Mi pecado
El amor siempre ha sido incomprensible desde los tiempos más remotos hasta ahora en la actualidad, y es que siempre se presenta de distintas maneras, en distintos tiempos y personas.
A veces el amor ni siquiera se presenta donde uno lo espera y para Christa Lenz ese era su caso, pues siempre, desde pequeña, le inculcaron que hallaría a alguien apuesto; un hombre digno de estar con ella. Pero ella conoció el amor en cuerpo de mujer.
Y ese era su pecado.
Se llamaba Ymir, y Christa admitía que tanto las pecas como la piel morena de ésta la volvían loca, pues le encantaba cada detalle en el cuerpo de su amada, y más aún cada detalle de su alma.
Ellas se habían conocido en un campamento, donde al inicio sus personalidades chocaron pese a saber que ambas eran iguales al mentirse a sí mismas en varios aspectos.
No obstante, con el tiempo descubrieron que se entendían y fue ahí cuando una comenzó a caer rendida por la otra, cuando una comenzó a vivir por la otra.
Ymir siempre protegía a Christa a toda costa, incluso llegó a tener peleas con otras personas por tratar de mantener a salvo a su princesa, y siempre lo lograba.
Empero pronto iniciaron los rumores sobre que había algo más que una simple amistad entre ellas dos y por ello se vieron en la necesidad de separarse si no querían que algo malo les sucediese.
Entonces, para no entrar en una profunda depresión hicieron la promesa de vivir por sí mismas, por nadie más. Y así fue, al menos hasta que después de años se reencontraron en una iglesia, donde Ymir reconoció a Christa con un nuevo nombre: Historia Reiss.
Pero el nombre era lo de menos, pues en esencia seguía siendo la misma chica de la que se enamoró años atrás, lo cual le hizo pensar: "¿Cómo no enamorarse de ese pecado? ¿Cómo no enamorarse de sus risas? ¿Cómo dejar atrás un amor que ha dejado cenizas?"
Eso mismo la motivó a buscar a su enamorada, para reparar los daños y volver a estar juntas de nuevo. Al inicio Historia temió aquel regreso, pero Ymir le dijo algo que perduraría por siempre en su memoria:
"—No tengo derecho a decirte cómo vivir tu vida, así que considéralo como una súplica; vive tu vida con la cabeza bien alta."
Y exactamente eso hizo que Historia se diera cuenta de que lo que era no estaba mal, y que el amor que ambas sentían nunca se iba a mudar.
"—Es curioso —inició diciendo, mientras apartaba uno de los cabellos castaños de Ymir y lo ponía detrás de su oreja—, si estoy contigo, sea como sea el mundo ¡no me da miedo!"
Entonces sellaron sus labios en un tierno beso y ambas se dijeron sonriendo:
—Mi pecado eres tú.
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Espero que les haya gustado.
Díganme sus opiniones.
Y chequen mis demás historias.
¡Gracias por leer!
AllieGarcia9
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