Gracias a Yan-er tomar territorios ha sido fácil." Tianlang-Jun deja salir un largo suspiro. "Pero sería más fácil si tan solo salgo y digo a todos que he vuelto."
"Ya te dije que es mejor así. De otra forma, estarían más alerta." Xie Yan sonríe maliciosamente, "Aun están enfocados en encontrarnos. Tal vez, deberíamos dar una pequeña visita para hacerles saber que aun los estamos cazando."
"¿Cuántos faltan de los responsables?" preguntó Shen Qingqiu.
"Se podría decir que todo Huan Hua con excepción de los discípulos," señala Xie Yan mientras cruza sus brazos frente al pecho. "Aún faltan algunos de sectas pequeñas."
"¿Tantos?" Shen Qingqiu no podía ocultar su sorpresa al considerar los que ya habían matado y los que faltaban.
"Por lo que entendí de los balbuceos de Yusheng, no todos tuvieron que ver con el abuso, pero—" Xie Yan se veía asqueado por lo que estaba por compartir, "el lugar donde lo tenían encerrado... no solamente era a él a quien utilizaban y muy probablemente, ese lugar aún existe."
"Y dicen que nosotros los demonios somos crueles" Tianlang-Jun chasqueó su lengua. "De no ser por Yusheng seguiría creyendo que Su Xiyan me traicionó. Todo fue culpa de ese viejo asqueroso." Sus ojos rojos brillaron, así como su marca de solo pensar en el maestro del palacio.
"Da-ge ¿sabía del engaño?" Shen Qingqiu lo sabía, pero ¿cómo lo supo su Da-ge?
Xie Yan realmente no quería decirle así que tomó algo de tiempo antes de encontrar las palabras correctas si es que siquiera existían. "De los momentos en que Yusheng perdía contacto con la realidad, llegó a gritar algunas oraciones. No fue difícil llegar a la conclusión de que todo fue maquinación de ese viejo, así como que también el hecho de que está involucrado con el abuso hacia Yusheng."
*
Su Xiyan, mi preciada Su Xiyan.
Ese demonio no te apartará de mí.
¡NO LO PERMITIRÉ!
Eres mía, solo mía.
*
Shen Qingqiu apretó sus manos en puño.
Tianlang-Jun posa su mano sobre el hombro de Shen Qingqiu. "Aunque ese vejestorio es mío, una vez que capturemos al bastardo, dejaré tengas tu diversión con él." Dice esto último al momento en que le da un pulgar arriba.
El gobernante demoníaco se quejó al tener que ocuparse una vez más cuando uno de los demonios de Tianlang-Jun, entró con noticias del avance de su ejército, pero todo es para que finalmente exija su venganza.
"¡Junshang!" el demonio se arrodilló frente a Tianlang-Jun. "Nuestro campamento a las fronteras del Reino del Norte... ¡lo perdimos!"
"¿Ah sí?" Tianlang-Jun no parecía preocupado en lo absoluto. "Sabía que los Demonios del Norte darían pelea, pero últimamente han sido un dolor de cabeza."
"¿Demonios del Norte?" murmuró Shen Qingqiu.
"Así és," Xie Yan le responde. "No habíamos tenido problemas antes hasta hace un par de meses que apareció un nuevo demonio liderándolos en lugar de Mobei-Jun."
Shen Qingqiu tuvo una corazonada. "¿Cómo se llama ese demonio?" preguntó.
"Solo se han referido a él como Junshang." Señala Xie Yan. "¿Por qué? ¿Suena a alguien que conoces?"
"Conozco a Mobei-Jun. En cuanto al otro demonio—" Shen Qingqiu estaba seguro. Debía tratarse de él.
"Tú lo has visto ¿no es así?" Tianlang-Jun se dirige al demonio que seguía de rodillas. "Habla."
"Parece ser uno joven, de apariencia más humana, marca en su frente como la de Junshang y cabello negro—"
"¿¡Ondulado y esponjoso!?" añadió Shen Qingqiu.
El demonio se le queda viendo, antes de asentir lentamente.
Tenía que ser él... ¡Pero que rayos estaba pensando!
"¿Otro amigo tuyo?" Tianlang-Jun parecía bastante curioso.
"Mi discípulo... quizá..." justo en se momento recordó la relación de Luo Binghe con Tianlang-Jun.
"Un demonio en una secta. Eso si es una sorpresa." Dijo Tianlang-Jun.
"No solo eso, Junshang. Él—" Shen Qingqiu aclaró su garganta, "—es tu hijo."
...
...
...
"¿¡QUÉ!?" Tianlang-Jun no podía creerlo. ¿Cómo sucedió? Hasta donde sabe no se había metido con nadie, excepto... "¿Su Xiyan?"
Shen Qingqiu asiente. "No conozco los detalles. Solo sé que Luo Binghe estuvo viviendo con una lavandera que lo encontró a orillas del río Luo. Supongo que Su Xiyan lo dejó ahí antes de... desaparecer. Él es su viva imagen... no hay duda..."
"Cuando lo vi el día de la selección—" Shen Qingqiu continuó, "—sabía quién era. Nadie sospechaba que fuese un demonio. Su sangre en ese entonces estaba sellada. Lo llevé a mi cumbre para protegerlo."
"¿Y luego lo mandaste a los Reinos del Norte por la misma razón?" preguntó Xie Yan.
"Cuando sufrí aquella desviación de qi, pasaron unas cosas. Uno de mis hermanos marciales tenía tratos con Mobei-Jun." si era honesto, no solo a Luo Binghe, también extrañaba a Mobei-Jun y hasta Shan Qinghua. "Lo conocí como un niño y una vez fui recobrando mis recuerdos como señor de cumbre consideré que la mejor opción para proteger a Binghe era mandarlo con Mobei-Jun y que este le entrenara."
Xie Yan lo consideró un momento... "Ya que los conoces, supongo que la posibilidad de una alianza es factible. Deberíamos invitarlo al palacio para hablar."
"¿Crees que acepte? Ese hijo mío ha demostrado ser alguien bastante capaz." Apenas había escuchado que tenía un hijo y Shen Qingqiu pudo notar cierto orgullo en su voz. "Podría pensar que es una trampa.
"¿Y si le decimos que te encuentras en el palacio? Creo que estará más que dispuesto a venir." Comenta Xie Yan mirando a Shen Qingqiu.
"Si le dices que su 'shizun estará esperando a su pequeña bestia'... creo que entenderá que no es una trampa" aconseja Shen Qingqiu.
"¡Tú!" Tianlang-Jun se dirige al aun arrodillado demonio. "Vuelve allá y dale ese mensaje a Luo Binghe. Lo estaremos esperando mañana."
El demonio se retiró inmediatamente una vez Tianlang-Jun le dio permiso.
"Entonces supongo que podemos dar por hecho que esto estará arreglado." Xie Yan estira sus brazos, viéndose un poco más relajado.
Tianlang-Jung rodea con su brazo los hombros de Shen Qingqiu. "Tenemos bastante suerte de tenerte de nuestro lado."
Ni Shen Qingqiu podía creer su propia suerte.
"Habiendo visto esto, nos retiraremos por hoy." Xie Yan ayuda a Shen Qingqiu a soltarse del agarre de Tianlang-Jun. "A-Yin debe estar cansado y seguro que quiere ver a Yusheng."
"Shen— Jiu..." corrige.
"¿Shen Jiu?" Xie Yan lo mira con algo de confusión. "Bueno, supongo que en el estado de Yusheng, lo mejor es no usar tu verdadero nombre, pero ¿por qué Shen Jiu y no Shen Qingqiu?"
"Shen Qingqiu es mi nombre como señor de cumbre, pero—" Shen Jiu hace una leve pausa, "al venir contigo, no solo dejé a mis discípulos atrás... también mi nombre. Shen Jiu es el nombre que tuve después de perder mi memoria."
"Si así lo quieres," Xie Yan lo entendía, aunque más parecía que no le interesaba. ""¿Están en el lugar de siempre?" pregunta a Tianlang-Jun refiriéndose a Yusheng y Zhuzhi-Lang.
"Oh—" Tianlang-Jun pone sus manos en la cintura mientras sonríe. "Sí."
"Entonces nos retiramos." Xie Yan se inclina un poco antes de mirar a Shen Jiu con una sonrisa. "Vamos a ver a Yusheng."
El corazón de Shen Jiu aceleró. Estaba emocionado, asustado. Al fin vería a su Da-ge.
.
.
.
Shen Jiu recordó todos los tiempos que pasó con su Da-ge, incluida su sonrisa y sus caricias, mientras se abría paso por los pasillos. Los cuentos que Yusheng le contó. Antes de dejarlo en la base del acantilado, sus últimos minutos juntos.
"Por cierto—" la voz de Xie Yan interrumpe sus pensamientos, "lamento haber tardado tanto. En verdad quería ir por ti antes, pero entre ayudar a Tianlang-Jun, que los señores de cumbre estuviesen ahí, además aquella barrera..."
Xie Yan exhala pesadamente antes de continuar. "No podía usar mi portal para llegar a ti. Cuando supe que se reunirían las sectas tomé la oportunidad para ver si podía sacarte. Es una suerte que solo ese Liu-shidi tuyo haya sido el único en quedarse. De no haber quedado nadie entonces no creo haber sido capaz de derribar la barrera."
"Si me hubieras pedido en aquel entonces ir con ustedes..." Shen Jiu recordó el día en que descubrió que su Da-ge seguía vivo, "hubiera ido sin dudar."
"Por cómo te protegió ese Liu-shidi en la posada, supuse que estarías más seguro en aquella secta. No imaginé te fueran a encerrar en tu cumbre solo por tener el mismo don." Xie Yan se encogió de hombros viéndose un poco decepcionado.
"Fue más que nada porque se corrió la voz entre las demás sectas." Señaló Shen Jiu. "Estaban exigiendo que me entregaran para cuestionar, pero mis hermanos marciales me defendieron."
"No suenan tan malos."
"Solo lo hicieron por culpa."
Los recuerdos de cómo era juzgado por sus hermanos marciales vinieron a su mente provocando una expresión amarga. "De no ser por mi desviación de Qi, seguramente me habrían entregado sin dudar. Incluso entonces cuestionaron mi falta de memoria, creyendo que lo estaba fingiendo."
"¿Y qué crees que piensen con que hayas venido conmigo?"
"Puedo decirte que el líder de secta dirá que me manipulaste o algo por el estilo." Shen Jiu casi podía escuchar a Yue Qingyuan gritando '¡pobre de mi Xiao-Jiu!'
"Suenas muy seguro" Xie Yan rio por lo bajo.
"Es porque es demasiado predecible," Shen Jiu no ocultó su molestia.
"Aun con lo que les diga ese Liu-shidi, ¿pensará lo mismo?"
"Al tratarse de cultivadores de grandes sectas, dudo que crean que a quienes mataron sea porque habían hecho algo atroz."
"Aunque ese Liu-shidi parecía honesto al decir que quería ayudar."
"Debo admitir que si algo tiene ese bruto es que no sabe mentir. Aun así, no confiaría en él..."
Xie Yan dio un leve suspiro, manteniéndose callado el resto del camino.
.
Llegaron a una enorme puerta. Xie Yan la abrió lentamente y los ojos de Shen Jiu se agrandaron ante la visión de un hermoso jardín que, de no ser por el rojo cielo, pensaría se encontraba en el Reino Humano.
"¿Cómo? Acaso... ¿las mariposas—"
"No, no. Las mariposas ayudaron a que las plantas crecieran rápido, pero todo esto fue una combinación de fertilizantes y semillas modificadas." Xie Yan posa sus manos detrás de su espalda mientras de adentra en el jardín.
"Es hermoso" Shen Jiu siguió a Xie Yan mientras admiraba aquello que creía imposible lograr en el Reino Demoniaco.
"Cierto que el Reino Demoniaco tiene su propia vegetación, pero esto fue para hacer sentir cómodo a Yusheng."
"¿Cómodo? ¿Por qué?"
"Siempre quería regresar a casa a visitar a su familia, pero con la situación actual se ha complicado un poco."
Shen Jiu frunció un poco el entrecejo. "Espero no hayan ido y arrancado las hierbas."
"No te preocupes. Me aseguré de poner una barrera en el lugar, tan fuerte como la barrera que utilizaron en tu cumbre. ¡Ah! Lo que me recuerda—" Xie Yan saca un talismán de sus mangas. "Con este talismán podrás romper la barrera cuando todo termine."
Shen Jiu toma el talismán. "Gracias."
A pesar de haberse conocido recientemente, Xie Yan le mira afectuosamente.
.
.
Xie Yan se detuvo en sus pasos. "Ahí", dice, indicándole con la cabeza.
Shen Jiu miró en la dirección indicada notando una pequeña cabaña a lado de un enorme manzano que le recordaba a aquel que había justo al lado de su antigua casa. También había un estanque y a orillas de este, una figura de blanco estaba arrodillada mientras sumergía en el agua la punta de sus dedos – su Da-ge.
A unos pasos de Yusheng, Zhuzhi-Lang le vigilaba.
Después de unos segundos, Zhuzhi-Lang notó su presencia y en el momento en que los vio, Xie Yan le indicó que se acercara.
Una vez cerca, no se necesitó explicación alguna. Los hermosos ojos amarillos del demonio serpiente se agrandaron al reconocer en el cultivador a aquel niño que expresó lo hermosas que eran sus escamas.
"¿A-Yin?" Zhuzhi-Lang susurró.
Shen Jiu no pensó lo reconocería enseguida, por lo que le sonrió levemente.
Aunque no es costumbre de los demonios, Zhuzhi-Lang le abrazó, sintiéndose aliviado de que aquel pequeño humano siguiera con vida. Shen Jiu le responde el abrazo sintiéndose aliviado de ver a su amigo con bien.
Zhuzhi-Lang rompe el abrazo para mirar directamente a aquellos ojos jade. "Tu Da-ge... él..." mordió su labio inferior. "Lo siento..."
"No tienes de qué disculparte." Dice Xie Yan con un suspiro. "No es como si fuese tu culpa."
"Si hubiera visitado más pronto como prometí... quizá..." Zhuzhi-Lang parecía se culpaba por no haber estado ahí cuando todo ocurrió.
"Nadie habría podido predecir lo que sucedería, A-Zhu." Shen Jiu le asegura antes de que sus ojos vayan a la figura de su Da-ge que seguía en la misma posición, ignorante de lo que pasaba a su alrededor.
Xie Yan detiene a Shen Jiu posando una mano en su hombro. "Toma las cosas con calma. Estaremos aquí si algo sucede."
Shen Jiu asiente para luego retomar su camino hacia su Da-ge con pasos cautelosos.
Una vez cerca, notó lo que capturaba la atención de su Da-ge en el agua. Unos peces arcoíris que rosaban la punta de los dedos de Yusheng. Se dicen aquellos peces tienen propiedades curativas y son bastante empáticos ayudando a relajar las mentes perturbadas.
Eran peces bastante raros y caros. Shen Jiu no pudo evitar sentirse agradecido por todo lo que habían hecho por Yusheng.
"Da—" Shen Qingqiu se detuvo, lo pensó un momento optando por ir despacio. "Lindos peces... ¿son tuyos?" dijo mientras se arrodillaba a unos pasos de su Da-ge.
Yusheng hace un leve sonido, como un gruñido, como si su presencia le molestara. Eso hace que el corazón de Shen Qingqiu duela. Todo lo que quería hacer era lanzarse a abrazar a su Da-ge. Volver a sentir su calidez, pero—
"Me llamo—" iría despacio, "Shen Jiu. Zuxian acaba de traerme."
"... Zuxian..." la voz de Yusheng se escuchaba algo ronca, como si hubiese gritado demasiado.
En ningún momento Yusheng apartó sus ojos de los peces.
"Si..." Shen Jiu no sabía qué más decir, en especial al ver el poco interés que Yusheng le mostraba. Los peces eran mucho más interesantes.
Sabía que no era porque le rechazara. La mente de su hermano estaba dañada. Lo entendía, se lo repetía a sí mismo, pero aun así no pudo evitar sentir un nudo en su garganta, así como el vacío recorriendo su pecho.
Cerró sus ojos un momento, tratando de calmarse. Su respiración estaba comenzando a acelerarse.
...
...
"¿P-por qué... lloras?" Yusheng hablaba algo lento, como si el simple hecho de formar oraciones se le dificultara.
Shen Jiu abrió sus ojos encontrándose con los de su Da-ge que lo miraba atentamente. Sus ojos se veían vacíos, sin un rastro de reconocimiento. Apenas notó las enormes bolsas debajo de los ojos de Yusheng.
'¿Llorar?' Shen Jiu no se había dado cuenta de las lágrimas que habían rodado por sus mejillas cayendo al verde pasto. Incluso aquellos peces lo notaron, mirándolo atentamente.
Con sus mangas, Shen Jiu limpió sus lágrimas que se negaban a dejar de caer.
Yusheng inclino la cabeza levemente, no entendiendo por qué lloraba.
'¿Le habrán hecho daño?' pensó, sintiéndose molesto por ello.
Miró los peces y tuvo una idea. Tomó la mano de Shen Jiu, quien se sorprendió por el repentino toque, llevándola al agua. Los peces se agruparon, restregándose en la mano de Shen Jiu como si trataran de consolarlo.
Shen Jiu ni siquiera los sintió. Estaba más concentrado en el hecho que si Da-ge lo tenía agarrado de su mano.
No es que tuviera dudas que Yusheng estuviera vivo, pero poder sentirlo... Tenía miedo de que en cuanto lo tocara, este se desvaneciera tratándose solo de una ilusión creada por su propia mente.
Yusheng se dio cuenta de lo que estaba haciendo, quitando su mano inmediatamente de la de Shen Jiu. La verdad es que no le gustaba que lo tocaran, con excepción de Xie Yan. Así que él mismo se sorprendió de haber tomado la iniciativa.
"¿Estás bien?" pregunta Shen Jiu.
Yusheng lo ignoró mientras miraba su propia mano con atención. No entendía. En vez de sentir repulsión sintió un deseo de volver a tomar la mano de Shen Jiu quien lo miraba con cautela con aquellos... enormes... ojos jade.
"¡Da-ge!" aquella vocecita resonó en la mente de Yusheng quien empezó a sacudir su cabeza, como si tratara de sacar aquella voz de su cabeza.
"No..." Yusheng comenzó a golpearse la cabeza.
Shen Jiu no sabía qué hacer.
Xie Yan se les acerca al notar la reacción de Yusheng. Al estar cerca, se pone sobre su rodilla.
"A-sheng," susurra Xie Yan mientras toma con algo de fuerza las muñecas de Yusheng. "Ya hablamos de esto. No debes golpearte."
"Duele... su voz..." Yusheng seguía murmurando sin sentidos, haciendo sonidos quejumbrosos mientras se balanceaba.
Shen Jiu pensó que fue su culpa, entendiendo que su voz le había molestado a su Da-ge.
"Es hora de dormir," aquellas palabras de Xie Yan alteran a Yusheng.
"No, no, no, no," se le podía ver el terror en sus ojos impares.
Shen Jiu quería decir o hacer algo, pero ¿qué? Probablemente terminaría por empeorar las cosas. Su Da-ge podría calmarse si se levantara lentamente y se alejara.
Pero Xie Yan se lo impide, tomándolo de su manga. "Mira lo que estas causando A-Sheng. Estás haciendo sentir mal a Shen Jiu o acaso... ¿tiene la culpa de que te duela?"
Yusheng solo niega y niega con la cabeza.
Xie Yan acuna el rostro de Yusheng en sus manos "Él tenía muchas ganas de verte ¿sabes? Pasarás mucho tiempo con él, así que trata de comportarte."
"Será... ¿buena idea?" era lo que más quería Shen Jiu, pero no se quería imponer.
Xie Yan no le contesta en cambio vuelve a dirigirse a Yusheng. "¿Ves? Cree que te está molestando. No crees que ¿deberías disculparte?"
Yusheng parecía un poco más calmado para cuando mira a Shen Jiu. "L-lo... siento... Jiu..."
"Muy bien." Xie Yan sonríe complacido. "Ahora, estoy seguro de que ambos están cansados. Ha sido un largo día," señala Xie Yan mientras se pone en pie y ayuda a Yusheng a levantarse.
"No quiero..." Yusheng insistió.
"Tienes que dormir, así cuando despiertes, tú y— A-Jiu, podrán hablar mejor." Pero Yusheng se seguía negando, viéndose molesto. No quería por miedo a las pesadillas.
"Podría tocar algo para que duermas," Shen Jiu se ofreció. "Yo... también tengo problemas al dormir, quizá te ayude como a mí."
"Excelente idea ¿lo intentamos, A-Sheng?"
Los ojos de Yusheng denotaban curiosidad y aunque no parecía muy convencido, asintió, no entendiendo muy bien el por qué accedió a la idea de Shen Jiu.
Xie Yan miró a Zhuzhi-Lang que seguía vigilando a la distancia, indicándole que podía retirarse.
.
.
.
Entraron a la cabaña, recordándole a Shen Jiu su casita de bambú. Era bastante acogedora, nada ostentosa.
Xie Yan dirigió a Yusheng a su cama quien se sentó en la orilla, antes de ir a un armario del cual sacó una pipa.
"Supongo que, como el señor de Qing Jing, puedes tocar cualquier instrumento" Xie Yan le entrega a Shen Jiu la pipa antes de irse a la entrada, apoyando su espalda contra la puerta. Dándoles nuevamente espacio a los hermanos.
Shen Jiu se sentía algo perdido, temiendo alterar a su Da-ge. "Me sentaré aquí ¿está bien?" le dice a Yusheng antes de sentarse en la esquina inferior de la cama.
.
Yusheng se estremeció al sentir hundirse un poco la cama, pero nada más. No sintió el deseo de alejarse de Shen Jiu.
Debería alejarse, pero Xie Yan lo trajo, entonces... estaba bien ¿cierto?
Shen Jiu pensó en qué debería tocarle a su Da-ge. Una vez lo decidió, tomo una gran bocanada de aire y comenzó a tocar.
.
La melodía que decidió era calmada, llena de nostalgia, de anhelo.
Añorando los años de paz y despreocupación.
Con los ojos cerrados, Shen Jiu se dejó llevar entre imágenes del pasado, así como un posible futuro si no se los hubieran arrebatado.
¿Cómo habría sido todo si no le hubieran arrebatado a su familia?
¿Se habría convertido en cultivador?
Probablemente no se lo habrían permitido diciéndole que era peligroso.
.
Sintió algo en su muslo, que lo sacó de sus pensamientos, parando de tocar la pipa.
Yusheng había recargado su cabeza con ojos somnolientos renuentes a cerrarse. Shen Jiu siguió tocando hasta que su Da-ge se rindió ante la música que entraba por sus oídos llenando de calma su mente.
Iba a decirle algo a Xie Yan, pero este en algún punto los había dejado solos, por lo que empezó a sentirse algo nervioso.
Ya que lo pensó bien, Xie Yan no se habría ido si consideraba que algo malo pudiese pasar o al menos eso esperaba.
Siguió tocando hasta que terminó la melodía. Yusheng permaneció dormido en su regazo.
Shen Jiu no podía moverse, no quería hacerlo. Saboreó la oportunidad de estar tan cerca de su Da-ge y observarlo a gusto. Había sido capaz de proporcionar serenidad a Yusheng.
Se arriesgó un poco al pasar sus largos y delicados dedos entre los cabellos blancos de Yusheng quien hizo un sonido de satisfacción, pareciendo casi un ronroneo.
Su cabello se sentía igual de sedoso y suave.
*
Su Da-ge... su preciado Da-ge.
-------------------------------------------------------------------
Los hermanos juntos al fin T_T
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top