Amigo part2

Nota: me disculpo por el anterior capítulo, se que debe tener errores porque no lo releí y lo escribí apurada.

Alexis era tranquilo en su mayor parte, solo moviendo algunas cosas cuando estaba aburrido o haciendo pequeñas bromas para matar el tiempo. Era extraño oír su risa, no porque fuera escasa, de echo la oían la mayor parte del día ya que era muy risueño, si no el echo de que sonaba ahogada, como si estubiera bajo el agua, era extraño y algo escalofriante a decir verdad.

Maquy se divertía con él, pasando gran parte del tiempo charlando y jugando, obviamente también lo hacía con sus hermanos pero la pasaba más tiempo con Alexis. Ella se refería al fantasma como un “él”, entonses ya no tuvieron mucha duda.

Lo que quería saber es ¿Por qué estaba aquí? ¿Por qué había seguido a Maquy?. Pero a pesar de que se lo preguntarán ninguno les daba la respuesta que querían, la chica por directamente no saber y el fantasma por no querer.

Así pasaron los días, las vicitas del grupo de amigos (MK y todos los demás) se habían enterado de su precencia en algún momento, pero ninguno pregunto, siendo que a estas alturas habían lidiado con cosas mucho más sorprendentes.

Un día en particular, cuando Maquy volvía a su casa, pudo sentir como Alexis repentinamente se soltaba pero después de un grito volvía a aferrarse a su brazo, ella lo abrazo, aprobechando que no había nadie para verlo y se aparto a grandes pasos, sintiendo una energía pesada y oscura, algo que le puso los pelos de punta.

–¿Alexis?– pregunto en un susurro al sentirlo aferrarse más a su cuerpo.

–no dejes que me lleve– solloso con miedo, sabiendo que su amiga debia de estar haciendo una mueca ante su frío toque.

–¡¡DAMELO!!– ordenó una voz, saliendo de todos lados y ella se aferró más al fantasma.

–¿Quien eres?– pregunto observando su alrededor, acumulando parte de su poder en sus palmas para atacar cuando sea nesesario.

–¡No te incumbe! ¡¡DAMELO!!– parecía no estar dispuesto a responder, apareciendo a pocos metros de ella.

Era una mujer, de largos cabellos negros y cuencas vacías, el cuerpo transparente pero visible, con un camisón y falda larga, zapatos de charol y una exprecion aterradora, con el ceño fruncido y mostrando los dientes, estos estando filosos y capaces de desgarrar carne si estubiera viva.

–¿Encerio crees que te lo daré? No sé quién seas, pero si él no quiere ir con tigo entonses no irá– se permitió mostrar su propia exprecion fulminate, su rostro pareciendo más salvaje mientras sentía como el pequeño se aferraba con más fuerza hacia ella.

¡No es tuyo!– soltó con un gruñido profundo, un eco fantasmal y escalofriante saliendo de su garganta.

–no estoy decidiendo por él si eso es lo que crees– era verdad, ella solo lo protegia porque él quería.

–¡No me importa! ¡DAMELO AHORA!– exijio con notable cólera, su cabello levitando sobre su cabeza y el aura a su alrededor siendo más pesada, las luces pareciendo apagarse lentamente.

–agamos algo, yo lo soltaré...– Alexis la miro con terror en sus ojos brillantes, pero ella le sonrió con dulsura –...y me alejaré, quedará entre nosotras, si el corre hacia ti te lo llevarás, pero si corre hacia mi te irás y nos dejaras en paz para siempre, ninguna lo obligaría a tomar la decicion, solo él lo ara– la miro a los ojos, o a las cuencas vacías mejor dicho, la fantasma enfureció, pero no dijo nada y apoyo sus pieses sobre la tierra.

Maquy miro a Alexis, este devolviendole la mirada pero cuando lo soltó, él se quedó quieto mientras se alejaba, esperando que se detubiera.

–Bien Alexis, tu da el paso– lo miro y le dió una sonrisa cálida, él acercándose sin pensarlo.

–¡ALEXIS!– el chico se detuvo, voltenadose con miedo a verla –¡Por favor vuelve con migo!–  pidió repentinamente lastimera, sonando devastada –prometo no volver a lastimarte ¡Lo prometo! Te cuídate ¡Podremos irnos juntos!, por favor, vuelve con migo– Alexis titubeó, pasando la mirada de una a la otra, Maquy no dirá nada, porque sabe que intentar combenserlo no es lo mejor, él decidirá por su cuenta, no por promesas.

El pequeño estaba en una crisis, amo a la mujer delante de él, la amo a pesar de que lo lastimo, le dió infinidad de oportunidades pero ella las desaprovechó, pero él siguió perdonarla, pero por hacerlo murió, murió a manos de ella y fue la gota que colmo el baso, murió y se alejo, no la volvió a ver desde entonses, ni siquiera se preocupo realmente cuando se enteró que ella falleció.

Maquy fue diferente, lo encontró llorando en el parque, él se había dejado ver sin querer, pero ella pudo oírlo y lo encontró acurrucado a los pies de un árbol, no se asustó por ser un fantasma y se acercó, sentandose a su lado y susurrando algunas palabras de consuelo, Alexis al principio no lo entendió, pero lo conmovió que un humano se preocupara por él y la siguió, escuchando como divagaba para hacerlo reír y por eso ahora está con ella, porque se preocupo y lo cuido, a pesar de que él ya estuviera muerto.

Ya tomo una decicion.

–¡No!– exclamo mirando a la mujer –¡Nunca más volveré con tigo! ¡Me lastimaste! ¡Me usaste y me golpeste! ¡Y yo siempre te ame y te di muchas oportunidades! ¡Pero tú seguías maltratandome!– había lágrimas en sus ojos y Maquy mostró una exprecion de completo horror, sabía lo que eso significaba, ella misma lo sufrió –¡Te ame! ¡Te ame mucho y tú nunca lo hiciste!– la mujer apretó los puños con furia, enloqueciendo al no tener lo que quería –¡Tu me mataste!– Maquy estaba horrorisada, había sido visctima de insultos y golpes, de abandono y soledad, de sicatrises emocionales y ficicas, pero ser matado por alguien que amabas eso era algo completamente distinto y peor –¡Me ahogaste en ese río! ¡¡NUNCA TE PERDONARE MÁS!! ¡¡NUNCA VOLVERE CON TIGO!! ¡¡NUNCA VOLVERE A SER TU HIJO Y NUNCA TE AMARE OTRA VEZ!!–

Ignoro el grito de la mujer y se lanzó a los brazos de Maquy, aferrandose con todas sus fuerzas y sonriendo ante la calidez del cuerpo vivo, ella no se aparto y correspondio. Sonriendo con él.

La mujer estalló con un grito de furia, segada por la bronca y la cólera, gruñendo y gritando. Se avalanzo contra Maquy, ella levantando la mano justo a tiempo y soltando una buena cantidad de poder, lastimando al fantasma y mandándolo lejos.

–tomo su decicion, ahora vete y déjanos en paz– Alexis podía jurar haber visto como los ojos de su amiga destellaban en una extraña combinación de rojo y morado, acompañado del tono lleno de promesas de muerte y dolor.

–asi como tú no me lo diste ¡Yo no te are caso!– volvió a abalansarse, está vez más débil pero igual de furiosa.

–ya decidiste– suspiro, su mano brillando con un tono morado y un cello formandose justo delante de la fantasma. Gracias a las enceñansas de su padre tenía gran conocimiento sobre sellos, y por su poder que cada día parecía aumentar más por alguna razón, podría crear echizos y sellos muy poderosos. A demás que el mono tenía varios libros que contenían estos mismos, así que de vez en cuando practicaba, solo esperaba que este funcionará.

En un momento que duró solo milésimas de segundos, cadenas rodearon al ente y lo apretaron, grito de dolor, el grito escuchandose por muchos metros a la redonda y así como apareció, se esfumó, el eco del grito siendo lo último que quedó de ella.

–creo que la Muerte me reclamará un alma– una esfera apareció en su mano, siendo de un color negro y emanando maldad y furia. –¿Estás bien?– miro a su amigo, este dándole una inmensa sonrisa y con lágrimas en su rostro.

No dijo nada pero la abrazo con más fuerza, murmurando agradecimientos que apenas pudo entender. Y tal como se lo esperaba, la esfera en sus manos desapareció de golpe con un destello y supo que la Muerte acababa de pasar por su lado.

–volvamos porfa– ella obedeció pero está vez se undio en un portal, sin estar dispuesta a enfrentarse con otro fantasma.

Para su sorpresa, fue recibida por dos monos muy alterados que la llenaron de preguntas que ni siquiera pudo entender, mirándolos con sorpresa y confucion.

–Maquy ¿Que fue ese grito? Se que estabas serca ¿Que paso?– hasta que por fin pudo entender la pregunta de su padre, se apresuro a explicar.

Los monos se miraron al poder prosesar, visiblemente más calmados y aliviados pero se quedaron con las ganas de asecinar al fantasma, incluso si ya estaba muerto.

–¿No les hizo nada?– pregunto Mac examiandolos como pudo.

–no logró tocarnos, estámos bien– hablo el fantasma soltandose por primera vez –lo ciento– hizo un puchero, ahora dejando ver cómo era su ficico por primera vez en semanas, era pequeño, con el cabello aplastado como si estuviera mojado, la ropa pareciendo estar igual que su cabello y descalzo –si yo no estubiera con Maquy ella no hubiera vuelto y casi lastimado– sus ojos destellaron con tristeza, todos mirándolos con un nudo en el estómago.

–no digas eso Alex– abrazo a su amigo, este acurrucandose entre sus brazos –no es tu culpa, ella te lastimo y no tenía el derecho de volver, tu tienes el derecho de continuar y decidir sin ella. Si tú querías estar con nosotros entonses ella no tenía porque reclamarte– sus palabras parecieron dar el efecto que quizo, con Alexis sonriendo y abrazándola.

Rubí se aserco con pasos rápidos, trepando a Maquy y acariciando la cabeza del fantasma, resiviendo una risa suabe del chico y eso la animo notoriamente.

Dese ahí, él se a vuelto un poco pegajoso, pero nadie se queja, sabiendo que es tan solo un niño que no recibió amor cuando debió, así que siempre lo resivieran con brazos abiertos, dispuestos a darle todo el cariño que mereció y nunca tubo. Él se volvió aún más risueño y feliz, entablando amistades con todos los demás.

Le gusta jugar con los gatos de Sandy y escucharlo divagar de todas las historias de sus felinos, le gusta ir con MK, Mei y Red Son a pasear, incluso si este último suele ignorarlo por la incomodidad. A pesar de no poder comer le encanta ver cómo Pigsy cocina y ayudarlo, le agradan las historias que Tang le cuenta con puro entuciasmo y el como siempre resibe una golpiza en las manos cuando intenta robar comida o conseguirla gratis. Su vida dió un gran giro desde que conoció a Maquy y no se queja por eso, protejera a su amiga de quien sea y la cuidara tal y como ella lo hizo con él, incluso se atrevió a intimidar y asustar a muchos demonios con amenazas de muerte que sacó del mismísimo Macaque.

Y este último, aún se pregunta cuando terminó por aceptar tener un cuarto hijo y si una de las concecuensias de tener a Maquy fue que su vida se convertiría en una completa locura.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top