(1) - Cherry

La puerta trasera del lugar estaba abierta y la gente entraba y salía apresurada. El equipaje estaba ajustado en nuestro remolque, y en un apresurado intento de acomodar una de las maletas, empujé mas fuerte de lo esperado, llevándola a rodar y caer con un estruendo.

Aunque casi inaudible, percibí un frágil chillido proveniente de detrás de la puerta abierta. Cuidadosamente corrí la puerta, hasta casi cerrarla y abrí los ojos desmesuradamente ante la imagen: una niña pequeña enroscada en posición fetal oculta tras la puerta. Al verme soltó un débil ruido con su garganta y escondió la cara entre las manos.

"Ey pequeña, dónde están tus padres?"- pregunté. Ella sacudió la cabeza en negación. Suspiré.

"Vamos, no te voy a hacer daño"- me arrodillé a su lado - "voy a ayudarte, si?"- ella negó con la cabeza violentamente.

Por supuesto, Emerson decidió que este era el mejor momento para venir en mi búsqueda.

"Rem?"- llamó abriendo la puerta, empujándome con ella. Apenas pude aferrarme para no caer sobre la niña. Al caer ella soltó un grito asustado, y rápidamente se alejó, arrastrándose por el piso cuando me levanté.

"Ey no, espera, está bien, no te voy a hacer daño."- la niña se puso de pie y comenzó a correr a ciegas, y como además estaba oscuro, colisionó directamente con un contenedor de basura. Cayó hacia atrás y estalló en lágrimas. Me apresuré a ver como estaba, dejando a Emerson confundido, ya que aún no había visto a la pequeña. Un gran chichón se estaba formando en su frente y las lágrimas corrían por ambas mejillas. La expresión de terror puro que se apoderó de su cara cuando me agaché frente a ella no pudo sino romperme el corazón.

Quién había podido haberle hecho tanto daño a esta criatura que con solo verme se había asustado tanto?

Tenía las manos en la cabeza, aislándose del exterior. No sabía muy bien que hacer.

"Rem, que mierda estás haciendo?"- dijo Emerson aproximándose -"pero que..."

"Estaba detrás de la puerta, y chocó con el contenedor"- expliqué.

La niña, al ver a Emerson, nuevamente entró en pánico, y corrió a esconderse tras el basurero.

Su respiración se tornó irregular.

"Está teniendo un ataque de pánico"- anuncié. Conocía los síntomas demasiado bien.

"Qué hacemos?"- preguntó Emerson, dando un paso en dirección de la niña, quien trató de deslizarse hacia atrás, sin resultados.

"La estás asustando!"

"Y tú no?"

"Puedo preguntar qué están haciendo?"- interrumpió la voz de Sebastian desde el umbral de la puerta. Ninguno de nosotros le dio atención.

Me volví a acercar a la niña, esta vez con mucho mas cuidado, sabiendo exactamente lo que tenía que hacer.

"Ey, shhhhh... está bien, todo va a estar bien... No te voy a hacer daño... Puedes respirar profundo?"- la miré preocupado, pero no parecía que fuera a hacer lo que le pedía -"mira, así"- indiqué, respirando calma y profundamente. La pequeña seguía mirándome, sus grandes orbes brillantes, sin dar signos de calmarse.

"Por favor, ven, respiremos juntos... no quiero que te vayas a desmayar..."- volví a tomar una gran bocanada de aire, y en un arranque de valentía ella me imitó. Seguí incitándola hasta que logró mantener la respiración estable.

"Eso es, muy bien!"

"Ahora, crees que puedes decirme dónde están tu mami y tu papi?"- en cuanto escuchó la alusión a su padre se lanzó sobre mí y escondió su cara en mi chaqueta. Yo sólo estaba ahí, sorprendido y nuevamente sin una pista de qué hacer.

"Deberíamos llevarla a la estación de carabineros, como mínimo"- sugirió Emerson, arrojando algo de claridad a la situación.

"Chicos?"- volvió a llamar Sebastian -"qué están haciendo!?"- finalmente caminó en nuestra dirección.

Me paré, levantando a la pequeña en brazos, que aún no me soltaba. Junto con Emerson fuimos al encuentro de mi hermano mayor.

"Y esa niña?"- preguntó, confundido.

"La encontramos tras la puerta, no tengo idea quienes son sus padres ni por qué está aquí"- aclaré por segunda vez, sintiendo sus brazos temblar, aferrándose con fuerza a mi cuello -"Em sugirió llevarla a la estación policial."

Sebastian suspiró, agarrándose el puente de la nariz. Esto nos había tomado a todos desprevenidos.

"Suena como la mejor opción, llévala tú mientras nosotros terminamos de empacar..."- me ordenó, tomando el liderazgo.

"Vale, nos vemos en un rato"- murmuré, sacando mi celular del bolsillo y googleando la locación de la estación de carabineros mas cercana.

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Según internet la estación policial se encontraba a nada más cinco minutos, así que con la pequeña aun aferrándose a mí como koala me encaminé al lugar indicado. Al entrar al edificio, la señora tras la recepción me atendió inmediatamente.

"En qué puedo ayudarlo?"

"Hola, yo eh...ella fue...la encontré en un callejón...y chocó con un basurero"- indiqué haciendo énfasis en la niña en mis brazos. La mujer a estudió por un segundo, jadeó y empujó su silla de el escritorio.

"Steve!"- llamó apresurada - "Steve! Alguien la encontró"- se escuchó un ruido de algo caer seguido por pasos.

"Qué!? Oh, Dios, está aquí!"- exclamó el hombre al cruzar la puerta que guiaba al interior de la oficina.

"Es su hija?"- pregunté, asumiendo por la reacción de la mujer.

"No, no lo es, pero lamentablemente se pasa muy seguido por aquí. Su padre entra y sale intermitentemente de prisión, y ella va de casa de acogida a casa de acogida hasta que él este libre nuevamente. Fue arrestado ayer por la mañana y ella no estaba en casa, estábamos realmente preocupados. No parece que el padre vaya a salir prontamente de prisión y lo más probable es que tenga que ir a un centro de acogida, ya que ninguna de las familias de acogida disponibles está dispuesta a cuidarla nuevamente, pobrecita... Es interesante que se haya apegado tanto a ti, de hecho..."- agregó mirándola con ternura. Yo también la observé, aún temblaba.

Ahora que la podía ver mejor, mi corazón se me encogía. Su ropa estaba sucia y llena de agujeros, su pelo enredado y su pálida piel estaba cubierta de moratones bastante oscuros. Algunos en su cuello parecían incluso ser chupones, imaginarme lo que podría haber pasado me enfermaba.

"Por qué nadie está dispuesto a admitirla?" 

"Puede llegar a ser problemática. No habla, no confía en nadie, suele rehusarse a comer. También tiene autismo, por lo que es más difícil cuidar de ella para otras personas, sobre todo si ya tienen otros niños bajo su cargo"

"Y cómo se llama?"

"El único nombre que tenemos registrado es Cherry"

"Ven cariño, vamos a buscarte algo para comer"- el hombre, Steve, trató de retirarla de mis brazos. Ella chilló, agarrando mi chaqueta con aun más fuerza. Fue en ese momento que tomé una decisión. Puede que me fuera a arrepentir mas tarde o puede que no, pero en ese momento sólo importaba la niña que tenía en brazos.

"Puedo acogerla yo?" 


Cherry en multimendia

Esta es una traducción de una novela hermosa escrita por LittleTicTax 

Realmente le agradezco darme el permiso para hacerlo...

Que tengan una feliz navidad!

Aldebaranblack

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