Capítulo 9

Narra Amy:

Las manos de Shadow se van acercando cada vez más a mi intimidad. Debo admitir que me toma por sorpresa e incluso me asustó en su momento, pero también puedo notar algo más y eso desecha cuaquier sentimiento de temor. Por lo que lo veo directo a los ojos y me pongo seria.

-¿Ya terminaste de jugar? - le cuestiono - Porque te advierto que no me hace ninguna gracia.

-No recuerdo haber mencionado que esto sea un juego. - me responde con un tono seductor - Voy más en serio de lo que te piensas y creeme que lo voy a disfrutar.

-Ese es el problema, Shadow. - lo reto con la mirada - Yo sé que no eres capaz de hacerlo.

-¿Qué te tiene tan segura?

-Que tú no eres igual al resto. - digo sabiendo que no hay otra manera de terminar con esto - Te conozco, a pesar de que hayas cambiado, aún conservas tus valores y principios firmes ante cualquier situación.

-Te detesto. - me observa con repulsión.

-Lo sé, pero a pesar de eso no me harás daño. - digo a la vez que se aleja el azabache - De todas formas ya no tenemos nada de que hablar. Así que me voy, por cierto, no olvides regresarme el álbum en cuanto tengas tiempo.

-¿Viniste hasta aquí solo por esa cosa? - cuestiona mientras me da la espalda.

-En efecto, no tengo otra razón para venir hasta aquí. - afirmo, aunque sé que en el fondo quería verlo.

-¿Cómo te hiciste la herida que tienes en la mejilla? - dice mientras continúa dándome la espalda.

-¿Estás haciéndome preguntas solo para retenerme aquí? - ahora soy yo quien pregunta con algo de molestia.

-Es probable. - afirma el azabache - ¿Tienes mucha prisa en marcharte? Aunque no creo que tengas la gran cosa por hacer.

-Eso a tí no te incumbe, aun así, si quieres que me quede solo deberías decirlo y ya. - lo observo por un momento, pero al ver que no me responde echo un suspiro y me dirijo a la salida.

-Puedes tomar asiento en la sala de estar. - dice Shadow rompiendo el silencio - Mientras prepararé algo.

No le respondo y me dirijo a la salida, pero mis piernas terminan llevándome a la sala de estar. No sé lo que hago, se supone que debería evitarlo a toda costa. Sin embargo, quiero estar con él. Estoy consciente de que él no es mi Shadow, pero su imagen, su aroma, su voz, su mirada carmesí... Todo eso me confunde ya que de alguna forma me siento un poco más cerca de mi amado. Quien lo diría, ahora ni yo misma me soporto por mi inseguridad. Aún así supongo que esta es una buena oportunidad para sacar algunas respuestas. Además, esto me ayudará a abrir los ojos de una vez y convencerme de que este erizo no es mío para que me sea más fácil alejarme.

Inconscientemente, llevo mis manos a mi pecho y siento lo acelerado que esta mi corazón. Aunque no quisiera admitirlo sentir el roze del tacto de Shadow en mi piel alteró toda mi anatomía. Todavía siento las extrañas descargas que recorren por todo mi cuerpo. Pero de repente siento una presencia dentro del espacio en el que me encuentro. Disimuladamente, invoco un martillo pequeño, pero que tiene el mismo efecto que mi Piko Piko. De manera sorpresiva lo lanzo con fuerza al lugar donde se encuentra dicho sujeto, al que le llega el golpe y provoca un estruendo. Me acerco para ver de quien se trata y me arrepiento de lo que acabo de hacer.

-¿¡Qué demonios fue eso Rose!? - grita un erizo de vetas rojas levantándose del suelo - ¡Maldición! Toda la vajilla esta hecha trizas.

Me fijo mejor en el suelo y veo una vajilla para té hecha pedazos. Incluso el suelo quedó mojado por el agua caliente que seguro contenía la tetera. Estoy algo apenada, pero no pude evitarlo, desde hace ya mucho tiempo no he bajado la guardia. Todo por temor a que cierto erizo termine haciéndome daño.

-Y-yo lo siento. - mierda, me tiembla la voz - Te ayudo a recogerlo y por la vajilla te la compensaré.

-No será necesario. - dice Shadow recostándose en uno de los sofás - De todas formas me habría desecho de esa vieja vajilla.

-Aún así te lo compensaré, no me siento bien con dejarlo así.

-Nunca cambias ¿eh? - me observa divertido - Sigues siendo la misma ingenua que no puede dejar de compensar errores o devolver favores.

-No me creas tan complaciente. - me quejo - Solo que esta vez es mi culpa y no estuvo nada bien lo que hice.

Narra Shadow:

Escucharla decir aquello se me hace tan nostálgico. Me recuerda a ese tiempo en el que podía confiar ciegamentre en ella. Cuando mi corazón se encontraba expuesto por completo. Sin embargo, ahora soy diferente a lo Amy pudo llegar a conocer de mí, pero aún así se dio cuenta de que no le haría daño cuando quise sacarle información. Además, me doy cuenta de que siempre está alerta, atenta a cualquier tipo de ataque sorpresa. Supongo que puedo aprovechar esta oportunidad para conseguir algunas respuestas.

-De ser así, compénsamelo - digo de repente.

-Mientras esté a mi alcance y no arriesgue mi vida en ello. - dice seria al escucharme.

-Me lo dejas fácil. - aún no puedo fiarme de ella, por lo que la pondré a prueba y de paso consigo información - Una noche de sexo.

-No. - me responde molesta apenas escuchó mi propuesta.

-¿Por qué no? - le pregunto seductor - Si de todas formas prometiste que lo haríamos cuando regresara.

-Se lo prometí a mi Shadow. - me mira despectiva - No a tí.

-Por favor Rose. - ma acerco a ella - Yo soy tu Shadow.

-Ni siquiera te le acercas. - se levanta y trata de correr a la salida.

-¿Cómo estas tan segura? - la sujeto a tiempo y la llevo al sofá conmigo encima - Soy yo, Shadow the Hedgehog. - tomo su mano y la poso sobre mi mejilla - No puedes negarte Rose, tú misma estas sintiendo y sabes que soy real. Soy quien te conoce mejor que nadie.

-Por más que quisiera creerte no eres mi Shadow. - susurra al quitar su mano de mi mejilla y desvia la mirada.

No comprendo, estoy siendo delicado con ella y no le afecta en absoluto. No sé si pensar que nunca le he interesado o es que de verdad no soy quien ella está esperando. Tendré que cambiar de método y entenderla un poco para averiguar a lo que se refería Rouge. Sé muy bien que no debería hacerlo, después de todo ya tengo a Luz y lo que pase con Rose me trae sin cuidado. Pero desde la visita de Rouge, me molesta el hecho de que estoy ignorando algo importante. Por lo que seguiré con esto hasta el final. Sujeto el mentón de Rose para que me devuelva la mirada, lo cual logro sin problemas. Sus ojos jade parecen perdidos, no son como los recuerdo, antes se veían llenos de vida y con aquel brillo especial que los caracterizaba. Pero también noto varios cambios más.

-Creí que te gustaba llevar las púas cortas. - susurro mientras sujeto un mechón de sus púas tan suaves.

-Quise probar algo nuevo. - dice evidentemente incómoda.

-¿Por qué?

-Porque fue una sugerencia de Rouge para ponerme más guapa... - vacila en si debe continuar - Y dejarte impactado para tu regreso.

-Ya veo, te queda muy bien - en realidad quiero decir que se ve hermosa, pero no sería correcto - Te favorece mucho. ¿Rose, crees que puedas contarme algunas cosas del pasado? Prometo no obligarte a contestar nada si no quieres.

-Pregunta. - se limita a decir.

-¿Qué clase de cosas hacías mientras esperabas por mí? - Poco a poco tendré que conseguir respuestas.

-Me la pasaba en casa entre los quehaceres y dormitar un poco - se pone seria y ya no me dirige la mirada - Cuando tenía oportunidad iba a la colina esperando verte a los pies de aquel árbol. En otras ocaciones salía de compras con Rouge, todo siempre era seguro con ella.

-¿A qué te refieres con eso? - es extraño, Rose se cubre los labios como si me acabara de decir algo que no debió.

-No tiene importancia. - se limita a decir, lo que me hace entender que no respondera.

-¿Qué sentías mientras estabas sola?

-Lo sigo sintiendo. - su expresión es cada vez más sombria - El aroma de tu ropa en el armario es lo único que me hace sentir que estoy cerca de tí. Pero luego abro los ojos y no estas. La cama siempre está fria desde que te marchaste. Es aterrador despertar cada mañana y descubrir que solo fue un sueño el haberte tenido cerca. Las tormentas me siguen dando miedo y sé que tú no llegarás a protegerme. En fin, todo lo que puede llenar el vacio que dejas es mi constante dolor de que no estas conmigo. Ahora es mucho peor, estoy atrapada aquí en un futuro que no quiero que exista, mientras en mi tiempo puede que ya hayas vuelto y yo no esté allí para recibirte. Pensarás que te abandoné o algo peor.

-No digas tonterías. - pero es inútil Rose ya se puso a llorar - Ahora es cuando más debes pensar en tí en lugar de preocuparte por estupideces.

-¡No es una estupidez! Yo te lo prometí. - grita en medio de su llanto - Te prometí esperarte. Si no estoy allí te sentirás solo. Te dolerá y por lo tanto ese dolor sería mi muerte, ¿qué acaso no lo entiendes? ¡¡¡No quiero que Shadow sufra!!!

-¡Estoy aquí contigo! - grito desesperado - ¿Acaso no lo ves? Regresé por tí hace mucho tiempo. Todo porque yo...

Me callo antes de terminar lo que iba a decir. Las lágrimas de Rose dejan de emerger y en su lugar la sorpresa invade su rostro. Mi cuerpo tiembla, mis emociones se han mezclado y me encuentro perdido. Perdido en los hermosos ojos de la eriza rosa que no devía la mirada.

-A pesar de que has cambiado por fuera, sigues siendo la misma Amy Rose que conocí. - susurro - Es engañoso ¿sabes? Tus púas largas te dan un toque maduro, conservas muy bien tu figura... esa figura que yo solía comparar con el de una diosa, te has puesto un poco más alta, tu actitud es más segura. Pero con todo y eso sigues siendo muy inocente, amable, leal, atenta y pura. Además otra cosa que no ha cambiado son tus labios, siguen siendo tan carnosos y apetecibles como antes. Si tan solo yo pudiera...

-Shadow es suficiente. - dice Rose que trata de separarse.

Pero no hago caso de sus esfuerzos y la beso. Cierro los ojos y me dejo llevar por las sensaciones que me produce. Sé que estoy cometiendo una locura, esto no debería estar sucediendo. No debería actuar de esta manera, tengo a alguien a mi lado, Aurora. Sin embargo, mi cuerpo se manda solo y no puedo evitar disfrutarlo. De repente, Rose me devuelve el beso logrando que yo pierda el control. Rodeo su cintura y la atraigo más a mí. La beso con mayor intensidad hasta abrirle paso a mi lengua y explore la cavidad bucal de Rose. Me enloquece, siento como si acabase de volver a casa y aquí está Rose resiviéndome con un apasionado beso. Sin embargo, todo lo bueno debe acabar en algún momento y me veo obligado a separarme de ella.

-No debiste hacerlo. - dice ella con un leve sonrojo y con ojos cristalizados que tratan de retener sus lágrimas.

-Lo sé. - respondo al momento en que me separo de ella - Ahora sal de aquí Rose.

Comprendiendo bien la situación Rose sale corriendo. Apenas escucho la puerta cerrarse me desplomo. Las lágrimas se desbordan y me entrego al irremediable llanto desesperado.

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Holiwis mis sensuales lectorasy lectores.

Ya estoy empezando a agilizar un poco. Así hago lo posible por no dejarlos con el suspenso por mucho tiempo.

Les agradezco mucho por seguir y apoyar la historia. Espero que esten disfrutando con esta lectura. De ser así espero piquen a la torpe y sensual estrella. También me dejen sus opiniones y demás en los comentarios.

Sin más que decir...

...Eve cambio y fuera.

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