POV CHA HAK YEON

Cerré los ojos para visualizarla, sus ojos, su sonrisa o su manera de colocarse el pelo tras la oreja, era suficiente para relajarme antes de subir al escenario. No me importaba que hubiera pasado más de un año, mis sentimientos hacía ella no habían cambiado en absoluto, pero mentirle aquel día fue lo mejor que pude haber hecho para que ella retomara su vida.

Debo admitir que siempre quise ser un egoísta, Lena me hacía serlo, quería tenerla entre mis brazos día y noche sin importar nuestras vidas y estuve dispuesto hace un año. La última noche que pasamos juntos, al contrario que ella, no conseguí dormir. Paseé por su casa, analizando cada detalle, mirando las fotografías que tenía colgadas de pequeña o las pequeñas figuritas de las estanterías. Al pasar por una de las mesas de su casa, me llamaron la atención unos papeles, con el símbolo de lo que supuse que era el hospital y me detuve a leerlos.

Hay algo que nunca le he dicho a Lena, pues al poco de comenzar a salir con ella, comencé a estudiar Español. Llevaba muy pocos meses, y apenas comprendía nada así que con ayuda de mi teléfono pude traducir mínimamente lo que contenían esos papeles. Me costó bastante entenderlos, ya que el lenguaje médico es complicado, pero algo me quedó claro, su madre no estaba del todo bien y ella debía estar aquí. Tal vez no era un gran motivo para mentirle, pues ella me había demostrado que deseaba vivir conmigo y que podría solucionar estos temas desde Corea con la ayuda de su amiga Gina, pero habían otros motivos.

Uno de nuestros compañeros de la agencia tuvo problemas con su "fandom" en cuanto anunció, que estaba saliendo con una de las bailarinas que lo acompañaba en el escenario. Esta noticia la leí hace varios días sin darle demasiada importancia, pero al poco tiempo descubrí que la chica había sufrido amenazas y maltratos por parte de las supuestas fans de mi compañero, hasta tal punto que ella dejó su trabajo y marchó del país.

Todo esto me hizo pensar, eso no quería decir que si mi relación con ella salía a la luz, pasaría lo mismo, pero sabía que no lo íbamos a poder conllevar pues tendríamos que añadir que ella no era de este país y no todo el mundo lo podría aceptar. Además, ella tenía a su madre y amigos en España y yo no siempre podría acompañarla a visitarlos, mi agenda nunca estaría adaptada a ella.

Decidí venir a España por que Lena me hacía falta, no tenía más excusas, pero tenía que terminar con ella por su bien. No la haría vivir una vida de la cual se cansaría, una vida por la que ella estaba dispuesta a dejar todo, y yo no se lo iba a permitir. Acabar nuestra relación estando a kilómetros de distancia no era lo adecuado, así que por esa razón viajé hasta allí.

Todo lo que sentí en cuanto la volví a ver, me hizo dudar de mi decisión. Pedí disculpas por mi desastroso comportamiento y por varias horas pude disfrutar de la agradable sensación de estar con la persona que quieres, olvidarte de todo y ser realmente feliz. Pero, en cuanto ella se durmió volví a la realidad, mi cabeza de puso en su lugar y pensé mil maneras me decirle todo. En cuanto leí aquel nombre en la pantalla de su teléfono, debo admitir que me dolió. Ella solo me habló de Raúl un par de veces, pero que aún siguieran en contacto me hacía dudar, aun así fue la excusa perfecta.

Y aquel día fue el único en el que mis deseos por ser actor no eran de verdad, pues los utilicé para decir lo que nunca pensé. Lena me demostraba continuamente que me quería y sabía que si le decía la verdad, ella lucharía por no separarse de mí, de esta manera conseguí que se enfadara conmigo y así le sería más fácil olvidarme. Por suerte o por desgracia todo salió como planeé, y yo volví a Corea completamente destrozado.

En cuanto terminamos nuestra actuación nos tendríamos que dirigir a otro lugar, donde realizaríamos una firma de autógrafos. Me sorprendió que en una de las salas contiguas hubiera también una boda o eso me informaron antes de entrar, en todo caso ninguno de nosotros le dimos importancia hasta que el mánayer vino acompañado de otro chico. Al parecer ese muchacho era uno de los fotógrafos que varias veces había venido con nosotros, también amigo de Chin Hwa y el que se iba a casar en pocos minutos.

- Me gustaría pediros un favor. – Nos comentó el mánayer. – La novia es Starlight y su futuro marido quiere hacerle una sorpresa. – El chico se enrojeció cuando lo mencionó. – En cuanto se digan el "sí quiero" entrareis a la sala de la ceremonia y cantareis Love Letter, una de las favoritas de la novia.

Todos aceptamos sin dudarlo, y nos dirigimos al lugar de la ceremonia. Nos hicieron esconder tras unas cortinas y yo miré a través de ellas observando que no era una boda multitudinaria, sino algo íntimo y personal. No pude ver la cara de la novia, pues tenía el velo puesto, y a pesar de ello se les podían distinguir a la perfección las caras de felicidad, y debo admitir que sentí algo de envidia.

El evento finalizó en el beso de recién casados mientras sonaba a todo volumen la versión instrumental de nuestra canción, acompañada de silbidos y aplausos, en ese instante salimos y avanzando hacía el altar, comenzamos a cantar.

No perdí el ritmo de la letra, ni siquiera cuando la vi. Era ella, no había lugar a dudas, no había cambiado nada, únicamente estaba más preciosa que nunca. Ese vestido ceñido deslumbraba muchísimo más que la misma novia, a la cual reconocí en cuento nos acercamos a la nueva pareja, pues era la compañera de Lena.

Intenté no perder la compostura mientras hice mi papel de líder, y darles la enhorabuena a los recién casados. Ambos se sintieron muy agradecidos, sobretodo Ángela, pues no dejó de besar a su marido en ningún momento. Nuestro mánayer nos dijo que estábamos invitados al banquete así que nos sentaron en una mesa y disfrutamos de la fiesta.

Las miradas furtivas durante la cena no faltaron, la enganché varias veces observando a mi mesa y viceversa, los chicos se dieron cuenta de ello y no tardaron en decirme que debía acercarme a hablar con ella. No quería ser muy directo, y tampoco quería que la gente nos mirase, así que esperé al momento en el que ella se levantó, para seguirla.

Respiré hondo antes de coger el valor de gritar su nombre en cuanto salió del baño y ella se giró, mirándome directamente, con aquellos ojos que tanto anhelaba y con el rostro que tanto me apetecía besar. En ese instante quise arrodillarme, suplicarle que me perdonara y seguidamente llevármela lejos.

- Hak Yeon. – Oírle decir mi nombre era como un bálsamo. – Me alegro de verte. – Y por primera vez en un año, mi corazón, que creía muerto, volvió a latir con fuerza, pues su sonrisa lo hizo reaccionar de esa manera.- Ángela me espera, disfruta de la fiesta. – Y se giró para llevarse un trocito de mi ser con ella.

- Perdóname. – Paró sus pasos en seco. – Por todo lo que te dije... por la cantidad de mentiras que solté... por cometer el mayor error de mi vida. – No se movió, seguía dándome la espalda. Suspiré. – Sé que es tarde pero solo quería que lo supieras.

- En realidad... - Al fin pude verle la cara. – Siempre lo supe, algo me decía que aquel día no fuiste sincero. – La tristeza en su mirada estaba presente, aun así seguía sonriendo. – Me alegra saber que tenía razón.

- Fui un idiota... - Agaché la cabeza. – Podría haber hecho las cosas de otra forma...

- Yeonie... Sé que todo lo que hiciste fue por mí.

¿Por qué me torturaba de esa manera? ¿Por qué me sonreía mientras me acariciaba la mejilla para que la mirarla? ¿Por qué el tan solo roce de su mano me hacía estremecer? Mantuve mi compostura para no raptarla en ese momento y acorté nuestra distancia, robándole un beso, por suerte ella me correspondió. Noté como mi cuerpo recuperaba la fuerza que creía perdida, la abracé como hacía tiempo tenía ganas y disfruté del sabor de sus labios por última vez.

Odié admitir la realidad, en la situación que ambos nos encontrábamos no podíamos estar juntos. Debido al aumento de nuestra popularidad, los horarios cambiaron radicalmente, apenas estábamos en casa y viajábamos continuamente por todo el país y continente. Todo nuestro cansancio se compensaba con el apoyo incondicional de nuestros fans y eso siempre nos hacía seguir adelante. Por parte de Lena, me contó lo de su trabajo en la universidad y la buena relación que mantenía ahora con su madre, se la veía realmente feliz mientras me hablaba y eso me alivió.

Hablar de nuevo con ella, como si nunca hubiera pasado tiempo era muy reconfortante. El verla sonreír de nuevo, bromear con ella y su sonrojo al decirle que estaba preciosa era lo que me hacía falta, la pieza del rompecabezas que se desmoronó el año pasado había vuelto, sintiéndome más vivo que nunca.

Las luces del salón se apagaron y una iluminación más tenue, dio paso al primer baile de los recién casados. Una balada sonó por los altavoces, mientras los invitados rodearon en un círculo a la pareja que había comenzado a bailar. Observé como Lena miraba a su amiga con una sonrisa en la cara y realmente deseé que fuéramos nosotros quienes fuéramos el centro de atención en la misma situación. Sería toda una belleza verla vestida de blanco junto a mí.

No sé qué nos depararía el futuro, y si la situación que me estaba imaginando en estos momentos se haría realidad, pero una cosa tenía clara, amaba a esa mujer con todo mi corazón y en ese mismo instante la quería conmigo, disfrutar de su presencia aunque solo fuera una noche.

- Lena. – Me miró al instante, sin borrar la sonrisa. - ¿Me concedes un último baile?

Agarró mi mano con fuerza en cuanto se la tendí y nos dirigimos a la pista de baile.

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No hace mucho salió un video de los chicos cantando en una boda, y se me ocurrió esta idea para añadirla aquí ^^

Ahora permitid de suelte mi emoción infinita con esto:

Aunque yo esperaba a mi Leo, una canción del RaKen va a ser digna de escuchar! :) Peeroo... sinceramente yo leí Yong Hwa mucho antes que Ken xD Siiii Yo sabía que a Ravi le gusta CNBLUE, pero esto es demasiado... me va a dar algo y no aguanto la espera de escucharlos juntos... 

Bueno estaría una tarde entera hablando de ellos dos, pero tengo un fic que terminar... :P

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