Una año más paso, todos reforsando las amistades aún más, Maquy creciendo junto con sus hermanos y las dificultades superandose, malentendidos y discusiones hubo, pero siempre reconciliándose al final, la ciudad sufrió incontables veces por culpa de los demonios pero siempre fue salvada por MK y sus amigos, quienes estaba dispuestos a lo que sea, Macaque tras largas horas de insistencia en algún momento accedió a formar parte del equipo, uniendose un par de veces en las peleas y su título de acesino sádico y frío disminullendo un poco, la fama siendo algo extraño para él pero reconfortante, Maquy siempre estaba feliz por ver a su padre en la tele e incluso emocionandose cuando veía como parecía coordinar con los demás miembros, incluso con Wu-Kung, quien aún tenía dudas de cómo disculparse al igual que Macaque pero su amistad poco a poco reconstruyéndose.

La niña, que ya no era más una pequeña pero lo seguía siendo para su padre, había aprendido con rapidez a controlar sus poderes, creando clones en los momentos que lo nesesitaba y pudiendo viajar a cualquier lado, no tenía dificultades en pasear por las calles y mantenerse a salvó, a demás que lo pequeños entrenamientos que su padre le había dado le eran de mucha ayuda.

Algo que al mono le encantó y le dió mucha ternura fue el echo de que su hija, a pesar de ya haber cumplido doce años, seguía siendo la pequeña entuciasta y alegre niña que alguna vez conoció un día cualquiera en su teatro.

...

Macaque esperaba que la semana fuera tranquila, con los show manteniendolo ocupado pero al mismo tiempo sin quietarle tiempo para sus hijos, a decir verdad, al principio había tenido algunos inconvenientes y problemillas con sus monos, pero nada que no pudiera resolver.
Estaba seguro de que Kosmo se estaba volviendo más abierto con Maquy y Rubí seguía siendo tan energética y divertida con ella.

Aunque sinseramente, incluso con todas las semanas que compartieron juntos, todos los momentos y problemas que afrontaron unidos, todo el tiempo que compartieron, no pudieron entender cómo es que Maquy se sabía la letra de tal canción.

Al principio la empezó a tararear, moviéndose un poco mientras dibujaba, captó la atención de los mayores cuando reconocieron la melodía, ambos se miraron, algo confundidos pues ninguno había puesto en la radio aquella canción por más agradable que fuese, pero Maquy de alguna manera la había aprendido.

–Me as contado~–  comenzó de pronto, su voz melodiosa y atrapante gracias a que su padre era un gran cantor que se molestó en enseñarle –tu manera de sufrir~– siguió moviéndose al compás de la melodía, soltando una risa que ninguno de los presentes supo cual fue el motivo –pero no sabes~ que conosco, como te gusta vivir~...– siguió cantando, riendo por lo bajo en algunos momentos pero sin dejar de cantar.

Macaque se sentó a su lado, recordando alguans veces como seguía la canción por las tantas veces que la escucho salir de alguna tienda o siendo cantada por otra persona. En algún entonses, el la tarareo, pero nunca había cantado la letra como para que ella la supiera.
Pero la verdad disfruto oírla cantar, pues era extraño que ella lo hiciera a pesar de que él empezaba a cantar en caulquier momento que se le antojara y nunca la había detenido al oírla imitarlo.

Cuando terminó miro a su padre y sonrió, volviendo a su dibujo sin decir mucho y después de unos segundos volviendo a reír para después tararear devuelta.

–¿Alguna razón para andar tan risueña?– pregunto el clon apoyandose en el respaldo del sofá.

–...Nop, solo estoy contenta– no se los diría tan pronto, quería que tuvieran sus propias interacciones imprevistas.

Ambos monos se miraron, compartiendo unas miradas confundidas pero sospechando, los otros dos monitos haciendo lo mismo con el mismo presentimiento.

Los demás días fueron tranquilos, con Maquy volviendo de la escuela animada y algunas veces dando saltitos, todos suponían que devia de ser algún nuevo amigo, pues a pesar de estar mucho tiempo en la escuela aún no había echo ninguno.

Aunque esas ideas cambiaron una noche, caundo Macaque se levantón con una risa que no era la de ninguno de los demás, era infantil, un poco ahogada por asi decirlo, maldijo en todos los idiomas que pudo al darse cuenta que tenía algo no ficico deambulando por su casa ¿Un fantasma? ¿Un demonio? ¿Un espíritu? Sea lo que sea le hizo erizar los pelos de su nuca, pero por aguan razon no sintió mucha amenaza.

–¿Quien eres y que quieres?– se sentó en la cama, intentando saber en dónde estaba, aún no entendia del todo porque mayormente aparecían de noche.

–soy Alexis y solo quiero oír una canción– rió lijeramente, era joven, demaciado para él gusto del mono, sonaba despreocupado y soñador, pero Macaque no pudo diferenciar si era un chico o una chica por su voz, para colmo su nombre no lo ayudaba, pues era uno para ambos géneros.

–¿Una canción?– Enarco una ceja, escuchando otra vez la risa, logrando ver después de consentrarse lo suficiente como una pequeña figura transparente de ojos brillantes se formaba con lentitud frente a él.

–sip– se puso de cabeza y saco la lengua con infantilidad, el mono enarco más la ceja, lo pensó unos momentos, no hacía daño cumplir aquella petición –si quieres, claro, es que Maquy ya se durmió–

–yo también estaba dormido– el fantasma pareció pensar esas palabras.

–bueno si, pero yo solo me rei y te despertaste, así que yo solo aproveche– sonrió más ante eso.

–eres muy pícaro– el niño o niña rió, divertido ante su comentario –bien, ¿Que quieres que cante?–

El fantasma pidió una canción al azar, para su suerte la sabía y se puso a cantar, procurando no despertar a nadie pero sabía que Mac ya estaba escuchando, escucho como se acercó, echando una mirada por la puerta sin entender el motivo de su canto hasta que se consentro en la energía que empezó a sentir, logrando ver cómo apenas había una figura transparente escuchándolo.

Estubo confundido hasta que noto que el ente se dormía sobre la cama del mayor, y fue entonses que se acercó y pregunto, después de una charla terminaron con la conclusión de que ese fantasma y Maquy tenían algo que decir. Pero decidieron atrasar la charla para ver qué pasaba.

Alexis resultó ser alguien que no molestaba.