(2) - Familia
Tras tres horas y media de papeleos y llamadas telefónicas me convertí oficialmente en el padre de acogida de Cherry. La llevé de vuelta a mi habitación en el hotel e hice un intento de cambiarle la ropa que llevaba por una de mis poleras, que cumpliría la misma función que un vestido. Cuando noté que no iba a funcionar, decidí no seguir luchando y me dejé caer en mi cama, con la pequeña a mi lado.
Caímos dormidos en segundos, dejando un agotador día tras la espalda.
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A la mañana siguiente desperté con el molesto sonido de la alarma en mis oídos, la pantalla mostraba 8am con luces rojo neón. Inmediatamente dejé caer mi adormilada mirada en Cherry, quien se encontraba acurrucada a mi lado, con una mano afirmando mi polera (que llevaba puesta desde el día anterior) y la otra la mantenía frente suyo, dos de sus dedos en la boca. Cuidadosamente retiré su mano de mí, esforzándome por no despertarla.
Contemplé las opciones de desayuno, mientras me estiraba y tallaba mis ojos, para luego levantarme aun bostezando. Me dirigí a la mesa, donde yacía algo de ropa limpia, y agarrándola marché rumbo a la ducha.
Con la ayuda del agua logré despertar completamente, y ya refrescado entré nuevamente en el cuarto, para encontrarme con la cama vacía.
"Cherry!"- dejé caer la pila de ropa sucia que llevaba y comencé a buscarla. La estancia no era muy grande, por lo cual los lugares donde podría estar eran limitados. Pronto la encontré, oculta y asustada bajo el gabinete de la tv.
"Ey, qué haces allí abajo?"- negó con la cabeza y se cubrió los oídos, aislándose. Agarré su brazo con gentileza, evitando los moratones, y la saqué de debajo del mueble. Comenzó a temblar, tratando de alejarse de mí.
"Oye, shhh... no te voy a hacer daño, está bien? Yo nunca te voy a hacer daño intencionalmente"- paró de forcejear dudosamente, pero aún temblaba -"qué tal si te aseamos un poco y luego vamos a buscar desayuno?"- ante la palabra desayuno estiró un poco el cuello en aprobación. Asintió, y le devolví una sonrisa.
Al asegurarme que la pequeña estaba bien me dirigí al cuarto de baño, esta vez a buscar una toallita para poder limpiarla. Me encargué de limpiar su cara y brazos principalmente, y mientras me encontraba en eso caí en la cuenta de que probablemente Cherry no conociera mi nombre.
"Mi nombre es Remington, no estoy seguro si habías escuchado eso ayer"- le informé. Ella me miró con sus grandes ojos color castaña –"aunque Remington es bastante difícil de decir, así que me puedes decir Rem, Remmi... o como prefieras"
Ya no parecía interesarle tanto lo que estaba diciendo, porque dejó de mirarme.
Al terminar con la toallita decidí que sería buena idea peinarla, ya que la noche anterior no me había tomado el tiempo para hacerlo. De hecho, hubiera sido una buena idea si no fuera porque mi nivel de comprensión peluquera se reducía exclusivamente a la aplicación de laca... en todo caso logré ingeniármelas para afirmar su cabello en una coleta algo desordenada.
Ordené que nos trajeran el desayuno a la habitación, tostadas con nutella y café para mí, jugo de naranja y yogurt para Cherry, siguiendo las recomendaciones del archivo que me había dado Carla (la mujer que nos había atendido el día anterior).
Nos dedicamos a comer, yo observando a Cherry tomar pequeñas cucharaditas de yogurt. En un cierto momento le falló el equilibrio y se volcó el resto del cuenco en la ropa, por lo que estalló en lágrimas.
"Mierda"- solté sin pensarlo, y me paré a buscar otra toallita húmeda.
"No, no, no... no llores, está bien? No pasa nada"- murmuré ya de vuelta, tratando de tranquilizarla, mientras le secaba la sustancia blanquecina de su ropa. Saqué una de mis poleras de la valija que aún tenía conmigo, y me dispuse a sacarle su camiseta, pero gritó y se alejó rápidamente de mí. Suspiré, y me volví a acercar, esta vez más lentamente, dejando que se calmara.
"Sólo voy a cambiarte de ropa, ves?"- indiqué, esta vez mostrándole mi polera antes de retirar la suya. Ella me dejó. Mi polera le quedaba exageradamente grande, pero era todo lo que tenía de momento.
Tras terminar con el desayuno me encargué de guardar todo lo que aún faltaba desordenadamente y dejar todo listo para el día. En menos de veinte minutos y a pesar de las protestas de la pequeña nos encontrábamos cruzando las puertas hacia el hall del hotel.
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Me encontré con Emerson y Sebastian en el recibidor. Emerson estaba tomando café, perdido en pensamientos. Su mirada se posó en mi con Cherry en brazos, pero parecía como si estuviera observando el nirvana... después de lo que parecieron horas pareció darse cuenta, y me miró raro.
"No la ibas a entregar ayer en la estación de policías?"
"Yo... ahora soy su padre de acogida"
"Por qué?"-preguntó, al mismo tiempo que Sebastian decía- "Idiota"
"Ey! no lo entienden, no tenía a donde ir, nadie la quería acoger... no podía dejarla"- observé a la pequeña, tenía su cabeza escondida en el pliegue de mi cuello.
"Adoptar a una niña sin contarle a tu novia es una decisión bastante estúpida. Sabías eso, no?"- preguntó Sebastian.
"Lo sé, lo hice de todas maneras"
"Cómo se llama?"-preguntó Emerson.
"Cherry"- ella se volteó a verme ante la mención de su nombre, yo le sonreí. Me giré para que ellos también pudiera verla-" estos son mis hermanos, Sebastian y Emerson"- los presenté apuntando. Ella volvió a esconder la cara.
"No es muy habladora... sería uno de ustedes tan amable de subirme mi valija al bus? Aún tengo que ir a retirar un par de cosas a la oficina de carabineros"
"Claro, no te demores demasiado"- soltó Sebastian con un suspiro.
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En la estación de policías Carla ya nos esperaba con una caja con las cosas para Cherry.
"Buenos días!"-dijo jovial en cuanto nos vio entrar.
"Buenos días"
"Bueno, conseguí los archivos de la trabajadora social de Cherry, que me llamó de vuelta ayer después de que hablamos. Hay un par de cosas que sería útil saber. Primero: suele morder todo lo que está a su alcance, incluyendo sus dedos, y no para hasta hacerse sangrar, así que hay que prestarle mucha atención a eso."- dijo, a la vez que retiraba cuidadosamente la mano de Cherry de su boca –"Tiene un collar"- prosiguió buscando algo en la caja, y enseñándome un collar con seis mostacillas cuadradas de silicona, con colores brillantes. En cuanto estuvo dentro de su alcance, la pequeña se llevó una de las mostacillas a la boca, y volvió a descansar la cabeza en mi hombro.
"Hay unos cuantos juguetes más que puede morder... y no le gustan las papas, no importa como estén preparadas, ni siquiera papas fritas. Al parecer no hay como convencerla para que las coma, aunque no hay ninguna razón médica para que no lo haga. En todo caso esto es todo lo que pude conseguir, lamento que no sea mucho"- dijo con una mirada apenada -"También me encargué de darle todos los números que me dio ayer a la trabajadora social, lo más probable es que se encuentre en eso en este mismo instante."
"Muchas gracias, si no hay nada más... deberíamos volver antes de que mis hermanos decidan partir sin nosotros."
"Me parece que estamos listos entonces. Cualquier duda puede tomar contacto con la trabajadora social, se llama Jess Meyers, sus datos están en los archivos de Cherry"
"Perfecto, muchísimas gracias"
"Por supuesto, por favor, cuídela bien"- se despidió, haciéndole cariño a la niña en la mejilla.
"Lo haré"- miré a la niña en mis brazos. La cuidaría lo mejor que pudiera, la protegería con mi vida, como a mi propia hija - "no se preocupe."
Personalmente, amo el sentimiento que me da esta historia, nunca antes lo había sentido tan claramente, la escritora realmente es buena...
Espero que todos estén bien, muchísimas gracias por darle su tiempo a este proyecto.
Aldebaranblack
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