Capítulo Uno
Nuestra historia
"Concéntrate, Flex, tu puedes" Repetía en mi mente aquellas palabras que sabía que de nada iban a servir porque mis nervios me lo iban a impedir. Si hace un año alguien me hubiera dicho que esto pasaría, de seguro habría reído hasta el cansancio, o tal vez, quien sabe, hubiera corrido hacía cualquier otro lado para evitarlo. Algo que evidentemente no hice.
¨¨un año atrás¨¨
NO lo podía creer, aquel príncipe de mis sueños me había pedido ser su novio luego de varias problemáticas que habíamos tenido, realmente estaba soñando y sí eso era les aseguro que nunca habría despertado. Ya pasados tres meses, seguía sin creer que mi novio era aquella persona que cambio mi vida de la mejor forma, vivíamos en un departamento pequeño, pero encantador, cerca de una cafetería donde Mike y yo trabajábamos, ambos por fin pudimos salir de la pobreza y seguir nuestras vidas como pareja y sin ningún intruso. Al inicio el príncipe de mis sueños se negaba:
"No Flex, si nos mudamos ¿Quién va a hacer los quehaceres" "¿Quién va a cocinar?" "¿Con qué dinero?" "Raptor nos va a extrañar/ ¡No es cierto! (raptor)" "Aquí nos enteramos más rápido de los chismes", ese tipo de cosas y más cosas, en fin.
Después de convencerlo infinitas veces, acepto. Claro que nos había costado trabajo mudarnos, no solo por lo de Mike, sino también por lo del trabajo, que Trolli nos ayudó a conseguir, esto ocurrió porque si no mal recuerdo, Mike no terminó la prepa y pues no contaba con alguna carrera, y yo apenas iba a terminarla, pero la pause por el tema de la mudanza lejos de mi mama; si ella viera como vivo de seguro yo ahorita estaría en un coma debido a la chancla. Otro punto importante también fue la casa o más bien el pequeño apartamento que rentamos entre los dos, habíamos tardado en encontrar un apartamento bonito y barato que encajara con nuestras comodidades y gustos, también que se encontrara lo más cerca del trabajo. Ahí fue donde más batallamos, pero por fin lo habíamos hecho.
La vida que llevamos era asombrosa y tranquila, de vez en cuando salíamos de cita a diversos lugares fuera de lo habitual y otras tan solo nos acostábamos en aquel sillón marrón que Sparta nos había dado junto con Timba; y terminábamos viendo varias series de Netflix, de vez en cuando recibíamos visitas de nuestros amigos. Sí, mi vida por fin era como quería de pequeño, nada podía salir mal.
— ¡Amor, ya llegué! — fijo mi vista hacia la puerta buscando la cálida mirada de mi novio para recibirlo con una sonrisa —¿Qué estás haciendo de cena? — pregunta al ver que me encuentro en la cocina con algunos utensilios en mano, sonrió cuando veo que su nariz me empieza a olfatear, casi moviéndola como si de un perrito se tratase.
— Sopa de verduras con pollo. ¿Cómo te fue? — cuestiono con una sonrisa de ternura en mi rostro por el acto ya mencionado — Hace un rato Raptor llego a la casa y me conto que te vio con el jefe de la cafetería, al parecer él iba comprar algo para comer cuando te vio y decidió no interrumpir.
Soltó un suspiro pesando y me miro con un semblante serio, luego sacudió levemente su cabeza como si de alguna manera los pensamientos negativos se fueran, sonrió una vez más y me abrazo encajando sus manos en mi cintura. — No te preocupes por ello, no fue nada malo, o eso creo— me tranquilizó mientras besaba y jugaba lentamente con mi cuello —¿Ya te he dicho que me encantas? — soltó jugando ahora con mi cabello.
Mis mejillas se coloraron de un momento para otro, siempre lo se ponían así cuando Mike me decía algún cumplido, lo mire a los ojos y el igual, ambos nos acercamos lentamente hasta que nuestros labios se unieron empezando un beso lento y lleno de amor.
— Vamos, no cambies el tema de esta manera porque sabes que siempre caigo—hable cuando nos separamos, el rio y después lo volvió a hacer cuando noto la expresión en mi cara, aquella que siempre hacia cuando quería que me hiciera caso.
Negó divertido con su cabeza y luego volvió a atracar mis labios succionándolos y mordiéndolos como si para eso sirvieran, yo solo seguí su juego. Claro que era evidente como la intensidad y el ambiente iban subiendo hasta tal grado que yo ya me encontraba pegado a la pared mientras era cargado por mi novio quien restregaba su masculinidad con la mía, se dedicaba a atenderme y de un momento a otro me quito mi playera acariciando mi pecho, fue cuando caí en cuenta de lo que estábamos haciendo. Lentamente lo separe de mí y me baje de él, solo me quedaba viendo queriendo una explicación.
— No podemos seguir
— ¿Porque no? — sin dejarme terminar cuestionó algo alto, casi pareciendo un grito — desde que empezamos a vivir juntos ya casi no intimidamos como antes, siempre que llego tú ya estas acostado o solo cenamos y ya, ni hablar de lo poco que nos vemos y salimos, ¿Es que ya te aburriste de mí? — soltó de golpe, era verdad la mayoría de lo que había dicho, pero no lo hacía porque no quería, sabia lo frustrante que era trabajar toda la tarde y llegar y no recibir caricias como estaba el acostumbrado, pero si ahorita lo hacíamos posiblemente él no se detendría hasta estar satisfecho y a la mañana siguiente no iría a el trabajo, cosa que podría significar mi despido, no me preocuparía una falta pero es que, esto ya había ocurridos tres veces y si faltaba una vez más me podrían despedir, mejor evitarlo.
— ¡No! — exclame bastante seguro — ¡Te amo demasiado! entiéndelo, pero tú sabes lo que significa el hacerlo, te aseguro que al igual que tú también quiero —dije empezando a sollozar — solo que espera hasta que al menos me paguen o a que tenga un día libre para que lo hagamos sin preocupaciones, por favor — a este punto ya era una súplica.
No podía dejar de llorar y no sabía porque, claro que lo amaba, él me había hecho feliz desde que lo conocí, entonces ¿Porque dudaba?
Sentí unas cálidas manos acariciar mis mejillas limpiando las lágrimas que claramente ya estaban saliendo, luego beso mi frente y me abrazo —perdón— se alejó del abrazo y me miro a los ojos, conectando nuestras miradas, podía notar el arrepentimiento en ellos, siempre que quería saber la verdad miraba sus ojos, esos de los que me había enamorado y que sabía que nunca me mentirían — soy un idiota, no quería decir eso, es que siento que pasar tanto tiempo sin ti me afecta y me vuelve un completo idiota, claro que esperare eso y hasta más, porque no quiero que pienses que estoy contigo nada más por hacer eso, te amo demasiado. estoy contigo porque me enamoré de ti, de tu manera de ser, de tu pensar, de tu actuar, de tus besos, de tus bellos ojos, tu sonrisa, tus bromas, tu carácter, tus bellas cejas, tu pequeño colmillo, tu cabello teñido, tus pestañas, tu tatuaje, de todo tu ser y no por satisfacción sexual, no lo dudes, Nunca dudes que te amo más que nada en este mundo y en otros también, solo perdonam...
Y lo bese, calle su boca con un beso de esos que se necesitan en momentos difíciles, el correspondió luego de salir de su pequeño shock. después de eso decidimos cenar tranquilos, y a pesar de lo que dijimos hicimos el amor, de ese que se hace sin desnudarse, sin palabras obscenas, ese que solo de hace si amas de verdad, nos abrazamos hasta quedarnos dormidos.
Sé que a pesar de los bajos que tengamos, aunque sean muy ridículos como el de hoy, siempre vamos a estar juntos, obvio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top