Capítulo 15

Narra Shadow:

Las palabras de mi rosa son como clavarme un puñal en el corazón. Como si todos nuestros sentimientos fueran lanzados al cruel fuego del olvido y extinguirse junto a nuestra existencia. No obstante, comprendo lo que quiere decir. Sé muy bien que ella tiene razón, que no está bien lo que estamos haciendo. Pero eso no quita el hecho de que duela y me destroze por dentro. Sin decir nada me levanto y la ayudo a hacer lo propio. Las lágrimas que empapan sus mejillas me demuestran que ella está tan destrozada como yo. Por lo que no se lo haré más difícil y respetaré su decisión.

-Está bien Amy. - digo con la voz quebrada por mi propio llanto - No seguiré insistiendo con esto. Me alejaré de tí y respetaré lo que me pides. - casi de forma automática la acerco a mí con desesperación - Pero antes de olvidarme por completo de lo que sentimos, te lo imploro, no me niegues un último beso.

Sus ojos jade se agrandan por la repentina petición. Pero se recupera de la sorpresa en un segundo. No logra responderme con palabras, seguro por miedo de ponerse a llorar con más fuerza. Sin embargo, asiente de forma leve con la cabeza, indicándome que está de acuerdo. No pierdo el tiempo y con delicadeza sujeto su rostro con ambas manos para acercar nuestro labios. Su caracterísitico aroma a rosas llega a mis fosas nasales. Lo que ciega por un momento mi cordura y la beso como nunca antes lo había hecho. Lo que me sorprende es que mi dulce Amy corresponde ese beso con la misma intensidad. Recorro sus labios hasta el punto de memorizarlos ya que sé muy bien que solo formarán parte de mis recuerdos. Me deleito con su sabor ya que soy consciente de que después de aquello moriré de hambre. Respiro su aroma debido a que luego respirar será una condena sin ella a mi lado. Por más que no quiero, llega el momento en que debemos separarnos. Me niego a que eso suceda sabiendo muy bien que ya no podré verla. Pero por más que ruego que ese momento no termine Amy se separa casi en cámara lenta. Me dirige una cálida mirada y una dulce sonrisa.

-Adiós mi Shady. - dice tratando de aguantar su llanto aunque es evidente que está a punto de echar a llorar.

-Adiós mi rosa. - le respondo igual de débil.

Me separo de ella y doy un par de pasos hacia atrás. La observo por última vez memorizando su frágil silueta. Sonrio de medio lado, puede que eso sea algo cruel de mi parte, pero no sé de que otra forma proceder. Un "Caos Control" sale de mi boca y en un abrir y cerrar de ojos me encuentro en mi hogar. Sin embargo, esto no lo siento como un verdadero hogar ya que mi corazón se quedó con la pequeña que me robó el aliento. Derrotado me dejo caer en el sofá de la sala de estar y me dedico a mirar el techo con la esperanza de que algo cambie. Aunque soy consciente de que eso no pasará.

-¡¡¡Shady!!! - la voz de una desconocida llama desde afuera.

De mala gana me levanto y abro la puerta que me conecta con el mundo exterior, que ahora se ve tan gris como los nubarrones del cielo. Al momento de abrir la puerta me encuentro con una pequeña eriza de color rosa sonriente y mirada jade. Pero esos ojos no me parecen para nada hermosos ni espectaculares. Incluso la sonrisa que lleva en el rostro me parece tan común que no es digna de que la observe siquiera.

-¿Shady estás bien? - su voz no tiene sonido y se parece a la de muchos otros que he conocido.

-Estoy bien Luz, solo estaba durmiendo. - respondo con desgano.

Aunque no comprendo la razón por la que respondo a este ser que muy poco representa para mí. Sé bien que suena algo cruel, pero nadie puede esperar nada de un ser que no tiene corazón.

-¿Tuviste una pesadilla? - cuestiona preocupada - Tus ojos se ven llorosos.

-Todo lo contrario. - me apresuro en responder - Tuve el mejor sueño de mi vida. En realidad fue un mágico recuerdo que se esfumó con los golpes de la puerta.

-Lo lamento. - dice apenada - Lo que pasa es que tu celular estaba apagado y me preocupé de que algo te haya pasado.

-Tranquila. - digo divertido - Nada podría pasarle a la Última forma de vida perfecta.

Una pequeña risa escapa de los labios de la eriza. Puede que lo que dijera sonara como un chiste intencional, pero en efecto es mi manera de disimular mis ganas de llorar. De repente la pequeña eriza se acerca a mí con una sonrisa. Me abraza con fuerza y acaricia las púas de mi cabeza. Correspondo su abrazo con la esperanza de encontrar algo de consuelo. No obstante, no siento nada más que el mismo frio recorrer mi cuerpo. Es como si su cercanía no existiera. Por lo que la separo y le dedico una sonrisa para que quede conforme.

-Ahora ve a casa Luz. - digo con amabilidad - La verdad es que estoy muy cansado y quiero dormir.

-Claro lo mejor será que descanses. - dice nerviosa, pero no tarda mucho en mirarme a los ojos y pedir más - Aunque yo esperaba poder pasar la noche juntos. Aprovechando que mis padres siguen de viaje.

-Lo siento Aurora, pero ahora quiero estar solo. - me molesta su presencia - He tenido algunos recuerdos que quiero analizar. Así que te rogaría que me dejes tranquilo por ahora.

Sólo quiero llorar y tratar de que no me duela tanto la pérdida que acabo de vivir. No obstante, parece que la que ahora no llega a ser más que una molestia no está dispuesta a marcharse sin antes conseguir lo que quiere. De modo que le daré lo que desea con tal de que se marche cuanto antes. Jalo a Aurora dentro de la casa y cierro la puerta de una patada. Sin delicadeza alguna la lanzo contra el sofa y en medio de la oscuridad de mi casa me pongo sobre ella. Ya no me importa si es con ella o con cualquier otra. Si no puedo tener a Amy en mi vida incluso la muerte es una buena opción.

-Shady... - jadea mi nombre la eriza que ahora se encuentra a mi merced.

No me dedico a prestarle mucha atención y de un tirón le quito la ropa que lanzo lejos. Desabrocho el cinturón y bajo el cierre de mi pantalón. No tardo nada en quitarme las prendas de ropa.

-¡Shadow, despacio! - grita en medio de un gemido, pero ya le he penetrado.

Continuo sordo al éxtasis que grita aquella eriza que no hace más que recordarme todo lo que perdí. Sin embargo, al cerrar los ojos llega a mis fosas nasales el característico aroma a rosas que desprende mi amada Amy. Ese inconfundible aroma al que soy adicto. De modo que sigo a mi sentido del olfato y me encuentro con el tacto de una piel tan suave como la seda. Todavía con los ojos cerrados paso mi lengua por aquella superficie y en efecto es el mismo sabor de mi dulce rosa. Entonces el calor que siento ahora se debe a que ella nunca me abandonó. Que todo lo anterior fue solo una triste pesadilla que buscó mi tormento. Sin embargo, ahora mi vida ha regresado y la visualizo en mi mente. Sus mejillas coloradas y sus bellos jades observándome con deseo. Dejando escapar jadeos de placer y uno que otro grito de puro éxtasis. De modo que me dejo llevar por aquel exquisito placer y me acerco junto a ella al climax esperado.

-Ahhhh...~ - escucho a mi dulce rosa gritar placenteramente al haber llegado a la cima.

Esto por supuesto provoca en mí la locura de querer hacerla mía. Mi ritmo cardiaco aumenta y mi cordura ha sido nublada por el dulce aroma que tiene mi Amy. No pasa mucho tiempo para que yo también llegue al orgasmo que provoca mi rosa.

-¡¡¡Amy!!! - grito lleno de placer.

Pero de inmediato recibo un fuerte empujón que me obliga a abrir mis ojos. Maldigo mil veces al encontrarme con la cruel realidad que me atormenta. Una eriza rosa con la mirada espantada se encuentra debajo de mí, completamente, desnuda.

-¿Cómo me llamaste? - dice con la voz quebradiza.

-Yo... - la verdad estoy atrapado. Sé muy bien que esto no lo puedo justificar con nada - Lo mejor será que te vistas.

Aurora me quita de encima y comienza a vestirse mientras llora desconsolada. Por mi parte hago lo propio, me visto y desvio mi mirada esperando que se marche sin decir nada. Pero eso sería demasiado bueno para mí.

-¿Por qué dijiste su nombre? - cuestiona apenas se para frente a mí.

-No lo sé. - prefiero decir aquello que negar lo que mi corazón está gritando. Soy de lo peor.

-¡Nombraste a mi madre a todo pulmón! - grita furiosa - No puedes decirme como si nada que no lo sabes. - respira agitada y me obliga a verla a los ojos.

-Solo vete Aurora. - digo con una voz muerta - Esta situación no tiene porqué llegar más lejos.

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Me destesto por esto.
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Me destesto por la traición que cometí presa de una alusinación.
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¿Dónde estás Amy?
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-Shadow no puedo irme como si nada hubiese pasado. - dice ya un poco más tranquila y trantando de sonar comprensiva - ¿Por qué la nombraste?

-Fue un recuerdo. - digo destrozado y como un cobarde trato de alejarme - En realidad, sólo fue una pesadilla de la que no sé como escapar.

En cuanto logro separarme de aquella copia de Amy me es inútil la huida. Un par de brazos frenan mis pasos con un abrazo. Me giro para verla a los ojos esperando su desprecio que poco me importaría. No obstante, me muestra una sonrisa que se ve algo forzada, pero con intensiones sinceras.

-Entonces ya es momento de que despiertes. - pronuncia a modo de plegaria y un par de lágrimas escapan de sus ojos. - Shady quédate conmigo.

Amy me ha dejado y mi vida perdió todo sentido. Todo lo que me rodea me da igual. Entonces ¿qué tengo que perder? Nada, por supuesto. Creo que ya no tiene importancia si dejo que un demonio maneje mis acciones. Ya no importa si me mantiene vivo con el espejismo de su recuerdo. Con el intento de mantenerme a su merced. Después de todo nada se puede esperar de un ser sin corazón. Un ser que está destinado a dejarse llevar incluso por quien busque su destrucción. "Destrucción" recuerdo muy bien que eso fue lo que representó Aurora en mi vida. Esto debido a que era el constante recuerdo de que la razón de mi vida me dejó a la deriva por un demonio azul que nunca la mereció, ni mucho menos la valoró.

Tal vez las cosas no fueron como yo pensaba, pero... ¿Eso tiene importancia? Después de todo no está en mis manos poder cambiar esta línea de tiempo. Me pregunto si tú lo lograrás Amy. De hecho, para mi pesar, llego a dudar de que estes dispuesta a luchar por alguien a quien lanzaste al vacío por segunda vez. Sin embargo, te daré el beneficio de la duda ya que es un hecho de que eres una caja de sorpresas.

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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.

Hehehe ya veo las antorchas y sus garrotes en mano. 😅😨💔 Pero era inevitable que el dolor se hiciera presente.

Aunque consideren que esta es una parte de la historia que nos llevará al momento crucial en el desarrolo de nuestros personajes.

Espero que hayan disfrutado el capítulo (aunque por como van las cosas creo que no) 🙈 También les agradezco por su constante apoyo.

No olviden picar a la torpe y sensual estrella. Además, de dejarme su opinión en los comentarios (estoy lista para mi condena).

Sin más que decir...

...Eve cambio y fuera.

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