5_¡El Lo Sabe!
—Hola, diablillo. Como te va en la escuela, ¿ya tienes nuevos amigos? — Saco algo de tema, ya que estoy aburrida. El camino a casa no es largo, solo son unas cuadras, pero quería saber cómo le fue en su primer día en clases.
—Sí, conocí a Marcos; es muy chistoso, me cae bien. Sice mientras patea una lata que se encontró en la calle.
—Oo, vaya, me alegro —le sonrío mientras abro la puerta de la casa.
—¿Cómo están mis pequeñines? —dice mamá que está sentada en el sofá.
—¡Muy bien, mamii! —exclama Alex mientras corría a abrazarla.
—Bien, mamá, ya sabes igual que siempre. —miento, ya que hoy no fue un día común; tropecé con un idiota y cuyo idiota, de hecho, también es mi profesor de literatura. Todavía no superó eso. ¿Cómo pueden aceptar a tan repugnante persona como profesor?
—OK, nena, saludame a Stefany mañana, dile que venga a visitarme en estos días, hace rato no viene. Aaa, y por favor, pon la mesa para cenar todos juntos.
Querido diario:
El día de hoy fue algo más emocionante de lo que esperaba; la verdad, las cosas de la escuela me aburren, pero hoy tuve un entretenimiento nuevo de carne y hueso, bastante atractivo aunque nunca lo acepté en voz alta.
Es nada más y nada menos que mi estúpido profesor de Literatura; ni siquiera sé todavía su nombre; solo se presentó como profesor pero no dijo su puto nombre.
¿Y q más da? ¿A quien le importa cómo se llame? En verdad, no sé porque estoy pensando tanto en ese imbécil de ojos grises…
Quién se cree que es para decirme que me estaba babiando por él, si me acaba de conocer, que engreído, se cree el centro del mundo; eso lo puedo deducir por la forma en que se expresa. Tiene tanta firmeza en cada palabra que dice; me enloquece su sonrisa…
Ni me conoce y ya habla conmigo como si fuéramos amigos de la infancia. En fin, no vale la pena hablar de semejante persona.
Mamá hoy tuvo un día bastante bueno y estoy muy feliz por eso. Ya ha pasado un mes y medio desde que el médico nos dio aquella dolorosa noticia, pero parece que está mejorando. Me senté a conversar con ella después de saber lo de su enfermedad; hago todo lo posible por pasar más tiempo juntas. Me contó que se sentía más animada. Ojalá que Diosito no me la quite tan pronto; mi madre es toda mi vida; no sé qué haría sin ella.
Alex dice que le va bien en clases; me alegro por él. Cuando yo empecé en preescolar lloré por meses, pero está claro que era una débil, llorona sentimental. Él siempre ha sido mucho más sociable que yo, así que no esperaba menos de él.
La verdad, ahora que me ponga a pensar, no sé a qué se debe este cambio tan repentino en mí; ya no tengo los mismos gustos, las cosas me aburren, soy más borde con la gente, me gustan las alturas, el peligro, pero de todo lo que más miedo me da es esta necesidad de sangre, nada más de pensar en ello me da ganas de matar a alguien solo por puro placer. Tengo en mente a mi profesor de lenguas, se lo está buscando.
Yo no era así; yo era una persona tranquila que me conformaba con leerme un libro o ver la televisión; era feliz ayudando a los demás y ahora todo lo contrario. Hay veces en las que se devuelven estos instintos de ayudar o de ser más gentil; pero hay otras en las que no me puedo controlar.
¿Qué mierda me está pasando?
(…)
Hoy me levante antes que el despertador sonará; quién lo iba a pensar que ayer me estaba quejando por levantarme temprano y hoy estoy madrugando yo y mis putos cambios de actitudes.
Me peino y me miro en el espejo que tengo en el cuarto.
Me miro de arriba a abajo, viendo la trenza que me cuelga a un lado de los hombros y el pulover ancho que me cae sobre los jeans que tengo puesto. Yo no soy una chica con muchas curvas y caderas exuberantes, pero se puede decir que tengo un buen cuerpo. Me hecho brillo para labios.
¿Me veré bien?
¿Qué? Porque me preguntaré eso, nunca he sido muy preocupada por mi apariencia, ya que nunca me ha gustado resaltar; tampoco soy abandonada, pero nunca me preocupaba tanto por lucir bien.
¿Será por mi nuevo maestro? Jajaja Naaa..
Río como una loca frente al espejo pensando en él y su sonrisa diabólica. No puede ser posible que tan temprano en la mañana ya esté en mis pensamientos, pero ¿quién le ha dado ese derecho?
¿Por qué mierda no me lo puedo sacar de la cabeza?
(…)
Ya es por la tarde y no lo he visto; mañana es fin de semana porque tengo la sensación de que no quiero que las clases acaben. Será porque quiero verlo otra vez. Pero porque me atraerá tanto.
Me suena como que lo conozco de otro lado, pero no sé de donde. Él es un poco más mayor que yo, pero no por mucho; si acaso tendrá veinticinco años, parece ser muy inteligente porque para graduarse de profesor a tan corta edad debe haber obtenido muy buenas calificaciones.
Estoy poniendo mis libros en la taquilla, las clases terminaron y no lo vi. Debería sacarme de la cabeza y adaptarme a que es mi profesor, no un chico cualquiera al cual puedo molestar y decirle lo que se me venga en gana. Debería guardar distancia, ya que cuando estoy cerca de él pierdo los papeles.
—Helen, espera —me grita Stefany que viene corriendo por todo el pasillo como una loca, diciendo mi nombre.
—¿Qué me pasa por tantos gritos?
—preguntó algo confundida.
—Solo venía a decirte que el profesor de Literatura quiere verte.
—Para qué quiere verme a mí, ¿no sabes? —me quede muerta para que este tipo me quiere.
—No sé, no me dijo, solo me pidió que te dijera que lo fueras a ver en su lugar favorito —veo que se queda pensativa—. Solo hay un problema: no me dijo cual era ese lugar, ahora que lo pienso, cómo sabrás donde encontrarlo.
—Emm… —dude un poco antes de hablar, porque cómo le explicaré que sí sé donde queda su lugar favorito. —Pues no sé; solo lo buscaré por ahí —miento fingiendo una sonrisa.
—Si quieres puedo esperarte y así vamos juntas a tu casa para ver a tu mamá, ya sabes, ella lo pidió y tú más que nadie sabes que hace rato no la veo y también la extraño mucho.
—Ves tú adelantando y así le haces compañía mientras no estoy; por favor, llevate a Alex también a casa.
—¿Estás segura? Puedo esperarte si quieres. — Dijo mientras se acomodaba el pelo en un moño.
—Si estoy segura, no te preocupes, no sé cuánto tiempo me tardaré; dile a mamá que estoy haciendo alguna tarea con el profesor de Literatura.
Diciendo esto, me voy directo a la azotea de la escuela, hago el mismo recorrido de la otra vez y nada más subí ahí lo vi…
—Llegas tarde —dice medio molesto.
—¿Qué más da? O acaso pensabas que correría de inmediato detrás de ti. —digo levantándome una ceja.
—Pues la verdad es que si —espeta poniendo una cara de superioridad.
Me enferma de verdad que sí, quien se cree que es el puto amo, que cuando chasquea los dedos debo correr a sus ordenes; estoy cansada ya de esto.
—Si para esto me llamaste, pues ya me voy, no tengo tiempo para perder contigo. —Terminada esta frase doy media vuelta para marcharme.
Pero siento un agarre fuerte en mi mano.
—No te vas a ningún lado, no te conviene.
—¿Me estás amenazando?—pregunto mientras me suelto de su agarre.
—No es amenaza, es aviso, solo te digo que te puede interesar lo que tengo para contar, pero por lo que veo no te importa.
—No espera si quieres saber. —Lo detengo curiosa por lo que tiene para decir. Veo como se le dibuja una sonrisa, como que logró exactamente lo que quería. — Ve directo al grano, que no tengo mucho tiempo.
—Querida Helen Phiterson, deberías tener más cuidado cuando escondes un cadáver a mitad de la noche en el patio de tu casa; nunca sabes quien puede estar observando.
Hola mis bomboncitos❤️🥺
Que tal les pareció este capitulo, el final esta algo emocionante nooo.
¿Que creen de estos dos?
O de que nuestro sexy profesor sepa la verdad...
Un besooo inmenso lleno de curiosidad 🤭
Los quiero mucho, no olviden votar y comentar... ❤️
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