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Narra Arthur.


Han pasado tres meses desde que la señorita TN ha llegado a nuestras vidas, su estadía con nosotros a sido agradable y llena de momentos divertidos y vergonzosos. Ya sea por preguntas de cualquier tipo por parte de ella para saber más sobre todo lo que no aprendió en sus años como prisionera o simplemente porque no terminaba de entender ciertas cosas, siendo Elizabeth-san y Diane-san las que la guiaban en todos esos asuntos.

También había que destacar el como ayudaba a la señorita Elizabeth con su embarazo, al ser la que tenia más experiencia de todos nosotros (porque los médicos no saben nada de los demonios y ángeles) por lo que nos salvo en más de una ocasión con las complicadas nauseas y otras cosas que le pasaban a la joven. Una vez, me acuerdo, las dos terminaron durmiendo juntas por alguna tontería que ha hecho Meliodas, aun no lo termina de perdonar (y eso paso hace una semana)

Ban: ya enserio capi, ¿Qué hizo para que la señorita se enojara tanto?- pregunto ya harto de ese ambiente. Las dos embarazadas estaban conversando a un lado de la mesa mientras el rubio estaba del otro lado sin poder acercarse a ella.

Meliodas: nada de lo que ya he hecho- dijo con una sonrisa pervertida, los demás lo miraron de forma retadora mientras yo no terminaba de entender nada.

Diane: entonces le abras hecho algo que no le haya gustado- concluyo Diane que miraba de reojo a las dos chicas conversar y reír tranquilamente al otro lado de la mesa.

Meliodas: a ver, a ver- dijo mientras pensaba, cerro los ojos y frunció el ceño. Medito algunos minutos para después sonreír de medio lado algo apenado- creo que se sintió celosa por algo que dije- concluyo algo apenado.

Ninguno dijo nada, ya lo arreglarían entre ellos si es "una tontería" como lo hacia ver Meliodas-dono. En eso Elaine entro por la puerta y susurro algo a las chicas, quienes la estaban escuchando con atención y con una sonrisa chica en sus labios. Cuando la joven hada termino de contarles ese secreto la abrazaron por la cintura felicitándola por algo. Todos los ojos se desviaron hacia Ban, quien no entendía nada como nosotros, todos seguimos con lo nuestro, si no entendíamos no podíamos sacar conclusiones y con el ambiente que había no podíamos preguntar.

Desvié la mirada hacia la chica, su cabello largo fue recogido en una coleta alta (que llegaba hasta abajo de sus muslos) parecía que conseguía subir de peso, tenia mejor color en su piel y sus ojos volvían a estar con brillo y transmitían vida. Su sonrisa parecía crecer cada día más y más, al igual que su inteligencia y sus ganas de seguir aprendiendo. No pude evitar suspirar, llamando la atención de mi amiga.

Merlín: ¿Cuándo se lo dirás? quiero ser la madrina para la boda- pregunto algo burlesca, se dio cuenta, creo que desde el principio, de que sentía algo por la chica. Creo que hasta antes de que yo mismo me diera cuenta.

Arthur: no creo que sea el momento, además, ella paso por situaciones difíciles. No creo que quiera empezar una relación tan pronto de sentirse libre- concluí sonriendo, mi compañera y consejera se carcajeo levemente.

Merlín: no puedo creer que seas el mismo mocoso que no quería tomar las riendas para ser el rey, has madurado mucho en tan poco tiempo. Estoy orgullosa de ti- dijo sonriéndome como una madre lo hace a su hijo cuando consigue decir su primera palabra.

En eso TN se puso de pie alertando a todos, y en ese momento una presencia invadió el ambiente, no era fuerte pero era preocupante la cantidad de aura negativa que venia de allí y los demás auras que venían acompañada del más grande, puedo sentir unas trecientos auras de menos tamaño y negrura que el más fuerte, pero estoy seguro que si vienen juntos no es nada bueno.

Elizabeth: TN, no vayas- dijo la chica al ver que la antes mencionada salía corriendo por la puerta sin mirar atrás ni responder a los gritos y los llamados que le hacíamos para que volviera. Nosotros fuimos detrás de ella. No quiero que le pase nada más, ya es bastante con lo que vivió hasta ahora, hay que procurar su seguridad y bienestar, no solo por lo que siento por ella, si no porque no le deseo lo que le paso a ella a nadie más.


Narra TN


Salí corriendo de la sala de estar, no escuchaba nada, se que los chicos me estaban gritando para que volviera y que no me pueda exponer al peligro. Pero este aura la conozco, se que no sirvo para pelear ahora en mi estado, pero igualmente quiero sentirme útil. Cuando llegue al patio principal pude verlo. Eran esas personas que estaban invadiendo mi mente desde que escape de él.

TN: buenos días- dije sonriendo de medio lado, pero con los ojos llorosos- mis queridos hijos- concluí.

En ese momento sentí como todos los habitantes del castillo llegaban a donde estábamos nosotros seis, no vi sus expresiones pero alcance a escuchar unos "¿hijos?" seguramente nadie se imaginaba que ellos llegarían a venir a buscarme o tan siquiera a verme. Pero la verdad es que ellos siempre venían a verme dos a tres veces al año.

Demonio 1: buenos días madre, me alegra de verla bien- dijo el más grande de ellos, me miraba con altanería pero a la vez con vergüenza.

Demonio 4: madre, ha pasado algunos años- hizo una reverencia mientras sonreía un poco más que sus hermanos.

Demonio 2: te ves mejor de como estabas la ultima vez que nos vimos- comento mi segundo hijo mientras me miraba de soslayo.

Demonio 3: ...- no me dijo nada y ni siquiera me miraba a los ojos, nunca a demostrado nada hacia mi o su padre.

Demonio 5: hermano no seas así con madre- le regaño mi ultimo hijo, viéndolos a los cinco y los grandes que están, no pude evitar soltar una lagrima.

Demonio 2: ¿ven? han hecho llorar a madre- dijo algo nervioso mientras se acercaba a mi y me abrazo con cuidado- veo que tendremos a un futuro hermano dentro de poco- comento algo divertido por mi vergüenza.

TN: como han crecido- dije aun llorando un poco mientras paseaba mi mirada entre ellos, sus rostros se parecen más a él de lo que me hubiera gustado aceptar, pero seguían siendo mis hijos, mis tesoros.

Demonio 1: hemos venido a saludarte y a despedirnos, madre- dijo mi hijo mayor. No pude evitar sorprenderme por sus palabras, pero tienen razón, ellos no pueden estar atados a mi ahora, yo moriré dentro de algunos años y ellos seguirán vivos.

Demonio 5: ahora que "padre" no esta podemos irnos sin sentir que te abandonábamos, sabemos que es repentino, pero no queremos que te sientas atada a nosotros- dijo el menor de mis hijos mientras me sonreía de medio lado.

TN: la que tendría que decir eso soy yo, los he atado desde hace más de dos mil años. Son libres de hacer lo que quieran- dije sonriéndoles con tristeza y cariño en mis ojos- solo les pido que me den un ultimo abrazo, que conozcan a mis amigos y que, dentro de cinco años vuelvan a buscar a su ultimo hermano.

Demonio 3: ... es lo mínimo que podemos hacer por ti, madre- me sonrió de medio lado mientras se acercaba a mi y me abrazaba con cariño.

Uno a uno me abrazo y me dijo algo ya sea un cumplido o un agradecimiento. Cuando los presente a los chicos ellos se inclinaron ante Meliodas-san y Elizabeth, me dijeron que ellos eran los reyes de los demonios. Cuando llegaron a Arthur-san lo miraron de arriba a abajo para después decirle algo, yo no entendían nada por lo que lo deje pasar.

TN: nos veremos hijos míos, espero verlos alguna otra vez- dije dándoles el ultimo abrazo y alejarme de ellos para hacerles una ultima reverencia.

Ellos: así será... Oka-san- dijeron a la vez mientras se iban corriendo, las lagrimas se agolparon a mis ojos y empezaron a correr en forma de cataratas nublando me la vista.

Lo ultimo que sentí fueron unos brazos cálidos y una mirada violeta que me abrazaban protegiéndome de darme contra el suelo y una voz diciéndome que no me quedara dormida, cosa que desobedecí, no podía quedarme despierta ni aunque quisiera.

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