10._Nacimos para morir
Suena mi teléfono, dejando ver la notificación de dos mensajes.
- Espérame en tu casa, voy para ahí.
- ¡Te tengo respuestas!
Respiré profundo; ya había llegado la hora de saber, de poder o tratar de entender lo que me estaba sucediendo. No pasó mucho tiempo que ya estaba tocando el timbre; le abrí y lo invité a pasar.
—Suelta la sopa.
—Siempre tienes que ser así, tan directa —hizo una mueca a la cual le puse mala cara. —Vale, ya te cuento —se deja caer en el sofá, sí en ese en el que mi madre tuvo sus últimos respiros. Trato de ignorar mis sentimientos de tristeza y le pongo atención. —Precisamente vengo a hablarte de la muerte de tu madre —menciona como si me estuviera leyendo la mente.
—¿Qué tiene que ver mi madre con todo esto?
—No mucho, pero su muerte te ha afectado demasiado; temo que cometas alguna locura —me miro por un momento—. No pongas esa cara, sabes que tengo la razón. ¿O me vas a negar que en estos días no se han multiplicado las ganas de arrancarles la cabeza a todo el que se te cruza? — Silencio de mi parte—Eso pensé.
—Vale, tienes razón aunque no quiera admitirla. Pero no me sirve de nada lo que me estás diciendo.
—Aprenderás con el tiempo a ignorar la muerte; morir es casi igual o más natural que nacer. Todos en esta vida sabemos que algún día llegará nuestra hora, algunos antes que otros, pero todos moriremos —suspira y retuerce los ojos—. Lo que quiero decirte es que a las personas como nosotros nos vale un pepino la muerte. No le tenemos miedo. ¡Causamos el miedo! Somos la muerte para las personas.
—Somos la muerte— respetí más para mí. —Yo soy la muerte, y quiero volver a sentir, quiero ver cómo sufren, quiero ver el miedo en sus ojos. ¡Que sepan que existo! Que tiemblen al escuchar mi nombre.
—Y todo eso pasará, pero no es tan fácil así como piensas. Las cosas se salen de control; vas a querer más y más. Te vuelves adicta al olor de la muerte, a tener el poder. —sonríe y se acomoda el pelo —¿Pero puedo ser tu maestro si deseas?
—¡Quiero hacerlo! Enséñame a ser una asesina.
—Solo tenías que pedirlo —se relame los labios y se acerca bruscamente hasta quedar tan cerca que puedo sentir su respiración rosandome los labios—. No podías encontrar un maestro más experto en esa materia…
(…)
Toda esta semana ha sido de locos; Aron me ha estado dando consejos para matar; nunca en mi vida imaginé que pediría algún día consejos para eso, pero tal y como están las cosas ya no soy la misma. Ayer fuimos al centro comercial. Me enseñó cómo identificar a la presa.
Si tienen problemas, si son maltratadores, violadores, personas normales y corrientes. La verdad, en el centro comercial había gente de todo tipo.
Dice que tener esta "enfermedad" es conveniente si la usas bien.
Según él, ser como somos es una enfermedad ocasionada por la bipolaridad y/o trastornos mentales. Puedes crecer con ellos o ir desarrollándolos durante tu crecimiento.
Supongo que lo mío fue adquirido mientras fui creciendo. Al crecer en un círculo tan complicado, fui desarrollando estos trastornos; pero todo se intensificó cuando maté a Reik.
Ahora estamos aquí sentados tomando un helado como si nuestras vidas fueran tan normales como las de todas estas personas a nuestro alrededor.
—Entonces, cuando pasamos a la práctica —dije dando un sorbo del helado de chocolate que tengo delante.
—Aún no estás lista.—dice sin más.
—Llevo días escuchando todo lo que dices. Quiero matar, estoy lista —dije firme.
—No lo haz vuelto hacer desde Reik, luego tu madre murió…
—No menciones a mi madre —digo tragando en seco; es un tema delicado. —¡Estoy lista! O me ayudas o lo hago por mi cuenta, ¿qué prefieres?
—Mira que eres cabezota —me dice mirándome con esa sonrisa tan linda. —Bien, lo haremos. Escoge a tu víctima.
—¿Qué? Ahora mismo —dije soltando de golpe el vaso de helado.
—Obvio, no, esto lleva un proceso. El primero es elegir bien a tu víctima. Luego el seguimiento y por último el ataque. —Me menciona los pasos que hay que tener para realizar un asesinato.
—¡Ese!—dije mirando a un hombre que viene jalando a su mujer del brazo. Ella le pide que la suelte y él la aprieta aún más fuerte. No podía soportar más eso; así que me levanté y caminé en su dirección.
—¿A donde crees que vas?—me dijo el chico de ojos profundos.
—No puede tratarla así.—dije con el ceño fruncido.
—Te las pagará después. Regla importante es siempre pasar desapercibido y, si no puedes tratar de cubrir tus intenciones, no debes acercarte a la presa antes de estar lista para el ataque.
—Bien, recibido —mencione mientras di media vuelta y me aleje lo mayor posible de ese lugar.
—Debes ser paciente para que todo salga bien; nunca puedes dejar que tus sentimientos te controlen. —sigue diciendo frases insignificantes que no me interesan para nada. Sólo quiero matarlo de una vez. Ese maldito me recuerda tanto a mi odiado padre.
—Se están alejando; debemos seguirlos —dije poniéndome las gafas.
(…)
Estoy tan cerca de lograrlo. La tarde entera siguiéndole los pasos, y por fin tengo una oportunidad.
Está la calle vacía, justo como debe estar. La noche está divina con la gran luna llena que irradia al cielo. Este hombre cuyo nombre no sé ni me interesa va caminando delante de mí. Apresuró mis pasos y lo tengo justo donde debe estar.
Saco rápidamente los cuchillos que Aron me ha entregado. Están tallados con un alacrán en el cabo. Tan venenoso como yo. Encajo uno fuertemente en su espalda y el otro, perforando uno de sus riñones.
Veo que cae al piso dando un grito de dolor.
—¿Quién eres?—dijo apenas sin poder.
—¿Nadie te enseñó que a las mujeres se les respeta?—dije removiendo y encajando más los cuchillos.
—Ahh —suelta un gruñido.
—Soy la última persona que verás —dije sonriendo mientras veía la muerte apoderarse de aquel hombre.
Lo miro fijamente riendo aún y saco bruscamente el cuchillo de su espalda, preparándome para cortar su brazo. Él apenas puede moverse y en sus ojos puedo notar que sabe justo lo que va a suceder. Cortó su brazo como si fuera una carnicera, moviendo el cuchillo afilado adelante y hacia atrás. Riendo mientras la sangre corría.
—Las mujeres se valoran y se respetan.—dije antes de salir corriendo del lugar y dejarlo desangrándose.
Hola bomboncitos 😍
¿Que les ha parecido este capítulo?
No olviden dejar su estrellita y sus comentarios. Estaré pendiente a cada uno de ellos.❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top