Hoy el día había amanecido nublado. Las gotas comenzaron a caer, poco a poco sobre la ventana del autobús y éstas, dada su velocidad, parecían que andaban sobre el cristal. Recordé como de pequeña me gustaba jugar a ver que gota llegaba primero al final de la ventana del coche, sonreí, que bonito sería volver a mi niñez, donde los mayores te ocultaban sus problemas y tu única misión del día era pasarlo bien.

- ¿Qué hace que sonrías así?

Su voz me sacó de mis pensamientos. Volví a mi realidad en la Hak Yeon estaba sentado a mi lado en la parte delantera de aquel autobús turístico. Justo detrás Leo dormitaba en el hombro de Ravi mientras éste miraba su teléfono. En el otro lado Ken hablaba con el mánayer sobre qué comer antes de marcharse. Finalmente Hong Bin fotografiaba el paisaje lluvioso y Hyuk le observaba a la vez que se burlaba de lo mal que salían las fotos a causa de la velocidad.

Por más que no me lo creyera, a día de hoy esta era mi realidad. Hak Yeon me había invitado a salir con los chicos por la ciudad y yo al final acepté. Me convenció diciendo que no nos tratáramos como ídolo y fan, si no como turistas que quieren visitar París. Finalmente no me pude resistir a su mirada de súplica y la sonrisa que lo caracterizaba. Decidí olvidarme de todo y disfrutar de mi último día. Además, ¿En que momento de tu vida se te presenta la oportunidad de viajar con tu grupo de música favorito?

Volví la mirada hacía él y mi estómago sintió un cosquilleo que no entendía. Desde siempre, debido a mi extrema timidez, me ha costado relacionarme con las personas, sobre todo con los del género masculino. En cuanto el chico en cuestión me hablaba un poco más amable de lo normal, me ponía muy nerviosa, nunca he sido buena a la hora de socializar. Mis reacciones cada vez que Hak Yeon me hablaba eran las mismas, o eso suponía, no llegaba a comprender si eran debido a que él era un idol o porque lo veía como hombre, tal vez sean ambas...

- ¿Estás bien? – Volvió a hablar.

- Si, solo pensaba que aún con el tiempo que hace, París es preciosa.

- Tienes razón. – Su cabeza se movió mirando detrás de mí. – ¡Vaya! – Dijo asombrado señalando la ventana. Yo seguí su dedo, la Torre Eiffel estaba a pocos metros. – Tenía muchas ganas de verla.

- Es más impresionante cuando la tienes delante que en cualquier fotografía. – N asintió.

El bus turístico paró y nos bajamos. Caminamos hasta llegar a la entrada de la torre donde se compraban unos pases para subir. El primer día que llegué ya había venido a verla pero no subí. En cuanto tuvimos los tickets miré a Hak Yeon, el cual parecía bastante nervioso.

- ¿Te encuentras bien? – No contestó, su mirada estaba puesta en el ascensor y en la altura de la torre. Tenía las manos entrelazadas y no paraba de moverlas. – Creí que después de los programas de variedades ya habías superado las alturas.

- Nosotros también lo pensábamos. – Dijo Ken detrás de mí. - Pero se pone nervioso aun cuando subimos a los aviones.

- ¿En serio? Lo debes pasar muy mal. – Le froté el antebrazo en señal de apoyo. Su mirada se posó en mí y sentí mis mejillas arder. Inmediatamente quité mi mano. ¿En qué momento habíamos llegado hasta este punto de confianza?

Subimos todos en el ascensor y en cuanto nos dimos cuenta ya estábamos en la segunda planta. Las nubes nos impedían ver el paisaje completo, aun así las vistas eran impresionantes. Los chicos comenzaron a sacar fotografías con sus respectivos y modernos teléfonos móviles, excepto Hong Bin que las hacía con su cámara. Minutos después me di cuenta que estaba a solas con Hak Yeon, estaba tan distraída mirando que foto había quedado mejor, con mi no tan moderno móvil, que no vi como el resto había ido por su lado.

- ¿Dónde están todos? – Pregunté mientras miraba a mí alrededor.

- Creo que se han ido a la tienda de suvenires. – Iba a responder pero fue más rápido.- Tenemos tiempo hasta la hora de comer ¿Quieres dar un paseo?

- Está bien... - Mis nervios habían desaparecido cuando estábamos todos juntos, pero en ese momento volvieron.

Hak Yeon envió un mensaje diciendo que íbamos a bajar y entramos en el ascensor junto con otros turistas. Se metieron las suficientes personas como para que la distancia entre nosotros se acortara considerablemente, de tal manera que nuestros cuerpos estaban prácticamente rozándose. En cuanto nos movimos, Hak Yeon perdió un poco el equilibrio y para no caer puso las manos sobre la barra que había colocada en las paredes, la cual estaba detrás de mí y así quedé entre sus brazos. En ese instante bajó su cabeza y me miró directamente a los ojos. Observé que estaba ligeramente sonrojado, pero no más que yo.

- Lo siento... - ¿Por qué se disculpaba? ¡Yo estaba bien! Supongo que nuestra cercanía le hacía sentir incómodo. Negué con la cabeza para que no se preocupara.

El ascensor llegó abajo del todo y salimos. Caminamos hasta llegar al campo de Marte, un inmenso jardín situado al lado de la Torre Eiffel

- ¿Cómo nos conociste? – Preguntó de repente, rompiendo el silencio incómodo que se había creado. – Sé que ha sido a través de internet, pero siento curiosidad por como diste con nosotros. Aún me parece increíble que tengamos starlights internacionales.

- Bueno... por donde empiezo...

- Empieza por los dibujos animados. – Le miré sorprendida de que recordara las palabras que le dije. - Todo puede comenzar con una simple serie de dibujos animados. – Me citó.

- Sí, podemos decir que gracias a ellos comenzó mi curiosidad por el continente asiático. – Se quedó callado esperando a que siguiera. – Yo nunca he sido alguien muy sociable con las personas, así que mientras mis compañeros universitarios iban de fiesta en fiesta, yo me dedicaba a pasarlos en la biblioteca o en mi casa. Una tarde no sabía que hacer... había leído todos los libros y quería despejarme un poco de la universidad. Decidí ponerme en el ordenador y mirar videos. En uno de ellos aparecía una imagen de una serie de dibujos de mi infancia y por curiosidad le cliqué. Mi nostalgia apareció y acabé buscando la serie para verla desde el principio, hasta que llegué a los últimos capítulos, los cuales no estaban en español, si no en japonés subtitulados al español. Y aquí comenzó todo...

Mientras hablaba, Hak Yeon me escuchaba atentamente. Le conté como a partir de aquel último capítulo de aquella serie mi vida había cambiado, hasta el punto de adentrarme en la cultura asiática y terminar estudiando coreano. Lo único que no expliqué fue por qué centrarme en este tema me hacía pensar en otra cosa que no fuera mi situación familiar, cosa de la que no podía hablar sin ponerme a llorar, así que decidí saltarme esa parte de la historia.

FlashBack

- ¿Dónde has estado? – Me decía mi madre mientras se pintaba los labios delante del espejo de la entrada. Acababa de llegar de mi primer día de universidad, como de costumbre, no se acordaba. No me dejó responder. – Ya me contarás que voy tarde, en el microondas tienes la cena, ¡Nos vemos! - Y salió por la puerta.

Dejé mis cosas en el sofá y me fui a mi habitación. Ya estaba acostumbrada a las salidas de mi madre. Un año después de la muerte de mi padre, su personalidad cambió. Comenzó a salir con sus amigas, dejó su trabajo y comenzó a salir con un hombre, con el cual yo no me llevaba nada bien, sobre todo desde el día que descubrí que aquel hombre estaba casado.

A partir de entonces las peleas con ella eran constantes. Lo peor de todo fue enterarme de que mi madre sí que sabía que su nuevo novio tenía mujer e hijos y no le importaba.

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Hoy he tenido bastante tiempo libre, así que he decidido avanzar.

Hoy habéis leído un trocito del pasado de Lena :) Mis comienzos fueron parecidos a los de ella y el gif del principio fue mi primer anime completo y el que me hizo adentrarme en ese mundo que ahora me apasiona!

Gracias a las personitas que se animan a leerme ^^