Han pasado varias semanas desde aquel día en que tuve que dejar mi hogar. Vivir con Aron es una tortura. Realmente detesto su egocentrismo y su extraña forma de ser. 
¿Se preguntan que si he vuelto a asesinar? 
Pues si. 

La noticia del oficial de policía fue tendencia. Las autoridades se activaron y juraron encontrar al culpable. Suerte con eso. 

El que haya seguido matando sin la supervisión de Aron hace que me sienta más atrevida a la hora de asesinar. Estuve probando nuevas técnicas, nuevas formas. Estuve improvisando cosa que a don "asesino perfecto" no le gustó para nada cuando se enteró. 

Ni siquiera sé por qué se enfurece tanto en el que yo asesine cuando él mismo fue el que me enseñó a hacerlo. 

"Hay personas que no me convienen que me vean tan activa".

Ni siquiera le encontraba sentido a sus palabras y a su maldito misterio con el tema. ¿Qué personas? Si nadie sabía que era yo la asesina.

Al dejar varios cadáveres, la policía ha tomado represalias. Acordaron un toque de queda; a partir de ahora a las ocho de la noche no puede ver nadie en la calle. Los oficiales andan patrullando el día y la noche, sin descanso. 

Según las noticias, la persona que andan buscando es una mujer; en eso no están del todo equivocados. Según lo dedujeron, por la forma de atacar y lo organizada que se encuentra el área del crimen. Cosa que debo cambiar: tendré que despistarlos. 
Si no hay víctimas en la calle, pues tendré que atacar en las casas. Si se guían porque soy demasiado organizada, comenzaré a ser un poco más descuidada con la forma en que ataca, siempre cuidando mi identidad. Es la prioridad.

En estos últimos días Aron me estuvo dando información sobre nuestra "enfermedad".
La psicopatía es un trastorno de la personalidad caracterizado por una anomalía de orden psicológico y alteraciones graves de la conducta social de la persona.

Es uno de los trastornos que nos afectan. Este se puede identificar en las personas a través de falta de afecto, remordimientos o empatía, sumado al uso malicioso de la seducción, la manipulación y la utilización de otras personas para propósitos personales, además de signos secundarios como el narcisismo o la alta capacidad intelectual.

Definitivamente, esto lo describía a la perfección a él. 

Pero yo…

Yo sí tenía remordimientos, yo sí luchaba contra mis instintos asesinos. Quería asesinar, pero a personas como Reik, personas que no merezcan vivir, ladrones, violadores, viciosos, drogadictos, maltratadores. No a personas inocentes y de ahí voy al otro trastorno que ocupo…
La bipolaridad. Trastorno que provoca altibajos emocionales, que van desde trastornos de depresión hasta episodios maníacos.

Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar, pero es posible que tenga que ver con una combinación de factores genéticos y ambientales.

Aron nació así. Siempre tuvo estos problemas, estos instintos y las ganas de hacer daño. Al contrario de mí, que desarrollé el trastorno tras todo lo que viví con Reik y mi madre. Tal vez el no recordar mi infancia puede ser un bloqueo a algún evento vivido, según Aron. 

La verdad me causaba mucha intriga el que no podía recordar. Antes no le daba importancia, pero la tenía a ella. Mi madre lograba hacerme sentir que no era necesario recordar; lo importante era el presente, los recuerdos que aún después de todo permanecían en mi mente; esos eran los que valían la pena. Teniendo en cuenta todo lo que soy, en la persona en que me he convertido tal vez, comenzaba a dudar si esos años de mi infancia no eran tan importantes. Tal vez y sí.
Por más que le daba vuelta era totalmente un vacío. 

Recuerdo que a estas horas estuviera anotando todo en mi diario, pero todos los eventos que se presentan en mi vida serían una prueba contundente para incriminarme. Así que decidí no escribir más y guardé los diarios junto con las cosas de mi madre. 

Debería quemar las hojas donde relato el asesinato de mi padre. 

Me levanto de la cama y me dirijo a la habitación donde habíamos guardado todo lo que no utilizaría de mi antiguo hogar. 
Caminó hasta el final del pasillo y bajó por las escaleras, hasta ver varias puertas de igual color. A esta parte de la casa solo he venido el día de la mudanza a dejar las pertenencias. Prestando más atención, esta parte está algo satánica, la luz es escasa, el largo pasillo con puertas iguales. 

Por un momento dudo en cuál de las habitaciones se encontraban mis cosas; no recuerdo bien. Decido abrir la primera de las puertas, y no estaba preparada para observar su contenido. 

Al abrir la puerta chirreó haciendo un molesto ruido. Mis vistas se paseaban por toda la habitación. Era realmente escalofriante. 

¿Esa era yo? 

Recuerdo perfectamente este día. Miro detenidamente la foto donde estaba enseñando a Alex a montar bici. Sigo mirando la gran pared que estaba adornada con mi rostro. Miles de fotos, en diferentes etapas de mi vida. 

¿Qué mierda es esto? 

—No deberías estar aquí —me doy media vuelta en un salto. 

El silencio sepulcral se había esfumado por la presencia de Aron. 

—Y tú deberías explicar todo esto —señalo a mi alrededor. 

Además de fotos, habían varias memorias, que supongo que contenían más información sobre mí.

¿Ese es mi peluche? Caminó hasta una de las mesas y agarró un pequeño oso; recuerdo que lloré mucho cuando lo perdí. 
Lo miro furiosa. 

—Comienza a hablar o te haré soltar cada una de las palabras a la fuerza. —Se ríe.
—No seas ridícula —camina hacia mí. —No tendrías ni la más mínima posibilidad de hacerme daño.

—¿Quieres apostar? —me acerco también hacia él, quedando a penas a unos centímetros de distancia.

Nos miramos desafiantes y retadores por unos segundos hasta que se aleja. 

—Deberíamos hablar sobre esto en otro momento —dice saliendo del lugar y obviamente lo seguí. 

—De eso nada —le agarró del brazo haciendo que se detuviera abruptamente. Me mira con ese brillo tan llamativo que obtenían sus ojos cuando estaba apunto de perder los papeles. 

—No vuelvas a querer pasar sobre mí —me mira con rabia. —No es el momento de que sepas el por qué; creeme es por tu bien. 
Niego inmediatamente.

—Tal vez deberías dejar que decida de por mí que es lo mejor. —me da la espalda y continúa alejándose hasta que lo pierdo de vista al subir las escaleras. 
Mierda. Tendré que averiguarlo por mi cuenta. 

¿Cómo? Aún no tenía ni la más mínima idea, pero no me detendré hasta saber qué diablo pasa conmigo y con Aron, todas estas fotos y lo siniestro que es saber que me tenía fichada mucho antes de conocerlo.

He sido acosada durante toda mi vida.
Si las cosas no hubieran cambiado, no hubiera vivido todo lo que ha pasado. 
Estuviera asustada. Si ser acosada durante toda mi vida no fuera suficiente, estoy viviendo con un psicópata que tiene una habitación repleta de fotos, objetos, de mi persona y de los más cercanos a mí. A parte de asesino, acosador. 

¿Quién eres realmente Aron? 

Y ¿por qué soy tan importante para ti? 

Holaaa mis amores

¿Cómo se quedaron? 🤡

Jsjsjs pronto se comienzan a revelar secretos. Atentossss

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Nos vemos en un nuevo capítulo 👋🏻