¡Mi excéntrica hermanita quiere pelear!

Lily era una niña que se sentía orgullosa de su familia, incluso con algunas de sus hermanas mayores a las que apenas conocía, podría decir muchas cosas por las que era un feliz miembro de la familia Loud y disfrutaba cuando escuchaba buenas cosas de sus hermanas y hermano, considerando lo variable el ambiente en su hogar había aprendido a disfrutar las cosas que ocurrían EN su hogar, pero fuera de este, era algo totalmente diferente.

Sus ojos se encontraban vacíos mientras veía como a su lado Lana estaba reproduciendo en su teléfono la canción parodia de Lucy y tarareaba la letra.

- ...el destino es caprichoso y lo aceptareeee aunque deba cargar el peso del mundoooooo...

La niña solo podía tapar sus oídos con fuerza en un intento de no escuchar, pero su hermana mayor no le daba tregua.

- ...por Astrea! Soportaré los pecados, ¡Por Astrea! Acabaré con la corrupción de este mundooo...

Aquella tortura continuo hasta que finalmente llegaron a la primaria, momento donde sin siquiera despedirse de sus hermanos mayores la pequeña abrió de golpe la puerta de la van y se alejo corriendo, dispuesta a olvidarse de toda esa tontería en clases, si lo pensaba bien nunca antes había estado tan agradecida de tener clases, un par de horas de un ambiente cerrado con el acceso a internet, videos vergonzosos y, sobre todo, Lucy, prohibidos, las matemáticas, ciencia y lengua jamás le habían parecido tan entretenidas como ese día.

O esa era su intención.

Lily miraba perpleja como en el pizarrón se estaba reproduciendo el video de su hermana, tanto el video normal como parodias de este.

- ...y está clase de actitudes son aberrantes, claramente se puede ver un trastorno en la mente de esa jovenzuela que lo único que hace es ponerse más y más en ridículo, Michael, por favor sube el volumen de esta parte para escucharla.

- Si profesora.

- ...como la séptima reencarnación de la diosa Sepphiris, sacerdotisa de la gran y benevolente...

- Simplemente ridículo e indignante, si fuera mi familiar estaría retorciéndome de la vergüenza y en un agujero lamentándome tener esos genes en mi cuerpo, por esa razón niños deben tener conciencia de su educación y salud mental, para no rebajarse a... esto.

- ...y si es necesario me entregare en cuerpo y...

Lily ocultaba su cabeza con sus brazos en un intento de ocultar su rostro completamente enrojecido y con el único deseo de salir corriendo, cambiar su nombre y desaparecer, pero cuando todos en su salón veían con curiosidad y algo de risa las imágenes mientras ella era la única que había ocultado su cabeza termino llamando la atención de la maestra.

- (Molesta) ¡Loud! ¡¿Acaso esta clase especial sobre salud mental te da sueño?! ¡Ven aquí ahora mismo!

Aun más enrojecida, la pequeña se levanto mientras uno de los videos parodias estaba siendo reproducido y justamente enfocaba a Lucy parada frente toda la multitud de estudiantes de la secundaria.

- ¡Ahora sí, ve detenidamente lo que significa vergüenza, contémplala en todo su esplendor!

- ...creando las bestias de los pecados!!!


Una hora después, dirección de la primaria

Rita entro por la puerta con una expresión seria, no era la primera vez que era llamada porque algunos de sus hijos tenia problemas, todos, sin excepción, habían sido llamados al menos una vez por alguna travesura o situación peculiar causada por ellos mismos, tal vez Lincoln y Lori habían sido los que menos veces habían sido llamados y las gemelas habían mejorado considerablemente su conducta, rogaba en el fondo de su corazón, sabiendo como era su hija menor, que ella sería la encargada de romper esa maldición, lastimosamente, ese récord acababa de romperse.

Conocía el camino perfectamente, llegando a dirección mientras noto a la niña sentada en el suelo detrás de un macetero en la oficina de la secretaria con una robusta mujer intentando, al menos, que la niña sacase la cara de entre sus piernas.

- Vamos cariño, tampoco es para tanto, si lo comparo con el historial de Luan sigues siendo una santa.

- Hola Cheryl.

- Oh, Rita, cariño, finalmente llegaste, la pobrecita se hizo bolita desde hace un tiempo y no logro sacarla de ahí.

Aunque seguía algo molesta, Rita observo preocupada eso, algo que no esperaba de la pequeña.

- Lily, cariño, ya estoy aquí.

Pero no hubo respuesta alguna.

- ¿Converso con el director?

- No, fue un caso... peculiar, pienso que le haría bien descansar por hoy.

- ¿Entonces no está en problemas?

- Como dije, fue... peculiar, estaba en una clase especial de emergencia que se dio por... jejeje, creo que lo mejor es que vaya a casa por hoy.

Rita solo miraba confundida a la robusta señora, pero si eso le iba a evitar el papeleo y las ya clásicas conversaciones con Huggins, no iba a desaprovechar la oportunidad.

- Eh... bueno, entonces me voy con Lily, gracias Cheryl. - Se acercó a la niña. - Vamos cariño.

Pero nuevamente no recibió respuesta, por lo que como si fuese un balón gigante, Rita la tomo con sus brazos y la cargo como si fuese un objeto a plena vista de la secretaria quien realmente no se sorprendió, despidiéndose con la mano y una sonrisa casual de la madre de 11.

El camino hacía la van fue corto y deposito a la niña en el asiento del copiloto, colocándole el cinturón y comenzando a conducir tranquilamente, todo mientras la niña no rompía su posición.

- Entonces, ¿Insultos a tu maestra?

Pudo escuchar unos murmullos, demasiado bajos para poder entender.

- Lily, habla más fuerte, sabes que no te podemos escuchar cuando hablas así de bajo.

- La profesora me dijo... estaba el video... y ella me hizo levantarme... y... y...

Aprovechando el semáforo en rojo Rita acarició un poco la cabellera de su hija, tendría que hablar firmemente con ella pero eso podría esperar a que se calmase, considerando los eventos que había tenido la familia recientemente podría estar alterada por lo que pensó que el consejo de Cheryl era acertado, y considero llevar a una mañana de chicas Loud, solo ellas dos... pero luego recordó a la chica que tenía encerrada en casa y, rezaba, siguiera encerrada sin quemar la casa.

- Sigh, espero que Lucy no haya hecho nada raro en este rato.

Y al escuchar ese nombre Rita pudo ver la primera reacción de la muchacha, soltando lentamente sus piernas para dejarlas caer por el asiento mientras tomaba una posición más normal para viajar, viendo como los ojos de Lily parecían estar completamente vacíos.

- Lucy... me da mucha vergüenza su existencia.

- Hija, entiendo que Lucy este pasando por una... etapa extraña, pero no podemos dejarla de lado solo por eso.

- ¡Pero mírala como actúa! - Tapo su rostro con sus manos. - ¡Tiene menos dignidad que un simp otaku! ¡Es totalmente pateable y debería ser una obligación moral patearla!

- ¿Simp? ¿Qué es eso? Espera, no importa, no deberías pensar en patear a tu hermana mayor ni menos llamarlo una obligación moral.

- Pero mamá.

- Nada de peros cariño, ya nos encargamos de castigarla y ya estamos pensando con tu padre una forma de volverla a la normalidad, solo... hay que soportar un poco, ¿Sí?

La pequeña se cruzo de brazos e inflo sus mejillas, claramente molesta, no le gustaba que sus hijas se pelearan pero dada la condición de Lucy, bien podría... no, no era una opción, intento quitar esos deseos de su cabeza y se concentró en conducir.

Cuando llegaron finalmente a casa Rita suspiro cansada, tenía que volver a animar a Lily, también estaba Lucy de la cual, en ese momento, podía esperarse lo que sea, bien podría estar en el techo de la casa danzándole al sol y lo vería perfectamente normal considerando las últimas acciones de la chica y para su desgracia eso fue exactamente lo que vio en el momento que llego a su hogar.

Lucy se encontraba en el techo, justamente sobre la entrada, en pose de meditación con los ojos cerrados y un vestuario que cubría la mayor parte de su cuerpo, exactamente que estaba haciendo escapaba por completo de los límites de la imaginación de la matriarca así como el método que había usado la adolescente para escapar de su habitación cerrada con candado por fuera (Cortesía de Lana esa misma mañana) y el por qué había subido al techo, simplemente Rita observaba con un rostro neutro.

- Esto supera mi nivel de maternidad.

Decidida a olvidarse de Lucy al menos por el resto de la tarde y concentrarse en Lily comenzó a encaminarse hacia la puerta principal, pero cuando la mujer estuvo frente al pórtico, justamente frente a Lucy, esta se levanto de golpe, levantando una de sus manos en dirección hacía Rita mientras la otra la ponía sobre su cintura, manteniendo una postura dominante.

- Reina de la calamidad, no dejaré que tus tretas sigan mancillando más el honor y la virtud de este santuario de recuperación, ¡Por los poderes de Amano Iwato y Sophia, te detendrás aquí!

Entonces Lucy volvió a mirar hacía su madre, solo para notar que ya no había nadie frente a ella.

- ¿Ehhhh?

- Mamá te ignoro y está preparándose un café en la cocina.

Desde la ventana de su cuarto, Lily observaba con una vista neutra a Lucy, sosteniendo la cortina con una de sus manos para evitar que estorbase su visión mientras con la otra se aferraba al marco de la ventana.

- Pequeña hechicera, tus conocimientos son apreciados, ahora si me disculpas debo...

- Palabra tras palabra, todo lo que dices... era gracioso en un principio... pero... pero... ¡Esto ya toco fondo! ¡¿Te puedes imaginar... la humillación que me hiciste pasar estos días?! ¡Tienes menos dignidad que una babosa!

- Cuando las sombras y la luz entran en conflicto, el escenario y sus actores son los que sufren el daño colateral, - Levanto sus brazos mientras levantaba una de sus piernas, adquiriendo una pose de "Y". - Ahora permíteme ir a enfrentar a mi actual enemigo... espera, ¿Una babosa?

Mientras más hablaba, la furia de Lily crecía a cada momento al punto que termino tirando con tanta fuerza de la cortina que la barra superior donde colgaba se soltó, cayendo la tela sobre la niña envolviéndose ligeramente entre sus hombros, pareciendo como si una túnica le estuviese envolviendo.

- ¡Ya deja esta tontería! ¡Te ves ridícula!

- ¡Ninguna tontería! - Lucy volvió a retomar su concentración. - ¡Las batallas guardadas en mi destino deben cumplirse o la tragedia nos caerá encima!

- ¡Tú eres una tragedia con pies!

- ¡Muévete niña!

- ¡Oblígame tonta!

Lucy miraba fijamente a Lily, descubriendo uno de sus brazos desde el cual la tela de su vestido ceremonial cayo, dejando salir lentamente un bastón negro desde la palma de su mano el cual alcanzo un largo de casi 2 metros, haciendo girar el bastón hasta tomarlo con ambas manos, momento en el que de uno de sus extremos una hoja curva salió, de un color azabache intenso con diversas inscripciones en el filo de un potente color carmesí que brillaba ligeramente, su mano izquierda soltó el mango de su guadaña para retirar el velo que cubría su rostro y la túnica ceremonial, dejando su traje de batalla libre, preparada para enfrentarse al embate de la guerrera frente a ella.

Lily miraba con furia como Lucy se sacaba parte de la ropa que tenia y la arrojaba al patio, luchando contra el velo ya que su cabello se había enredado y cuando finalmente su cabeza estuvo libre, saco de su espalda una vara negra de plástico.

- ¡Enfréntate a mí y conocerás el dolor!

- ¡Ya duele tener que compartir el baño contigo y tus eternas sesiones de la mañana!

La muchacha comenzó a flotar ligeramente mientras su rostro comenzaba a contraerse por la furia, saliendo de la habitación hasta quedar a pocos pasos de Lucy, esta podía notar como la energía dentro de la pequeña comenzaba a acumularse y elevarse, como si un campo brillante de color dorado rodeara su cuerpo entre más se enojaba la muchacha, viendo como su cabello se elevaba y se volvía de un dorado aún más brillante que su color natural y pequeños rayos salían de su cuerpo, viendo como pequeñas partículas de tierra y roca se elevaban al igual que su poder de batalla.

- Je, parece que esto si será digno de todo mi poder guerrera, - Hizo girar varias veces su guadaña hasta dejarla en su espalda mientras la sostenía con una única mano, bajando su torso mientras flectaba las rodillas, bajando su centro de gravedad y preparada para embestir con toda su velocidad cuando sus pupilas se volvieron completamente negras. - Che pokañýta opa che pu'aka reheve.

Los ojos de la pequeña, iluminados por su incremento de poder ahora brillaban en un intenso color lila.

- ¡¡¡Ahhhhhhhh!!!

Y como si finalmente hubiese terminado de concentrar su energía mostrando como su musculatura había incrementado considerablemente así como el largo de su cabello el cual ahora llegaba hasta el suelo y estaba erizado, con un brazo corto el halo de energía dorada que la rodeaba, centrando su afilada mirada en su enemiga mortal.

- Ni siquiera la protección de tu diosa será capaz de salvarte de los caminos de dolor que aguardan a tu alma.

Entonces, ambas cargaron con todo su poder, Lily cargando con su puño y toda su fuerza mientras Lucy recibía aquel impacto con el mango de su guadaña, choque cuya onda expansiva comenzó a destruir toda la casa y parte del vecindario.

- ¡¡¡Ahhhhhhh!!!

- ¡¡¡Ahhhhhhh!!!

Rita veía con un café humeante en su mano como Lily y Lucy estaban lanzando golpes al aire en el techo de la entrada, ambas con los ojos cerrados y sin conectar ninguno ya que ambas procuraban estar todo lo lejos posible del borde.

- Como madre, debería preocuparme que jueguen ahí, pero por otro lado... nueve de once son funcionales, puedo vivir con eso.

Y mientras sorbia su café, ingreso en la casa.

Solo se separaron cuando la inercia del impacto las separo por la fuerza, saliendo disparadas ambas en direcciones contrarias, mientras salía disparada Lily pateo el aire y aprovecho el movimiento para girar, pateando nuevamente el aire para salir disparada contra Lucy quien sus ojos cambiaron a un color morado profundo, envolviendo su cuerpo con ese mismo color provocando que se detuviera en el instante, flotando mientras observaba a su enemiga acercarse.

- Embohypa nde angaipakuéra.

Su voz se escucho con un eco profundo, como si múltiples sacerdotisas hubiesen pronunciado esas palabras mientras que múltiples esferas de agua comenzaban a acumularse a su alrededor, elevando su mano con guadaña mientras apuntaba a su oponente.

- ¡Ohundi ivaíva!

Y las esferas se convirtieron en lanzas que salieron disparadas contra Lily quien no detenía su avance.

El Sr. Grouse estaba escuchando gritos molestos desde hace algunos minutos, una sorpresa para él considerando que sus vecinos no deberían estar en casa al ser horario de escuela, asomándose a su jardín para ver el origen de su molestia, viendo perplejo como Lucy estaba usando una pistola de agua contra Lily en el techo de la casa.

- Y yo creía que finalmente se estaban reformando y resulta que solo están más locas.

- ¡Ya deja de mojarme tonta!

- Kukuku, mis poderes son superiores Lily.

- ¡Estás armada, injusticia!

- ¡No! ¡Yo soy la justicia!

El anciano negó con la cabeza y se encamino a su casa.

Era demasiado viejo para soportar algo así tan temprano.

Herida, Lily sostenía su sangrante brazo después de bloquear todos los ataques que pudo de la hechicera frente a ella, la cual aterrizo justo frente a ella para colocar su guadaña apuntando su filo a su cuello.

- Supongo que un guerrero de tu nivel no necesitaba realmente todo mi poder, eres una decepción, la leyenda del super Loudyayin parece que solo era eso.

- Tú... no has conocido mi verdadera furia.

- He peleado contra seres sin forma, la luna me ha dado su bendición y las reliquias han dicho sus proverbios en mi nombre, nada de lo que hagas será capaz de superarlos, ante los ojos de Astrea, solo eres otra alma que requiere de mi bendición para alcanzar la redención.

- ¡He dicho que te calles!

Como si aquello hubiese sido alguna clase de ritual activador, una explosión de energía surgió del cuerpo de Lily, expulsando lejos a Lucy quién apenas fue capaz de contener aquel daño, notando como su arma se había desgastado considerablemente y sus manos temblaban solo por haber antepuesto un hechizo de protección rápido frente a ella.

Los vientos se arremolinaban alrededor de la figura ahora oculta por una densa capa de humo de la pequeña estaba de pie, firme, mientras el intenso dorado que antes cubría su cuerpo se esclarecía.

- Ni tus dioses o demonios pueden superar el carácter que nos define a los humanos.

Sus ojos cambiaron del intenso lila que antes los habían invadido a un blanco puro, tanto como la nieve, una luz casi divinamente blanca.

- (Firme) Nuestra voluntad y nuestra ira.

Entonces, el viento y el polvo fueron dispersados en un segundo, notando como pese a las heridas y la ropa rasgada, Lily estaba de pie, firme, mirándola fijamente, con toda su aura concentrada en ella de un color blanco puro con destellos azules, su cabello había regresado a su forma normal pero ahora brillaba con la misma intensidad que el aura que emitía su cuerpo.

Lucy vio esto y no pudo evitar estremecerse, no era miedo, era regocijo.

Finalmente era testigo del ultraruido.

- ¡Ven guerrera! ¡Llevemos esta danza la siguiente nivel!

En el momento que pronuncio eso una enorme sonrisa se formo en el rostro de Lucy, pero al parpadear su oponente ya no estaba frente a ella.

- ¿Dónde...?

Y sintió un fuerte golpe en su espalda, uno que termino haciéndole escupir sangre del impacto antes de envolver su cuerpo en su aura morada para detener su movimiento, pero en el momento que lo hizo sintió un fuerte golpe en su cabeza, uno que le había lanzado directamente contra el suelo, creando un pequeño cráter ante el impacto.

- M..Maldita... ¡No ganarás tan fácil!

Rita esta vez salió con un chocolate en su mano, una toalla envolviendo su cabeza, una máscara facial y una bata, había aprovechado los últimos minutos para relajarse ella misma y en un poco de remordimiento maternal decidió asegurarse que sus hijas no se hubiesen caído, pero al asomarse pudo verlas a ambas todavía en el techo, solo que Lily estaba aferrada a la espalda de Lucy mientras mordía su cabeza y la adolescente peleaba por que dejara de tirar de su cabello.

- ¡Suéltame y pelea con honor criatura del averno!

- ¡Te voy a sacar lo loca de la cabeza a mordiscos!

- ¡Inmundo animal, ya verás cuando extraiga tu alma!

- ¡Ya verás cuando te meta la realidad en esa cabeza hueca tuya!

- ¡Oblígame!

- ¡Te voy a obligar desgraciada!

Rita solo contemplaba la escena frente a ella, al menos se estaban manteniendo lejos del borde así que estarían bien.

- Lincoln llegara en media hora, que él arregle esto.

Y volvió a la casa tranquilamente.

- ¡Pulga insidiosa!

- ¡Gótica desquiciada!

- ¡Rubia troglodita!

- ¡Gorda!

- ¡Tonta!

- ¡Ridícula!

Ambas siguieron así hasta que escucharon como un peliblanco llamo su atención, madre incluida.

Fueron regañadas hasta que el patriarca los llamo a cenar.


Horas después, habitación de Lincoln

- No puedes seguir protegiendo su locura, viste la tontería que hizo hoy.

- Lynn, estoy pensando, cálmate por favor.

- No me voy a calmar, ¡Estaba en el techo Linc! Esto esta escalando demasiado y no estamos haciendo nada por detenerla.

- Pusimos cerradura a la ventilación, barrotes en la ventana y 3 candados en su puerta, creo que esta bastante detenida en este momento.

- ¿Y crees que eso va a ser suficiente?

Lincoln suspiro cansado, realmente el tema de Lucy escapaba de todo lo que había tenido que controlar hasta ese día, había trazado limites, puesto responsabilidades, dado libertades, había programado bastante a la familia y habían llegado a un punto de funcionalidad bastante bueno, incluso Lori se lo había reconocido, pero Lucy ya no entraba en ningún estándar o situación que hayan vivido antes en esa familia.

- Supongo que podríamos probar algo más radical con ella.

En ese momento el teléfono de Lincoln sonó con un tono especial, uno que tanto Lynn como Lincoln reconocieron inmediatamente y antes de poder sacar el móvil de su bolsillo, un nuevo sonido se reprodujo.

- 5 segundos de hacer esperar a una dama, creía que mi hermano mayor, líder natural de la familia tendría mejores valores en cuanto a etiqueta y trato con las personas del sexo opuesto, o en este caso en particular, con tu querida hermanita.

- ¿Por qué no me sorprende que estés enterada de todo?

- Esos detalles son minúsculos e intrascendentes, lo importantes es que, si hablamos de movimientos radicales y experimentales, creo que puedo ofrecerles una solución que nos beneficiaria a todos y, de paso, posiblemente a la humanidad en las futuras décadas.

Lynn no se veía muy confiada y Lincoln pudo notarlo enseguida, pero el solo recordar toda la situación y pensar en Lucy, suspirando cansado nuevamente.

- Dime, ¿Cuál es tu plan Lisa?

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