Narra Amy:

Abro los ojos en cuanto siento los rayos del sol chocar contra ellos. Trato de moverme un poco, pero un par de fuertes brazos me rodean por completo impidiéndomelo. No puedo evitar una sonrisa por tal imagen que contemplo. Shadow durmiendo tan plácidamente con sus púas embarradas en lodo y una media sonrisa de lado. Si he de ser sincera esto era lo que más extrañaba cada día. El poder verlo apenas despertara. Así es, por más desastrozo que se vea ahora, poder verlo me produce una de las mayores alegrías que estoy viviendo en mucho tiempo.

-¿Por cuánto tiempo vas a seguir observándome Amy? - cuestiona de repente el azabache manteniendo los ojos cerrados.

-¿Hace cuánto llevas despierto? - respondo con otra pregunta.

-Unos minutos antes que tú. - dice abriendo los ojos, sus hermosos ojos carmesíes que tanto añoraba observar - Pero al verte tan tranquila al dormir no fui capaz de despertarte.

-Yo... - trato de decir, pero la voz me falla.

-No es necesario que digas nada, ya toda la pesadilla pasó Amy. - susurra mientras sujeta mi mentón con delicadeza y me acerca a sus labios con suavidad - A partir de ahora no voy a apartarme de tí.

Estoy a pocos centímetros de poder rozar aquellos labios que tanto deseo. Su mirada carmesí me absorve por completo, además, aquella sonrisa de medio lado me deja fuera de mis sentidos. No obstante, sé bien que esto no es para mí.

-No creas que he olvidado lo que hiciste. - susurro derrotada y conteniendo mis lágrimas - Ahora es cuando debemos dejar muy en claro las cosas Shadow the Hedgehog.

La mirada del azabache se queda impresionada. Incluso la sonrisa que no hace mucho figuraba en su rostro ha desaparecido y ha sido reemplazada por su habitual seriedad de siempre. Lo que deja a la vista que ha comprendido muy bien mis palabras. De repente me sujeta de la cintura y me acerca a él, de modo que mi espalda choca contra su pecho y apoya su mentón en mi cabeza.

-¿Tan malo es? - cuestiono desanimada.

-¿De qué hablas? - me pregunta como respuesta.

-Aunque hayan pasado un par de años, en tu caso veinte de ellos, lo sigo recordando. - digo mientras giro un poco la cabeza para poder enfrentar su mirada - Siempre que se trataba de algo malo no eras capaz de verme a la cara.

-Entonces supongo que no es necesario darte explicaciones. - dice tratando de librarse de la situación cuanto antes.

-La verdad es que quiero que me lo cuentes. - digo seria - Será lo mejor para que así pueda proceder de la mejor manera mientras me encuentre en esta línea de tiempo.

-Amy si te lo cuento... - duda un poco en seguir - Me odiarás.

-Es probable. - admito temerosa de lo que vaya a escuchar - Pero aún así quiero saberlo.

-¡Ambos saldremos dañados con esto! - exclama exasperado - No seas caprichosa Amy, por favor, solo olvidemos todo y pasemos página juntos.

-¿¡Cómo puedo pasar página si ni siquiera estoy en el tiempo que me corresponde!? - ahora soy yo quien grita - No creas que esto es difícil solo para tí.

-Amy...

-Yo también tengo miedo. - lo interrumpo - Tengo miedo de lo que vaya escuchar salir de tus labios. Siento terror de solo imaginarme todo lo que hiciste con otra chica después de veinte años distanciados. Pero aún así... Aún así... yo... - la voz se me corta gracias al llanto que trato, inúltilmente de reprimir.

No obstante, aquellos brazos que me sujetan con fuerza me obligan a girarme. De modo que ahora tengo a Shadow frente a mí. Su mirada se muestra dolorosa, pero de alguna manera mantiene ese aire serio que siempre muestra a los demás. Puedo notar como sus manos tiemblan mientras me observa. Sé que no es fácil, que será como clavarme un puñal por mi cuenta. Pero no tengo otra opción, después de todo quiero perdonar al Shadow de este tiempo y una vez vuelva a mi propio tiempo sentirme libre de este sentimiento de odio.

-Te lo diré. - menciona para llamar mi atención - Pero te ruego no juzgarme hasta escuchar todo lo que tenga que decir.

-De acuerdo. - digo en medio de un suspiro.

-Cuando Rouge me encontró estaba destrozado. - comienza a decir el azabache - De solo recordar que tras mi regreso te encontré a tí con otro erizo, con otra apariencia, con otra vida. Sentía como todo mi mundo se derrubaba en miles de pedazos. Por lo que decidí alejarme de todo y buscar cualquier otro destino para olvidar tu traición. Sin embargo, mientras me encaminaba lejos de todo alguien chocó contra mí. Como era de esperarse reaccioné de forma agresiva. Sin embargo, en cuanto levanté la vista me encontré con mi peor pesadilla. - me mira directo a los ojos - Una eriza de púas rosas y con los brillantes ojos jade. En ese momento mis fuerzas se derrumbaron y no pude hacer más que llorar. Me sentía tan débil que de inmediato perdí el conocimiento. Tras aquello desperté en una casa nada familiar para mí, no obstante, tenía un par de jades observándome. - suelta un largo suspiro - Mayor fue mi sorpresa al ver que se trataba de tí. La misma Amy Rose de mis pesadillas, aunque con una apariencia mucho más madura. Pero mantenías tu fragilidad de siempre ya que por alguna razón estabas llorando. Recuerdo estar a punto de reclamarte todo, mas Aurora irrumpió en la habitación y tú simulaste muy bien tus lágrimas. - Shadow parece ponerse nervioso con ese recuerdo - Después de un rato me enteré que Aurora era hija tuya y que fue ella la que me llevó hasta tu casa. Estaba decidido a escabullirme y continuar con mi plan de desaparecer, pero fue por un descuido tuyo que noté tu temor de que Aurora permaneciera tan cerca mío. Fue entonces cuando decidí quedarme con ella en reemplazo tuyo, de esa manera te devolvería toda la amargura por la que me hiciste pasar. No obstante, mi afecto por Aurora se hizo un poco sincero ya que a pesar de cuanto tratase de mantener distancias, ella se esforzaba por llegar a mí. Incluso yo mismo llegué a creer que estaba comenzando a quererla de verdad. Por supuesto estaba muy equivocado y Tails me hizo notar aquello. No importaba con quien estuviera, ni cuantas veces tratara de intentarlo, yo seguía loco por tí. Sin embargo, me lo negaba y por todos los medios traté de sacarte de mi cabeza. - Shadow cierra los ojos por alguna razón - La situación me desesperaba de sobremanera. Por lo que en cuanto se presentó la oportunidad me apoderé de la inocencia de Aurora en busca de que ella me poseyera y apartara tu recuerdo de mi mente.

-Eso fue cruel. - no puedo evitar decir.

-Lo sé y pagué el precio. - responde el azabache abriendo sus ojos. Mostrando las lágrimas que intentaba ocultar - A pesar de que era Aurora la que estaba en mi cama, la única que ocupaba mi mente eras tú. Te veía a tí en lugar de ella, solo eras tú quien me atormentaba. En cuanto me percaté que sin importar lo que hiciera seguirías atormentándome aproveché la situación. Quité el listón que tenía tu hija en su pijama y lo até a mi cuello, luego te envie un mensaje desde su celular para que fueses a recogerla. No pasó mucho para que fueras en su busca y en cuanto te abrí notaste el listón. Para suerte mía Aurora salió todavía en pijama y te diste cuenta de lo que hice con ella. Obviamente, nada salió como me lo esperaba ya que sonreiste como si nada y le pediste que se apresurara. Pero yo pude ver a través de esa sonrisa lo destrozada que estabas. Eso me molestó, me daba rabia ser el causante de tus tristezas, pero el daño ya estaba hecho. Pasaron varias semanas y todavía tu falsa sonrisa me destrozaba, el remordimiento me estaba llegando a desesperar. Fue cuando tomé la desición de marcharme sin que nadie lo supiera. Alejarme de todo y ya no causarte más dolor, por lo que me dirigí por úlima vez a nuestro lugar secreto. Lugar donde me despedí de tí y lugar que sería mi último recuerdo de lo que alguna vez amé. Vaya golpe me dio la vida cuando una pequeña rosa se lanzaba a mí con alegría.

-¿Ese momento? - no me lo podía creer.

-Así es Amy. - afirma Shadow con una leve sonrisa - Justo cuando decidí renunciar apareciste de nuevo en mi camino de manera caprichosa. Aunque eso solo me recordó todo el dolor que me hiciste pasar. Por lo que pensé: "Si de todas formas me va a olvidar, su sufrimiento vale mi diversión." - de pronto la sonrisa del azabache desaparece por completo - Pero eso también era mentira, a pesar de todo y sin importar cuanto me duela... Yo no he podido superar el amor que siento por tí. Sé bien que nada justifica lo que hice con Aurora, pero créeme cuando te digo me sigues doliendo Amy Rose. - Shadow me sujeta con fuerza y me abraza - Incluso ahora me cuesta creer que seas real, que seas la misma de antes, que sigas añorando mi regreso.

-Shadow... - trato de decir al borde de las lágrimas.

-Amy te juro que todo este tiempo sin tí ha sido igual que arder en el infierno. - siento sus cálidas lágrimas caer en mi hombro - Cada rechazo tuyo ha sido igual a que me arrebates la vida. Por eso te lo ruego, no me abandones. No podría soportar que te alejes de nuevo.

-A mí también me duele toda esta situación. - digo haciendo lo posible por mantenerme serena - Encontrarme con un futuro en el que no podía compartir mi vida contigo me lastimaba. Saber que estabas con alguien más me mataba por dentro. Enterarme que te entragaste a otra y no a mí...

-Nunca me entregué. - vuelve a interrumpirme - No voy a negarte que lo hice con ella, pero jamás le entregué mis sentimientos ni mi corazón. Amy todo aquello siempre ha sido tuyo, mi vida entera siempre te pertenecerá solo a tí. Sin importar el tiempo, ni las distancias, ni el odio que pude llegar a sentir; nada de eso ha sido suficiente para que mis sentimientos cambien.

-Lo sé... - digo mientras dejo que el llanto me consuma - Lo sé muy bien ya que sin importar cuan destrozada esté ahora... ¡Me es imposible dejar de amarte!

Sin esperar mi permiso Shadow me abraza de nuevo y con mayor fuerza que antes. Incluso acompaña mi llanto con el suyo propio. ¿Por qué tenemos que dañarnos de esta manera? ¿Por qué a pesar de todo no puedo odiarlo? ¿Por qué no pudo llegar antes y evitar que este futuro existiera? Supongo que todo eso no importa en este momento. A pesar de todo debo pensar bien las cosas y evitar que terceros salgan heridos. Ya me encargaré yo en cuanto logre regresar a mi tiempo, pero aún así no quiero que nadie de este tiempo sufra por mí.

Me separo un poco de aquel erizo de vetas rojas para poder verlo a la cara. Sus bellos ojos carmesíes están cristalizados gracias al llanto que ahora lo envuelve. Su respiración es entrecorta y su cuerpo tiembla al igual que una hoja en otoño. Sin importar el tiempo que sea, ni el lugar en el que me encuentre mis sentimientos siempre van a ser suyos. Shadow the Hedgehog siempre será el dueño de mi corazón, eso puede tenerlo por seguro. Permanezco en silencio y me acerco lentamente, voy cerrando mis ojos a medida que la distancia entre nuestros labios se reduce. Finalmente, un tierno beso se produce en el acto. Todos mis sentimientos van depositados en aquel beso. Pero como siempre nos vemos forzados a separarnos.

-Te amo. - digo casi en un susurro - Te amo Shadow, te amo como no tienes idea. - mis lágrimas se multiplican hasta nublarme la vista - Pero por el bien de los demás no podemos amarnos en este tiempo.

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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.

Estoy de regreso actualizando desde tiempos inmemorables. Con eso me refiero a que ya era hora ¿cierto? Hahahaha no me odien, las cosas se acumularon un poco por aquí (mi flojera hasta de dormir, lo que es el nivel experto de flojera).

Les agradezco por toda la paciencia y el apoyo que le están brindando a la historia. Espero que esté siendo de su agrado.

De ser así no olviden picar a la torpe y sensual estrella. Además, de dejarme su opinión en los comentarios.

Sin más que decir...

...Eve cambio y fuera.