¿hasta cuándo se pueden ocultar las mentiras?
Los días habían pasado y la relación entre _____ y Noriaki era mejor. Los malos entendidos se habían aclarado; Yana no había aparecido desde hace días sin dejar rastro, algunas personas decían que se había ido de viaje y otras decían que la habían secuestrado... ¿Será cierto? No lo sabremos.
Dos jóvenes enamorados caminaban en la hermosa tarde de verano en la playa mirando el paisaje, el ambiente era agradable aunque muy caluroso por la hora, faltaba poco para que el sol se ocultara y adornara el cielo con las estrellas anunciando la noche.
Noriaki estaba sentado con ____ en una toalla frente a una fogata, una dulce melodía acompañada del acordé de una guitarra era lo escencial para enamorar más a su chica, cada canción que le había cantado era en específico y especial a ____, su amor, su niña, su mujer, su rosa, su mundo...
Un dulce poema a la luz de la luna
"Gracias por estar en mi vida, me has enseñado lo más bello del mundo...
Amo tu sonrisa, tu carita, tu cuerpo, tu actitud...
Amo todo de ti mi dulce princesa...
Por ti pelearía con cualquiera que intente arrebatarte de mi lado...
Te amo inmensamente ____"
Con eso logro que tus ojos lagrimearan, te abalanzaste a sus brazos y no tardaste en llenarlo de besos.
Parecía que todo estaba bien.
Al día siguiente
Los rayos del sol alumbraban la habitación del hotel, abriste suavemente tus ojos (para que mentimos) te costó despertar y cuando lo lograste no encontraste a tu novio con la vista.
Agudizaste tu oído y comprendiste que se estaba dando una ducha.
No tardó en salir del pequeño cuarto de baño con una toalla amarrada en la cintura y las gatos de agua recorriendo su cuerpo.
-buenos días mi amor - dijo suavemente besando la frente de su amada y está en respuesta le abrazo con amor.
-buenos días mi niño... - respondiste dulcemente ganandote un beso en los labios-
La alegría, paz y amor reinaban en todo el día hasta esa misma tarde recibiste una llamada de tu madre quien histérica te hablaba, por el tono de su voz quizá estaba ebria y no pensaba bien el reclamo y reproche que estuvieras con Noriaki.
Te dio igual y continuaste con tu último día en la playa donde el sol ya se estaba ocultando nuevamente dejando en el cielo esos tonos anaranjados y rosados que tanto te enamoraban.
Sentada en una roca sentías el aire jugar con tu cabello, el sonido del agua relajarte por alguna razón. Lentamente las lágrimas amenazaban con salir de tus ojos sin ningún motivo y lentamente bajaban por tus delicadas mejillas las cuales unos dedos largos con un pañuelo las secaron enseguida. Noriaki ya se había preocupado al verte lagrimear abrazandote fuerte depositando un beso en tu mejilla.
No eran necesarias las palabras.
No era necesario el problema que les estaba esperando...
Puesto que se encontraban en una playa en Londres.
Con mucha razón tenías la llamada de tu histérica madre la cual recién se enteraba de tu escapada ¿Y como fue que lo hizo? Digamos que noto extraña tu ausencia y la de tu novio en unos días, más el nerviosismo de Sofía al ocultar tu travesura.
-¿Crees qué mi madre me quiera matar después de lo que estamos haciendo? - por un momento la pregunta se quedó en el aire haciendo pensar al pelirrojo.
Si bien habían estado ahorrando en secreto de sus padres, los problemas aumentaban a medida que la relación era más fuerte, los padres de Nori eran más distantes y peleaban cada vez que veían a su hijo, en tu caso; tu madre había estado más distanciada contigo ¿Por la nueva pareja que tenía? En sí, había un hombre de por medio el cual las separaba y hacia pelear.
-Ambos estamos teniendo problemas con nuestros círculos familiares, simplemente tomamos un ligero descanso de ellos, me duele ver a nuestros padres preocupados pero... -fue interrumpido.
-tampoco somos unos niños a los cuales deben tener con una correa en el cuello...
-Eso sonó a que éramos perros ____.... -musito con una sonrisa ante el comentario.
-Lo siento, simplemente me siento neutral aún después de estar llorando.
Sin decir más se levantaron y comenzaron a caminar a turistear un poco más, la noche había caído. Tan cálida, la luna y las estrellas adornaban el cielo oscuro, las calles iluminadas y muchas parejas tomadas de la mano caminaban por la alegre calle de Londres.
¿Había remordimiento dentro de ti por abandonar a tu madre?
¿Te sentías feliz de estar con el amor de tu vida en otro país?
¿Cómo vivirían cuando el dinero se les acabaría?
¿Me regalan una orden de tacos? [ :v su autora tiene hambre, perdonenme]
Esas preguntas rondaban en tu cabeza una y otra vez como un disco que contenía tu canción favorita hasta el punto de hartarte.
El aroma de la comida te saco de tus pensamientos y tú estómago rugir le dio a entender a tu chico que morías de hambre [ :v ]. Pasando por varios restaurantes escogieron uno italiano que por alguna razón querías probar el spaghetti que preparaban.
Entraron al dichoso lugar sentándose al lado de una ventana y rápidamente una chica cerca de tu estatura, cabello rubio recogido en una coleta el cual combinaba con su blanca piel y vistiendo el uniforme del restaurante se acercó a tomar las órdenes.
-Buenas noches ¿Que van a ordenar? -pregunto animadamente sin dejar de ver a Kakyoin quien estaba tomando el control de la situación con calma.
-buenas noches, serían dos platos de spaghetti con albóndigas y un par de refrescos, también pediré dos porciones de lasaña. Muchas gracias -parecia hablar tan tranquilo al decir las palabras que te calmo mientras la chica se retiraba al tomar las órdenes.
Algo dentro de ti se había encendido y no sabías si era enojo o celos, no querías arruinar el momento y dejaste pasar todo. No tardó mucho para que sus órdenes llegarán con un muchacho alto, tez blanca, ojos azules y su cabello rubio con unos triángulos invertidos en sus mejillas, dejó los platos en la mesa junto a las bebidas escondiendo una nota; sin más tardar empezaron a comer fascinandose con el sabor, textura y color de la comida.
Noriaki se levantó a pagar la cuenta depositando un beso en tus delicados labios, al verlo otra vez con la camarera de hace un rato. Tu vista se dirigió a la nota blanca y tomándola entre tus manos te sorprendiste al ver qué era el chico quien te dejo su número de teléfono.
"Llámame.
Mi nombre es Caesar A. Zeppeli
Un gusto bella flor"
Guardaste la nota rápidamente para que tú novio no se diera cuenta.
Lo cual ya había leído la nota más antes que tú...
Hola! :D
Lamento el no haber actualizado, no he tenido inspiración ( motivos familiares ) y le agradezco a una lectora por ahí el haberme dado la idea que en el siguiente capítulo seguirá desarrollándose.
Por cierto, me han llegado preguntas acerca de la Rayis "¿Tendrá una bendición o no?" "¿Si está embarazada?"
Y la respuesta es no, ya que en otro capítulo explicaré el porque no quedará o estaría.
Sin más me despido 🎶
Besos <3
Karyn-Chan
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