6. Hacerlo con amor

—Kit

—Mmm

—¿Qué puede ser más excitante que hacer algo prohibido?

—Hacerlo con alguien que amas.

—¿Me amas?

—Con todo el corazón Singto, desde que te vi la primera vez, entrar corriendo a la casa detrás de mi hermano. Sonriendo de manera tan amplia. En ese entonces no sabía que era amor, era imposible que lo fuera, tú tenías nueve años y yo había cumplido quince.

—¿Y entonces?

—Entonces, hace un año, entré al salón y te vi sonreír mientras mirabas por la ventana, ajeno a mi presencia, y me quedé mirándote, recordando al niño y viendo al joven en el que te habías convertido. Esa misma tarde, comencé a fantasear contigo.

Me gustó tu rostro, tu cuerpo y me volví a enamorar de tu sonrisa, cuando tus ojos me vieron y sonreíste tan hermoso, al comprender que me verías cada día.

—¿Pensaste o imaginaste, alguna vez que estaríamos así, desnudos bajo las sábanas de tu cama?

—Muchas veces.

—¿Hay algo más que hayas imaginado?

—Sí, una cosa más...

—¿Qué es?

—Te lo diré dentro de un mes, cuando te gradúes.

—No podré esperar. No podré aguantar un mes sin verte. ¡Ya no!

—Nos seguiremos viendo a diario, después de tu graduación, si me dices que sí.

—¿E-estás hablando en serio Kit?

—Más que nunca.

—Sí, sí, mil veces Siiii

—Pero... ¿y Jane?

—Se terminó, hace mucho no funcionaba, lo sabes bien. Y hace dos meses, ella misma canceló la boda. Soy libre para amarte, ya no serás nunca más, mi pequeño amor prohibido.

—Oh Kit, realmente te amo... Aunque tengo algo que confesar.

—¿Qué?

—Amo también tu trasero. Es espectacular. Quizá esté siendo vulgar, pero se ha convertido en mi debilidad.

—Entonces sonaré más vulgar, porque Amo tu pene dentro de mi culo Singto, ohh Singto, Singto... Sobre todo cuando me penetras tan fuerte que me haces gritar.

—Me pones tan caliente Kit.

—Tú me pones todo cachondo...

—¿Puedo volver a comerme tu culo?

—¡Las veces que quieras!

Nos envolvimos en una nueva ola de placer e hicimos el amor... luego tuvimos sexo... y volvimos a hacer el amor.

Mi necesitada polla, desapareció una y otra vez en su caliente culo, que desde ese día, solo me pertenecía a mí, cada que llegaba un nuevo orgasmo sus uñas se clavaban en mi piel, no quedó parte de mi cuerpo sin marcar, por Kit, y yo reclamé mi posesión, feliz, cada vez... Toda la noche y al día siguiente y durante todo el fin de semana, porque ahora que sabía que Krist me amaba, nadie podría alejarme de su lado.



𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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