Capítulo 20

Un aroma familiar invade mis fosas nasales, algo muy parecido a manzanas y arándanos, un aroma al que me encontraba acostumbrada y que hace un tiempo extrañaba. Por otro lado, siento como la fría brisa envuelve mi piel y la oscuridad en la que me veo envuelta se hace cada vez más clara. Mis ojos se abren con bastante esfuerzo, solo para encontrarme con la clara noche estrellada que suele mostrarse enmarcada en la vieja ventana de mi habitación. 

Algo escéptica doy un pequeño recorrido rápido, lo que no hace nada más que confirmar que me encuentro en mi habitación, en casa, aún sola. Sola, una palabra que con tan solo pensarla se me estruja el corazón. De todas formas y a pesar de la situación confusa en la que me encuentro un brillo peculiar llama mi atención, un brillo donde me percato debería estar la herida que Sonic acababa de provocarme. De manera asombrosa y aún sin poder creerlo del todo puedo notar que la herida ha desaparecido por completo y en su lugar encuentro la figura de una estrella. De hecho, y pensándolo bien, tiene una forma bastante semejante a la estrella que vi antes de que todo ese caos tuviera lugar, en un futuro aterrador donde no podía hacer otra cosa que provocarme dolor. Me abrazo a mi misma todavía poco convencida del lugar en que me encuentro. 

—Estoy viva. —no puedo evitar susurrar para mí misma.

Ese par de palabras son suficientes para derrumbarme tanto en alivio como en una profunda ansiedad mis piernas tiemblan y me dejo caer de rodillas sobre la alfombra de la habitación ¿Qué rayos está pasando? Se suponía que estaba al borde de la muerte y todo había terminado, estaba preparada y lista cuando decidí evitar que Shadow saliera lastimado. Ahora me encuentro justo donde no creí regresar y sin daño alguno, aunque de alguna manera ya me había resignado a que todo terminara no puedo evitar sentirme aliviada porque todavía me sea posible estar viva. Los latidos de mi corazón se encuentran acelerados, pero, a su vez, esos desbocados sonidos me dan una paz indescriptible de que no todo se perdió. No obstante, aún con los nervios a flor de piel escucho un leve sonido que proviene del piso inferior de la casa. Pasos sigilosos y ligeros que parecen estar recorriendo la casa centímetro a centímetro. Es cuando caigo en cuenta de la situación, miro al rededor para asegurarme, esta es la noche en la que todo empezó a salir mal y terminó desencadenando todas aquellas situaciones que terminé viviendo.

*

*

*

"Otra oportunidad". 

*

*

*

Suave y tenue como un susurro, cálida y tranquilizadora. Esas son las palabras que acabo de escuchar en mi mente. En medio de la oscura habitación mis ojos se centran nuevamente en la estrella que figura en mi pecho y caigo en cuenta de lo que está pasando. El llegar a aquella cueva funcionó y éste es el resultado de todo ese esfuerzo. Una nueva oportunidad de cambiar las cosas y tener un mejor futuro para todos. No pierdo más tiempo y me preparo para lo que está a punto de venir. Sin esperarlo el momento de poner en práctica todo lo que hice durante el entrenamiento con Rouge ha llegado y lo primero que hago es buscar un buen lugar para ocultarme, de ese modo tendré mejor visión de mi oponente y me dará tiempo a estar lista para cualquier ataque repentino. Trato de concentrarme y agudizo los oídos para tantear la ubicación del intruso. Por lo que logro captar es que sus pisadas se dirigen a la cocina, consiguiente a ello escucho que se dirige al despacho y revisa el baño de visitantes. Eso solo me da pocos minutos antes de que venga en mi dirección y trate de atraparme. Me fijo en mis vías de escape y la ventana es la más probable que llegue a usar si las cosas se ponen demasiado peligrosas ya que justo debajo se encuentran los sacos de fertilizante que iba a usar en mi jardín, de ese modo la caída no será nada peligrosa. Alisto algunos obstáculos en la entrada que espero de algún modo puedan darme ventaja aunque de breves segundos que podrían ser vitales para conseguir una ventaja. Finalmente, subo a uno de los muebles más altos que tengo en la habitación y de ese esconderme perfectamente, lo mejor de todo es que tengo una vista perfecta de la entrada. Lo que justo a tiempo ya que escucho la forma en que sus pasos comienzan a dirigirse en mi dirección. Trato de calmar mi nervioso corazón con un par de respiraciones profundas, lo cual es de mucha ayuda al momento de entrar en total concentración antes de luchar.

De un momento a otro la puerta de la habitación se abre de golpe y, ya sin mucha sorpresa, puedo divisar al erizo azulado que esperaba que apareciera. Sonic se ve molesto, mucho más de lo usual. Supongo que llegó a un punto en el que simplemente no pudo soportar mi rechazo y por eso fue esta noche cuando decidió secuestrarme. Era difícil creer que aun después de las diferentes facetas negativas que había visto en él no podía dejar de sentir respeto por su título de héroe, todo a causa de la ferviente admiración y el profundo afecto que sentía por él. Pero no pasó mucho para que todo es respeto se convirtiera en miedo y terror de solo pensar en que podría llegar a acercarse a mí. Sin embargo, eso también había quedado en el pasado y en esta ocasión estaba lista para defenderme de todo lo que Sonic tuviera planeado para mí. No solo iba a luchar por el futuro que definitivamente no quería que se me fuera arrebatado. Sino, también, quería luchar por mí misma, luchar por mi tranquilidad y paz, deseaba luchar con el objetivo de dejar de vivir bajo la sombra del héroe más querido por todos. Deseaba dejar de ser reconocida por ser solo una más del grupo liderado por el erizo azul, en esta ocasión quería que todos vieran quien realmente era yo y estaba decidida a que eso sucediera. Después de todo soy Amy Rose y soy más fuerte de lo que nadie pueda imaginar.

—Sé que estás aquí Amy. —comenzó a decir Sonic con evidente molestia —Será mejor que no trates de poner las cosas más complicadas de lo que ya son. Ambos sabemos que este es el mejor camino que podrías elegir. Sabes bien que ese impostor no tiene lo necesario para hacerte ni la mitad de feliz de lo que podrías serlo conmigo.

Hace un tiempo habría creído ciegamente en esas palabras, es una pena que tenga que ser en este tipo de situación. Además, ¿a qué se refiere con que podría ser feliz con él y que ese es el mejor camino que podría elegir? Yo misma tenía la prueba de que sin importar todo lo que tratara de darme o cuanto quisiese ofrecerme no podría ser feliz en lo más mínimo. Mi corazón solo podía latir de manera acelerada con mi querido erizo de ojos cual rubíes. Solo sosteniendo su mano estaba segura de que sin importar el destino o las circunstancias podríamos superar cualquier montaña que se atravesase en nuestro camino. Estaría completa y radiantemente feliz sabiendo que podemos estar juntos sin importar qué. Sé muy bien que tantos sus sentimientos como los míos no cambiarían por nada ni nadie. Pero si realmente quería que eso sucediera debía defenderlo a toda costa.

Lancé dos martillos enormes en dirección a Sonic con tal de darle el primer golpe y desorientarle lo suficiente para ejecutar mi siguiente ataque. El primero no logro darle, como esperaba, pero en lo que respecta al segundo martillo fue certero. El golpe aturdió a Sonic y pude acercarme a él con velocidad, invoqué otro martillo y con un par de golpes logré hacerlo volar contra la pared fuera de mi habitación. Apenas se escuchó el impacto mi contrincante reaccionó rápido y se preparó para atacarme con un Spin Dash, que era uno de sus ataques más fuertes. No obstante, terminó colisionando contra mi propio Spin Dash y tras algunos impactos más ambos terminamos frente a frente. Sus ojos mostraban la evidente sorpresa que sentía en ese momento.

—¿En qué momento lo perfeccionaste? —cuestionó sin poder salir de su asombro —No hace mucho no podías ni siquiera dar un solo golpe. No deberías ser capaz de pelear de esta manera.

—Eso es porque nunca dejaste de subestimarme Sonic. —dije con un poco de tristeza ya que a pesar de nuestro fallido intento de romance, creí que al menos podía darme el respeto que me merecía como amiga suya —A tus ojos siempre he sido la pequeña y frágil Amy Rose, una molestia que sin importar cuánto se esforzara nunca podría ser considerada un igual frente a tus magníficas habilidades, solo un accesorio que mantenías a tu lado por puro capricho.

La expresión confusa de Sonic cambió a una irritada e incluso podría decir que algo dolida por mis recientes palabras. Sin embargo, no le duró mucho ya que a gran velocidad se acercó a mí dispuesto a darme un golpe que podría dejarme inconsciente. De inmediato convoqué un par de martillos medianos, con uno pude evitar de manera exitosa el golpe y con el otro pude atacarlo con un fuerte impacto en su cabeza, lo que a su vez puso una buena distancia entre nosotros. De ese modo que intercambiamos ataque una y otra vez hasta que tras un fuerte impacto por parte de ambos terminamos en el exterior de mi casa. Ambos contábamos con algunos rasguños y teníamos la respiración agitada por los interminables ataques que intercambiamos sin descanso. La resistencia en este momento era un asunto vital ya que el primero que vacilara un poco en fuerza sería el perdedor. Nuestras miradas se cruzaban con intensidad, estaba dispuesta a llegar hasta el final, pero hubo algo que me detuvo ¿Qué pasaría con nosotros después de todo esto, está sería nuestra vida por el resto de nuestras existencias?

—¿Por qué las cosas tienen que ser de esta manera Sonic? —pregunté sin bajar la guardia en ningún momento —¿Por qué no podemos ser los amigos que fuimos durante la infancia? ¿Realmente debe ser de esta manera?

—¡Esto no tendría que ser así si tan solo hubieses regresado como siempre hacías! —respondió con un grito el erizo frente a mí —Sé que lo eché a perder Amy, pero hice lo posible por remediarlo, me di cuenta muy tarde de lo especial que eres para mí. Pero a tí nada de eso te importó ya que terminaste por cambiarme, ¿cómo se supone que debo sentirme si no me das la más mínima oportunidad?

—Porque tuviste varias oportunidades, tal vez, incluso más de las que te merecías.

—¿Qué rayos tiene Shadow que no tenga yo?

—¡No se trata de que el tenga algo o a tí te falte Sonic! —grité con todas mis fuerza —¡Te amé como no tienes idea, te admiré y prácticamente idolatraba cada acto tuyo! En algún momento te convertiste en alguien irremplazable en mi corazón y eso no ha cambiado porque tras todo lo que pasamos juntos eso siempre se mantuvo igual. Pero Shadow fue diferente, él lograba cambiar mi percepción sobre él a cada instante, terminó siendo algo incluso más grande de lo que podía manejar. Las risas, el llanto, las discusiones, las aventuras, la calidez, absolutamente todo ni siquiera podía compararlo contigo porque lo superó, lo sigue superando y estoy segura de que incluso si pasan varios años eso no hará otra cosa que crecer y superar mis sentimientos actuales.

—¿De verdad no ves ninguna oportunidad entre nosotros Amy?

Después de mucho tiempo pude vislumbrar esa mirada perdida que yo misma tenía hace mucho tiempo. La misma mirada que tenía cuando Shadow me encontró en aquel árbol durante ese día lluvioso. La mirada de sentir el cruel choque de la realidad y sentir que todo en lo que creías se desmoronaba bajo tus pies, dejándote caer en una triste prisión de desconsuelo y tristeza. Por primera vez, después de todos esos años, Sonic me estaba escuchando en serio. Era yo quien se hizo escuchar después de mantenerme todo ese tiempo como una frágil flor que no podía hacer otra cosa que ser cuidada por todos a su alrededor. Ahora que era consciente de este momento, sin dudarlo, respondí.

—Incluso si Shadow dejará de existir nunca podría haber algo entre nosotros, lo siento de verdad Sonic, pero no te amo de la forma que tú quisieras.

Como si de un golpe se hubiese tratado el erizo azul cayó de rodillas y de sus ojos empezaron a caer lágrimas. Su llanto duró por mucho tiempo y yo me quedé donde estaba sin dejar de observarlo porque sabía que no era la indicada para darle ningún tipo de consuelo. Repetía una y otra vez cuánto lo sentía, no dejaba de decir mi nombre entre respiraciones agitadas. Yo solo podía enviarle un poco de compresión a través de los breves contactos visuales que teníamos. Siguió así hasta que amaneció y los vestigios de la última noche desaparecieron por completo. No hubo mayor escándalo tras todo lo que sucedió solo un Sonic arrepentido que limpiaba los rastros de lágrimas que quedaron y unas últimas palabras, que estaba segura no volvería a escuchar en mucho, mucho tiempo.

—Sé feliz Amy.

No hubo ninguna otra palabra de despedida más que esas tres y, debo decir, que fueron suficientes. Observé con bastante paz en mi corazón como Sonic se alejaba por la verde colina que estaba frente a mi casa. No obstante, apenas la silueta de Sonic se iba alejando otra muy distinta se iba acercando. Ambos erizos se observaron por bastante tiempo y finalmente el erizo azulado le dio un par de palmadas al de vetas rojas antes de continuar con su camino. 

Con cada paso que daba su imagen solo se hacía cada vez más clara. Su media sonrisa sonrisa no hacía otra cosa más que ensancharse cuando nuestras miradas se cruzaron. No pude soportarlo más y salí corriendo a su encuentro con todas las fuerzas que me quedaban. Tan solo cuando pude estar entre sus brazos es que pude sentir como la calidez me rodeaba. Fue en aquel instante en que me di cuenta de que era justo allí donde debía estar. Era al lado de Shadow the Hedgehog donde pertenecía y el único lugar donde podía ser feliz.

FIN.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top