25. A tu lado
Off tardó un tiempo en tomar las agallas para volver a ver a Gun y pedirle que regresen sin lanzarse a sus brazos llorando. Con un tiempo, quizás hablamos de un par de meses. Y con tomar las agallas no hablamos de que lo haya hecho, sino que apenas ha juntado la valentía para aquello.
La señorita Cherreen le dijo que confía en él y que está más que listo. Es cosa de que confíe en sí mismo. Pero vamos, dejó a Gun hace meses sin darle una explicación detallada y luego lo evitó como un cobarde. ¿Su Gunnie-Gu lo aceptará de vuelta así sin más? Teme que le haya agarrado algo de rencor.
Suspira frustrado dando vueltas por su habitación. Las palabras que ha preparado en papel quedan siendo olvidadas cuando convierte la hoja en un avión de papel. Ah, si fuese tan fácil como hacer un avión de estos ya tendría a Gun junto a él.
Su puerta es sorpresivamente abierta por su hermano quién tiene puesta una chaqueta cortavientos, listo para salir. Lo mira con los ojos entrecerrados. ¿Qué no sabe tocar?
Las cosas entre ambos —luego de la pelea y del paso del tiempo— se habían recuperado. Son hermanos después de todo y la sangre tira. Off entendió que su hermano jamás quiso lastimarlo y Tay entendió que Off tenía problemas y debía apoyarlo en lugar de pelear con él. Sólo un tema quedaba incómodo, sobre todo para el menor; Gun Atthaphan.
—¿Pasa algo?
—Voy a casa de Gun... pensé que querrías venir —en cuanto menciona al omega Off abre sus ojos un poquitito más de la cuenta.
Sus mejillas no toman color, pero Tay sabe que se ha puesto nervioso al verlo apretar sus labios. ¿Qué se supone que deba decir? Es evidente que le dan un poquito de celos, de manera moderada, pero no hará un escándalo. Gun puede pasar su tiempo con quién quiera, ambos son libres y, de todas formas, no han regresado.
—No quiero interrumpirlos, Tay —responde sin mirarlo pero con honestidad.
—No lo haces —interviene el mayor sabiendo que no le ha aclarado el tema del todo a su hermano—. Off, ya no me pasa nada con Gun. Todo está bien entre nosotros... y si te sigue gustando Gun deberías ir con él antes de que sea tarde.
Off tarda en reaccionar, pero cuando vuelve a mirar al pelinegro este jura que ve sus ojos brillar.
—¿Es en serio?
Tay asiente
—Un pajarito me dijo que él también te extraña —imita a su madre pestañando reiteradas veces.
Off ríe formando arruguitas en los extremos de sus ojos.
—Ya no me creo eso.
—Apúrate que si no me voy sin ti~ —canturrea antes de salir de la habitación.
—¡Tay, no, no te vayas! ¡Tengo ganas de orinar y vomitar a la vez! ¡Tay!
—Tus piernas de pollo tiritan —se burla del menor una vez están frente a la puerta de la casa de Gun.
—¡Estoy trabajando en ellas! —se queja pues su hermano no ha dejado de burlarse de él en todo el camino en un intento de que se distraiga y quite su semi-puchero del rostro.
La puerta frente a ellos se abre sin que la hayan golpeado y Lawan se asoma mirándolos con sorpresa, bueno, a Off. ¿Desde cuándo su hijo y él arreglaron las cosas?
—Hola~.
—Buenas tardes —saluda Off haciendo una venia y haciendo reír a los contrarios.
¿Desde cuándo tan formal? Off varias veces la ha llamado suegra y ha hablado de su enamoramiento por su hijo como si la vida le valiera en ello.
—Hola niños, pasen. Gun está en su habitación. —Cierra la puerta una vez están adentro inspeccionándolos.
Off está tan grande y bonito. Está más alto, sus brazos no tienen músculos pero se ven más trabajados y su cabello está algo más ondulado en las puntas dándole un toque más "rebelde" que en realidad lo hace ver adorable. Se muerde su labio mientras entrecierra sus ojos, ¿Será que su shipp va a volver? Sin embargo se da vuelta y va a la cocina, está preparando bocadillos ya que sabía que su hijo invitó a Tay.
—¿Necesita que la ayude? —pregunta Tay y ella niega pero este insiste, dando miradas "disimuladas" hacia Off hasta que ella entiende—. Bien, Off ve a la pieza de Gun mientras.
Off con los labios presionados asiente, nervioso. Tay está exponiendo sus oscuras intenciones —bueno, ni tanto— frente a su ex-pero-futura-suegra. Ignorando ese detalle camina por el pasillo que conoce de memoria hasta estar frente a la puerta entreabierta de Gun.
En un arrebato de valentía abre la puerta por completo sobresaltando al... ¿Rubio? ¡Rubio! Gun se ha teñido y se ve más hermoso que nunca. ¿Acaso la perfección si existe? Off jura que la está viendo frente a sus ojos.
—¿Off? —pregunta el sorprendido rubio sobre la cama y con una caja sobre las piernas. El cabello está desacomodado como si hubiese estado acostado. Ahora si es como un perfecto muñequito.
Off cierra la boca y traga saliva enfocándose. No está aquí para babear. Bueno, sí, pero luego de que vuelvan.
—P'Gun... Está rubio, digo, ¿Cómo está?
—Ya no me tuteas... —dice en voz baja algo dolido. Y es que su lobo le ha dado la espalda en cuanto ha percibido en su espacio al cachorro Off—. Sí, me cansé de aclarantes y me teñí, ¿Te gusta? —pregunta con una pequeña sonrisita. Y es que su parte humana está saltando de emoción, quiere darle un abrazo y al mismo tiempo golpearlo por abandonarlo. Pero no debe aventurarse ni mucho menos ilusionarse.
—Me encantas —responde rápidamente antes de que sus blancas mejillas se pongan rojas—. Digo, me encanta, te queda bien, muy muy muy bien —se trata de corregir y a la vez no, es que no hay ni una pizca de mentiras en sus palabras. Curioso, mira la caja decorada con papel de revistas y stickers coloridos—. ¿Qué es eso?
—N-nada —tartamudea nervioso tratando de esconderla tras las almohadas. Acto estúpido, por cierto. Y en menos de diez segundos tiene a Off junto a él con la caja entre sus manos, más no impide que vea el contenido, por más vergüenza que le dé.
Los ojos de Off brillan al ver que en la caja está el peluche de rana que le dio en la primera cita, el anillo de plástico, fotos de ellos dos y... un papel arrancado de un cuaderno donde dice "Quiero ser el alfa de Gun Atthaphan". Con pésima ortografía y caligrafía, lo cual le confirma que esa hoja es de él. "No recuerdo habérselo dado", piensa...
—Me lo dio tu mamá un día. Me dijo que lo encontró en una de tus primeras libretas cuando estaba limpiando.
—¿Guardaste todas estas cosas? —pregunta Off con un sentimiento cálido instaurándose en su corazón.
Gun quiere hacerse el difícil, que Off le ruegue un poco, pero no puede engañar a nadie. Lo extraña, sigue enamorado de él con cada trocito de su corazón.
—¿Aún quieres ser mi alfa?
Off siente una pequeña opresión en el pecho. ¿Qué si quiere ser su alfa? ¡Por supuesto que sí! Quiere ser cualquier cosa, con tal de estar junto a Gun. Sin embargo lo piensa con más detenimiento, no hay apuro.
Gun se alarma al ver a Off negar. Siente que la esperanza que mantuvo todos estos meses lo abandona. Ha pasado mucho tiempo y quizás Off ya no siente lo mismo.
—No quiero ser tu alfa, P'Gun —niega sentándose en la cama frente a él—. Quiero ser tu novio, sin importar si soy alfa, beta u omega.
Pasan unos segundos en silencio. El lobo de Gun finalmente se ha decidido a mirar a su cachorro. Mirándolo con ojitos brillantes que no sabe si son de felicidad, amor o de que se pondrá a llorar en cualquier momento. Sólo tiene ganas de lanzarse sobre él e impregnarlo con su aroma. Su cachorro ha vuelto por él y sólo por él.
—Yo también quiero que seas mi novio Offy —confiesa tirando de él para darle un cariñoso abrazo. Ambos corazones se agitan y las sonrisas invaden sus rostros—. Pero si vuelves a dejarme me encargaré de hacerte sufrir el doble.
—Jamás te volveré a dejar, P'Gun. Trabajé mucho para volver a tenerte a mi lado, no te soltaré ni aunque me obliguen —se aparta sólo un poquito para mirar los claros ojitos contrarios—. ¿Entonces si somos novios otra vez?
Gun junta sus labios con los de Off. Feliz, completo y satisfecho. Suelta un suspiro los primeros segundos. Su lobo recupera su confianza y lo alienta a seguir el beso. Off no siente mariposas, siente fuegos artificiales. Se sienten el paraíso. Se pertenecen y pertenecen a estar así, uno junto al otro. Disfrutando de su compañía y de sus cariñitos, de combinar sus alientos en uno sólo y que sus corazones bailen al mismo ritmo. Todas sus inseguridades desaparecen y sólo son ellos dos, nada más.
Ya no son unos niños y Gun mueve sus labios un poco en el beso, con cuidado de no asustar o emocionar demasiado a Off. Pero Off devuelve sus movimientos con precisión mientras saborea la dulzura del contrario. Unos cuantos segundos bastan para separarse haciendo un pequeño sonidito que apenas pueden percibir sus oídos. Gun está sonrojado y a Off le encanta como su piel con sus mejillas rojas contrastan con su cabello rubio.
—Deberíamos reconciliarnos más a menudo —susurra a centímetros de sus labios, sin perder la vista de estos mientras relame los propios embobadísimo.
—Bueno, entonces terminamos~ —canturrea alejándose divertido.
—¿Qué? —parpadea Off saliendo de su trance observando a Gun al otro lado de la habitación con una sonrisa geométrica—. ¡No seas malo! Acabamos de volver. Gunnie...
Juegan, ríen, se dan besitos mientras nadie los ve. Son felices en su propia burbuja.
Han vuelto, aunque su amor jamás se fue y esta vez se asegurarán de que nada lo arruine.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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