25_ Fiesta de cumpleaños (parte 2)

La cara de Alex al ver a todas las personas, el lugar y la fiesta sorpresa era todo un poema. No sabía si reír o llorar. Él nunca antes había tenido una fiesta así. Mamá y yo siempre tratamos de hacer algo para hacerlo sentir que no era un día normal, pero Reik no ayudaba en nada y todo se hacía más complicado.

Todos dijeron sorpresa al unísono.

—Gracias, hermana —su voz emocionada y su carita feliz.

—Te lo mereces, diablillo —dejo un beso en su frente y lo ánimo para que vaya a jugar con sus amigos.

Lo miro mientras se relaciona con los otros y pienso en nuestra madre. Realmente le hubiera hecho muy feliz verlo sonreír así. Ya han pasado tres meses desde su partida. Tres meses dónde mi vida ha cambiado por completo, cada día extrañándola, cada día siendo fuerte.

—Todo quedó espectacular —Stefany comenta, acercándose a mí y dándome un regalo.

—Sí, la verdad quedó como lo deseaba —admito agarrando la caja de regalo. —Lo podías ver colocado junto a los otros.

—El mío está allí —señala a todos los regalos que trajeron los invitados. —Este lo trajo un hombre justo después de tu irte.
La miro extrañada y rápidamente me decido a abrir el regalo. 

Al quitar el lazo y abrir la tapa de la caja me encuentro con una escena algo atípica. Una mano ensangrentada que tenía en sus dedos una carta. Agarro la carta inmediatamente y cierro la caja para que nadie observe su contenido. Mi cara no demostró señal de asco, ni de sorpresa.

Espero te guste la sorpresa; la mano es nada más y nada menos que de una integrante de la hermandad Luna llena. Estamos cerca, Helen, seguimos tus pasos, conocemos tus debilidades, ¿Alex cierto? Así se llama el pequeño. Cuídate y cuida de los tuyos.

Da felicidades al más pequeño de mi parte.
Estrujo la carta entre mis dedos furiosa. ¿Cómo se atreven a amenazar a mi hermano? La sangre me hierve.

—¿Está todo bien?—la rubia a mi lado pregunta al notar mi cambio.

—Lo estará —pronuncio sin dar mucho a conocer.

La prioridad ahora era hacer que Alex pasara el mejor cumpleaños de su vida. Lo demás lo solucionaré más tarde.
Me alejo con la caja en las manos para tirarla al cubo de la basura.

Las horas pasaron y el pequeño estaba cansado. Jugaron a las escondidas, bailaron, comieron dulces. Abrió y agradeció por cada uno de los regalos.

Mi mente estaba aún centrada en el hecho de que lo han amenazado. Los de sol naciente han amenazado a mi hermanito. De todas las personas en este mundo a quién no puden tocar es a él.

—¿Te haz divertido?—asiente inmediatamente.

—¡El mejor cumpleaños de la historia! —exclama alzando las manos. —Ojalá mamá estuviera aquí —baja un poco más la voz.

—De seguro nos está observando dónde quiera que esté. Me levanto del sofá en el que estaba y me siento a su lado.

—¿Segura? —asiento y lo abrazo.

—Ella siempre estará con nosotros. —Trato de hacerlo sentir mejor, pero de algún modo me lo decía a mí misma; la necesitaba mucho. —Falta mi regalo. —Este sonríe y yo me levanto para buscarlo.

—¿Hay más?—pregunta risueño.

—Por supuesto que sí —le entregó la caja y enseguida la abre y toma el jueguito de ropa en las manos. — ¿Te ha gustado?

—Es de Spiderman —abre la boca sorprendido. —Me encanta Spiderman —esta vez agarra el muñequito y me abraza.

—Gracias, hermana; te adoro.

—Y yo a ti, mi peque —mantengo el abrazo.

—Bueno.—Cambio de tema. —Se está haciendo de noche. ¿Te llevo a casa?
El más pequeño asiente.

Tuvimos que llamar a un taxi para que nos llevara, ya que eran demasiados los regalos.
Al llegar a casa de la tía, me quedo atontada con la situación. Una patrulla de policía y la casa con varios vecinos. Le pago al taxista y me bajo rápidamente con Alex de una mano y la java de regalos en la otra.

—¿Qué ha pasado? —preguntó al llegar a la casa.

—¡Ay mi niño hermoso! —grita mientras llora descontroladamente, acercándose a Alex.

—¿Señorita quién es usted?—el oficial de policía me mira intrigado y yo no entendía nada.

—Soy su hermana. —Comento.

—Entonces el pequeño no estaba desaparecido.

—¿Desaparecido? —ahí lo entendí todo y miré a la tía quien aún sollozaba mientras Alex me miraba sin entender la situación.

—¿Cómo pudiste llevártelo sin decir nada? —al fin habla, Laura, la tía.

—¿Cómo tienes el descaro de reclamarme eso? Más bien debería yo de preguntarte ¿Cómo pudiste dejarlo solo aquí en casa? —ella me mira apenada y dirige su vista al oficial que nos miraba desconcertado. — O peor aún, pensabas que estaba desaparecido y no me avisaste. A mí, a su hermana.

—Ni quería preocuparte yo… Solo salí unos minutos. —Comienza a sollozar nuevamente.

—¡Eres una irresponsable! —grito y ya me estaba comenzando a alterar. Dejo en el suelo los regalos. —Diga, oficial, cree que esta es una buena opción para que cuiden bien de mi hermano.

El oficial se mantiene al margen y no habla.

—¿No piensan hacer nada?—me vuelvo a referir a él. —¡Quiero la custodia de mi hermano! Nadie lo cuidará y protegerá como yo.

—Señorita, bajos los efectos de la ley, usted aún no es apta para hacerse cargo de su hermano. —Niego totalmente.

—¿Esta es la autoridad? Por cosas así es que este pueblo está como está, las personas muriendo y nadie encuentra al asesino. Los violadores son detenidos y luego liberados sin ninguna condena, las personas son maltratadas y todos se hacen de ojos ciegos. ¿Cree que eso es justicia?

Siento como la vena de mi cuello se empieza a hinchar.

—Señorita, debe calmarse o tendré que llevarla a comisaría; está ofendiendo a la ley.

—La ley es una mierda. —Miro a Alex y está con los ojos llorosos. —No puedo dejar a mi hermano bajo un techo donde no está seguro. ¿Entiende?

—Se lo advertimos, señorita; deberá acompañarnos. —Miro al oficial con el seno fruncido y el puño cerrado.

—No dejaré a mi hermano aquí.—grité mientras los oficiales me estaban forzando a salir del hogar. Alex gritaba y corrió hacia mí, pero Laura lo detuvo. Logro salvar una de mis manos del agarre de uno de los policías y lo golpeé en la cara.
—Si se sigue comportando así, más se complican las cosas para usted. —El oficial comenta volviendo a agarrarme y esta vez me colocan las esposas.

Perfecto, qué bien ha terminado la fiesta de cumpleaños.

Mi hermano ha visto como me esposan y yo de camino a la comisaría.

¿Dónde estás Aron?

Mis lectoressss ¿qué opinan?

Se salió de control la fiesta, pobre Alex nunca ha tenido el placer de tener un cumpleaños del todo feliz.

Nuestra asesina en comisaría. ¿Saldrán nuevos personajes de este nuevo evento? Seguro que si

Nos vemos en un nuevo capítulo, no olviden dejar sus comentarios y votos✨❤️ no sean lectores fantasmas 😔






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