Capitulo 13

-De verdad vas a ponerle vigilancia?- pregunto Midoriya mientras veía la casa donde habían dejado al rubio.

-Esta alterado... no quiero tener problemas una vez que despierte.- corroboró Aizawa- además, no quiero que te lastime...

-Bueno... ya hemos tenido problemas, pero confio que con ustedes no me hará nada.

-Ahora con más razón no lo dejare acercarse a ti...

Midoriya se sentía como un niño regañado que le prohibían algo, pero debía admitir que tampoco tenía la confianza como para quedarse con el rubio a solas.

Ambos se fueron de ahí, pero antes de que llegaran a su siguiente destino, fueron detenidos por Shinso y Uraraka.

-Yo...- Shinso se sentía nervioso.

Hace mucho había perdido el rastro de Aizawa, se había sentido agobiado y definitivamente perdido... pero ahora que lo tenía justo enfrente, no sabia que hacer.

-Sobreviviste- Aizawa soltó una sonrisa mientras desordenaba sus cabellos rebeldes.

-Fue gracias a ti...- le abrazó.

Uraraka se sentía perdida y algo incomoda, también algo fuera de lugar, ya que ella era la unica que no conocía a nadie, pero Midoriya le tomo de la mano y trato de tranquilizarla.

-Estaras bien... te aceptaran bien aquí- le dijo el omega.

-Yo quise venir aquí, lo voy a soportar...

-Cualquier cosa, puedes decirme.

-Se supone que vine a cuidarte y tu me estas ayudando...- se rió, pero ahora se le veía más tranquila.

-Hablaremos de eso después...- escucharon la castaña y el omega que la platica de los otros había acabado.

-Aizawa...- llego Tamaki junto a ellos.

-Que sucede?

-La manada del chico rubio ha sido vista en camino hacia aca...

Midoriya y Uraraka fueron los primeros en reaccionar. Más que nada el pecoso estaba sorprendido ya que cuando se fue de ahí todos se negaron a venir y ahora parecía que todos decidieron hacer lo contrario.

-Ah... traigamoslos sin hacer mucho alboroto, no queremos que alguien más descubra este lugar.

-Entiendo- Tamaki junto a Mirio partieron a por ellos.

-Parece ser que ese alpha tienen una manada muy leal- aseguro el mayor.

-La mayoría llegaron a él buscando un hogar, supongo que por lo menos eso lo ha hecho bien... - dijo Midoriya algo distraído.

-El aroma de Bakugo se hace más fuerte aquí... pero hay algo que empieza a distorsionarlo...- dijo Denki mientras se sostenía del lomo de Kirishima.

-Nos vamos a perder en algún momento...- contesto Tsuyu.

Pocos venían en su forma humana, que eran los que traían cosas importantes de su casa. Ninguno esperaba cambiar de ubicación, pero no parecía que fuera un viaje corto, así que llevaron cosas necesarias de cada uno, mientras otros veían en su forma de lobo para que el viaje fue más rápido.

Kirishima por su lado empezaba a sentirse frustrado y agotado, aun no se recuperaba completamente, pero le preocupaba su amigo y hasta que no le encontraran no quería descansar, pero también si seguían viajando tan despreocupadamente se pondrían en riesgo.

Iida por otro lado, venia cuidando a la manada desde el fondo, el iba al final para que nadie se quedara y se perdiera, pero sentía el ambiente tenso, muchos comenzaban a estresarse, todo este problema del alpha y el omega solo había resultado en afectarlos a ellos, que se supone iban a hacer si su alpha no regresaba?

-Ustedes!- escucharon un grito.

Al encontrar a la persona que les estaba hablando, vieron al rubio que llego a sus territorios. Fue un alivio uniforme para todos verlo, por lo menos sabían que estaban por el camino correcto.

-Que hacen aquí?- escucharon una segunda voz.

Al segundo chico lo identificaron como el lobo negro que llegó después a sus territorios, así que Kirishima imagino que habían encontrado a la manada completa.

-Venimos en busca de nuestro alpha...- hablo Denki.

-Ustedes están concientes que al entrar todos ustedes a nuestro territorio, es una amenaza a la cual podemos decidir atacarles?- pregunto Mirio. Su intención no era provocarles, solo quería saber si podía confiar en ellos y dejarlos entrar sin que fueran un riesgo para la manada.

-Lo sabemos, pero no venimos con esa intención... estamos cansados y sin muchos recursos para sobrevivir fuera de nuestro hogar- le respaldo Tsuyu.

-Si les dejamos entrar, prometen seguir nuestras reglas?

Lo dudaron un poco, pero todos aceptaron, al fin y al cabo no tenían muchas opciones.

-No importa lo que sucede aquí adentro... ustedes respetaran nuestras decisiones y si el alpha decide atacarnos ustedes se abstendrán de seguirle?- reitero Mirio.

Esta vez lo dudaron más tiempo, pero cuando Kirishima acepto, todos los además le siguieron.

-Bien, entonces sígannos- apresuro Tamaki.

Se pusieron en marcha. La verdad es que si no hubieran llegado esos dos, talvez se hubieran perdido, ya que el aroma de flores era intenso y empezaba a ser abrumador hasta el punto que el aroma de Bakugo se había perdido.

Era una buena forma de ocultarse, a través del olfato y el instinto, era imposible llegar a ese lugar, así que parecía que esta era una manada realmente preparada.

Estuvieron caminando todavía un rato y poco después empezaron a escuchar una cascada. Había unas grandes rocas que formaban una estrecha entrada y dos lobos encima de ellas protegiendolas.

Pasaron por el estrecho espacio y entraron en un camino lleno de enredaderas, en ningún momento se dieron cuenta que estaban dentro de la cascada, hasta que la tuvieron en frente de ellos.

-Solo existen dos maneras de entrar a este lugar, del otro lado hay un pequeño risco que nos protege y es un poco más difícil de llegar, aunque su amigo lo hizo... y este, que aunque parece fácil, es el lado más protegido, no deberían salir por aquí sin alguien que conozca la zona- comenzó a explicarles Mirio.

-Porqué?- pregunto Denki.

-Hay muchas flores, algunas son distractores para el olfato, pero si logran pasar esa capa, hay unas alucinógenas y otras venenosas, si no sabes diferenciarlas... pues...- las palabras de Tamaki se quedaron al aire.

Les dio un pequeño escalofrío al ver lo extremista del asunto, alguien podía morir... esta gente si que deseaba desaparecer del mapa.

Al final cuando por fin llegaron a lo que parecía una pequeña aldea, todo parecía alegre, había niños jugando, hombres parecían estar jugando a peleas y otros construyendo algunas casas. Las mujeres cantaban y bailaban como si hubiera una fiesta, realmente era hermoso de ver.

A varios de la manada se les escaparon unas cuantas lagrimas, hace mucho ellos tuvieron que tomar el papel de adultos y no recordaban ese tipo de ambiente, era un gran shock para ellos.

-Hay una cabaña a tres casas de aquí que esta sola, es algo grande, pueden ocuparía para cambiarse y regresen aquí cuando estén listos, Midoriya y Aizawa vendrán después a hablar con ustedes.

-Quien es Aizawa?- pregunto Denki.

-Nuestro líder, por decirlo de alguna forma.

-Sus amigos también vendrán, la castaña y el de cabello morado están conociendo el lugar, talvez ellos puedan ayudarles después.

Denki aceptó por la mayoría y por fin fueron dejados libres. Se les hacia raro que no les interrogaron o que les dejaran libres, tal vez estaban confiados en que no eran suficientes para lograr un gran daño... o confiaban en la promesa que les hicieron.

No le dio más vueltas al asunto y fueron al lugar que les indicaron. Cuando entraron, se dividieron, unos fueron a transformarse y cambiarse, mientras otros trataban de investigar todo el lugar.

-Nunca nos dijeron donde estaba Bakugo- hablo Kirishima cuando ya estaba en su forma normal y con unos pantalones puestos, mientras bajaba las escaleras.

-Algo debió de pasar, el carácter de Bakugo no es el mejor y si nos hizo prometer comportarnos, es porque hizo un lío.- aseguro Iida que también se acabada de transformar.

-Aah... por lo menos sabemos que esta aqui- Kirishima se dejo caer en suelo.

-No puedo creerlo, este lugar es increible- regreso Denki del patio con alguna fruta que había encontrado.

El pelirrojo no pudo contenerse y sonrió al verle tan contento, la verdad es que era ese lugar transmitía cierta paz, así que era difícil no dejarse llevar.

-Deberiamos comer algo antes de salir...- hablo Momoi.

-Si, creo que si... llegar aquí solo es el principio...

La noche había llegado y el omega estaba algo distraído, había estado vagando por el ligar y saludando a viejos amigos, quizá lloro un poco (o tal vez mucho) pero al final termino regresando al ese lugar.

Se escabulló y escaló hasta la ventana de esa casa y se quedo sentado viendo las estrellas mientras esperaba.

-Que haces aquí?- escucho la voz del alpha, que le dio un pequeño susto, pero no lo demostró.

-No tenía a muchos lugares donde ir...

-No sabes mentir- se burlo el rubio mientras se levantaba de la cama.

-Dormiste todo el día...

-Me atacaron a traición, por segunda vez...

-Bueno... ibas a golpearme, querías que dejaran que hicieras eso?

-Supongo que no, pero... es que tu eres... irritante.

-Y tu no eres un pan de dulce, pero no voy tratando de atacarte todo el tiempo.

-Es diferente.

-No lo es...- Midoriya por fin volteo a verlo- pero eso no es de lo que quería hablar.

-Escupelo- exigió mientras se sentaba junto con el en la ventana.

-A que viniste?

-Te lo dije, quiero recuperar el control entre mi lobo y yo.

-Si ese es el caso, cuando logren estabilizante. Te iras?- pregunto con una mirada penetrante que hizo temblar al alpha.

-Eso es lo que quieres?- le regreso la pregunta.

Las feromonas de ambos empezaron a revolotear de manera sutil, algo que ninguno se habia dado cuenta.

-Tengo un conflicto contigo...- el omega fue el primero en rendirse y rehuir la mirada- me violaste, me marcaste y haz estado a punto de golpearme. Hay un desenfreno que siempre tienes conmigo.

-No te des tanta importancia.

-No lo hago, estoy hablando de ti...

-Mira, si te viole, no lo debí de hacer... pero no pude detenerme, te marque pero no como mi omega... solo quería detenerte de alguna forma y lo de golpearte... nunca he dudado en golpear a alguien y tampoco he fallado, pero por ese segundo en el que me hiciste dudar, me noquearon.

Midoriya quedo sorprendido. El rubio talvez no se había dado cuenta de todo lo que había dicho, pero admitió que lo deseaba carnalmente, que no quería dejarlo ir y que estaba dudando...

-Tienes una actitud de mierda...- le soltó de la nada.

-Hijo de perra, ahora si te voy a...- Bakugo se detuvo.

La sorisa tan amplia del omega y la pequeña risa que soltaba era... waa... lo había dejado sin palabras. Se volteo rápidamente tratando de ignorar lo que acababa de pasar.

-Sabes... no creo que seas una mala persona.

-Eres un idiota si de verdad crees eso- rodo los ojos algo desesperado.

-Estoy seguro de que pudiste encerrarme, golpearme, maltratarme y violarme cuantas veces quisieras, pero no lo hiciste... aunque te di más problemas despues...

-Cual es tu punto?

-Que no eres un tonto alpha que se deja guiar por su instinto, aunque si te falta aprender mucho...

-Eres un...

El pecoso salto al árbol  que estaba a lado de la casa y bajo con gracia hasta el suelo mientras seguía con una amplia sonrisa.

-Voy a ayudarte- grito desde donde estaba.

-Y se supone debo agradecerte?- se burlo el alpha.

-No... me deberás un favor a cambio.

-Y cual es ese favor.

-No lo se aun, el día que lo sepa te lo dire... no importa que sea y tampoco donde o a que hora, voy a hacer uso de ese derecho.

-Te estas aprovechando de la situación- frunció el ceño.

-Es un trato justo, tu no me diste opciones cuando me secuestraste...

-Aaah... bien, pero que quede claro que eres un chantajista Deku...

Midoriya sonrió. Tendría que acostumbrarse al extraño apodo que únicamente el alpha le decia, pero iba a sacar provecho de la extraña relación que tenían.

-Bien, te veré mañana. Por cierto... tu manada llevo por la tarde y el líder poso guardia en esta casa... así que podrás salir hasta mañana- dijo todo tan rápido y luego escapo.

Bakugo tuvo que procesarlo un poco  después y cuando entendió lo que le había dicho, le había gritado para que regresará. Eso puso en alerta a los que custodiaban la casa. Se maldijo a si mismo y tuvo que resignarse a esperar... pero ahora esa sensación que había estado molestandolo esos días había desaparecido.

Aun no sabia que lo había provocado, pero por lo menos ahora ya no era problema.

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