Prólogo

La lluvia cae con fuerza mojando todo a su paso, de alguna forma parece que quisiera ayudarme a disimular mis lágrimas. Mientras tanto yo tiritaba de frio en el hueco de un tronco seco, pero era lo de menos ya que lo único que siento en este momento es el dolor de mi corazón resquebrajado en mil pedazos. Fue un golpe muy duro, ver a Sonic besando a Sally a pesar de que es mi novio. Su traición no podré superarla fácilmente.

-Rose por fin te encuento - me dice una voz familiar.

Levanto la mirada y así confirmo la identidad de quien se dirige a mí, Shadow the Hedgehog. Sin embargo, en este momento lo menos que quiero es entablar una conversación con el némesis de mi nov... quiero decir exnovio. Tan solo me limito a desviar la mirada y regresar mi atención a la tierra mojada que esta embarrada en la suela de mis botas rojas, no obstante, el erizo azabache me sujeta firmemente del mentón para volver a dirigirle la mirada y me sea imposible ignorarlo.

-No me ignores Rose - pero yo sigo sin responderle - como quieras, pero luego no quiero escuchar tus quejas.

De repente, Shadow me levanta entre sus brazos. Debo decir que es bastante fuerte ya que puedo sentir su musculatura y el tono que tiene. Sin decir nada, incluso sin verme a los ojos en ningún momento empieza a caminar.

-¿A dónde crees que me llevas Shadow the Hedgehog? - le reclamo.

-Te advertí que no quería quejas, mocosa caprichosa - me dice evidentemente molesto, pero termina suspirando y continúa - te llevo a tu casa, no es como que puedas o debas quedarte bajo la lluvia con el riesgo de una hipotermia.

No me atrevo a decir o hacer algún reclamo respecto a eso, por lo que dejo que me lleve a casa. Pasamos todo el trayecto de camino en silencio y sin mirarnos, hasta que llegamos a mi hogar. Apenas entramos Shadow sube las escaleras con rumbo a mi dormitorio, dejandome de pie en la puerta del mismo (que bueno que por lo menos conoce sus limites y no intenta entrar a mi dormitorio sin permiso).

-Lo mejor será que tomes un baño caliente y te pongas tu pijama, luego te meteras a la cama - dice con su ya habitual humor.

-¿Por qué debería obedecerte? - le cuestiono molesta, lo que es razonable ya que él no es nadie para darme ordenes.

-Porque si no lo haces por tí misma, yo lo haré por tí - dice con una sonrisa que da miedo - y entre nosotros creo que yo saldre ganando si te ayudo a bañarte.

-De acuerdo, de acuerdo - digo levantando mis manos al aire - haré lo  que me dices.

-Perfecto - dice retirandose - por cierto Rose - se detiene un momento y me mira sobre su hombro - te recomiendo que comiences ya. Volveré por aquí en una hora y entraré a tu habitación a buscarte estes o no estes lista.

Al terminar de decir esas palabras Shadow simplemente desaparece por el pasillo. Por mi parte el cuerpo me tiembla, aunque no estoy segura de si es por el frio que penetra hasta mis huesos o por la extraña advertencia (casi amenaza) que me dio el malhumorado erizo azabache de vetas rojas.

Al entrar en mi dormitorio cierro la puerta con seguro y me quito la ropa mojada, tirandola al piso para dirigirme de inmediato al baño. Una vez en el baño lleno la tina de agua caliente, el mismo vapor que desprende me brinda algo de calidez, lo cual resulta ser un verdadero alivio. Al llenarse la tina me meto casi de un chapuzón, el repentino cambio de temperatura me marea un poco, pero logro recuperarme casi al instante. Es relajante y desestresante, casi había olvidado lo reconfortante que es tomar un baño caliente. Sin darme cuenta el tiempo pasa volando, a solo quince minutos de que Shadow tenga que regresar. De un brinco salgo de la tina y me seco el cuerpo como puedo con mi toalla púrpura. Mis manos me tiemblan al tratar de abotonarme el camisón, falta un minuto y ya escucho los pasos del erizo azabache por el pasillo. ¿Por qué de todos los erizos que puedieron encontrarme tenía que ser precisamente la última forma de vida perfecta?

Por fin logro abotonarme el último botón del camisón, justo a tiempo para que el erizo azabache abra la puerta y rompa el seguro ¿Cuánta fuerza posee este erizo? Shadow me mira algo apenado al darse cuenta de que no controló su propia fuerza, así que antes de que diga nada suspiro.

-Tranquilo, de todas formas tenía pensado sacar esa puerta para cambiarla por una que tenga algo más de personalidad. - digo resignada con el arreglo.

-De todas maneras puedo repararla en un santiamen. - dice como si no le importara en absoluto, pero a mí no me engaña, sé que esta algo apenado.

-Por cierto, ¿qué traes allí? - digo al percatarme de la bandeja que lleva en sus manos.

-Es algo para que llenes tu estómago - me dice al momento de acercarme la bandeja a la cual le presto atención y veo que es un cuenco de sopa de avena - Así que apresurate a comerlo antes de que se enfrie.

-Gracias, pero no tengo ganas de comer nada - digo alejando esa bandeja de mí.

-Rose te daré dos opciones: come la sopa sin refunfuñar... o ahora y en este preciso momento dejas de ser virgen - me dice enojado.

Me quedo sin palabras y a decir verdad no pienso esperar a comprobar si lo que me acaba de decirme el azabache es cierto. No replico más y me dispongo a comer como si mi vida dependiera de ello (en este caso mi virginidad depende de ello). Me apresuro a terminarme todo el cuenco, lo que no se me hace muy difícil ya que debo admitir que por más sencilla que sea la sopa, esta tiene un sabor agradable.

-¿Por qué lo haces? - le pregunto apenas termino de comer.

-¿De qué hablas? - me responde Shadow con otra pregunta y algo extrañado.

-¿Por qué haces esto? Soy la novia de tu némesis - me doy cuenta de lo que acabo de decir - al menos lo era.

Las lágrimas se hacen presentes una vez más, la imagen de Sonic en los brazos de Sally regresa a mi mente, el recuerdo no hace más que causarme dolor. De pronto, soy rodeada en un abrazo por la calidez de Shadow the Hedgehog. Mi corazón late con fuerza, pero ese nudo que mantego en la garganta permanece.

-Ese faker no vale ni una sola de tus lágrimas Rose - me dice con un tono amable del cual nunca me crei capaz de ser testigo - No le des el gusto de verte derrotada.

-¿Eso de qué me sirve? - estallo, sin embargo, me aferro más al erizo azabache frente a mí - Aunque procure ser fuerte no me servirá de nada, eso no cambiará el hecho de que Sonic me cambió por otra.

-¿Acaso eso es muy importante? - me dice recuperando esa seriedad que es propia de él.

-¿Qué? - no puedo ni siquiera terminar de formular mi pregunta, ya que Shadow me interrumpe de igual manera.

-Te pregunto: ¿es muy importante Sonic the Hedgehog en tu vida? - me mira a los ojos y se acerca un poco más a mi rostro, hasta quedar a unos pocos centímetros - Tú eres más fuerte de lo que nadie se imagina Rose, me cuesta creer que te dejes desmoronar por algo como esto.

-No sé de que hablas - digo bajando las orejas - yo nunca he sido realmente fuerte, al menos nada comparado al resto.

-Sabes que eso no es verdad - me dice mientras acomoda sus manos en mis mejillas secando mis lágrimas - yo mismo te he observado cuando te escapas a la montaña para entrenar, si esa determinación tan admirable no te hace fuerte, entonces no sé que es la verdadera fuerza.

-T-tú - no logro articular palabra, nunca me imagine que precisamente Shadow sería quien se diera cuenta de mis entrenamientos a escondidas.

-Tranquila, no se lo diré a nadie - me dice y acaricia mi cabeza - lo mejor será que descanses y recuperes fuerza.

Shadow se prepara para desaparecer con un Caos Control, pero antes de que pueda hacerlo tengo que saber ¿por qué?

-Shadow, espera - le digo, a lo que él reacciona y me presta atención - todavía no has respondido a mi pregunta, ¿por qué haces esto por mí?

-Es sencillo - me responde y se acerca a mí - te he estado observando durante mucho tiempo, debo admitir que me fue un poco problemático. Todos esos días en los que entrenabas con tanta dedicación, la compasión y ayuda que le ofreces a los demás sin importar si son completos extraños, tus sentimientos tan dulces y puros, la sonrisa que le brindas a todos incluso a alguien como yo. Todo eso y mucho más me hicieron darme cuenta de que te quiero Amy Rose.

-S-shadow - me quedo sin habla e incluso conmovida por tan dulce declaración.

-No digas nada aún - me calla - sé que es poco considerado de mi parte decirte esto después de lo que el Faker te hizo el día de hoy, pero también quisiera pedirte que consideres lo que acabo de decirte. De ese modo, en cuanto estes lista puedes darme una respuesta.

Shadow me da un tierno beso en la frente y con un Caos Control desaparece de mi dormitorio como si nunca hubiese estado allí. Tan sutíl y misterioso como siempre, así es y así siempre será el erizo azabache, más conocido como la última forma de vida perfecta.

-Shadow, creo que ya tome mi decisión - digo en voz alta y una sonrisa se forma en mis labios.

Mañana a primera hora iré a entrenar como es costumbre. Y le daré la respuesta esperada al erizo que acaba de vendar y suturar las heridas de mi corazón que dejo tan solo un mal recuerdo. Pero estoy segura de que junto a Shadow podré cambiar todo eso por un nuevo comienzo, el cual añoro con ansias.






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Nueva historia!!!!! Que claro que por supuesto que sii... espero que les haya gustado y puedan seguirla y apoyarla como a mis otras historias...

De ante mano les agradezco de corazón y les mando cariños a todos... (como que estoy muy amorosa hoy) jajaja de todas formas y como siempre piquen a la estrella y comenten.

No olviden siempre tomar desayuno... aprendí esa lección hoy por la malas...

Sin más que decir...

... Eve cambio y fuera.

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