10. El cumpleaños de Tay

—¡Cachorro tonto!

—¡Alfa estúpido!

Gun y Tay dieron varias vueltas por la alfombra haciendo que sus aspectos se vean más desalineados luego de muchos manotazos y pequeños golpes entre risas. Gun considera injusto que Tay sea más fuerte, pero de cualquier modo están a mano puesto que el último está débil debido a los cambios en su cuerpo.

Se separan de su guerra entre risa con Gun rindiéndose y Tay con una gran sonrisa debido a su lobo competitivo feliz de ganar en cualquier actividad.

Nadie esperaba que Tay fuera un alfa, ni siquiera el mismo. Todos creían que sería un beta. El momento de presentación fue una gran noticia en toda la familia. Para Tay sólo fue una pésima semana llena de dolores, sensibilidad y soportar sentimientos impropios pues les pertenecen a su recién despierto lobo.

Los golpes en la puerta los hacen salir de su burbuja y por ella se asoma una cabellera azabache que al ver a ambos amigos tan juntos entrecierra sus ojos, más no dice nada y se acerca a su chico, tomándolo de la mano.

—Mamá dice que es hora de cantar cumpleaños —explica y luego le hace ojitos al castaño—. Te guardé un lugar a mi lado.

Tay rueda los ojos ante la escena de su hermanito con una pequeña sonrisa burlesca. Mas sus sentimientos con los de su lobo se mezclan y no sabe muy bien cómo reaccionar. A este no le agrada lo cercanos que son su hermano con su amigo, al ser un alfa primerizo es muy posesivo, sobre todo con su familia. A Tay no le gusta eso, es insoportable. Casi tanto como los dolores musculares y los aromas sofocantes.

Van a la sala donde sus padres lo regañan un poco por encerrarse en su pieza en lugar de convivir con todos, pero bueno, no es como si jugar con su mejor amigo sea mejor que convivir con personas de cuarenta años, claro que no.

Las luces se apagan y los cantos comienzan felicitando al pequeño Tay por cumplir trece años siendo un lindo alfa.

—Pide un deseo.

—¡Desea algo para tu hermano menor!

Todos ríen y el cumpleañero sopla la vela. Aplausos, felicitaciones y peticiones de que meta su bello rostro en el pastel de cumpleaños a lo que se niega rotundamente retrocediendo avergonzado de tanta atención.

—¡Tay! —exclama Gun a su lado y cuando le mira este le ha embarrado un cupcake azul en todo el rostro causando a todo el mundo risas.

—Ah, por eso me gusta tanto —añade Off.

Gun trata de contenerse pero las pestañas de Tay repletas de crema son demasiado para él. Tay entre quejas toma un pastelito rojo y también se lo embarra.

—¡Hey!

—Vayan a lavarse las caras —pide Dara antes de que se les ocurra meter el pastel caro que compró en todo esto—. Y Off baja ese cuchillo plástico que tu hermano sólo ensució a Gun nada más.

—¡Es una declaración de guerra!

Gun se sienta en la taza del WC mientras Tay refriega su cara frente al lavamanos.

—¿Qué deseaste?

—No haberme presentado —responde al estar su olfato sensible por el intenso aroma que siente debido a la crema en su cara. No quiere volver a saber sobre dulces en su vida.

Gun asiente comprensivo. Él no se ha presentado más los diagnósticos que le han dado sus compañeros que si apuntan a que no es bonito. El primer celo no es para nada placentero, los cambios en tu cuerpo no son cómodos y tener a tu lobo despierto no es tan cool. Independiente de sí te presentas como alfa u omega. Aún así no puede evitar sentir curiosidad.

—¿Cómo te sientes?

—Como si quisiera echarme en el suelo a descansar. No lo sé, es raro.

—¿Deseas un hueso? —Bromea Gun acercándose a su mejor amigo, provocándole una sonrisa y que su lobo esté alerta—. ¿Qué te dice tu lobo?

—Está al pendiente de ti. Creo que piensa que me atacarás o...

—¿O...?

—Que me besarás —responde con el ceño fruncido haciendo que Gun parta en risas—. ¡Ya! ¡Tú preguntaste!

Las mejillas de Gun se ponen rojas a pesar de estar riendo y hasta sosteniendo su estómago por sobre su sweater rosado. Tay se siente avergonzado y su lobo baja la cola. Ahora desea golpearlo más sabe que su amigo está bromeando.

—Tu lobo alfa es muy tontito —responde secándose la lágrima que se escapó de sus ojos.

—Mi mejor amigo también.

—¡Oye! Mejor vayamos a abrir tus regalos.

Salen del baño en dirección a la habitación de Tay más en el camino pasan junto a la habitación de los padres de este alcanzando a escuchar como viejas chismosas que hablan sobre él y su hermano.

—Tay será un buen alfa, ya se ve buen mozo junto a ese niñito castaño —dice una de las hermanas de Dara, es decir, su tía.

Ambos se miran con cara de disgusto. Ew. El lobo de Tay en cambio alza ambas orejas.

—No, Sally. Al que le gusta Gunnie es Off —aclara su madre.

—Pero ese chico se ve a leguas que será un omega. Y el alfa de esta familia es Tay, ya sabes lo que dicen...

—Hay casos que no es así. Además no puedo llegar y decirle a Offy que él no será alfa ya que entre hermanos sólo hay uno. Él está muy ilusionado.

Ambos se alejan de la puerta confundidos. Uno más que él otro. A Gun esa conversación le deja un mal gusto en la boca. No la entiende del todo y le quedan muchos espacios en blanco. En el caso de Tay, siente tristeza por su hermano, pues ya había escuchado algo parecido más no sabía si era cierto.

—Mamá me mandó a que les trajera comida —aparece el menor de nueve años con una bandeja. Al darse cuenta que estos están junto a la habitación donde sabe está su madre se rectifica—. Digo, papá me envió.

Gun ríe olvidándose del tema y desviando toda su atención a su menor. Pero en la cabeza de Tay aún ronda una pregunta.

¿Quién le dirá a Off qué no puede ser alfa debido a que él ya lo es?

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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