22._ ¿Quién está detrás de los asesinatos?
Mantengo mi posición para evitar ser descubierta. Mis ojos me permitían observar a otra chica tendida del árbol; sus ojos eran dos cuencas de sangre, pintando de rojo el vestido blanco, como en todas las demás. ¿Saben que más no estaba en su lugar? La lengua; era notable el corte. Para la policía era una total incógnita el paradero de estos. En todos los demás casos ha sido igual.
El pueblo de Morris se ha convertido en un pueblo aterrado y desolado; las personas temen y sufren las pérdidas de las más jóvenes de la casa. ¿Y saben qué es lo peor?
Que yo no soy la culpable. La gente me teme a mí, a la chica de rojo, pero estos asesinatos no son de mi persona.
Obviamente reclamé a Aron, pero le creo cuando dice que no tiene nada que ver. Esta última semana ha sido una total locura; han suspendido las clases, ya que las principales víctimas son jóvenes. Demuestra edad. He ido a visitar a mi hermanito todas las tardes; no puedo vivir sin sus locuras; esa humanidad que me trasmite me hace permanecer un poco cuerda dentro de todo este mundo de locos.
La situación ha empeorado.
Los cadáveres cada vez son más.
Y aquí estoy, después de un largo trabajo de investigación. Detrás de un árbol, viendo cómo los verdaderos asesinos terminan de cometer otro asesinato.
Observo al chico de piel oscura que se encuentra guardando los ojos de la chica; tiene una apariencia muy parecida a mí. Su cabellera roja era lo único que tenía vida en ella; luego estaba su piel pálida y sus grandes ojos arrebatados de su ser.
Ya no me causaban nada este tipo de situaciones, pero me molestaba que estuvieran usando mi nombre para tapar sus verdaderas identidades. Además, me había propuesto solo atacar a personas que se lo merezcan y dudo que está pobre chica le haya hecho daño a nadie.
El malestar en mi cuerpo era notable; tenía los puños cerrados y los ojos fruncidos. Estaba lista para atacar, para hacerlos hablar. Cambio mi vista a Aron, quien se encontraba a unos metros de mí y le hago la señal.
Nos dispersamos rápido y en menos de unos minutos ya teníamos a manos chivos dominados… Parece fácil, pero no lo fue; realmente el factor sorpresa influyó mucho.
Miro al chico de piel blanca arrodillado en el suelo con las manos en la nuca, y el cuchillo que se encontraba en su dirección brillaba. Estaba sedienta de sangre; quería que pagaran por el daño ocasionado a las jóvenes y sus familiares y por usar mi nombre como tapadera.
—¿Quienes son? —preguntó el de piel más oscura.
—Somos los que los van a matar. Aron respondió mientras deslizaba el cuchillo por la cara del chico. — Pero antes nos darán respuesta.
—Bien, ahora que ya nos presentamos, les daremos un pequeño paseo. —comento haciéndole señal a Aron para que les diera vista a los dos en lo que yo sacaba el pequeño paño con formol.
Fue colocarlos en su nariz y a dormir.
Fue más que difícil cargar con sus cuerpos desplomados. Yo no pude, así que solo me dediqué a arrastrarlo por todo el lugar hasta llegar al auto de mi psicópata compañero.
Antes de salir de la escena del crimen di un último vistazo a la chica; sé que sonará algo sádico, pero era una buena obra de arte. La joven sola, en completa oscuridad, al ser sus ojos arrebatados, el olor a sangre fresca daba ese toque para que una persona no normal como yo quedara cautivada con el asesinato.
Subimos al auto y comenzamos el camino a casa. Estos dos habían sido atados; no queríamos que en medio del camino despertaran y estuvieran libres. Sus cuerpos resuenan en el maletero por los golpes que provocan cada que cogemos un bache.
Sé que tal vez no es el momento, pero necesito contarles sobre nuestra relación. Digamos que no hay relación como tal, solo somos dos personas que conviven juntas, de vez en cuando duermen en la misma cama, tenemos sexo y nos hacemos compañía. Lo decidimos así; nuestras vidas son demasiado complicadas como para poner título a algo que no va a funcionar.
El amor es debilidad, decía Reik. Algo de razón tendría el muy canalla.
Y en esta vida no quiero tener debilidades, no quiero confundirme. No quiero que lo usen para hacerme daño. Si no me importa, no afectará demás en mi vida.
Y está la otra parte. Es un psicópata; en su genética está no amar; se le impide crear lazos verdaderos. Eso sí, es un maestro en manipular, seducir y mentir. Así que nunca estaré segura de qué siente realmente hacia mi persona y la verdad para mí es muy confuso también determinar mis sentimientos, aunque sí tengo la certeza de que están.
No podía permitirme entregarme sentimentalmente a Aron Tamson; todo en él era signo de alarma. Sabía que si llegara a amarlo sería mi perdición, así que aplicó las tres reglas:
Bésalo, cómetelo y ya. Nada de enamoramiento; solo placer físico.
—¿Te pasa algo?—La voz seca de Aron hace que vuelque mi vista hacia él. Niego rápidamente.
—Estoy en perfecto estado. ¿No se nota?—sonrío mientras paso mi mano por mi cuerpo.
—Desnudo se ve mejor. —Sonrie pícaramente y vuelve la vista al frente.
—Lo se.—respondo con el ego más alto que un rascacielo.
Nuestra química cada vez era mayor. Tanto en la cama, como compañeros de casa, y en el acto criminal. Nos iba bastante bien juntos.
—¿Te diste cuenta del gran parecido de la joven contigo?—asiento. —Creo que la hermandad Sol naciente está detrás de esto.
Guardo silencio y proceso las cosas. Tal vez si, no podía asegurarlo, no conocía a las otra víctimas ya que no fueron mostradas en la televisión pero definitivamente el parecido entra la chica del bosque y yo era grande.
—Están enviándome un mensaje.—subo las piernas sobre el asiento y colo mi brazo en la ventanilla. —Quieren que sepan que están aquí y que no me han atacado porque no han querido.
El rostro de Aron se tensa, su mandíbula se contrae y podría jurar que si tuviera un poco más de fuerza rompería el timón del auto de lo duro que lo está sujetando.
—Tenemos que saber quiénes son.—suspira. —Tenemos que tomar la delantera, hay que estar un paso por delante de ellos.
—No te preocupes demasiado. —vuelco mi vista a los edificios que se asomaban, estábamos entrando ya en la ciudad. —He sido buena alumna y tú un buen maestro. Déjalos que vengan a por mi.
Estaré lista para matar a cada uno de ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top