El plan perfecto. Cap. #2
Jorge en multimedia.
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Flashback. • 22 de Dic. 4 días para navidad.
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—¡Uy! Te escuchas muy serio Luke ¡Y qué venga de ti es nuevo! ¡Cuéntame ya!
—Créeme, es mejor que te lo diga en persona... realmente me da mucha vergüenza contártelo.
—Bueno, está bien.
—Dile a Vanessa, ustedes son los de más confianza que tengo. Los veo en el centro comercial en un rato... veré como salgo de aquí sin darle la cara a mi... a ese señor.—dijo por último para terminar la llamada. Luke se sentía realmente traicionado de la peor manera por su padre. ¿Qué pretendía al hacer eso? ¿De verdad pensaba que iba a aceptar algo como eso?
El castaño se sentó en su cama y pensó en cómo saldría de la casa sin que su padre se diera cuenta, o para no darle la cara... de verdad que no quería ni verlo en pintura. Entonces su estómago rugió. Mierda, tendré que ir por comida... no tengo dinero para comprar en el centro comercial.—Pensó y en ese momento su padre tocó a su puerta.
—¿Hijo? ¿Ya estás despierto?—Luke no respondió.—¿Tienes hambre? Ya hice el desayuno... son hotcakes... ¡tus favoritos!—el silencio seguía presente y Jorge suspiró rendido.—Luke, tengo que ir a trabajar así que ya sabes que tienes que hacer los deberes... te dejaré el desayuno en el comedor y... luego hablaremos de lo sucedido ayer ¿Va?—el mayor esperaba alguna respuesta pero no la recibiría. Frotó la puerta con la palma de su mano y miró directamente a ella como si pudiese ver a su hijo detrás de esta.—Bueno... creo que ya me iré... te amo hijo.
El menor escuchó a su padre bajar las escalera y minutos después pudo oírlo salir en su auto. Suspiró fastidiado y salió de su habitación para dirigirse a la cocina, donde encontró aquellos deliciosos hotcakes servidos. Disputó unos segundos en si comerlos o no para después decidirse por un vaso de leche con galletas. Después de haber comido se alistó y salió en la camioneta con dirección al centro comercial de la ciudad.
Mientras iba en la autopista puso un poco de música para alivianar los nervios y la ira que sentía a la vez, así que prendió la radio que al instante reprodujo la canción "Boys" de "Charli XCX", rápidamente cambió la estación y puso una donde reproducían "Trumpets" de "Sak Noel". Suspiró aliviado. ¿No era suficiente con tener un papá gay como para que la radio le aventara una canción súper gay?—Pensó por último.
Al llegar se dirigió a "Mrs. Potato." Un restauran de comida rápida que le encantaba, más que nada por sus exquisitas hamburguesas. Allí había citado a su par de confidentes y mejores amigos; Vanessa y Jerry. Al llegar los saludo y se sentó algo inseguro.
—¿Y? ¡Saca la sopa amigo!
—No es tan fácil Jerry... es algo muy fuerte. Me da pena y a la vez algo de asco contarles...
—¿Qué tan fuerte puede ser? Solo dilo Luke, estamos en confianza.—animó la de cabello azabache. Luke suspiró y respiró profundamente para después hablar:
—Resulta que mi padre es un asqueroso gay y trajo a un puto maricón a la casa diciendo que lo ama y toda esa basura.—dijo sin rodeo alguno. Tanto Vanessa como Jerry quedaron más que boquiabiertos al escuchar aquellas palabras salir de su amigo.
—¡Con calma amigo! ¡No sueltes todas las cartas de un solo manotazo!—respondió el pelirrojo.—Déjame ver si entendí bien; ¿Tu padre se volvió gay de la noche a la mañana y ahora tiene novio?
—Si, "mi padre tiene novio..." así como lo escuchan, ya ni siquiera quiero llamarle padre.
—¡Quien lo diría! ¡Tan macho que se veía el señor Williams!—Luke le proporcionó una mirada fulminante.—¡Ya, ya! Solo jugaba... ¿oye Vanessa por qué no has opinado nada?
—¡Porqué me enojó demasiado la forma en la que Luke se expresa de su padre y su pareja! ¿Por qué tienes que insultarlos? Tu padre solo se enamoró de una persona ¿Es eso muy difícil de comprender? ¿Tanto asco te dan los gays? Por que si es así yo me largo; te recuerdo que soy lesbiana, en pocas palabras; GAY.
—¡Calma Vanessa! Yo no dije nada de las lesbianas... ¡Ellas en cambio si son sexys! Pero los gays me dan asco... son dos cosas diferentes. ¿Además de qué lado estás?
—Pues del tuyo no, eso tenlo por seguro. No estaré aquí escuchando como le hechas basura y discriminas a tu propio padre por enamorarse nuevamente de una persona, de un ser humano, de alguien igual a ti, a mi, a todos. Adiós.—dijo la chica mientras dejaba la mesa y salía del lugar.
—¡No Vanessa, espera... yo! ¡Agh! Ya se fue...
—¿Pues qué esperabas? Supongo que se debió de sentir muy ofendida por tus comentarios homofóbicos y racistas.—Luke solo se frotó la cara fastidiado.
Ordenaron unos combos de hamburguesa que les entregaron rápidamente en menos de quince minutos. Mientras comían seguían discutiendo el tema.
—De verdad que no sé qué haré... pero créeme que no dejaré que ese asqueroso gay viva con nosotros. Con trabajo soportaré a mi padre después de ello.
—¿Y qué planeas hacer para sacarlo de la vida de tu padre? ¿No le sabotearás toda la navidad solo para hacerle entender que no quieres para nada a ese hombre en su familia haciendo recapacitar a tu padre de sus acciones y así tal vez hacerlo entrar en razón para que así deje a su novio verdad? Porque pfff qué tontería.—dijo y el castaño lo miró como si estuviera viendo a su ídolo en persona.—¿No piensas hacerlo... cierto?—preguntó y Luke asentía sonriendo maliciosamente. El pelirrojo solo bebió rápidamente de su bebida algo nervioso por haberle dado aquella idea sin darse cuenta.—Bueno, solo si todo llega a fallar no le digas al señor Williams que yo te di la idea por favor... me cae muy bien tu padre.
—Descuida...—dijo por último el castaño para después salir corriendo del lugar; tenía una "brillante" idea en mente.
—¡Uff! Casi la cago...—entonces entró en razón al ver que su amigo no le había dejado ni para la propina.—¡LUKE...!
Por otro lado más tarde Gabe y su amado novio estaban almorzando en un restauran, ya que los dos trabajan en diferentes empresas solo se juntan a la hora de comer.
—¿Y ya hablaste con tu hijo?—inquirió Gabe con genuina duda.
—No, no quizo ni salir de su habitación para acompañarme a desayunar... de verdad que está muy enojado y me pone triste que no me pueda aceptar...
—Ay papi... debes tenerle paciencia, es joven y tiene muchos prejuicios en su cabeza, pero ya verás que lo irá aceptando poco a poco... ¡Tú no te preocupes!—dijo tomándolo de las manos.—Mira, haré lo posible por ganarme a Luke y que así pueda aceptarme más rápido... ¡Tenlo por seguro!—Jorge lo miró a los ojos y un ligero sonrojo cubrió sus mejillas, lo que le sacó una pequeña sonrisa al de cabello largo.—¿Qué pasa?
—Es que no sabes cuánto te amo... tengo tanta suerte de tenerte a mi lado.
—Pues de seguro no más de lo que yo te amo a ti.—los dos se sonrieron y se dedicaron a terminar su almuerzo.
Al terminar se despidieron de un pequeño beso en los labios y cada uno tomó su auto y se dirigió a su respectiva empresa.
El día transcurrió de lo más normal y tranquilo en el trabajo. Al terminar su jornada en RR'S Publicidad tomó su auto y se dirigió a su casa, pensando en lo que le tendría que decir a su hijo al llegar. Le daba algo de pena darle la cara, pero sabía que no debía... él no había hecho nada malo, solo se había dado la oportunidad de volver a experimentar el amor como la primera vez. Tal vez es mal visto por la sociedad, pero eso a él no le importaba, él era feliz sólo con amarlo, con darlo todo... pero lo que más le dolía era que su hijo no le aceptara tal y como era.
Cuando llegó a su casa se llevó una gran sorpresa al encontrase a Luke haciendo la cena.
—¡Oh, padre! ¡Que bien que llegaste!—lo recibió cálidamente el menor, dejando algo desconcertado a Jorge, que venía quitándose la corbata, de hecho se asombró aún más al ver a Boster, el pastor alemán con su traje navideño puesto.—¿Vino Gabe contigo? ¡Les preparé una cena de lujo!
—N-no...—inquirió como si no se lo creyera, todo parecía un sueño.—Luke... tú... me acep...
—¡Shhhh! No digas nada padre, solo te diré que ya entendí todo.—Bueno, supongo que no usaré la pócima especial hoy...
—Bien, entonces cenemos hijo...—dijo cuando se iban a sentar en la mesa, pero antes tomó al menor y le proporcionó un fuerte y caluroso abrazo.—de verdad me alegra que puedas aceptarme tal y como soy hijo... no sabes lo mucho que te amo.
—Si, si, si...—respondió y un poco de melancolía le entró en ese momento, pero aún seguía sintiendo asco por él, no iba a dejar que insultaran el recuerdo de su madre de esa forma.
Y ya tenía un plan Perfecto para lograrlo.
CONTINUARÁ.
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