Capitulo 37
-Bueno... llevamos la mitad- dijo el omega ya algo cansado.
Tenía el rostro manchado de tierra y probablemente sangre también, se dejo caer en el suelo recargado a algunas cajas del lugar que acababan de conquistar.
Izuku comando la manada que se movería a la base de las provisiones y por otro lado All might iría por los lobos capturados, al atacar al mismo tiempo no les darían tiempo de dar aviso.
Por otro lado Mirio, Tamaki y Aizawa se movieron a la base donde experimentan con magia, fueron con algunos de los reclutados en el mes que esperaron dar inicio al golpe, que duro un poco menos de lo que pensaban al ver movimiento en el enemigo.
Ellos tendrían que vigilar esa base, hasta que atacaran la central. En el plan, después de conquistar estas 2 bases en 1 semana tendrían que regresar a hacer el golpe final. Trataron de considerar el tiempo de recuperarse y de planear como llegar a ese último paso, ya que necesitában asegurarse de los cortes de suministros para sus enemigos a consecuencia de lo que hicieron.
Con esto consiguieron reabastecerse de comida y algunas ropas, por otro lado también conseguirían más soldados, así que lo estaban llevando de la mejor manera, por lo menos ahora llevaban una ventaja.
-Estas bien?- pregunto Shinso al ayudarle a levantarse.
-Si... solo algo cansado.
A lo largo de esta guerra, el omega y Shinso comprendieron el vínculo que tenian, era cierto que se volvió su guardian, era fácil cuando sus emociones eran más sensible que los demás. A Bakugo no le gusto la idea, pero al final lo entendió como "El idiota morirá si mi omega muere" así que estuvo de acuerdo y con ello tuvo más libertar para pelear sin tener tanta preocupación del pecoso.
-Estos días haz estado algo inestable...
-Estar en una guerra no es un paseo en el campo- le sonrió- gracias por preocuparte, pero cuando resolvamos esto tomare un gran descanso
-Iremos a casa... así que espero lo hagas.
-Bakugo te tiene amenazado?- trato de burlarse de él
-Bueno... más que él rubio explosivo que tengo por líder... ya sabes...
-Saber que?
-Tengo la responsabilidad más grande... estoy cuidando al omega centro.
-Ay, si lo dices de esa forma suena horrible.
-No lo dije con esa intención, solo... ya sabes, no te puedo quitar el ojo, quiero que tengas total libertad de hacer lo que quieras y saber que estas seguro.
-Gracias- el omega sonrió, de verdad se sentía protegido y afortunadamente Shinso sabia darle su espacio, entonces se sentía cómodo con que él le protegiera.
-Empezaremos a llevar las cosas a nuestro territorio, es mejor que nosotros vayamos primero...- el pelimorado se veía nervioso al comentar aquello.
-Te lo ordeno Bakugo verdad?- el omega no tardo en averiguar que pasaba.
-Bueno... fue algo más como una amenaza, pero si...
-Nosotros esperaremos a todos, y ambos guardamos el secreto... trato?
-No es que tenga opción no?- el omega se rio y asintió.
Estuvieron un gran rato ayudando a sacar las cosas y ayudando a los lobos a cargar las cosas en sus lomos u hocicos. Al final ellos antes del último cargamento se fueron siguiendo y protegiendo a unos cuantos lobos.
No tuvieron inconvenientes, regresaron a salvo, pero efectivamente Midoriya estaba cansado y aunque quiso preguntar que había pasado con las además expediciones, solo se fue a reportar con Kirishima y regreso a su habitación, tomo un baño rápido y fue a su habitación.
Bakugo había ido con All might a salvar a los lobos, así que regresaría mañana o pasado, por el momento solo se tendría que ocupar por descansar.
-Izuku?- tocaron a la puerta.
-Adelante...- contesto medio adormilado.
-Escuche de Shinso que te sentias mal...- entro Uraraka algo preocupada.
-Estoy bien, solo han sido días pesados.
-Estas seguro? No quieres que te revise o...
-No te preocupes, solo necesito dormir.
-Bien, te traeré la cena por la noche, descansa.
El omega ni siquiera contestó, se quedo dormido antes de poder decir algo, se aferro a la almohada que tenía el aroma de su alpha y con eso se perdió en sus sueños.
Uraraka cumplió su palabra, pero lo vio tan tranquilo que le dejo estar, no lo quiso molestar. Al final Izuku despertó hasta el siguiente día.
-Buenos días- saludo a la hora del desayuno.
Kirishima, Denki, Shinso y Dabi estaban en la mesa y le saludaron, para después él sentarse para empezar a comer.
Ninguno hablaba, ya se les veía cansados y muchos aun planeaban cosas dentro de sus mentes, estaban bajo presión de ganar, pero toda esa tensión se rompió cuando se escucho gente entrando a la casa.
Izuku alzo la mirada y vio a dos rubios con rastros de sangre aun en sus pieles. Se veían sonrientes y con gran animo, así que significaba que habían ganado.
Aun así Katsuki noto como el omega frunció el ceño y bajo la mirada, se concentro en comer y lo ignoro. Se sintió algo ofendido por esa reacción, estaba ansioso por regresar y realmente esperaba ver emocionado al pecoso por su llegada.
Trato de no tomarlo personal, pero esa simple acción le bajo los ánimos de estar ahí, así que dejo que el rubio mayor diera el informe y el se retiro.
Fue a su casa donde vivía con el omega y noto que el aroma que tanto le encantaba era demasiado intenso, era casi como si hubiera marcado sus limites hacia los demás, "no entren a mi hogar" y era jodido porque le estaba afectando.
Sentía su aroma en esa casa, llevaba años ahí para que tan rápido desapareciera su aroma y ahora estaban combinados, pero justo ahora se sentía asfixiado. Trato de abrir las ventanas lo más rápido que pudo y controlar sus instintos, sus colmillos rasgaban un poco sus labios por la intensidad del deseo.
Cuando por fin se pudo calmar, se fue directo a tomar un baño, estaba cansado y quería dormir, pero al llegar a la cama, encontró varias de sus prendas esparcidas por la cama y dejando un pequeño hueco en medio....
Deku...
Respiro hondo y trato de pensar las cosas, ese chico no toca fácilmente pertenencias que no sos suyas, además... la reacción de hace un rato, talvez algo le estaba molestando y si es así puede que se deprima más al ver que él le ignoraba.
Chasqueo su lengua y tomo algo que había guardado para el omega y salió corriendo en su búsqueda. No tardo mucho, ya que desde que se unieron, su aroma destaca más que cualquiera para él.
Lo vio divagar entre la multitud que traía las cargas de lo que trajimos de los campamentos de los Hū, no aguanto más y lo abrazo por la espalda tomándolo desprevenido.
-Pareces un cachorro perdido- le susurro después de besar su marca que aun tenía un tono rojizo.
El aroma de Izuku se hizo mas empalagoso y no pudo evitar sonreír, beso de nuevo su cuello y dejo una pequeña marca roja, vio como el otro se sonrojaba, pero se dejo hacer.
-Pense que estarías en casa- evito la mirada de nuevo.
-Bien ya me harte... Que sucede?
Le soltó y le obligo a encararlo, pero no se espero la determinación que expresaban esos grandes ojos esmeraldas, y de nueva cuenta estaba confundido.
-No pasa nada... es solo cansancio.
-Ni siquiera me haz dado la bienvenida, pero estas aquí vigilando gente que sabe cual es su trabajo? Tienes que mentir mejor si quieres que te crea.
-Ahh... bien, solo... estoy preocupado.
-Porque? Regresamos y el plan va bien.
Izuku entrelazo sus manos y dejo caer su cabeza en el pecho del rubio. Quería sentir la cercanía de su alpha después de días de presión... pero aun no acababa.
-Ya que todo va bien... significa que lo que sigue... es lo peor. Me alegre de que regresarás, quería darte la bienvenida... pero...
Unas pequeñas lagrimas traicioneras salieron de los ojos del pecoso, y el alpha solo le obligo a ocultar su rostro en su pecho hasta que se tranquilizará. Después sin decir palabra, lo condujo fuera del bullicioso lugar, si le iba a dar ese regalo, tenía que ser en ese lugar.
-Siento no haberte dado la bienvenida- volvió a susurrar el omega apretando aun más el agarre de sus manos.
-Esta bien.
-En casa tengo un desastre, lo siento.
-No tienes que disculparte por nada.
Aunque dijera eso la verdad es que se sentía culpable, por eso se disculpaba aunque por las cosas que lo hacia no eran realmente el problema. Había algo que le inquietaba y tenía sospechas, pero no quería decirlo, ni comprobarlo... no hasta que la guerra terminara.
Guardara sus sospechas lo más que pueda...
Cuando volvió a prestar atención reconoció el lugar y al mismo tiempo no, sabia donde estaban, pero no era como lo recordaba.
-Es... es el nido que encontraste?
-Bueno, ya no es solo eso...
La laguna seguía siendo la atracción principal con la fluorescencia que tenía, y los cristales ahora generaban más magia al lugar, pero ahora había plantas hermosas adornado el suelo, y en un costado iluminado por las luces de los cristales había una gran cama entretejida de plantas, acolchada con algodón y con una capa de cobijas encima.
El lugar ya tenía el aroma de su alpha y se sentía protegido, no quería ilusionarse, pero realmente lo sentía, ese era su nido.
-Te prometí uno... así que en pequeñas visitas nocturnas pude lograr esto, quería que fuera sorpresa.
-Me encanta- salto encima del rubio y se aferro a él extasiado de alegría.
-Por fin sonríes...
Eso tomo desprevenido al pecoso, y se sintió avergonzado, ese alpha había logrado tirar su muro que tanto tiempo ha puesto ante los demás... ahora parecía que no podía ocultarle muchas cosas.
-Yo...
-Se que ocultas algo, pero esta vez esperare a que tu quieras decirlo.
-En serio?
-Bueno... aguantare lo más que pueda- reconoció el rubio.
Y aun siendo cargado por los fuertes brazos del alpha, Izuku le robo un beso, que aunque le primera intención era que fuera dolo algo rápido, la verdad es que no aguanto, todo lo que aguanto estando separado se desbordó.
Bakugo se en camino a la cama y sin perder el tiempo le empezó a desvestir, dejo caer la playera que traía su omega, mientras sintió como Izuku le dejaba caer su capa.
Apretó el trasero del otro sintiendo como empezaba a mojarse y cuando lo dejo caer en la cama aprovecho y arrebato esas ultimas prendas dejándole desnudo a su merced.
Deku tampoco estaba tan consiente como esperaba, se sentía perdido en una ansiedad extraña por tener a su alpha dentro de él. Le abrazo y beso dejando marcas en su alpha, ninguno de los dos se había dado cuenta en el estado de celo que habían caido.
El alpha no aguanto y metió dos dedos dentro del pecoso, provocando un sonoro gemido, la cueva genero un eco que emociono aun más al rubio. Sentía las piernas mojadas del menor y con cuidado le levanto sentandolo sobre él.
Abrió sus piernas delicadamente, dejando mordidas y besos a su paso hasta que en medio de un beso, le penetro. Ambos sufrieron una descarga de adrenalina provocando un gruñido y un cambio en sus iris del alpha, que le obligo a parar cualquier movimiento, sus uñas crecieron y sus colmillos de misma manera, sentía como si un golpe de poder y vitalidad hubiera surgido en él.
El omega por su lado estaba muy afectado por el aroma de Katsuki, sus ojos los tenía cerrados con fuerza aferrándose al cuerpo del otro, sus piernas temblaban por el placer que sentía y algo era diferente, sentía un cosquilleo en su columna y al mismo tiempo el miembro en su interior cualquier lugar que tocara le hacia ponerse más sensible.
Las embestidas se volvieron fuertes cuando por fin se tranquilizo Bakugo, Izuku se dejo caer de nuevo en la cama y el alpha lo sostenía de la cadera y una de sus piernas la puso sobre su hombro.
-Alpha...
-Mierda...- ambos perdieron el control.
Las orejas de lobo de ambos salieron a relucir, los pequeños colmillos de Deku también resaltaron y el rubio no se contuvo y metió sus dedos en la boca del otro para jugar un poco con sus colmillos.
-Más....- gimio el omega mientras lamia los dedos del otro.
-No me dirás... Kacchan?- se burlo un poco de él, para tratar de calmarse en el proceso, pero...
-Kacchan...
El susurro de ese apodo, le sorprendió. Aferro sus manos a la cadera del otro y dio una ultima estocada viniendose dentro. Izuku sintió como dio en su punto dulce, dejo caer su cabeza hacia atrás y rasguño la espalda del rubio mientras aguantaba el nudo que crecía dentro de él.
-Lo siento... me excedi...- le susurro Bakugo mientras besaba su cuello.
-Ah~ - ni siquiera podía responder, solo se aferro a el en un abrazo tratando de tranquilizar los temblores y buscando ser protegido.
-Respira... estoy aquí Deku...- se besaron y se quedaron en esa posición un rato mientras se calmaban.
Bakugo le dio una pequeña mordida en su cuello y empezó a bajar la adrenalina en el cuerpo del omega, hasta quedarse dormido en los brazos del mayor.
-Cualquier cosa que te este preocupado... estoy para protegerte... -beso su mejilla y se recostó junto a él y los cubrió con una manta- descansa.
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