Capitulo 23
-No puedo creer que recuerdes esos pasadizos.- reclabama el alpha mientras se volvía a vestir.
-Mi infancia fue aquí, nunca olvidaría este lugar.
-Todos esos túneles, arbustos y flores... tengo tantos aromas mezclados que me da asco...
-Sirve para despistar a quien sea que nos quiera seguir el rastro... deberías saber alguna de esas cosas.
-Bueno... soy más de los que va de frente, no me gusta usar trucos y esas cosas
-Se llama estrategia, pero da igual... no discutiremos eso.
-Si si... a ver princesa que es lo que necesitas?- se burlo al ver el puchero que le hizo.
-Ni se te ocurra llamarme de esa forma otra vez!
-Estoy jugando...- le resto importancia.
Dejo el tema por la paz y siguió explorando el lugar. Observaba con detalle el domo casi invisible que les rodeaba, sentía esa misma energía que sintió de los espíritus...
-Que es este lugar?- pregunto alpha curioso.
-Era el hogar de la manada centro...
- No me refiero al antes, Qué es justo ahora?
Hubo un largo silencio, Izuku no sabia que responder a ello. Porque en realidad era como una zona abandonada, la zona cero...
-Cuando ocurrió el accidente con nuestra manada, la cupula apareció después de que huimos, se autoprotegio- empezó a caminar y el rubio lo siguió algo alejado- este lugar es sagrado para los lobos, era nuestro centro... todas las manadas vivíamos aquí y aunque al final solo mi manada quedo en este lugar, siempre esperábamos que regresaran todos los lobos que desertaron.
-Nadie hubiera querido regresar a un lugar donde no hay opciones- eso sorprendió al omega.
-A que te refieres?
-Pues... supongamos que vives encerrado toda tu vida, y crees que eso es lo correcto porque no conoces otra forma de vivir... pero por accidente dejan la puerta abierta.- Bakugo por fin camino a su lado y por un segundo chocaron miradas, ambos voltearon a lados diferentes y siguieron caminando al lado del otro- si tu escapas y vez que el mundo es más grande que ese lugar donde te mantenían... regresarias?
Izuku quiso responder, estaba seguro que su respuesta era si... regresaría a su hogar, pero... la imagen de Todoroki paso por su cabeza.
-Yo... he escapado muchas veces, creo que ese es mi problema- contesto desanimado- supongo que nunca pudieron encerrarme, por eso no lo veo como un castigo querer regresar.
-Pero tu naciste en cuna de oro, todos los que escaparon... no fue así.
-Porque te importa este tema? Eres un alpha libre no es así?
-Eso crees?- sonrió de lado- nunca hemos sido libres.
-No entiendo. Eres el alpha de una manada, eres fuerte, tienes tu propio territorio... que más quieres?
-Mi madre escapo de una manada de alphas, eran idiotas que se regían por la ley del más fuerte... sabes de donde viene esa idea?- pregunto mientras pateaba una piedrita del camino de tierra que seguían.
-La ley de derrocar al alpha líder...
-Nunca hemos sido libres, nos seguimos rigiendo por leyes de la manada centro y tu... Deku, por alguna extraña broma del destino estas ligado a mi... estoy unido al hijo favorito de la manada centro cuando toda mi vida los he evitado buscando la libertad...
-Yo... pensé lo mismo. Detestaba a mi familia por controlarme, por ordenarme o pensar por mi... quería ver el mundo por mi mismo y ser libre.
-Pues llegaste muy lejos de casa Deku.
-Si... creo que mucho de lo que paso, fue mi error.
Eso logro detener a Bakugo y poner atención en el omega, Izuku hizo lo mismo y ambos quedaron de frente esperando respuestas del otro.
-No entiendo como seria tu culpa...
-Escape cuando más me necesitaban... yo debería poder juntar manadas y convencerles de ayudar, yo deberia ser la esperanza y solo soy... otro lobo defectuoso.
-Tu no tienes responsabilidades, el mundo era un caos antes de que nacieras... no te des tanta importancia
Sus palabras eran duras, no lo hacia con malicia, pero quería hacerle comprender al omega que el mundo no mejoraría aunque se resolviera el problema de la guerra... justo ahora tenían un enemigo en común y aun así las manadas no se unían para derrotarlos, en el futuro tampoco pasaría.
-Me gustaría que tuvieras razón - fue apenas un susurro, pero el alpha lo escucho, aun así decidió no decir nada.
Caminaron todavía un rato y cuando llegaron al lugar donde se veían unas casas ya estaba atardeciendo. El lugar causaba un deje de nostalgia, pero al mismo tiempo de tristeza.
Izuki repasaba el lugar con la mirada tratando de aguantar las lagrimas, las casas quemadas, cosas dejadas por todos lados recordando que muchos tuvieron que huir, la naturaleza había envuelto muchos hogares dejando entender que había estado solo por mucho tiempo...
-Porque nadie ha podido entrar aquí?- pregunto el alpha mientras recogía unas espadas del suelo...
El omega rogaba por que no llegara esa pregunta, pero era claro que era inevitable... era difícil no querer saber porque nadie entraba.
-No pueden- fue una respuesta simple.
-Se que hay más...
-Bueno...- suspiro y se dejo caer en una de los troncos que usaban antes para las fogatas- conociste a los espíritus no es cierto?
-Esas mierdecillas son una molestia.
-Lo se- sonrió ante el apodo- pero ellos son los que hacen esto posible.
-Te refieres a la cupula?
-Si... pero no es una historia que quieras escuchar.
-En algún momento tendrás que decirlo, no soy idiota... se que algo más esta sucediendo.
-Es mejor para ti no preguntar...- respondió nervioso.
-Porque?- Bakugo se había puesto en cuclillas frente a él.
-Entre más sepas...
-Me sucederá lo mismo que a tu alpha?
La pregunta fue demasiado directa, pero no podía pensar bien, el rubio estaba demasiado cerca y lo estaba poniendo nervioso.
-Yo...
Bakugo se iba a rendir y se iba a alejar, pero cuando se quería poner de pie, sus rostros quedaron cerca, sorprendiendo al omega. Midoriya se iba a ir de espaldas al suelo, pero alcanzo a agarrar al alpha, aunque no fue de ayuda y ambos cayeron al suelo.
-Que rayos fue eso Deku?!- se quejo el alpha, pero al voltearlo a ver quedo sorprendido.
Estaba totalmente sonrojado y trataba de tapar su rostro con su brazo, soltó un poco de sus feromonas y eso descolocó más a Bakugo.
El rubio estaba sobre Izuku, sus cuerpos estaban rozandose y el ambiente de alguna manera parecía ser perfecto para esa atracción que reprimian.
Sin embargo ninguno tuvo valor para hacer algo. Bakugo se levanto y cargo a Deku ayudándole a levantarse, él ambiente se había vuelto incomodo y ambos fueron a curiosear por rumbos diferentes.
Bakugo capto el aroma del omega en una de esas casas, era leve, pero estaba ahí. Se acerco y era de las pocas casas de pie, entró algo impaciente y muchas cosas seguían en ese lugar.
Pudo ver ropa en todos lados, muchos muebles destrozados, garras de lobos rasgando las paredes, pero siguió el aroma hasta una de las habitaciones.
La puerta estaba abierta a la mitad, la cama estaba rasgada y destrozada, había cuadernos y hojas por todo el suelo. Recogió una de las fotografías que estaban rotas y pudo identificar al omega, pero no a quien le acompañaban.
Era una mujer muy parecida a él y sin dudarlo supuso era su madre, pero el otro... un hombre alto y rubio, una sonrisa algo molesta y aunque parecía amigable... tenía esa fachada de imponer respeto.
Dejo la fotografía sobre la pequeña mesa que puso de pie y siguió viendo, encontro libros para niños, algunas joyas que les daban en las manadas a los niños y al final... vio un pequeño destello en uno de los cuadernos.
Lo abrió y encontró un colmillo de lobo convertido en collar... la causo intriga, pero por accidente leyó en el cuaderno el nombre del omega y quiso ver de que se trataba.
Entre más leía, más le costaba encontrar sentido a esas palabras, estaba sorprendido, indignado... y quizá algo decepcionado, ese omega ocultaba muchas cosas...
-Necesitamos seguir!- escucho la voz del pecoso desde afuera.
Mordió su labio, tratando de contener un gruñido. No podía decirle lo que descubrió, no ahora...
Dejo el colmillo y el libro en la mesa y tomo la fotografía. Camino de regreso a donde estaba Deku y cuando lo tuvo de frente le entrego la foto.
Midoriya estaba sorprendido y cuando vio la foto se le escaparon unas lagrimas. Bakugo trato de ignorarlo, pero no tenía ganas de velo llorar o que se la pasara de esa manera todo el camino.
Poso su mano sobre su cabeza y lo jalo hacia su cuerpo, dejando que apoyara su rostro en su hombro y llorara un rato. No espero que el omega le abrazara y se derrumbara.
Le regreso el abrazo tratando de no dejarlo caer y aunque tenía cosas que preguntar no lo creía el mejor momento...
-Necesito encontrarlo...- susurro aferrándose más al abrazo.
-El era el alpha de tu manada?
-Si... pero también fue como un padre para mi...
-No creo que este en este lugar
-Pero hay un lugar donde puedo encontrar la respuesta.
Aunque no quería separarse, Midoriya se aparto y se limpio las lagrimas. Volvió a sonreir y guardo la fotografía.
-Gracias... es la segunda foto que me das, significan mucho para mí.
-No es intencional.
-Aun así gracias...
Le tomo de la mano y corrió hacia algún lugar. El alpha estaba tan sorprendido que se dejo llevar, que mierda estaba pasando con esa extraña relación?
Tan distraído estaba que cuando llegaron al lugar, puso atención cuando cruzaban y uas montañas gigantes que parecían la entrada a algún lugar.
Cuando llegaron, estaban en el centro de un lago, donde desembocaba una cascada que caía de unas montañas que los rodeaban. La luna empezaba a aparecer y hacia parecer el lugar algo encantado.
-Que es esto?- pregunto el alpha mientras ce acercaba al río.
-Es el corazón... donde el primer lobo fue transformado en humano.
-Este lugar es...
-Donde la primera manada existió-dijo con una sonrisa.
-Pero eso era... una leyenda.
-Lo estas viendo con tus ojos, porque crees que mentiría?
Con esa pregunta, el recuerdo de lo que leyó en el libro regreso a el y sin pensarlo lo soltó.
-Asi que si eres el omega centro...
En los ojos de Izuku se noto el miedo que sintió al escuchar esas palabras y más cuando vinieron del alpha.
-Que... Que dijiste?- pregunto con miedo.
Bakugo iba a preguntar, ya lo había soltado, no tenía importancia ocultarlo... pero el brillo del lago los distrajo a ambos.
-Bienvenidos... los estábamos esperando.
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