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Ha pasado una semana desde que la desconocida fue salvada de demonio que estaba siguiéndola, después de que los médicos la dejaran en la habitación entraron los siete pecados, Arthur y muchos miembros del reino de Liones. Al verla recostada en la cama no pudieron evitar ver lo mal que se encontraba, muchos de ellos tenían demasiadas preguntas y otros pocos estaban preocupados por el estado emocional de la chica.
Como ese día. Tanto Diane como Elizabeth se estaban dirigiendo a su habitación, consideraron que estaba mal dejar tanto tiempo sola a la chica sin que nadie la supervisara así que se dirigieron juntas a hablarle y a peinar sus largos cabellos que fácilmente llegaban al suelo.
Diane: Elizabetth-chan, ¿crees que estamos asiendo bien en cuidarla?- pregunto de pronto, es cierto que más de uno desconfía de la chica sin saber nada de ella, pero que hasta Diana desconfié. Debe ser algo nunca antes visto.
Elizabeth: no sabemos nada de ella, tal vez es una victima en todo esto. No creo que sea mala- dijo la joven después de pensar unos escasos segundos. Su acompañante sonrió igual que ella.
Diane: pienso igual, solo quería saber que es lo que opinas vos- se carcajeo un poco antes de doblar en la esquina, están a dos puertas de su habitación.
Elizabeth: para nosotros no ha hecho nada malo, y no creo que lo haya hecho- sonrió un poco más antes de abrir la puerta sorprendiéndose con lo que veía, igual que Diane.
Es que, ¿Quién no se sorprendería al ver a la misma chica que estuvo inconsciente por siete días estar parada mirando por la ventana sin prestar atención a lo que pasaba a su alrededor? Con cuidado las dos chicas que estaban a punto de ingresar serraron la puerta y después de una mirada rápida la una con la otra se fueron corriendo a la biblioteca, donde estaban todos.
Los que estaba allí estaban, o leyendo alguno de los muchos libros que, en su mayoría, juntaban tierra o se leían muy escasamente. Otros estaban conversando amena mente o jugando algún juego de mesa desafiándose a ver quien eran los mejores. De pronto se escucha la puerta ser abierta y de ella entraron una Diane y Elizabeth agitadas y tratando de recuperar el aliento.
Meliodas: ¿Qué pasa Elizabeth?- se acerco a ella algo preocupado, no entendía que era lo que había alterado así a su mujer.
King: Diane ¿Qué pasa Diane? ¿nos atacan? ¿te sientes bien? ¿Qué puedo hacer?- preguntaba mientras la ansiedad lo dominaba asiendo que se trabara con sus propias palabras.
Diane: ella despertó- dijo aun jadeando un poco. Los demás oyentes no entendieron nada de lo que dijo, la chica rodó los ojos con fastidio- la chica desconocida acaba de despertar- ahora si estaban todos con los ojos abiertos.
Ni lento ni perezosos fueron corriendo hacia la habitación del segundo piso, casi parecía que eran carrera para ver quien conseguía hacer la primera pregunta a la chica. Pero, cuando se encontraban ante la puerta nadie se atrevió a dar el primer paso e ingresar, fue ahí cuando Elaine se atrevió a avanzar entre todos ellos y abrir la puerta. La vista fue igual que con las dos amigas al descubrirla, se encontraba parada frente a la ventana mirando muy atentamente a través de ella la vista del pueblo y sus alrededores, al estar de espalda pudieron ver mejor el largo de su cabello, y si, las puntas están completamente tocando el suelo. La luz que ingresa le daba un aspecto angelical asiendo que más de uno suspirara por lo agradable que estaba el ambiente.
Meliodas: discúlpeme señorita- llamo la atención de sus compañeros sumado de la chica que se dio vuelta rápidamente apegándose a la ventana por el susto que tuvo- no te asustes, somos aliados tuyos, el demonio que te atacó ya no existe más.
La chica paseo la mirada por cada uno de ellos, al ver que ninguno mentía o le ocultaba nada suspiro con verdadero alivio. Igualmente su guardia no bajo, después podía sentir que estaba enfrente de demonios, hadas, un mago, un gigante y muchos humanos. Todos la miraban fijamente, estaban esperando una respuesta de la chica, quien parecía que no iba a contestar.
Ban: oye niña, ¿no piensas hablar?- pregunto cansado de esperar que la chica hablara, los demás esperaban a ver lo que hace la chica, quien ladeo la cabeza y empezó a mover los labios tratando de pronunciar algo.
???: ... g gra ... cias- consiguió hablar, su voz parecía estar ronca y casi seca, fue entonces que se dieron cuenta que no había tomado nada en ese tiempo, le dieron un baso de agua y pareció que se había recuperado un poco.
Elizabeth: señorita, ¿no le molestaría contestar algunas preguntas?- la chica negó mientras prestaba más atención a ellos- ¿podrías decirnos quien eres?
???: me llamo... TA TN- pareció que su nombre lo dudo un poco, parecía como si se lo hubiera olvidado.
Escanor: a dudado, pero ¿Qué eras del demonio del otro día?- dijo con arrogancia acercándose a la chica quedando en evidencia lo chica que es la joven, quien lo miro fijamente para después contestar como si nada.
TN: el me a secuestrado hace muchos años atrás, separándome de los míos y utilizándome para todo tipos de cosas- dijo secamente, sus ojos se mostraban sin vida, los demás a su alrededor la miraban sorprendidos por esas palabras tan duras.
Merlín: a lo que dijiste anteriormente, ¿Cuántos años estuviste como su prisionera?- esa pregunta estaba rondando por la cabeza de los presentes, la chica lo pensó un poco para después mirar a la señorita con notoria confusión.
TN: la verdad es que no se, deje de contar después de los mil- dijo después de pensarlo un poco, los demás que estaban allí estaban entre sorprendidos y anonadados.
Arthur: para saber, ¿nos podría decir lo ultimo que recuerdas antes de ser secuestrada, así sabremos mejor cuantos años pasaste allí?- lo que propuso parecido bastante justo para todos, la chica se puso a pensar un poco, parecía que no se acordaba lo ultimo que paso.
TN: me acuerdo que mi madre siempre decía que nací el mismo día que inicio la guerra santa entre los cinco pueblos, pero nunca le creí del todo. ¿Pueden creerlo?- miro a los presentes, pero, al verlos sorprendidos los miro estañada.
Merlín: eso... es imposible, si fuera ese el caso usted tendría unos tres mil años de vida- ante ese dato todos estaban con los ojos abiertos mientras que la chica solo los miraba a ellos.
Todos: ¿es eso posible?- preguntaron realmente asustados por ver, realmente, a una persona tan longeva siendo una simple humana.
TN: pasa que mi amo sabia hacer maldiciones, me dio la de la vida eterna mientras él estuviera vivo. Ahora muerto se fue esa maldición, pero me dejo la de la desdicha- informo a todos, ellos asintieron mientras miraban a la chica con cierta pena- ¿les puedo hacer yo, ahora unas preguntas?
Elaine: claro, señorita TA- dijo sonriendo a la chica que parecía estar con cara de circunstancia y un poco desorientada.
TN: llámenme por mi nombre. ¿Quiénes son ustedes?- su pregunta sorprendió a los presentes- recuerdes que estuve aislada por unos tres mil años, no se nada de lo que pasa ahora- informo la chica fastidiada, los demás entendieron lo que le pasaba así que apenados empezaron con las presentaciones.
Meliodas: yo soy Meliodas el líder de los pecados capitales, Diana, Gowther, Ban, Merlín, Escanor y King son los demás miembros de mi grupo- los fue señalando mientras que ellos asentían o saludaban con sus manos.
Arthur: yo soy Arthur Pendragon, el es Bartra Liones y sus hijas Margaret, verónica y Elizabeth, junto a ellas están Gilthunder, Griamore y Hauser– también él los señalo mientras que ellos asentían a la vez que veían que ella posaba su mirada el ellos.
Elaine: y yo soy Elaine- sonrió amplia mente mientras que le sonreía a la chica, esta correspondió la sonrisa por unos segundos para volver a estar seria mientras se alejaba un poco de ellos.
TN: ¿estamos en medio de otra guerra santa?- pregunto estañada a los presentes, al ver que la miraban sin entender a lo que hablaba- es que hay miembros de los cinco clanes reunidos en esta habitación. A menos que, ¿también quieren hacerme su prisionera?- mientas hablaba retrocedió chocando contra la ventana, su mirada era seria y fría asustando a ellos unos pocos.
Meliodas: no queremos hacerte nuestra prisionera, solo queremos saber más de vos- parecía que la chica lo entendió bajando, un poco, la guardia- ¿Cómo sabes que están los cinco clanes reunidos aquí?
TN: una de las pocas cosas que me enseño a hacer mi amo fue reconocer a los miembros de cada clan por un olor particular, se que hay un mago, un gigante, un dios, dos hadas, dos demonios y muchos humanos- dijo acertando en cada cosa que decía, los oyentes estaban sorprendido, fue entonces cuando la chica poso su mirada en Ban- pero, no se que es usted Ban.
Ban: ¿Qué quieres decir?- pregunto estañado, es cierto que es raro pero no por eso dejaba de ser humano.
TN: es que siento que es humano, pero al mismo tiempo siento que tiene algo más o, ¿también es usted un inmortal?- ante esa pregunta nadie respondió- así que es cierto.
Después de eso siguieron alguna que otra pregunta relacionado con lo vivido siendo censurado por TN para que no la compadezcan tanto. Cuando vieron que la chica empezaba a cerrar los ojos y a responder más lento que antes decidieron irse dejando a la chica una bandeja llena de comida. De la cual TN apenas toco el pan y el agua, después de estar sin comer por meses le resultaba difícil comer tanto. Se fue a dormir dejando la bandeja en la cama mientras ella agarraba una de las almohadas sobre esta y se fue a dormir junto a la ventana abierta mirando el cielo estrellado.
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