4
Estaba escribiendo una partitura en el escritorio de mi dormitorio. Mi cuarto era uno simple a mi parecer, una cama para dos personas, una alfombra y cortinas de color cerezo y dos muebles llenos de libros. Simple. Hasta que sentí un ligero olor entrar por la ventana abierta de mi cuarto. Frunci el ceño sin despegar mi vista del papel. No me parecía bien dejar mi trabajo a medias pero tampoco podía ignorar el ligero olor dulce, como si eso violara todos mis sentidos. Apoye mi mano izquierda en mi mentón mientras apoyaba mi espalda en el respaldo de la silla.
Solo han pasado cinco días desde la ultima vez que vi al pequeño izuku, pero sabia a la perfección que el, venia todos los días al bosque. Pero eso ya no tenia nada que ver conmigo, decidí no volver a verlo, pero era inquietante.
"Solo si no pasan los limites".
Las palabras de bakugo resonaban en mi mente. Ese niño se arriesgaba demasiado. Si el rey de los dragones del sur lo viera, el no mostraría compasión por un simple niño, sin mencionar que han habido extraños sucesos. Personas jóvenes sean hombres o mujeres eran hayados muertos en la parte mas oscura del bosque, por esa razón mi padre salia todos los días buscando alguna pista sobre lo que ocurría, se dicen que es una joven pareja que tientan a las personas a entrar en esa zona, como una manipulación mental, y debido a eso el maestro shinso le hicieron un intenso interrogatorio ya que su habilidad es controlar a las personas, pero con el tiempo su inocencia fue mostrada.
-Joven todoroki- escuche unos golpes en la puerta.
Me levante de mi sitio- dime- abrí la puerta.
-Tengo un mensaje de señor katsuki bakugo y es que lo espera en el bosque en la zona mas clara- la sirvienta hizo una reverencia para después marcharse.
Algo irritado y cansado me puse mis abrigos y salí de mi habitación. No tenia ánimos pero conociendo lo cabeza bruta que puede llegar a ser bakugo lo mas probable es que destruiría el castillo por una rabieta.
Camine un rato por el bosque, era de noche pero como había luna llena, iluminaba como las velas. Al llegar no preste atención a mi alrededor, solo divise un dragón blanco al lado de bakugo.
-dime para que me llamaste.
-¡ah! ¡acaso no te enseñaron a saludar a la gente maldito mitad mitad!- se acerco a mi.
Estaba vestido como siempre pero esta vez traía una capa de un color bordeó que cubría su espalda y hombros.
-bakugo-san, no debe tratar así a la gente, por eso no tiene amigos- se acerco un pequeño de cabellos rojos.
-¡¿Que dijiste maldito erizo?!.
-Vez- apunto el pequeño- hola, me llamo eijirou, kirishima eijirou- sonrió.
-ah- lo mire incrédulo- yo soy..
-Señor vampiro- escuche un pequeño grito provenir de la cabeza del dragón.
Mire al pequeño asombrado, estaba vestido de la misma forma que el otro día mientras jugaba con el dragón como si fuera un caballo. Estaba demasiado confundido.
-¡bajate de mi jules maldito deku!- bakugo se acerco.
Estaba en blanco mientras veía como bakugo ayudaba a bajar al pequeño del dragón.
-No se preocupe, aunque no lo parezca bakugo-san es muy amable a su manera con nosotros- el pequeño pelirojo corrió donde ellos.
Sin mas me acerque.
-Bien ya estamos todos- bakugo nos miro.
-!Si!- exclamaron los pequeños.
-¿Todos?- dije.
-Tenemos una misión súper importante- continuo hablando bakugo.
-¿De que se trata?- hable.
-No te lo puedo decir maldito- bakugo acaricio la cabeza de su dragón.
-a jules se le perdió a su cachorro y tenemos que buscarlo- hablo kirishima.
-¿eh?- lo mire- me largo- me di la media vuelta.
-shou-chan.
Me gire mientras el pequeño izuku me miraba triste.
-Shou-chan?- pregunte.
El asintió avergonzado- Es el apodo con el que te llamare- se veía muy tierno avergonzado, con la mirada baja y jugando con sus manos- shou-chan por favor ayudanos a buscar a whitney.
-¿Whitney?
-Así se llama el dragón de jules- kirishima se acerco- No seas malvado y ayudanos.
Observe a bakugo, este solo chasqueo la lengua y dio la espalda, después vi a kirishima que me miraba serio y después a izuku que me evitaba la mirada.
-Esta bien.
Después de eso empezamos a caminar por el bosque en busca del dragón perdido, la noche se hacia mas oscura, el frío viento soplaba haciendo los pequeños temblar y nuestros sentidos estando mas alerta que nunca.
-¿no sera mejor llamarlo?- hablo izuku que hiba afirmado en el brazo del pequeño kirishima.
-Es peligroso a esta hora el bosque no podemos arriesgarnos- hablo bakugo observando los alrededores en alerta.
-Cierto, ¿como se conocen ustedes dos?- hablo kirishima.
-El otro día cuando jugaba con uraraka la lluvia se hizo muy fuerte y me perdí un poco en el bosque- hablo izuku.
-Ya veo.
-¿Y ustedes tres como se conocen?- pregunte.
-nos conocimos hace unos meses, estábamos jugando cuando sentimos una gran ráfaga de viento y somos curiosos y lo vimos a el- kirishima apunto a bakugo- y a zu.
-¿zu? ¿Hablan de tu dragón rojo?.
-Así es- katsuki se di la vuelta- por algún motivo en especial a zu les agrado a estos mocosos y tu ya sabes, cuando un dragón se encariña es mejor no lastimar al causante.
-Ya veo.
-Siempre jugamos con zu- hablo esta vez izuku.
-Al igual que jules- kirishima acaricio la cabeza del dragón- ya veras que encontraremos a tu cachorro.
Y así estuvimos buscando por tres horas mas, hasta que encontramos al dragón perdido.
-Estoy muerto- kirishima se tiro en el suelo.
Mientras que yo me sentaba a descansar un momento.
-Toma jules, no vuelvas a perderlo- bakugo le entrego al pequeño dragón a su madre- ahora vayan a casa.
Los dragones se perdieron en el cielo agradecidos.
-shou-chan- izuku se acerco mientras se frotaba los ojos- Tengo sueño.
-No te duermas, te tienes que ir a tu casa- me levante.
-Malvado- se acostó en el suelo.
-Te dije que no te durmieras- lo sacudi pero fue un caso perdido.
-Bueno su amigo sabe donde vive así que el lo llevara- empecé a caminar.
-No lo creo- bakugo me detuvo- el maldito erizo se quedo dormido igual.
Observamos a los dos niños dormir en el suelo, uno en posición fetal y el otro estirado como una masa.
-Llevatelos- le dije a bakugo.
-¡¿Ah?!.
-Fue tu culpa por no ser un buen cuidador con tus dragones.
-¡No me puedo llevar a los dos mocosos!
-¿Por que?.
-Ellos viven muy lejos de ambas casas, además yo no puedo pasearme mucho por los pueblos. Llevate a deku, yo me llevare al erizo.
Quería terminar esto lo mas rápido posible, tenia demasiado deberes para estar perdiendo en el tiempo. Cargamos a los niños en brazos y nos dirigimos al pueblo, en nuestro camino nadie dijo nada hasta llegar a la entrada.
-Kirishima vive por esta dirección - bakugo doblo en una esquina- deku vive derecho en una casa un poco alejada del pueblo- y sin mas se fue.
Camine por las solitarias y oscuras calles del pequeño pueblo sin hacer ruido, la luna se encontraba en el punto mas alto iluminando todo a su paso. Como había dicho bakugo había una casa un tanto mas alejada, sin mas subí por el techo y abrí la ventana de la habitación que debe ser de izuku ya hay unos dos juguetes desgastados en el piso, lo acosté en la cama para después taparlo, lo mas extraño es que no sentía la presencia de nadie mas en la casa.
-Mamá se quedo otra vez trabajando- izuku estaba despierto con unos ojos demasiado triste.
-¿Te quedas solo toda la noche?.
-Algo así, una amiga de mi mamá me viene a dar la comida cuando ella no esta, pero ella igual tiene una familia y no puede quedarse toda la noche- lágrimas empezaron a salir de sus ojos- no tenemos mucho dinero y eso hace que la gente nos odie un poco, incluso shou-chan me odia.
Y allí sentí el error de mis palabras, para mi significaron una advertencia, pero para el fue algo mucho mas doloroso.
-No te odio, solo que eres muy pequeño y seria malo para ti si algo te pasara- Me senté a un lado de la cama.
-¿entonces no me odias?- se sentó igual.
-Claro que no, pero si quieres verme, sera tu culpa si algo te sucede.
El sonrió feliz para después volverse a dormir.
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